jueves, 6 de octubre de 2011

MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA RAÍCES HISTÓRICA DEL SUBDESARROLLO EN EL SALVADOR. ORÍGENES DE LA DESIGUALDAD EN EL SALVADOR.

Los orígenes de la desigualdad en El Salvador se remontan a los viejos tiempos de la colonia, cuando sus pobladores fueron sometidos a diversos tipos de trabajos, casi siempre forzados. Muy poco podían hacer estos pobladores para evitar estos excesos, pues aunque los decretos reales emitidos periódicamente por la Corona española tendían en cierto modo a protegerlos, la realidad era otra.
Por otra parte, también fueron comunes los litigios sobre tierras, constantemente disputadas por españoles, ladinos e indígenas. Generalmente en estos litigios eran los indígenas quienes llevaban las de perder, al carecer de los recursos, la influencia y el poder para inclinar la balanza a su favor. En efecto, esta usurpación de tierras como lo llama el autor del libro El Salvador, la tierra y el hombre, David Browning, es el origen de la desigualdad que empezó a gestarse desde la colonización española.
Durante el llamado período republicano, es decir, el período que inicia posterior a la declaratoria de independencia de 1821, el hambre de tierras continuó hasta desembocar en la disolución de las tierras ejidales (tierras comunes de las alcaldías) y comunales (tierras comunes de las comunidades indígenas). Este hecho aconteció durante la administración del doctor Rafael Zaldívar, al emitirse sendos decretos en 1881 y 1882.
Al abolirse estas tierras comunes la desigualdad aumentó, en tanto que los comuneros se vieron en la necesidad, al ir perdiendo gradualmente sus tierras, de laborar como jornaleros con una paga muy baja para cubrir sus necesidades. Por otra parte, otro sector de la población empezó a beneficiarse de este nuevo cambio operado en el agro salvadoreño, es decir, aquellos que se dedicaron al cultivo del café con fines de exportación. Este sector, por tratarse a la larga de un pequeño grupo de salvadoreños y algunos inmigrantes europeos que se afincaron en el país, se conoce como oligarquía cafetalera. A partir de esta realidad se va a conformar un modelo económico basado en la exportación de café a gran escala. Los economistas denominan a este modelo como Agroexportador.
LAS RAÍCES ECONÓMICAS DE LA DESIGUALDAD, 1880¬1944.
La década de 1880 marcó un cambio de rumbo en la economía de El Salvador. El café se convirtió en el grano de oro al sustituir lenta pero firmemente al añil. David Browning señala que la introducción y explotación del café cambió por completo la fisonomía del país, al grado de llegar a depender casi por completo de este producto.
En la medida que el proceso de industrialización en Europa se va afirmando, en esa medida el café también se va afirmando en El Salvador. Los empresarios europeos, sobre todo ingleses, han descubierto que el café es un "engaña estómagos", es decir, permite que los obreros aumenten temporalmente su ritmo de rendimiento sin comer demasiado. Por esta razón el café se fue convirtiendo gradualmente en un producto muy demandado en Europa.
En esta dinámica, la economía salvadoreña y el sector que se dedicó en gran escala a su cultivo, fue creciendo, pero el sector trabajador fue decreciendo, tanto en su salario real como en oportunidades. Por ejemplo, la década de 1920 registró un proceso sostenido de la concentración de la tierra en pocas manos (período de la dinastía Meléndez-Quiñónez), en tanto, la clase trabajadora va empobreciéndose. Con la crisis mundial que se desató en 1929, debido a la quiebra de la bolsa de valores de Nueva York, este empobrecimiento llegó a su límite y se reflejó en la desesperación de las masas al no encontrar trabajo. A los cafetaleros les resultaba más barato dejar caer la fruta por maduración que cortarlo.
La década de 1930 es muy particular en la historia de El Salvador. Una de las dictaduras más largas conocida como "martinato" (1931-1944) va a regir los destinos del país. El general Maximiliano Hernández Martínez, al ahogar en sangre una rebelión de campesinos e indígenas en enero de 1932, para evitar que esto se repitiera, impulsó una serie de medidas destinadas a paliar las necesidades más sentidas de este sector. Estas medidas iban encaminadas a resolver problemas de vivienda, trabajo y tierra.
