jueves, 24 de julio de 2025

 

"INTELECTUALES BUFONES DE LA OPOSICIÓN MEDIOCRE DE EL SALVADOR"

POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA

INTRODUCCIÓN

En los últimos años, El Salvador ha experimentado una transformación política sin precedentes. Mientras sectores populares celebran cambios estructurales impulsados por nuevas fuerzas políticas, una élite intelectual anquilosada ha salido al frente, no para construir, sino para resistir con discursos obsoletos. Estos “intelectuales bufones” —autoerigidos guardianes de la moral democrática— han mutado en voceros de una oposición mediocre que carece de propuestas, ética y conexión con la realidad nacional. Ya no son críticos constructivos, sino comparsas del viejo sistema que el pueblo salvadoreño decidió superar. Este artículo desentraña el papel de estos personajes, su servilismo mediático, y cómo han traicionado el verdadero rol del pensamiento crítico en una sociedad en transformación.

1. ¿QUÉ ES UN “INTELECTUAL BUFÓN”?

Un intelectual bufón no es simplemente un pensador que se equivoca, sino aquel que deliberadamente convierte su capacidad crítica en una herramienta al servicio de intereses corruptos. Son figuras académicas, analistas de café, periodistas disfrazados de pensadores y catedráticos de universidades privadas, que no buscan la verdad sino sostener narrativas caducas. Lejos de iluminar, ofuscan. Lejos de cuestionar el poder real, lo encubren cuando ese poder se viste de “oposición democrática”.

Estos intelectuales no representan el pensamiento crítico, sino el resentimiento de una clase desplazada del centro político. Cuando el pueblo decide romper con el orden impuesto por ARENA, FMLN y sus élites aliadas, estos bufones emergen con discursos nostálgicos, tratando de justificar el pasado fallido con frases académicas, citas rebuscadas y un elitismo que insulta la inteligencia popular.

2. EL MARIDAJE CON LOS MEDIOS TRADICIONALES: BUFONES EN HORARIO ESTELAR

Estos intelectuales no existirían sin el respaldo de un ecosistema mediático que los recicla una y otra vez. Programas de televisión, podcasts de dudosa imparcialidad, editoriales de medios tradicionales como La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy, El Faro o YSUCA, han sido el escenario ideal para estas marionetas disfrazadas de pensadores. Se presentan como “opinadores independientes”, pero sus palabras son guiones dictados por los intereses de antiguos partidos, ONGs financiadas por embajadas extranjeras, y estructuras económicas que temen perder sus privilegios.

En lugar de generar un debate profundo, estos medios reciclan los mismos rostros, los mismos argumentos, las mismas letanías.

 La crítica genuina desaparece y es reemplazada por una repetición mecánica de eslóganes: “autoritario”, “dictadura”, “populismo”. El pensamiento se reduce a una etiqueta y la academia se vuelve espectáculo.

3. INTELECTUALES SIN PUEBLO: ENTRE LA TORRE DE MARFIL Y EL DESPRECIO POPULAR

Quizá la característica más patética de estos bufones sea su desconexión total con el pueblo salvadoreño. Hablan de democracia, pero nunca caminaron un cantón. Se dicen defensores de la libertad, pero guardaron silencio ante la corrupción de Saca, Funes y Sánchez Serán. Claman por justicia, pero jamás denunciaron los saqueos multimillonarios de los gobiernos pasados. Su voz no nace de la conciencia, sino de la conveniencia.

Mientras el pueblo exige seguridad, empleo, salud, educación y transformación digital, estos supuestos pensadores insisten en teorías caducas y lamentos ideológicos. No proponen nada. No comprenden al nuevo ciudadano digital, ni a las juventudes que ya no creen en las viejas fórmulas. En su ensimismamiento, siguen hablando para sí mismos, entre diplomas y círculos cerrados, creyendo que aún tienen autoridad moral.

4. TRAICIÓN A LA ÉTICA DEL PENSAMIENTO CRÍTICO

El intelectual comprometido no es aquel que aplaude al poder ni lo insulta por reflejo, sino quien lo confronta con argumentos desde la ética, la verdad y el amor al pueblo. Pero los bufones opositores han hecho lo contrario: han prostituido el pensamiento al mejor postor. Muchos de ellos cobraron sueldos en gobiernos anteriores, recibieron fondos de ALBA o de USAID, fueron consultores, asesores o directores de fundaciones vinculadas al poder tradicional.

No hay crítica auténtica sin memoria. Y si algo caracteriza a estos personajes es su amnesia selectiva. No les duele el saqueo del ISSS ni el despilfarro en CEL. No les duele el abandono en las escuelas rurales ni los hospitales destruidos. Solo reaccionan cuando su comodidad se ve amenazada, cuando la historia avanza sin ellos, cuando pierden sus columnas de opinión o sus sueldos “académicos”.

CONCLUSIÓN

El Salvador está construyendo un nuevo camino, con errores y aciertos, pero con voluntad popular y esperanza renovada. En este proceso, los llamados “intelectuales opositores” no han sido guía ni luz, sino ruido y resentimiento. Han dejado de ser pensadores y se han convertido en bufones, en caricaturas de sí mismos, atrapados en un pasado que el pueblo ya superó.

La crítica verdadera debe venir de la conciencia, no de la nostalgia de privilegios perdidos. Y la oposición política debe nacer del pueblo, no de los círculos académicos que jamás han pisado un barrio popular. Mientras estos bufones sigan hablando entre sí, el pueblo seguirá construyendo su destino con o sin ellos.

REFLEXIÓN FINAL

A El Salvador le urge una nueva intelectualidad: valiente, ética, con raíces en el pueblo y capaz de pensar el futuro con honestidad. Una intelectualidad que no le tema al cambio, que no repita clichés ideológicos, que no dependa de padrinos políticos ni de financistas extranjeros. Intelectuales que no hablen desde la comodidad de sus oficinas, sino desde la calle, desde la realidad.

Ser intelectual no es escribir bonito ni citar autores. Es asumir una responsabilidad histórica con la verdad, la justicia y la transformación social. Y quien no lo haga, aunque tenga títulos, es solo un bufón con micrófono.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.       Gramsci, A. (1971). Cuadernos de la cárcel. Ed. Era.

2.       Bourdieu, P. (1997). Intelectuales y poder. Editorial Anagrama.

3.       Foucault, M. (1984). ¿Qué es un autor? Revista Bulletin de la Société française de philosophie.

4.       Hinkelammert, F. (2003). El sujeto y la ley: el retorno del sujeto reprimido. Editorial DEI.

5.       Martínez, O. (2021). El tiempo de los bufones: ensayo sobre intelectuales en crisis. Editorial ficticia para fines ilustrativos.

 

 

 

 

SAN SALVADOR, 24 DE JULIO DE 2025

 

 

 

 

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