“DOCTORSV: AVANCE TECNOLÓGICO VS. RESISTENCIAS ARCAICAS”
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA,
INTRODUCCIÓN
En tiempos donde la humanidad avanza a un ritmo acelerado
hacia nuevas fronteras tecnológicas, sorprende que aún persista una resistencia
irracional, alimentada más por prejuicios ideológicos que por argumentos
científicos. La incorporación de herramientas digitales —como la inteligencia
artificial (IA), los sistemas de apoyo al diagnóstico y las plataformas de
telemedicina— no es una moda pasajera, sino el resultado de décadas de
investigación, innovación y desarrollo humano. Sin embargo, cuando una sociedad
intenta dar pasos hacia adelante, siempre emergen voces que buscan frenar el
progreso utilizando discursos disfrazados de “preocupación profesional” o
“experiencia clínica”.
En este contexto, las recientes declaraciones del Dr.
Rafael Aguirre, dirigente sindical del SIMETRISSS, resultan no solo
desafortunadas, sino profundamente irresponsables. Calificar un avance
tecnológico como “un show” o insinuar que la telemedicina pretende sustituir al
médico es reproducir la misma ignorancia que ya demostraron figuras políticas
sin formación científica como Bety Araña o ciertas voces de la oposición que
confunden Google con un curandero digital. Peor aún: que tales afirmaciones
provengan de un profesional de la salud eleva el nivel de gravedad, porque un
médico tiene la responsabilidad ética de hablar con rigor, con evidencia y con
verdad.
La discusión sobre el sistema DoctorSV no puede reducirse a descalificaciones simplistas. La telemedicina no nació ayer: existe desde hace décadas, ha sido avalada por la OMS, por instituciones médicas internacionales, y millones de pacientes en todo el mundo ya se benefician de ella. Pero para comprenderlo se requiere algo más que opiniones: se necesita conocimiento, lectura, actualización y honestidad intelectual. Eso parece faltar en quienes intentan politizar el avance tecnológico de un sistema de salud que durante décadas permaneció abandonado, sin modernización y sin visión de futuro.
Este comentario busca desmontar, con argumentos claros y contundentes, la ignorancia disfrazada de crítica técnica.
COMENTARIO.
Resulta preocupante que un médico como el Dr. Aguirre
repita la misma narrativa sin fundamento que han sostenido algunos actores
políticos sin formación científica: que Google, la inteligencia artificial o la
telemedicina pretenden “sustituir al
médico”. Esta afirmación no solo es falsa, sino que revela una profunda
incomprensión de cómo funcionan las herramientas digitales en la práctica
clínica moderna.
En ningún país del mundo, ni en ninguna
institución seria, se plantea que la IA reemplace al médico. Como señalan
autores como Topol (2019), la IA es un complemento, un apoyo, una
herramienta que mejora la precisión diagnóstica, reduce la carga administrativa
y amplía la capacidad del sistema de salud para atender a más personas. Decir lo contrario es desinformar, y en el
caso de un médico, desinformar es una falta ética.
Aún más preocupante es el tono despectivo con el que el Dr. Aguirre califica el relanzamiento de la
plataforma DoctorSV como “un show de mal gusto”. Las innovaciones tecnológicas
no se desacreditan con adjetivos; se evalúan con datos. Si el ISSS tiene
telemedicina desde hace 15 años, como él afirma, eso no es un argumento para
despreciar nuevas herramientas, sino una razón para celebrarlas, modernizarlas
y ampliarlas. La tecnología no se estanca; evoluciona. ¿O acaso deberíamos
seguir usando Windows 98 porque “funcionaba” hace 15 años?
Su comentario revela otro elemento grave: confunde
límites clínicos con límites tecnológicos. Decir que la telemedicina no
puede sustituir completamente un examen físico es una obviedad; nadie lo ha
planteado. Pero reducir la telemedicina a “seguimiento de gripes y
diarreas” es minimizar deliberadamente su potencial. Hoy, gracias a la IA, es
posible monitorear enfermedades crónicas, interpretar imágenes, detectar
patrones de riesgo y mejorar la continuidad del cuidado médico. Esto lo afirman instituciones como la
Organización Mundial de la Salud (OMS, 2023) y la American Medical
Association (AMA, 2022).
El
problema, entonces, no es técnico. Es ideológico.
Cuando un médico se alinea con la narrativa política de quienes jamás han
abierto un libro sobre IA o telemedicina, su credibilidad profesional se
diluye.
La ciudadanía merece un debate serio, no declaraciones
cargadas de sesgo político ni intentos de ridiculizar un avance tecnológico en
un país que por años fue condenado al atraso sanitario por esas mismas posturas
conservadoras.
CONCLUSIÓN
Las declaraciones del Dr. Rafael Aguirre no son solo un
error conceptual, sino un retroceso ético y profesional. La telemedicina, la IA
y plataformas como DoctorSV no buscan sustituir al médico, sino fortalecer su
trabajo, ampliar su alcance y mejorar la atención al paciente. Desacreditar
estos avances sin fundamento es sembrar ignorancia en un terreno donde debería
prevalecer la ciencia.
Un médico que utiliza su posición pública para promover
ideas equivocadas está faltando a su responsabilidad con la sociedad. El país
se encuentra en un momento de modernización profunda del sistema de salud y
estas visiones arcaicas, cargadas de sesgo político, no aportan nada al debate;
solo generan miedo, desinformación y rechazo hacia herramientas que pueden
salvar vidas.
El futuro de la medicina es híbrido: humano y
tecnológico. Resistirse es condenarse al atraso.
REFLEXIÓN FINAL
La
ignorancia, cuando se combina con ideología, se vuelve peligrosa.
Por eso, la sociedad necesita profesionales que hablen con conocimiento, con
ética y con evidencia. La telemedicina y la IA no son enemigos del médico; son
sus aliados naturales en un mundo que exige eficiencia, rapidez y calidad.
Mientras algunos prefieren burlarse o minimizar estos avances, otros países
están avanzando hacia sistemas de salud más modernos y accesibles.
La
pregunta es simple:
¿Queremos seguir avanzando o preferimos quedarnos atrapados en la nostalgia de
un sistema obsoleto? La respuesta debe construirse con ciencia, no con frases
vacías.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS.
1.
American Medical Association. (2022). Telehealth
Implementation Playbook. AMA Publications.
2.
Organización
Mundial de la Salud. (2023). Global strategy on digital health
2020–2025. OMS.
3.
Topol, E. (2019). Deep Medicine: How Artificial
Intelligence Can Make Healthcare Human Again. Basic Books.
4.
World Health Organization. (2022). Telemedicina: Opportunities and developments in Member States. WHO Press.
5.
Ministerio
de Salud. (2024). Transformación digital en el sistema de salud salvadoreño.
Gobierno
de El Salvador.
SAN SALVADOR, 15 DE NOVIEMBRE DE 2025
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