En el texto Historia de El Salvador, tomo II, se plantea al respecto que "Estas medidas, sin embargo, resultaron insuficientes ante la magnitud del problema y no fueron acompañadas de financiamiento ni asistencia técnica adecuada; tampoco se hizo efectivo el 'el bien de familia'. Como resultado, quedó desacreditada la idea misma de una reforma en el agro". A manera de ejemplo, el texto señala que "En lo que se refiere a la construcción de vivienda popular, el contraste fue todavía más dramático, pues en 16 años se adjudicaron solamente 332 casas".
En otras palabras, durante el período del martinato, las medidas tomadas por el gobierno para disminuir la desigualdad no se encaminaron en términos reales a la mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora, pues tanto los campesinos, indígenas y trabajadores urbanos, continuaron devengando bajos salarios y sin ninguna seguridad social.
LA AGUDIZACIÓN DE LA DESIGUALDAD Y EL CONFLICTO SOCIAL, 1960-1969.
En mayo de 1944 se produjo la caída de Maximiliano Hernández Martínez, pero los militares continuaron gobernando el país. Entre estos militares había un grupo, algunos de ellos con estudios superiores en academias militares extranjeras, que no compartían el modelo económico tradicional implementado durante el régimen de Hernández Martínez. Consideraban que el país necesitaba modernizarse, tanto en términos políticos como económica y socialmente.
Este nuevo proyecto cuajó en 1950 cuando asumió la presidencia de la república el coronel Oscar Osorio. En efecto, una de las primeras medidas que adoptó este gobierno fue redactar una nueva Constitución, en donde se estipuló el nuevo papel del Estado como un ente promotor del desarrollo nacional. Es de acuerdo con esta política que el Estado inició una serie de proyectos de beneficio social: creó el Instituto de Vivienda Urbana (IVU) para proveer de vivienda barata a los sectores populares, el Instituto Regulador de Abastecimientos (IRA) para abastecer a la población de alimentos a precios accesibles, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) para proporcionar atención en salud a los empleados del Estado, etc. Además, como el interés está no sólo en crear nuevas condiciones sociales sino también económicas, se decretaron las leyes de fomento industrial con el objetivo de impulsar el proceso de industrialización y como una forma de evitar la dependencia exclusiva del café.
Todas estas medidas modernizantes fueron posibles porque el Estado salvadoreño pudo percibir una buena cantidad de divisas, producto de los buenos precios del café en el mercado internacional. Así, la llamada oligarquía cafetalera no se opuso a este proceso de modernización de la economía, en primer lugar porque, por los buenos precios del café, su tasa de ganancia no resultaba afectada, y en segundo lugar porque la industrialización significaba para sus intereses económicos, una buena oportunidad para probar nuevas inversiones.
Puede afirmarse que estos inicios de la modernización, desde el punto de vista de la política social del Estado, significaron para la clase trabajadora una conquista largamente esperada, a excepción de la tierra que continuó siendo un tema tabú, sobre el cual ni la oligarquía ni el gobierno estaban dispuestos a hablar, mucho menos negociar. Así, para el campesinado, que constituía hacia ese momento, la mayoría de la población, las puertas continuaban cerradas.
En la década de 1970, justamente en este año, se realizó en el interior de la Universidad de El Salvador en Primer Seminario Nacional sobre la Reforma Agraria, con la participación de diversos sectores de la sociedad, a excepción de la gran empresa privada. Por primera vez participó en este evento la Iglesia Católica a través de uno de sus más altos representantes, Monseñor Ricardo Urioste.
El tema central del Seminario fue el problema de la tierra, su concentración extrema en El Salvador y la necesidad de realizar una reforma profunda para corregir las desigualdades en el agro. Tal como ya se planteó en un párrafo anterior, este Seminario no fue del agrado del gobierno, y obviamente, menos para la empresa privada, representada a través de ANEP.
