CURRÍCULUM COMO PROYECTO POLÍTICO
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
BREVE INTRODUCCIÓN.
Un proyecto pedagógico no puede deducirse del
proyecto político sino a partir de las necesidades que tiene o reclama el
modelo económico vigente. De modo que no hay donde perderse al estructurar un
curriculum pero debemos tener mucha claridad teórica y práctica para orientar
los pasos que hay que dar. Al mismo tiempo estar conscientes a quién vamos a
beneficiar con dicho proyecto.
Sí lo que nos proponemos es coadyuvar a la
transformación de la sociedad y procurar el desarrollo de la sociedad no cabe
dudas de que debemos asumir una concepción científica del mundo una posición
firme y objetiva ante los acontecimientos de la sociedad mundial como nacional.
Pues la Universidad como tal tiene el legítimo
derecho de conocerlo todo a través de sus herramientas preferenciales. La
Ciencia, la técnica y la tecnología.
Las ideas que aquí se presentan son solamente eso,
ideas para discutirlas, debatirlas y confrontarlas con otras y juntos
construir la mejor propuesta de transformación curricular.
DESARROLLO:
El análisis del currículum implica de manera ineludible, hablar de proyecto político
vigente en un determinado momento histórico social.
Todo proyecto político que se precie de tal debe
tener como prioridad de su agenda la educación del país. De ahí que no pueda concebirse la educación
al margen de los valores e ideología que sustenta dicho proyecto.
Los distintos modelos de acumulación desarrollados
en nuestro país han estado siempre acompañados de su consecuente currículum. El
currículum desde sus inicios
apareció como una palabra llena de
misterio, que encerraba una serie de teorías acerca de su origen, y muchas veces ni siquiera se sabe de qué se trata o
para que sirve.
Muchos docentes, tienen una concepción del currículum como la fórmula que se debe
aplicar manteniendo una estructura mecánica determinada o lo entienden como el
pensum de estudio de una carrera.
La palabra curriculum se deriva de la palabra latina carrera, el plural de ambas formas es currículos y,
menos frecuentemente, el plural latino currícula.
Para tener
una idea más clara de lo que es el curriculum veamos algunas definiciones:
currículum. Según Alicia de Alba “es una
propuesta político – educativa en cuanto se encuentra estrechamente
articulado a él o a los proyectos políticos sociales sostenidos por los
diversos grupos que impulsan y determinan un curriculum”
Por su parte, Stenhouse sostiene que el curricullum
es “conjunto de experiencias planificadas por la escuela para ayudar a los
alumnos y alumnas a conseguir, en el mejor grado, los objetivos de aprendizaje
proyectados según capacidades”
En este mismo orden José A. Arnaz nos dice que “el curriculum es un
conjunto interrelacionado de conceptos, proposiciones y normas, estructurado en forma
anticipada a acciones que se quiere
organizar”
Sin menoscabar el aporte de cada una de las
definiciones anteriores debemos decir que los últimos dos conceptos se ubican
dentro de una concepción formal de la educación en la que el fenómeno educativo se presenta de manera
aséptica es decir, sin contaminación, neutral. Sin embargo,
como podemos apreciar la educación está profundamente relacionada con el
proyecto económico, político, cultural e
ideológico de la clase hegemónica del momento.
En este
sentido es preciso entender el curriculum como la conformación de un modelo cultural, a
partir de un proyecto ideológico.
Es por ello que el currículum no puede ni debe ser
concebido como una simple colección de saberes neutrales, desde el punto de
vista ideológico (M. Apple; 1993).
La selección de contenidos y su estructuración
responden siempre a la lógica determinada por una planificación previa y a
objetivos prefijados, tendientes a determinar cuál es el perfil de ciudadano
que se pretende formar. Cuando nos referimos a los saberes reconocidos
oficialmente estamos haciendo directa alusión a la legitimación de una
clasificación ejercida por parte de los sectores políticamente dominantes.
La elección y configuración de los contenidos
aceptados como oficialmente válidos, surge de diversos debates, confrontaciones
y tensiones entre distintos grupos de poder que abogan por imponer su
perspectiva. Por ejemplo, sí se observa como están estructurados los contenidos
de los programas de cada una de las
carreras en la Universidad nos daremos cuenta que dichos contenidos
responden necesariamente a la lógica
reproductora del capitalismo.
