jueves, 24 de julio de 2025

 

CHINO, PON LOS PIES EN LA TIERRA: LA IZQUIERDA CORRUPTA NO TIENE FUTURO

POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.

INTRODUCCIÓN

En días recientes, Manuel “el Chino” Flores, exalcalde, excandidato presidencial y vocero desgastado de una izquierda que ya no representa ni a sus propias bases, ha vuelto a escena con declaraciones desafortunadas. Pretende convencer a la opinión pública de que su partido y su visión representan un futuro “brillante” para El Salvador, asegurando que el pasado no se puede cambiar, pero que ellos están listos para gobernar el mañana. Tales afirmaciones no solo son cínicas, sino también peligrosamente insultantes para la inteligencia del pueblo salvadoreño que sufrió décadas de abandono, corrupción y descomposición institucional bajo los gobiernos del FMLN.

Flores se presenta como la cara renovada de una izquierda en ruinas, como si bastaran discursos reciclados y promesas vacías para lavar los pecados del pasado. Pero el pueblo no olvida. Las heridas abiertas por la corrupción, el nepotismo, el despilfarro de fondos públicos y la complicidad con el crimen organizado no se curan con frases bonitas ni con conferencias mediáticas. Lo que él llama “brillante futuro” no es más que el intento de revivir un cadáver ideológico cuya descomposición moral y política ya es irreversible.

DESARROLLO: LA IZQUIERDA “WOKE” Y SU FRAUDE POLÍTICO

Manuel Flores insiste en presentarse como un líder de esperanza, pero el país conoce muy bien los rostros detrás del disfraz. Durante los años de gobierno del FMLN, lejos de consolidar una izquierda ética, comprometida y transformadora, lo que vimos fue un reciclaje del viejo vicio político salvadoreño: privilegios para las cúpulas, abandono para los más pobres, pactos de impunidad y traición a las luchas históricas del pueblo. Los mismos que una vez marcharon al lado de los obreros y campesinos, terminaron convertidos en millonarios gracias a los fondos del Estado. ¿Ese es el futuro brillante que prometen?

La izquierda “woke” que hoy representan Flores y sus allegados, disfrazada de progresismo cosmético, ha demostrado ser una maquinaria retórica sin principios. No defienden a los trabajadores, ni a los excluidos, ni a las comunidades. Se aferran a causas importadas que nada tienen que ver con la realidad salvadoreña, y cuando se ven expuestos, apelan a la victimización. ¿Dónde quedó el compromiso con la ética pública, con la justicia social verdadera? ¿Dónde están los resultados? El pueblo les dio dos oportunidades históricas para gobernar, y ambas fueron desperdiciadas entre escándalos de corrupción, incapacidad administrativa y abandono de los sectores populares.

Internacionalmente, los ejemplos son igual de nefastos. Países como Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia han demostrado cómo la izquierda corrupta, autoritaria y violenta termina por destruir las instituciones democráticas, socavar las libertades individuales y hundir economías enteras en la miseria.

En todos estos países, los “revolucionarios” de ayer son hoy multimillonarios protegidos por aparatos represivos, mientras el pueblo vive en pobreza extrema.  El socialismo del siglo XXI fue y es una estafa monumental. Y el FMLN bebió de esa misma fuente.

La triste verdad es que el FMLN se convirtió en una organización con olor a naftalina, a ciprés, que vive de glorias ajenas y que ya no representa ninguna opción real de transformación.  La militancia que aún les queda, cada vez más reducida y aislada, permanece aferrada a un discurso vacío, incapaz de autocrítica y de renovación. Mientras tanto, voces como la de Manuel Flores siguen vendiendo humo, alimentando una ilusión que ya no engaña a nadie. Lo que llaman “proyecto de izquierda” no es más que la sombra de un pasado fracasado.

CONCLUSIÓN

A Manuel “el Chino” Flores le convendría, con humildad, poner los pies en la tierra y escuchar al pueblo. Ya no hay espacio para demagogos ni para políticos de doble moral.  La historia ha demostrado que la izquierda que él representa no tiene futuro. No porque el pueblo haya renunciado a la justicia social, sino porque el FMLN y sus líderes traicionaron esa lucha. Se convirtieron en lo mismo que juraron combatir.  Hoy, lo que queda de esa izquierda no es más que una ruina política sin bandera, sin proyecto, sin dignidad.

El pueblo salvadoreño ya despertó y no se deja manipular por viejos slogans ni promesas gastadas. El país ha decidido construir su futuro con nuevas ideas, nuevas formas de liderazgo y con un profundo sentido de dignidad nacional. Flores y sus cómplices pueden seguir gritando desde las tribunas, pero ya no tienen eco. Son el reflejo de una era que terminó, de un fracaso que no será repetido.

REFLEXIÓN FINAL

La historia reciente de El Salvador nos deja una lección que no debe olvidarse: no basta con haber luchado en el pasado para tener legitimidad en el presente. La credibilidad se construye día a día con coherencia, ética y compromiso real con la gente. Lo que hoy vemos en Manuel “el Chino” Flores y en los remanentes del FMLN no es liderazgo, sino nostalgia mal digerida, aferrada a un discurso vencido que solo genera rechazo y vergüenza incluso entre antiguos simpatizantes.

La política exige evolución, autocrítica y valentía para reconocer los errores cometidos. Pero en lugar de eso, la vieja izquierda salvadoreña insiste en vender humo, manipular memorias y esconder su responsabilidad histórica bajo frases vacías. Quieren volver al poder sin haber rendido cuentas por los desmanes cometidos, sin pedir perdón al pueblo, y sin demostrar ningún cambio real.

Hoy, más que nunca, el pueblo salvadoreño necesita líderes honestos, comprometidos con el bien común, alejados de las ideologías podridas y de los intereses mezquinos.

El futuro no se construye con los mismos que destruyeron el pasado. El país ya no está dispuesto a retroceder. Y mientras algunos se aferran al poder perdido, la mayoría avanza, con esperanza, hacia una nueva era de dignidad, justicia y verdadera transformación.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.       Acevedo, C. (2018). El Salvador: Transiciones democráticas y corrupción institucional. Editorial UCA.

2.       Dada, C. (2015). “El FMLN y su pacto con la impunidad”. El Faro.

3.       Guevara, A. (2020). Izquierda sin pueblo: el ocaso del progresismo latinoamericano. Fondo Editorial Mesoamérica.

4.       López, M. (2021). El ciclo roto de la izquierda latinoamericana. Buenos Aires: Siglo XXI.

5.       Paniagua, W. (2019). “La izquierda y el populismo autoritario en América Latina”. Revista de Ciencias Políticas, 42(3), 34-56.

 

 

 

 

 

 

 

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