También en este período se abrieron zonas francas, es decir zonas exentas del pago de impuestos, en el área de San Bartolo, Ilopango, como una forma de abrir fuentes de empleo. Sin embargo, a excepción de la transnacional Texas Instrument, los salarios pagados por estas empresas, no mejoraron las condiciones de vida de los trabajadores.
La crisis en el campo originó también una fuerte migración del campo a la ciudad, conformándose los llamados "cinturones de miseria" o zonas marginales, que se ubicaban sin ninguna ley allí donde se podía. Esto provocó un rápido crecimiento de la ciudad, pero desordenado, y el surgimiento del llamado sector informal que hasta nuestros días tiene invadido en centro histórico de la ciudad a través del comercio ambulante.
En 1969, como producto de las fricciones entre El Salvador y Honduras por el control del mercado comercial, se dio la guerra de las cien horas, que vino a sumir en una crisis mayor la economía del país. Miles de refugiados salvadoreños retornaros al país a causa del conflicto y vivieron a engrosar las filas de los desempleados.
De este modo, cuando inicia la década del 70 una serie de condiciones están confluyendo para que en los años 80, estalle lo que conocemos en la historiografía salvadoreña como la guerra civil.
SIGNIFICADO Y SUPERACIÓN DE SUBDESARROLLO.
Significado.
El economista Rodolfo López Mira al referirse al significado del término subdesarrollo, plantea lo siguiente: "Al mencionar subdesarrollo, se lo relaciona con pobreza, bajo nivel educativo, tecnología atrasada y otras manifestaciones reales que se presentan en muchos países. Pero la definición de subdesarrollo no es fácil de formular; puede decirse que todavía está en la mesa de discusión, e incluso algunos cientistas sociales son partidarios de que no es apropiado usarlo, sino sustituirlo por otro término".
El Diccionario de Economía de Salvador Osvaldo Brand dice sobre el subdesarrollo: "El subdesarrollo no constituye una etapa necesaria del proceso de formación de las economías capitalistas. Es, en sí, una situación particular resultante de la expansión de las economías capitalistas con el fin de utilizar recursos naturales y mano de obra de zonas de economía precapitalistas (se refiere a mano de obra barata)". Así, en opinión de Brand "mientras no se modifique la actual estructura de la economía mundial, el subdesarrollo siempre va a identificarse con la pobreza, el analfabetismo, baja esperanza de vida, desnutrición, ausencia de salubridad y un desempleo en gran escala".
Como puede notarse ambos economistas coinciden en que el subdesarrollo tiene cara de pobreza, analfabetismo, marginación, atraso, etc. Es lo que algunos autores suelen llamar un "fenómeno sistémico", es decir, generado por la naturaleza del sistema, en este caso, capitalista.
Por otra parte, es importante señalar que dicho fenómeno si bien se le considera como una resultante de la expansión de las economías capitalistas, ello obedece a determinadas causas, entre ellas las siguientes:
·         El rápido crecimiento demográfico: En América Latina, debido al progreso de la medicina en los países desarrollados, aunado a una cultura de paternidad irresponsable, las tasas de natalidad han aumentado. Es decir, son más los que nacen que los que mueren. Este hecho tiene implicaciones, por ejemplo, los recursos producidos son absorbidos por la explosión demográfica.
·         La herencia del colonialismo: las actuales naciones latinoamericanas son antiguas colonias europeas. Luego de lograr su independencia política, estos países continuaron dependiendo económica y financieramente de sus antiguos colonizadores o empezaron a refugiarse en los "países ricos", que no desperdiciaron la oportunidad de ampliar sus mercados y dominios, ya no territoriales ni políticos, sino económicos. Este nuevo tipo de dominación se conoce como neocolonialismo.