Las diferencias manifiestas del poder, y la forma
en que éste se ejerce, se visualizan no sólo en la selección de los contenidos
sino también en la organización del sistema educativo, esto lo podemos apreciar
con la organización de nuestro sistema educativo ¿Por qué las clases de nuestro
sistema educativo se inician en febrero y no en mayo?
A simple
vista parecería que es obvio, sin embargo, el sistema educativo está
estructurado de acuerdo al modelo económico vigente de la época y el nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas y los intereses económicos, políticos,
sociales y culturales de la clase hegemónica
de ese momento.
En consecuencia, la organización del sistema
educativo no es una decisión del pueblo como tal, ni de la filosofía, ni la
pedagogía sino de los grupos que
ostentan el poder económico y político de la sociedad.
En nuestro país y a través de la historia podemos
observar cómo los distintos proyectos políticos siempre han estado acompañados por un diseño
curricular a fin a las necesidades del modelo económico imperante.
Por otra parte, el modelo educativo desarrollado a partir de la puesta en marcha de la reforma
educativa en 1995, en la gestión del presidente Armando Calderón sol, respondía
necesariamente al auge que había logrado el modelo económico neoliberal y el advenimiento
del proyecto de globalización. Obviamente el curriculum implementado iba a
profundizar las desigualdades y la reproducción del sistema capitalista.
Más allá de
la aparente característica inclusiva del Sistema Educativo, estaba claro que la
educación no era para todos igual, que la situación de desigualdad estaba
siendo naturalizada y aceptada por las clases oprimidas. En esa ocasión el
presidente Calderón Sol hablaba de “igualdad de oportunidades” sin embargo, su
retórica no trascendió los linderos del discurso. Por otro lado, no como sostiene Francisco Gutiérrez en su libro
“Educación como praxis política” no
se debe confundir igualdad
oportunidades con igualdad de posibilidades”
La selección exhaustiva de los contendidos y
saberes a impartir siempre van a responder
claramente a la lógica reproductivista
basada en la desigualdad y la opresión, propia de las sociedades capitalistas.
La puesta en marcha del modelo económico neoliberal impuesta como modo de vida en
nuestro país y en el resto de Latinoamérica se llevó a cabo a partir del
gradual sometimiento social.
La persecución ideológica y el consecuente la
imposición del pensamiento único en la que sólo se admiten los valores del
neoliberalismo han dado lugar a que la educación se transforme en un instrumento
de opresión aún más del que nos impusieron después de la conquista las clases
dominantes. En este contexto la educación tenía como objetivo fundamental
neutralizar las distintas posturas contestatarias y contra-hegemónicas llevadas
adelante por diversos sectores populares del país.
Los principios propios de la derecha neoliberal,
basados en el individualismo, la competitividad, la justificación de la
desigualdad y la corrupción sistemática se instalaron en las prácticas sociales
del pueblo, internalizándose en el imaginario colectivo.
El proceso reformador de los noventa tras un
supuesto velo de modernización y actualización del sistema de enseñanza (viejo
y anticuado para el proyecto político económico neoliberal de ese entonces),
reestructuró la enseñanza tradicional
que sólo pretende la domesticación de los educandos. Empero, las
metodologías de la enseñanza continuaron y persisten hasta el día de hoy en
todos los niveles del sistema educativo incluyendo la Universidad.
El Estado incrementó los mecanismos de control
oficial, impulsados y conformados a partir de las recomendaciones hechas por los organismos internacionales como son: BM, FMI, OMC.
La configuración del currículum oficial estuvo
impregnada por un razonamiento planteado desde una perspectiva empresarial de
las actividades de enseñanza, lo que condujo a un pragmatismo exacerbado en la
que sólo se veía la lógica de la ganancia y se abandonó la formación de valores
humanos y la identidad de los y las
salvadoreñas.
FUENTES CONSULTADAS:
1. Alicia de Alba. Curriculum: crisis, mito y perspectivas. Universidad
Nacional Autónoma de México. 1991.
2. José A. Arnaz. La planeación curricular. Editorial Trillas. México DF.
3. Aída Aldana. Planificación curricular.
Editorial Piedra Santa. Guatemala. 1982.
4. Michel Apple. El diseño curricular. México distrito Federal. 1988.
5. Francisco Gutiérrez. Educación
como praxis política. P.
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