RESUMEN DEL ENSAYO: LA REBELIÓN DE LA RAZÓN: FILOSOFAR EN TIEMPOS DE MANIPULACIÓN
Por: MSc. JOSÉ ISTAREL VENTURA.
1. PENSAR COMO ACTO DE REBELIÓN
El autor plantea que pensar filosóficamente no es un
lujo, sino un acto de resistencia frente a la mentira institucionalizada.
Pensar, en este contexto, significa romper con el sentido común que naturaliza
la injusticia y disfraza de racional lo que solo beneficia al poder. Citando a
Karel Kosík y Antonio Gramsci, Ventura sostiene que trascender el sentido común
implica destruir las estructuras simbólicas que sostienen al sistema
capitalista y sus apariencias de verdad.
Vivimos —advierte— en una época donde el poder no domina
solo con leyes o coerción, sino mediante la creación de “verdades” difundidas
por los medios de comunicación y las redes sociales.
El ciudadano, aunque cree ser libre, está atrapado en una
jaula invisible de discursos prefabricados que moldean su pensamiento. En este
contexto, la filosofía se convierte en una herramienta liberadora que enseña a
dudar, a cuestionar lo evidente y a buscar la esencia detrás de las
apariencias.
Pensar críticamente, entonces, es un acto político que
rompe la manipulación mediática y abre el camino hacia la emancipación mental.
2. EL SENTIDO COMÚN Y LA HEGEMONÍA CULTURAL
Ventura, siguiendo la teoría de Gramsci, explica que el
sentido común ha sido uno de los instrumentos más eficaces de dominación.
Aunque se presenta como “sabiduría popular”, en realidad funciona como
ideología que convierte los intereses de las clases dominantes en verdades
compartidas por los oprimidos. De ese modo, el pueblo acepta la desigualdad
como natural y la injusticia como inevitable.
En el capitalismo actual, el sentido común actúa como un
“software mental” que programa la percepción del mundo. Nos enseña a pensar en
términos de éxito individual, competencia y obediencia, justificando la pobreza
como fracaso personal y la explotación como progreso. Los medios de
comunicación refuerzan este sistema, uniformando pensamientos y emociones. Quien
disiente, es marginado. En este proceso, la ignorancia se convierte en
instrumento político: el sistema no teme a los incultos, teme a los que
piensan. El pensamiento libre, por tanto, es el mayor peligro para la
hegemonía.
En la era digital, esta dominación se ha tecnificado. Las
plataformas como Google, Meta o TikTok fabrican identidades y emociones
mediante algoritmos que priorizan la emoción sobre la razón. Lo que antes era
manipulación mediática ahora es ingeniería del comportamiento. Según el autor,
vivimos en un “capitalismo de vigilancia” donde los datos y la atención se han
convertido en mercancías. Así, la hegemonía cultural se sostiene no por la
censura, sino por la saturación: el exceso de información neutraliza el
pensamiento.
3. PSEUDOCONCRECIÓN Y APARIENCIA DE VERDAD
Inspirado en Karel Kosík, Ventura explica que la
“pseudoconcreción” es el mundo de las apariencias donde lo falso se presenta
como verdadero y lo irracional como lógico. En la vida cotidiana, el ciudadano
actúa dentro de un sistema que le da respuestas sin permitirle formular
preguntas. Las cosas —productos, valores, símbolos— parecen tener sentido
propio, ocultando las relaciones de poder que las generan. Un celular, por
ejemplo, se percibe como símbolo de estatus, sin reconocer el sufrimiento que
su producción implica.
Este fenómeno es alimentado por los medios y la
publicidad, que sustituyen la realidad por simulacros. Las guerras se vuelven
espectáculos, la injusticia se convierte en noticia pasajera y la educación en
simple repetición. De este modo, el pensamiento profundo desaparece, sustituido
por juicios superficiales y frases vacías.
El ciudadano
termina defendiendo las mismas apariencias que lo oprimen. La tarea filosófica
consiste, entonces, en penetrar más allá de esas apariencias, revelar sus
contradicciones y reconstruir la verdad concreta. Trascender la
pseudoconcreción es liberarse de la manipulación ideológica.
4. PENSAR CONTRA EL SISTEMA
Pensar contra el sistema —dice Ventura— es pensar contra
el miedo. La verdadera amenaza para el poder no es la ignorancia, sino la
conciencia crítica. A lo largo de la historia, las transformaciones sociales
han nacido del pensamiento libre: Sócrates, Marx, Freire o Monseñor Romero
encarnan esa tradición de pensamiento que incomoda y transforma. Por eso, los
sistemas dominantes intentan neutralizar el pensamiento crítico mediante la
saturación informativa y el entretenimiento vacío.
El autor insiste en que el pensamiento filosófico no debe
ser contemplativo, sino comprometido. No basta conocer la injusticia, hay que
indignarse y actuar. La filosofía auténtica desciende del aula al pueblo,
convirtiéndose en praxis liberadora. En este sentido, la educación crítica
tiene la misión de formar sujetos pensantes y no simples repetidores de ideas.
Pensar es desobedecer cuando la obediencia perpetúa la injusticia.
Asimismo, el pensamiento crítico no destruye por
destruir, sino que crea nuevas posibilidades. Su finalidad es emancipadora:
liberar la mente de la servidumbre ideológica. Ventura recuerda, siguiendo a
Camus y Freire, que pensar es comprometerse con la vida y con la justicia. El
pensamiento libre no se arrodilla ante ningún poder porque su fuerza es moral,
y cuando el pensamiento despierta, el poder comienza a temblar.
5. LA RAZÓN COMO ESPERANZA Y REVOLUCIÓN
En su cierre, Ventura sostiene que trascender el sentido
común es una necesidad histórica. El capitalismo ha fabricado un sistema de
manipulación que convierte la mentira en norma y la obediencia en virtud. Sin
embargo, ninguna estructura de dominación es eterna cuando los pueblos piensan
por sí mismos.
La educación crítica, la filosofía y el pensamiento
emancipador son las herramientas para romper ese círculo de sometimiento.
En la era de los algoritmos, la tarea revolucionaria ya
no es solo política, sino cultural y espiritual: enseñar a discernir, a
sospechar y a distinguir lo real de lo aparente. Pensar libremente es
reconstruir la dignidad humana y el poder de la conciencia. La rebelión de la razón, entonces, no
destruye con armas, sino con ideas. La verdad se convierte en la fuerza moral
que puede derrumbar al sistema establecido.
El pensamiento filosófico —concluye Ventura— es el acto
más humano y más político que existe. Es amor a la verdad, al pueblo y a la
justicia. Pensar hoy, en tiempos de manipulación, es un acto revolucionario que
reafirma la esperanza en el ser humano. Cuando el pueblo se atreve a pensar con
su propia voz, comienza la verdadera liberación.
San Salvador, 5 de noviembre de 2025
NOTA: Si alguien
desea leer todo el ensayo, puede visitar mi blog: www. Cuadernosdeciencia.blog pot.com
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