El intercambio desigual: Uno de los más graves problemas del comercio internacional consiste en el intercambio desigual. Los países subdesarrollados importan productos de alta tecnología, como decir automóviles, maquinaria pesada, computadoras, etc., a precios elevados, y exportan sus materias primas, como decir café, gas natural, carbón y otros productos, a precios bajos. Esto sucede porque son los países desarrollados quienes controlan los precios internacionales a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
·         Explotación de los recursos naturales por empresas transnacionales:
La presencia de poderosas empresas transnacionales provenientes de los países desarrollados, al explotar al máximo los recursos naturales y maximizar su tasa de ganancia en corto tiempo, empobrecen todavía más a los países subdesarrollados. Esto asimismo sucede porque un enorme porcentaje de la riqueza producida por esta explotación es apropiada por estas empresas y lo que resta a los países pobres es insignificante.
Por ejemplo, hay empresas como IBM, Coca Cola y la petrolera Exxon de los Estados Unidos, que acumulan de 20 a 25 veces más riqueza anualmente que la riqueza total producida por algunos países de África y América Latina (Guinea- Bisseau, Bhután, Haití, Nicaragua, etc.).
·         Concentración del poder: La concentración del poder económico, político, tecnológico, cultural y militar de los países desarrollados, deja muy poco margen de incidencia a los países subdesarrollados. Lo anterior significa que las grandes decisiones económicas, políticas y militares a nivel mundial son tomadas por un pequeño grupo de países ( hoy en día se habla del grupo de los ocho o G8, conformado por Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Japón y Rusia).
·         Escasez de capital: La capacidad de ahorro de los países subdesarrollados se ve severamente afectada por diversos factores, entre ellos el intercambio desigual, el pago de intereses por la deuda externa, la corrupción interna dentro de sus gobiernos, etc., lo que incide directamente en su capacidad de inversión.
·         Bajo nivel de industrialización: Las industrias de los países subdesarrollados no se encuentran al nivel de las industrias de los países desarrollados, no sólo por la capacidad de inversión que manejan sino por la brecha tecnológica que los separa. Esto hace que el nivel de competitividad no pueda ser simétrico.
SUPERACIÓN DEL SUBDESARROLLO.
A pesar de que los países subdesarrollados han planteado en diversos foros internacionales (por ejemplo Naciones Unidas, la Organización Mundial del Comercio y en los diversos Foros Sociales a nivel mundial), la necesidad de equilibrar las relaciones de desigualdad entre países desarrollados (ricos) y subdesarrollados (pobres), no se ve todavía claro en el horizonte que esta realidad pueda cambiar.
Lo expresado por el economista Salvador Osvaldo Brand en el sentido de que este desequilibrio obedece a un problema estructural o sistémico, parece ser que explica la raíz de fondo. Por tanto, es este carácter estructural del actual sistema económico-social, que actualmente está globalizado, el que hay que corregir.
Algunas de las vías de solución que proponen un grupo de economistas y renombrados estadistas, son las que se plantean a continuación:
·         La condonación de la deuda externa. Como es sabido muchos países subdesarrollados sufren una verdadera asfixia de sus economías, a causa de las enormes cantidades de dinero que tienen que desviar en concepto de pago de intereses. Este dinero perfectamente podría servir para invertir y mejorar la calidad de vida de sus pueblos. Nuestro país, por ejemplo, ha caído en esta espiral de endeudamiento, pues anualmente tiene que recurrir a los organismos financieros internacionales para completar el presupuesto general de la nación.
La conformación de un Nuevo Orden Económico Mundial. Es preciso corregir, tal como fue planteado anteriormente, el intercambio desigual, pues no es posible que un puñado de países, por el solo hecho de ser desarrollados y tener el control del comercio mundial, se apropien del 70% de la riqueza producida por los países subdesarrollados.
·         La integración económica y política de los países subdesarrollados. Los países subdesarrollados deben integrarse y firmar tratados de libre comercio entre sí, bajo el principio de la simetría integral de sus economías y recursos. Tratados de libre comercio (TLC) firmados, por ejemplo, por nuestro país con los Estados
Unidos, no tienen sentido para romper con el subdesarrollo, puesto que están basados en la asimetría, es decir, el intercambio desigual entre sus economías.
