miércoles, 6 de mayo de 2020




CURRÍCULUM COMO PROYECTO POLÍTICO
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
BREVE INTRODUCCIÓN.
Un proyecto pedagógico no puede deducirse del proyecto político sino a partir de las necesidades que tiene o reclama el modelo económico vigente. De modo que no hay donde perderse al estructurar un curriculum pero debemos tener mucha claridad teórica y práctica para orientar los pasos que hay que dar. Al mismo tiempo estar conscientes a quién vamos a beneficiar con dicho proyecto.
Sí lo que nos proponemos es coadyuvar a la transformación de la sociedad y procurar el desarrollo de la sociedad no cabe dudas de que debemos asumir una concepción científica del mundo una posición firme y objetiva ante los acontecimientos de la sociedad mundial como nacional.
Pues la Universidad como tal tiene el legítimo derecho de conocerlo todo a través de sus herramientas preferenciales. La Ciencia, la técnica y la tecnología.
Las ideas que aquí se presentan son solamente eso, ideas para discutirlas, debatirlas y confrontarlas con otras y  juntos  construir la mejor propuesta de transformación curricular.
DESARROLLO:
El análisis del currículum implica de manera  ineludible, hablar de proyecto político vigente  en  un determinado momento histórico  social.
Todo proyecto político que se precie de tal debe tener como prioridad de su agenda la educación del país.  De ahí que no pueda concebirse la educación al margen de los valores e ideología que sustenta dicho proyecto.
Los distintos modelos de acumulación desarrollados en nuestro país han estado siempre acompañados de su consecuente currículum. El currículum  desde sus inicios apareció  como una palabra llena de misterio, que encerraba una serie de teorías acerca de su origen, y muchas  veces ni siquiera se sabe de qué se trata o para que sirve.
Muchos docentes,  tienen una concepción  del currículum como la fórmula que se debe aplicar manteniendo una estructura mecánica determinada o lo entienden como el pensum de estudio de una carrera.
La palabra curriculum  se deriva de la palabra latina carrera,  el plural de ambas formas es currículos y, menos frecuentemente, el plural latino currícula.
Para  tener una idea más clara de lo que es el curriculum veamos algunas definiciones: currículum. Según Alicia de Alba “es una  propuesta político – educativa en cuanto se encuentra estrechamente articulado a él o a los proyectos políticos sociales sostenidos por los diversos grupos que impulsan y determinan un curriculum”
Por su parte, Stenhouse sostiene que el curricullum es “conjunto de experiencias planificadas por la escuela para ayudar a los alumnos y alumnas a conseguir, en el mejor grado, los objetivos de aprendizaje proyectados según capacidades”
En este mismo orden José  A. Arnaz nos dice que “el curriculum es un conjunto interrelacionado de conceptos, proposiciones  y normas, estructurado en forma anticipada  a acciones que se quiere organizar” 
Sin menoscabar el aporte de cada una de las definiciones anteriores debemos decir que los últimos dos conceptos se ubican dentro de una concepción formal de la educación en la que  el fenómeno educativo se presenta de manera aséptica es decir, sin contaminación, neutral.  Sin embargo,  como podemos apreciar la educación está profundamente relacionada con el proyecto económico, político,  cultural e ideológico   de la clase hegemónica del momento.
 En este sentido es preciso entender el curriculum como  la conformación de un modelo cultural, a partir de un proyecto ideológico.
Es por ello que el currículum no puede ni debe ser concebido como una simple colección de saberes neutrales, desde el punto de vista ideológico (M. Apple; 1993).
La selección de contenidos y su estructuración responden siempre a la lógica determinada por una planificación previa y a objetivos prefijados, tendientes a determinar cuál es el perfil de ciudadano que se pretende formar. Cuando nos referimos a los saberes reconocidos oficialmente estamos haciendo directa alusión a la legitimación de una clasificación ejercida por parte de los sectores políticamente dominantes.
La elección y configuración de los contenidos aceptados como oficialmente válidos, surge de diversos debates, confrontaciones y tensiones entre distintos grupos de poder que abogan por imponer su perspectiva. Por ejemplo, sí se observa como están estructurados los contenidos de los programas  de cada una de las carreras en la Universidad nos daremos cuenta que dichos contenidos responden  necesariamente a la lógica reproductora del capitalismo.
