"INTELECTUALES
BUFONES DE LA OPOSICIÓN MEDIOCRE DE EL SALVADOR"
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, El Salvador ha experimentado una
transformación política sin precedentes. Mientras sectores populares celebran
cambios estructurales impulsados por nuevas fuerzas políticas, una élite
intelectual anquilosada ha salido al frente, no para construir, sino para
resistir con discursos obsoletos. Estos “intelectuales bufones” —autoerigidos
guardianes de la moral democrática— han mutado en voceros de una oposición
mediocre que carece de propuestas, ética y conexión con la realidad nacional.
Ya no son críticos constructivos, sino comparsas del viejo sistema que el
pueblo salvadoreño decidió superar. Este artículo desentraña el papel de estos
personajes, su servilismo mediático, y cómo han traicionado el verdadero rol
del pensamiento crítico en una sociedad en transformación.
1. ¿QUÉ ES
UN “INTELECTUAL BUFÓN”?
Un intelectual bufón no es simplemente un pensador que se
equivoca, sino aquel que deliberadamente convierte su capacidad crítica en una
herramienta al servicio de intereses corruptos. Son figuras académicas,
analistas de café, periodistas disfrazados de pensadores y catedráticos de
universidades privadas, que no buscan la verdad sino sostener narrativas
caducas. Lejos de iluminar, ofuscan. Lejos de cuestionar el poder real, lo
encubren cuando ese poder se viste de “oposición democrática”.
Estos intelectuales no representan el pensamiento
crítico, sino el resentimiento de una clase desplazada del centro político.
Cuando el pueblo decide romper con el orden impuesto por ARENA, FMLN y sus
élites aliadas, estos bufones emergen con discursos nostálgicos, tratando de
justificar el pasado fallido con frases académicas, citas rebuscadas y un
elitismo que insulta la inteligencia popular.
2. EL
MARIDAJE CON LOS MEDIOS TRADICIONALES: BUFONES EN HORARIO ESTELAR
Estos intelectuales no existirían sin el respaldo de un
ecosistema mediático que los recicla una y otra vez. Programas de televisión,
podcasts de dudosa imparcialidad, editoriales de medios tradicionales como La
Prensa Gráfica, El Diario de Hoy, El Faro o YSUCA, han sido el escenario ideal
para estas marionetas disfrazadas de pensadores. Se presentan como “opinadores
independientes”, pero sus palabras son guiones dictados por los intereses de
antiguos partidos, ONGs financiadas por embajadas extranjeras, y estructuras
económicas que temen perder sus privilegios.
En lugar de generar un debate profundo, estos medios
reciclan los mismos rostros, los mismos argumentos, las mismas letanías.
La crítica genuina
desaparece y es reemplazada por una repetición mecánica de eslóganes:
“autoritario”, “dictadura”, “populismo”. El pensamiento se reduce a una
etiqueta y la academia se vuelve espectáculo.
3. INTELECTUALES SIN PUEBLO: ENTRE LA TORRE DE MARFIL Y EL
DESPRECIO POPULAR
Quizá la característica más patética de estos bufones sea
su desconexión total con el pueblo salvadoreño. Hablan de democracia, pero
nunca caminaron un cantón. Se dicen defensores de la libertad, pero guardaron
silencio ante la corrupción de Saca, Funes y Sánchez Serán. Claman por
justicia, pero jamás denunciaron los saqueos multimillonarios de los gobiernos
pasados. Su voz no nace de la conciencia,
sino de la conveniencia.
Mientras el pueblo exige seguridad, empleo, salud,
educación y transformación digital, estos supuestos pensadores insisten en
teorías caducas y lamentos ideológicos. No proponen nada. No comprenden al
nuevo ciudadano digital, ni a las juventudes que ya no creen en las viejas
fórmulas. En su ensimismamiento, siguen hablando para sí mismos, entre diplomas
y círculos cerrados, creyendo que aún tienen autoridad moral.
4. TRAICIÓN
A LA ÉTICA DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
El intelectual comprometido no es aquel que aplaude al
poder ni lo insulta por reflejo, sino quien lo confronta con argumentos desde
la ética, la verdad y el amor al pueblo.
Pero los bufones opositores han hecho lo contrario: han prostituido el
pensamiento al mejor postor. Muchos de ellos cobraron sueldos en gobiernos
anteriores, recibieron fondos de ALBA o de USAID, fueron consultores, asesores
o directores de fundaciones vinculadas al poder tradicional.
No hay crítica auténtica sin memoria. Y si algo
caracteriza a estos personajes es su amnesia selectiva. No les duele el saqueo
del ISSS ni el despilfarro en CEL. No les duele el abandono en las escuelas
rurales ni los hospitales destruidos. Solo reaccionan cuando su comodidad se ve
amenazada, cuando la historia avanza sin ellos, cuando pierden sus columnas de
opinión o sus sueldos “académicos”.
CONCLUSIÓN
El Salvador está construyendo un nuevo camino, con
errores y aciertos, pero con voluntad popular y esperanza renovada. En este
proceso, los llamados “intelectuales opositores” no han sido guía ni luz, sino
ruido y resentimiento. Han dejado de ser pensadores y se han convertido en bufones, en caricaturas de sí mismos,
atrapados en un pasado que el pueblo ya superó.
La crítica
verdadera debe venir de la conciencia, no de la nostalgia de privilegios
perdidos. Y la oposición política debe
nacer del pueblo, no de los círculos académicos que jamás han pisado un barrio
popular. Mientras estos bufones sigan hablando entre sí, el pueblo seguirá
construyendo su destino con o sin ellos.
REFLEXIÓN
FINAL
A El Salvador le urge una nueva intelectualidad:
valiente, ética, con raíces en el pueblo y capaz de pensar el futuro con
honestidad. Una intelectualidad que no le tema al cambio, que no repita clichés
ideológicos, que no dependa de padrinos políticos ni de financistas
extranjeros. Intelectuales que no hablen desde la comodidad de sus oficinas,
sino desde la calle, desde la realidad.
Ser intelectual no es escribir bonito ni citar autores.
Es asumir una responsabilidad histórica con la verdad, la justicia y la
transformación social. Y quien no lo haga, aunque tenga títulos, es solo un
bufón con micrófono.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1.
Gramsci, A.
(1971). Cuadernos de la cárcel. Ed. Era.
2.
Bourdieu, P.
(1997). Intelectuales y poder. Editorial Anagrama.
3.
Foucault, M.
(1984). ¿Qué es un autor? Revista Bulletin de la Société française de
philosophie.
4.
Hinkelammert,
F. (2003). El sujeto y la ley: el retorno del sujeto reprimido. Editorial DEI.
5.
Martínez, O.
(2021). El tiempo de los bufones: ensayo sobre intelectuales en crisis.
Editorial ficticia para fines ilustrativos.
SAN SALVADOR, 24 DE JULIO DE 2025
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