·         La sustitución del modelo neoliberal por otros modelos alternativos. Entre los modelos alternativos destacan los propuestos por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), conocido también como Programa de Desarrollo Humano, cuyo principio está basado en las opciones de educación y salud para la gente; el segundo modelo es el propuesto por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), conocido también como Estructuralismo Cepalino, y que propende a corregir el intercambio desigual; el tercero, es el modelo Basista, llamado así por ser una iniciativa de las "bases" o sectores populares de la sociedad, cuyo principal ingrediente es la participación ciudadana activa, la autogestión y el desarrollo local.
            CONSIDERACIONES FINALES
El subdesarrollo es una realidad que afecta a la mayoría de regiones y países del mundo. Esta realidad parece muy difícil de superar si se considera que lo que hay en la raíz es de carácter estructural, sin embargo, los nuevos procesos y experiencias que se están implementando en diversa partes del globo, indican que sí es posible cambiarla o al menos modificarla gradualmente.
El mismo Banco Mundial ha reconocido que no es posible continuar de este modo, es decir, con unos índices de pobreza que aumentan cada año y que son el mejor indicador de que las cosas no marchan bien.
Dentro de los países desarrollados también hay muchísimos sectores y movimientos sociales que no están de acuerdo con todo lo que sucede en el mundo periférico y reclaman para que sus gobiernos den una oportunidad de desarrollo real a los países pobres.
En América Latina, Argentina tuvo que suspender sus pagos a los organismos internacionales por falta de solvencia ante la crisis económica que vivió hace muy poco. Con esfuerzo superó la crisis y de nuevo ha encausado su economía. Bolivia ha tenido que recurrir a medidas extremas como lo fue la nacionalización del gas natural, para proteger una de sus industrias estratégicas. Brasil ha renegociado muchos de sus tratados comerciales para evitar que las asimetrías sigan afectando su economía.
Esto que sucede en América Latina, también sucede en otras partes del mundo subdesarrollado. En África, Asia e inclusive en la misma Europa, entre cuyo conjunto de países hay diferencias de desarrollo.
Significa, entonces, que hay un proceso de reversión en marcha cuya tendencia es a equilibrar el intercambio desigual y a buscar alternativas de desarrollo para la gente.
Esto pasa por el difícil problema de la voluntad política de los gobiernos, muchos de ellos todavía muy sometidos a las presiones tanto externas como internas. Sin embargo, como lo están demostrando algunas experiencias, al final son los pueblos quienes imponen su voluntad una vez se dan cuenta de lo que realmente les conviene.
Referencias bibliográficas
BRAND, Salvador Osvaldo. Diccionario de Economía. Editorial Jurídica Salvadoreña. San Salvador. El Salvador. 1998
BROWNING, David. El Salvador, la Tierra y el Hombre. Dirección de Publicaciones e Impresos. San Salvador. El salvador. 1987
GUNDER-FRANK, André. América Latina: subdesarrollo o revolución. Editorial Siglo XXI. México, D. F. 1973
(Internet: http://www.geocities.com/tomaustin_cl/soc/dependenciatres.htm)
HISTORIA DE EL SALVADOR. Tomo II. Ministerio de Educación. San Salvador. El Salvador. 1994
KATZ, Claudio. Monografía. Nueva Colonización en América Latina. (Internet: http://www.mas.org.ar/secciones/imperialismo/nuevacolonización.htm)
LÓPEZ MIRA, Rodolfo. Artículo. Las Raíces Históricas del Subdesarrollo en El Salvador. En El Salvador. Sociología General (Realidad nacional de fin de siglo y principios del milenio). Coordinado por Oscar Martínez Peñate. Editorial Nuevo Enfoque. San Salvador. El Salvador. 2003
EL CONFLICTO POLÍTICO-MILITAR Y LOS ACUERDOS DE PAZ EN EL SALVADOR
El siguiente tema trata sobre una breve descripción del proceso político salvadoreño durante las décadas de 1970 y 1980 del siglo pasado; especialmente se menciona algunos elementos determinantes que provocaron la guerra civil en el período de 1980-1992, como por ejemplo, la permanencia de la dictadura militar como forma de dominación política desde 1932. La exclusión del poder político de amplios sectores de la población, la crisis económica y social, la organización de los grupos de oposición armada, y la represión van a dar como resultado una guerra civil durante 12 años. La destrucción de la infraestructura económica, el agotamiento de la sociedad por la guerra y el fin del conflicto Este-Oeste, entre otros factores, posibilitarían la firma de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno y el FMLN. Finalmente se presentan algunas reflexiones del estado actual de dichos acuerdos.
