martes, 28 de julio de 2020



RECORDANDO LAS VIEJAS  ENSEÑANZAS DEL MAESTRO  SÓCRATES.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
 En estos  tiempos de Pandemia, he tenido la gran oportunidad, leer muchos libros, artículos  y documentos sobre diferentes temas; pero al mismo tiempo me he dado cuenta lo poco que sé,  que lo que sé es “una gota de agua  y lo que tengo que aprender es un océano”, ello me ha llevado a recordar la vieja anécdota del maestro Sócrates, que contó por primera vez en su juicio.
En la anécdota se narra que uno de los jóvenes discípulos de Sócrates,  de nombre Querefón,  había preguntado al dios Apolo,  sí existía alguien más sabio que Sócrates,  y Apolo había contestado que Sócrates era el más sabio de todos. Ante esta respuesta inesperada  y misteriosa, Sócrates decidió hacer una consulta a todos los más grandes personajes (intelectuales de su época); después de dicha consulta, de conversaciones y contrastando todo lo que había recogido, consideró haber encontrado aquello que el dios había querido decir y por lo tanto llegó a la conclusión de lo LEJOS QUE ESTABA DE SER SABIO, de que no sabía nada. Pero ¿Qué es lo que el dios nos  había querido decir? Sencillo, que la sabiduría consistía  en el conocimiento  de nuestras limitaciones y,  lo más importante el reconocimiento de nuestra propia ignorancia.
Sin lugar a dudas, Sócrates nos enseñó algo que es de vital importancia en estos tiempos de que estamos viviendo; tiempos de soberbia, arrogancia, prepotencia e intolerancia. El maestro Sócrates expresó dichas palabras  según Platón, hace más de 2.400 años y considero que muchos intelectuales, profesionales de todas las áreas siguen haciendo alarde de su inmenso conocimiento, políticos, diputados, cada día surgen expresiones  de soberbia, intolerancia y faltad de humildad.
De igual manera, aquellos que trabajan en los medios de comunicación, líderes políticos, profesionales de las diferentes ramas del conocimiento  tenemos la imperiosa necesidad  de aprender de las viejas lecciones  del maestro. Tenemos que abrazar el arte de la humildad  y dejar de ser una simple carreta vacía.
Para encontrarle una salida a la crisis que hoy vive nuestra sociedad se requiere una gran dosis de humildad, tolerancia, compromiso y ética. Debemos de comprender de una vez por todas que no es suficiente tener conocimientos a granel, sino que se necesita poseer pensamiento, que nos lleve a pensar, reflexionar  y tomar conciencia de nuestras decisiones y todos nuestros actos. Pensar que somos una polis como decía Aristóteles, no somos seres aislados, por lo tanto, sí somos una comunidad ella tiene que estar organizada de manera racional  y equitativa, con la finalidad satisfacer las necesidades de todos y cada uno de sus miembros.

San Salvador, 28 de julio de 2020


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