Las diferencias manifiestas del poder, y la forma en que éste se ejerce, se visualizan no sólo en la selección de los contenidos sino también en la organización del sistema educativo, esto lo podemos apreciar con la organización de nuestro sistema educativo ¿Por qué las clases de nuestro sistema educativo se inician en febrero y no en mayo?
 A simple vista parecería que es obvio, sin embargo, el sistema educativo está estructurado de acuerdo al modelo económico vigente de la época y el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y los intereses económicos, políticos, sociales y culturales  de la clase hegemónica de ese momento.
En consecuencia, la organización del sistema educativo no es una decisión del pueblo como tal, ni de la filosofía, ni la pedagogía  sino de los grupos que ostentan el poder económico y político de la sociedad.
En nuestro país y a través de la historia podemos observar cómo los distintos proyectos políticos siempre  han estado acompañados por un diseño curricular a fin a las necesidades del modelo económico imperante.
Por otra parte, el  modelo educativo desarrollado  a partir de la puesta en marcha de la reforma educativa en 1995, en la gestión del presidente Armando Calderón sol, respondía necesariamente al auge que había logrado el modelo económico neoliberal y el advenimiento del proyecto de globalización. Obviamente el curriculum implementado iba a profundizar las desigualdades y la reproducción del sistema capitalista.
 Más allá de la aparente característica inclusiva del Sistema Educativo, estaba claro que la educación no era para todos igual, que la situación de desigualdad estaba siendo naturalizada y aceptada por las clases oprimidas. En esa ocasión el presidente Calderón Sol hablaba de “igualdad de oportunidades” sin embargo, su retórica no trascendió los linderos del discurso. Por otro lado, no  como sostiene Francisco Gutiérrez en su libro Educación como praxis política” no se debe confundir igualdad oportunidades con igualdad de posibilidades” 
La selección exhaustiva de los contendidos y saberes a impartir  siempre van a responder claramente a la  lógica reproductivista basada en la desigualdad y la opresión, propia de las sociedades capitalistas.
La puesta en marcha del modelo económico  neoliberal impuesta como modo de vida en nuestro país y en el resto de Latinoamérica se llevó a cabo a partir del gradual sometimiento social.
La persecución ideológica y el consecuente la imposición del pensamiento único en la que sólo se admiten los valores del neoliberalismo han dado lugar a que la educación se transforme en un instrumento de opresión aún más del que nos impusieron después de la conquista las clases dominantes. En este contexto la educación tenía como objetivo fundamental neutralizar las distintas posturas contestatarias y contra-hegemónicas llevadas adelante por diversos sectores populares del país.
Los principios propios de la derecha neoliberal, basados en el individualismo, la competitividad, la justificación de la desigualdad y la corrupción sistemática se instalaron en las prácticas sociales del pueblo, internalizándose en el imaginario colectivo.
El proceso reformador de los noventa tras un supuesto velo de modernización y actualización del sistema de enseñanza (viejo y anticuado para el proyecto político económico neoliberal de ese entonces), reestructuró la enseñanza   tradicional  que sólo pretende la domesticación de los educandos. Empero, las metodologías de la enseñanza continuaron y persisten hasta el día de hoy en todos los niveles del sistema educativo incluyendo la Universidad.
El Estado incrementó los mecanismos de control oficial, impulsados y conformados a partir de las recomendaciones  hechas por los organismos internacionales  como son: BM, FMI, OMC.
La configuración del currículum oficial estuvo impregnada por un razonamiento planteado desde una perspectiva empresarial de las actividades de enseñanza, lo que condujo a un pragmatismo exacerbado en la que sólo se veía la lógica de la ganancia y se abandonó la formación de valores humanos  y la identidad de los y las salvadoreñas.
FUENTES CONSULTADAS:
1.      Alicia de Alba. Curriculum: crisis, mito y perspectivas. Universidad Nacional Autónoma de México. 1991.
2.      José A. Arnaz. La planeación curricular. Editorial Trillas. México DF.
3.      Aída Aldana. Planificación curricular.  Editorial Piedra Santa. Guatemala. 1982.
4.      Michel Apple. El diseño curricular. México distrito Federal. 1988.
5.      Francisco Gutiérrez.  Educación como praxis política. P.

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