LA CRISIS POLÍTICA Y SOCIAL DE LOS AÑOS 70
Para entender el proceso político de El Salvador (esencialmente violento) de los años 70 y 80 del siglo pasado (siglo XX) es necesario caracterizar brevemente
la historia de El Salvador durante el período 1932-1979, a la luz de algunos conceptos como los de democracia, régimen político y dictadura. La democracia como sistema político surge en el siglo XVIII posterior a las revoluciones inglesas, norteamericana y francesa. Se ha mencionado el concepto de sistema político; este no es más que un modelo persistente de relaciones humanas que implica, en una extensión significativa: poder, mando y autoridad. Así, la democracia es un sistema político en el cual la oportunidad de participar en las decisiones es ampliamente compartida por todos los ciudadanos. Por el contrario una dictadura es un sistema político en el cual la oportunidad de participar en las decisiones está limitada en unos pocos.
Visto de esa manera la historia política y social de nuestro país no ha sido más que la historia de exclusión y marginación de la participación del poder político de la mayoría de la población, especialmente los sectores del campo, es decir que estamos hablando de la persistencia de una dictadura, cuyo sistema político desde 1930 se ha caracterizado por:

·         La presencia militar en el manejo del aparato de gobierno,
·         La constante agitación popular,
·         El uso de la violencia para solucionar los conflictos sociales y políticos,
·         La falta de una institucionalidad democrática,
·         Por la exclusión y marginación de la mayoría de la población en las decisiones políticas, al cual solo han tenido acceso los grupos de poder dominantes y por consiguiente,
·         La vigencia de una dictadura.
Este sistema de dictadura hace crisis a finales de 1970, pero que en realidad su caída comienza a conformarse a principios de esa década, periodo en el cual ingresó en un acelerado deterioro cuyos signos más importantes serán los siguientes:
·         La pérdida de confianza por parte de la mayoría de la población y de la comunidad internacional del sistema electoral, principalmente por los fraudes y la imposición del partido oficial (Partido de Conciliación Nacional, PCN) sobre los demás partidos políticos. Es de destacar los escandalosos fraudes en las elecciones para presidente de 1972 y 1977 en los cuales prácticamente le fue arrebatado el triunfo a la oposición, representada en la Unión Nacional Opositora (UNO).
·         Por consiguiente el agotamiento del sistema de partidos, porque interna e internacionalmente no se confiaba en el sistema electoral controlado por el gobierno y los militares.
·         Desarrollo en el país de un movimiento político armado, paralelo a un crecimiento del movimiento de masas.
·         Aumento de la represión por parte del gobierno en contra del movimiento popular.
·         La caída de los precios de los productos de exportación: café, algodón y azúcar, lo cual vino a agravar la crisis de acumulación de capital de los sectores dominantes y agudizar la situación de pobreza del pueblo.
·         La caída de la inversión nacional y extranjera, debido principalmente al clima de inestabilidad social y política que se va configurando en los últimos años de la década de los 70.
De los aspectos anteriores se mencionan los más importantes. En primer lugar, el papel preponderante que jugó el Ejército desde 1932 como única institución presente en el sistema político, cuyo poder provenía de un modelo económico fundamentado en la centralización del poder económico y político en un sector de la sociedad: la oligarquía. Así, durante la década de los 70, el gobierno manejado por los militares y el PCN logra la mayoría de la Asamblea y de los Concejos Municipales de 1972, 1974 y 1977, pero a un costo muy alto: significó la violación de todas sus propias reglas del juego y la destrucción del sistema electoral.
