CUANDO EL PANTANO SE DRENA, LAS RATAS GRITAN “CRISIS”
POR: MSc. JOSÈ ISRAEL VENTURA.
El FMLN y su coro de voceros reciclados no solo han hecho
del engaño una práctica política permanente; han convertido la confusión
conceptual en su principal herramienta de manipulación. Hoy, un youtuber
mediocre, Franklinez, pretende erigirse como analista político citando al
Bukele del pasado para atacar al Bukele del presente, sin comprender —o
fingiendo no comprender— ni el contexto ni el significado profundo de lo que
repite como loro ideologizado.
Afirmar que ordenar un sistema de salud históricamente
podrido equivale a “estar en crisis” revela una ignorancia preocupante. ¿Desde
cuándo limpiar un nido de cucarachas, ratas y gusanos es provocar una crisis?
¿O será que para algunos la “normalidad” consistía precisamente en el desorden,
la negligencia, el chantaje sindical y el negocio inmoral con la vida de los
más pobres?
Para no complicarle demasiado las cosas a estos
opinadores de micrófono fácil, conviene recordar una definición elemental de
crisis, formulada con claridad por Bertolt Brecht: “Las crisis se dan cuando lo
viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer”. Esa es,
precisamente, la situación actual. Lo viejo —corrupto, ineficiente, arrogante—
se resiste a desaparecer. Lo nuevo —orden, ética, responsabilidad, servicio al
pueblo— está naciendo, y todo nacimiento duele.
Quienes hoy gritan “crisis” no lo hacen por preocupación
genuina por los pacientes, sino porque se les acabó el negocio. Son los mismos
que durante décadas toleraron hospitales colapsados, pacientes durmiendo en el
suelo, citas de meses y años, trato inhumano y abandono sistemático. Nunca
hablaron de crisis cuando el pueblo sufría; hoy la invocan porque se les tocó
el privilegio.
El presidente no está “culpando” al personal médico
honesto y comprometido —que existe y merece reconocimiento—, sino desmontando
una estructura mafiosa enquistada en el sistema de salud.
Confundir depuración con persecución, orden con
autoritarismo y responsabilidad con “crisis” es una maniobra deliberada para
defender intereses particulares, no derechos colectivos.
Las crisis no son el problema; son la condición del
cambio. Solo quienes viven del pantano temen que se drene el pantano. Solo
quienes hicieron de la salud un botín político se oponen a que el sistema
funcione. El pueblo lo entiende con claridad: si hay resistencia, es porque
algo se está tocando donde duele.
Hoy no estamos ante una crisis del sistema de salud;
estamos ante la crisis de los corruptos, de los mediocres, de los que jamás
sirvieron al pueblo y ahora gritan porque el pueblo exige resultados. Y esta
vez, no hay vuelta atrás.
SAN
SALVADOR, 28 DE DICIEMBRE.
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