La crisis del modelo de dominación basado en los militares y en el partido oficial comienza a configurarse a partir de los 70, coincidiendo con el desarrollo del movimiento insurgente armado, por un lado, y de un movimiento de masas muy activo y con nuevas formas de lucha, por otro lado. Los principales grupos armados fueron las Fuerzas Populares de Liberación (FPL); el Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP); las Fuerzas Armadas de la Resistencia Nacional (FARN), surgidas en 1975 como producto de la división del ERP luego del asesinato de Roque Dalton perpetrado por la cúpula de este grupo; el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC) en 1979 y por último las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL). Todos estos grupos constituyeron en al década de los 80 el Frente de Liberación Nacional "Agustín Farabundo Martí" (FMLN).
Respecto al movimiento de masas, los principales fueron el Frente de Acción Unificado (FAPU) en 1974, el Bloque Popular Revolucionario (BPR) en 1975 y las Ligas Populares 28 de Febrero (LP-28) en 1977.
A partir de 1975, la represión en contra del movimiento popular fue acentuándose, la vía de las elecciones cerrada, la crisis social y económica se agudizaba cada vez más y para una gran parte de los sectores de la sociedad la única opción que quedaba era la lucha armada para la toma del poder político.

EL GOLPE DE ESTADO DEL 15 DE OCTUBRE DE 1979
El Golpe de Estado de 1979 fue un intento por superar la crisis profunda en la que había entrado la estructura política y social del país, que no encontraba salida con el esquema de dominación establecido desde 1932
El poder político fue ocupado por la Junta Revolucionaria de Gobierno (JRG) integrada por civiles y militares, entre ellos jóvenes militares, representantes de la empresa privada e izquierda moderada sin incluir los sectores radicalizados como la oligarquía y revolucionarios de izquierda popular. Los objetivos explícitos de la Proclama de la JRG, denotaban buenas intenciones de superar la crisis económico-social a través de reformas estructurales, garantizar el respeto de los derechos humanos y el derecho del pueblo a elegir libremente a sus gobernantes, sanear al Estado de la corrupción e instauración de una política exterior independiente. Sin embargo, también tenía un objetivo implícito: evitar la toma directa del poder político por las fuerzas revolucionarias radicalizadas.
El elemento principal de las reformas eran las de carácter económico-social y consistían en la reforma agraria; la nacionalización del comercio exterior, especialmente de los principales productos de exportación del sector dominante del país como el café, el azúcar y el algodón y la nacionalización de los bancos, necesario para canalizar el crédito para el sector reformado.
Pese a las buenas intenciones, pronto se vio la debilidad del movimiento golpista al no contar con la aprobación de los sectores oligárquicos, quienes en un primer momento se replegaron, y luego, comenzaron a boicotear las reformas especialmente las reformas económico-sociales porque afectaba la base de su poder económico. Además presionó a los militares de mayor graduación y antigüedad, propiciando la represión en contra de los campesinos y técnicos del sector reformado y del movimiento popular en general. Sus intenciones dieron sus frutos con la renuncia de los civiles que integraron la 1- JRG, logrando recomponer la 2-   JRG con el pacto entre el Ejército, el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y los EE. UU.
Por su parte, los grupos político militares de izquierda también rechazaron el golpe, porque valoraban apresuradamente que podían tomar el poder con sus propias fuerzas en un tiempo relativamente corto; y por otro lado, vieron una amenaza en las reformas para su triunfo, pues les restaba apoyo popular. La verdad es que las organizaciones de izquierda tenían la razón, las reformas fueron introducidas como medidas de contrainsurgencia, porque al final no fueron de beneficio de los campesinos.
Un elemento importante en este proceso fue el aumento de la intervención norteamericana en el conflicto. Los Estados Unidos a principios de la década de los 80 iniciaban una contraofensiva a nivel mundial en contra del expansionismo soviético en Afganistán y del movimiento popular en Nicaragua con el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que significaba una amenaza a su hegemonía mundial y continental. De esta manera el conflicto interno salvadoreño se enmarca dentro de la confrontación Este-Oeste. A partir del triunfo de Ronald Reagan en 1980 en la presidencia de los EE. UU., se intensifica la ayuda militar y financiera al Ejército salvadoreño, con el fin de derrotar a la guerrilla, al grado que en 1981 el monto total de la ayuda sumaba 1,150 millones de dólares, casi 3.15 millones diarios, incrementándose en los siguientes años.
El desplazamiento de las fuerzas progresistas y la recuperación del poder por parte de la oligarquía desplazada en la 1-. JRG, el aumento de la represión en contra del movimiento de masas, la intervención norteamericana y la agudización de la crisis económica, dieron como resultado la militarización del conflicto interno salvadoreño.
Los grupos armados de izquierda aglutinados en el FMLN, convencidos de lograr un triunfo a corto plazo, iniciaron una guerra revolucionaria que duraría doce años hasta la firma de los acuerdos de paz en 1992. De igual manera, los EE.UU., el Ejército y la oligarquía estaban seguros de derrotar al FMLN, hasta que llegó el estancamiento producido por la llamada "ofensiva hasta el tope" en noviembre de 1989 y que demostró la imposibilidad de una victoria militar de cualquiera de los dos bandos.

LOS ACUERDOS DE PAZ DE 1992.
Al final de la década de los 80, la imposibilidad de una salida militar al conflicto, el cansancio generalizado en la población y la finalización del la confrontación Este-Oeste generó la posibilidad de una salida político negociada entre el FMLN y el Gobierno salvadoreño para instaurar una sociedad verdaderamente democrática. Los acuerdos de paz fueron firmados en Chapultepec, México en enero de 1992.
Para la mayoría de los sectores de la sociedad salvadoreña ya no tenía sentido seguir con una guerra sin una destrucción total del país. Para el FMLN, el objetivo inmediato ya no era la conquista del poder por la vía de las armas, sino la lucha por una democratización política del país que generara condiciones para la participación de todos los sectores. También es necesario mencionar la influencia que ejerció el derrumbe del Muro de Berlín (simbolismo para expresar la caída del socialismo de la antigua Unión Soviética y sus aliados) en la actitud del FMLN, sobre todo le restaba apoyo ideológico en su lucha por el poder.
Para el sector empresarial y el Gobierno, no tenía sentido continuar con una guerra en la cual se destruyera totalmente la infraestructura económica haciendo más costosa la recuperación.
Para los EE.UU., que había tenido un papel importante en la intensificación del conflicto, tampoco tenía sentido sostener una guerra dentro del esquema Este-Oeste, porque la desintegración del bloque socialista dejaba sin efecto su preocupación de la amenaza comunista en la región centroamericana a la que consideraba su patio trasero.
De alguna manera, el elemento internacional forzó la salida político negociada a la guerra. Pero esta vez hay que destacar el papel fundamental de la Organización de la Naciones Unidas, ONU en la mediación de las partes.
El contenido de los acuerdos se centró fundamentalmente en un cambio en la estructura jurídico política a fin de no excluir a las fuerzas políticas representante de todos los sectores del país. Para ello era necesario reformar la constitución en la cual se crearan las bases para un nuevo país. Las reformas mas importantes son las siguientes:
·         Acuerdo sobre los derechos humanos, en el que se propone la creación de la Procuraduría de Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador.
·         Reformas constitucionales para permitir la legalización del FMLN como partido político y su participación en las elecciones.
·         Reforma constitucional donde se define el papel de la Fuerza Armada en un Estado democrático: la Fuerza Armada es una institución obediente, profesional, apolítica y no deliberante; su actuación se enmarcará dentro de los principios del Estado de Derecho; la subordinación de la Fuerza Armada a las autoridades constitucionales y su papel queda limitado a la defensa de la soberanía e integridad del territorio, quedando fuera de la misión del mantenimiento de la paz interna, de la tranquilidad, del orden y de la seguridad publica.

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