LA DERECHA SALVADOREÑA ESTÁ EN VILO:
SE LES TERMINÓ LA FIESTA.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
No cabe duda de que la derecha
salvadoreña (ARENA Y FMLN) está en vilo. No duermen presentan un diagnóstico
severo de angustia y desesperación que no encuentran sosiego en
ninguna parte. Y no es para menos están
en juego los privilegios que durante 20 Y 10 años han usufructuado el Estado de
manera impune y desenfrenada, sin
importarles las necesidades y los intereses de la gran mayoría del pueblo
salvadoreño, que lo han confinado a unas condiciones paupérrimas de vida.
El miedo les causa terror, angustia y
furor, no pueden concebir una vida sin poder, sin tener a quién mandar, a quién
ordenar; pero eso no es nada, el mayor miedo que hoy tienen es que se les siga
descubriendo la cloaca de la corrupción que han mantenido por largos años de
gobierno, de unos y de otros. De ahí su ansiedad, desesperación y paranoia que
atormenta su estabilidad emocional y
mental, que los ha transformado en seres humanos irracionales, mediocres e inmorales y se
creen que están por encima de la misma
ley.
Desde antes de la campaña electoral
del 2018, pusieron en marcha toda su maquinaria económica, política e ideológica siniestra y perversa
en contra del candidato que para ese tiempo no se mostraba
como el futuro Presidente de la Republica (Nayib Bukele) pero que en su mensaje
ya se dejaba ver vientos de cambio.
Por lo
tanto, habría que detenerlo de cualquier
modo y a
cualquier precio, ya que significaba una
real amenaza para los intereses económicos,
políticos e ideológicos de la
Burguesía tradicional asesina y criminal del país.
De ahí que echaron funcionar los
métodos más, pérfidos, siniestros y oscuros que se pueden conocer en el país en
cualquier civilización humana. Lo despotricaron, se burlaron de él, llegaron
hasta decir que los que lo apoyaban eran
“Troller” y que los pocos seguidores
eran ignorantes. Resaltaron las figuras
de sus candidatos, los elevaron a
la enésima potencia, resaltando sus cualidades, sus virtudes, su inteligencia y
los cargos que habían desempeñado. Vendieron la mercancía, con todo y chonga,
pero el pueblo inteligente detecto que esa mercancía era más de lo mismo, que
la estaban ofreciendo los mismos de siempre
aunque con otro envoltorio, o como
dice el dicho popular “el mismo mono con diferente cola”.
Durante su campaña siempre repitieron
las viejas consignas, refranes y adagios, “vale más lo viejo que lo nuevo por
conocer” y suponían que el pueblo los
iba acompañar y que por lo tanto, las elecciones del 3 de febrero estaban en
sus manos. Sin embargo, la realidad les mostró algo diferente y es que este pueblo ya estaba harto de los mismos de siempre. La misma clase política que por años ha
saqueado al país, que lo había reprimido, asesinado, discriminado y violentado sus derechos eran los mismos que
durante 30 años no hicieron nada, pero
en su discurso ofrecían que iban hacer de El Salvador un país de progreso y que la pobreza, el hambre, la miseria y la delincuencia era un cuento de la historia. Así nos quisieron vender de
nuevo la moto, pero el pueblo logró detectar la demagogia, la perfidia y la intencionalidad de su discurso. Y como
dijo Abrahán Lincoln” Puedes engañar a
todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no
puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”
El
tres de febrero el pueblo les dio una histórica lección de conciencia e
inteligencia y es que por primera vez
un candidato se convertía en el presidente
sin ninguna duda con la mayoría absoluta de votos de la población que hasta hoy se conoce en la historia del país, en los 14 departamentos.
Pero sus plumíferos pagados, sus ideólogos
prepagos, sus periodistas vendidos,
fiscales, C. S. J. los medios de
comunicación entre otros, dijeron que ese apoyo era efímero que luego
sufriría un desgate político y por lo
tanto, era un globo que pronto se desinflaría. No obstante, llegamos hasta hoy
18 de abril y su popularidad, su
arraigo con el pueblo aún sigue
creciendo mucho más; a no ser un
2 por ciento que sigue hablando pestes de él, pero que ya no significan nada
para el pueblo.
Sin lugar a dudas esta situación les causa miedo, terror y ansiedad, pues ven en el horizonte
solamente incertidumbre, nubosidad y desesperación.
Además, visualizan que sus partidos
han perdido toda la credibilidad en el pueblo
y que para el 2021 la debacle política será peor que la del 3 de febrero
de 2019.
En este escenario político, sale a flote, la
matonería, la prepotencia, la soberbia y
la arrogancia de muchos diputados y funcionarios como los señores de la Sala de
lo Constitucional, Procuraduría para los Derechos Humanos, sacando acuerdos, dictando
leyes que van en contra de las necesidades e intereses del pueblo salvadoreño.
Está claro, el pueblo sabe que estos instrumentos ( Sala de lo
Constitucional, Fiscalía General de la Republica, Procuraduría para los derechos Humanos que un
día fueron valiosos para la democracia
hoy los podemos decir, que son inservibles y prácticamente son un estorbo para la democracia, el progreso económico y
político del país. Son instituciones podridas, que no representan los intereses
ni las necesidades del país sino de una minoría corrupta e inhumana. De ahí que
el pueblo los desconoce, los deslegitima
y los desprecia.
Obviamente todas estas maquinaciones
maquiavélicas tienen un solo objetivo.
Obstaculizar el buen trabajo que
está realizando el actual gobierno de la
República liderado por Nayib Bukele Ortez. Un joven presidente que muchos de la
oposición se burlaban de él por no tener estudios Superiores, pues según ellos
tener títulos es sinónimo de ser buen administrador, cuestión que la realidad
ha desmentido categóricamente pues
hasta hoy, es el mejor presidente que ha tenido El Salvador en sus largos años
de historia.
No hay duda que esto a los adversarios políticos tradicionales
les causa de envidia, de rencor y odio
porque ellos en 30 años no pudieron hacer lo que el Presidente Bukele ha hecho
en apenas once meses. Pero no sólo eso, ha demostrado mucho amor por los más necesitados, por el
pueblo trabajador. De lo cual carecen todos y cada uno de los que han pasado
por la presidencia de la República y las clicas pandilleril que existen en la
Asamblea Legislativa.
Al final de toda esta fanfarria de
los diputados y funcionarios vendidos son ellos los que terminan asustados
porque a este pueblo ya nada ni nadie lo asustan ni las leyes que puedan promulgar pues este pueblo los
desconoce por estar trabajando en función de los intereses de la oligarquía y
de partidos políticos de determinados violentando con ello el artículo 218 de la Constitución de El
Salvador que dice “ los funcionarios y
empleados públicos están al servicio
del Estado y no de una fracción
política determinada. No podrán prevalerse
de sus cargos para hacer política partidista. El que lo haga será
sancionado de conformidad con la ley” pero sí observamos todos los
funcionarios arriba mencionados están haciendo política partidista olvidando
los genuinos intereses de la nación.
Pero como dice el dicho la fiesta se
les terminó y la época de los maletines negros ha terminado; pues el pueblo ya
entendió quiénes son los ladrones y quienes son los que tienen a este país
hundido en la pobreza, en el hambre, la miseria
y en la violencia institucionalizada. El pueblo ya comprendió quienes
son los que han negociado con la sangre de los pobres, con el luto y el dolor
de nuestra gente.
Como dijo Don Quijote a Sancho” No te
apures Sancho que si los perros ladran es porque estamos avanzando”
SEÑOR
PRESIDENTE: SIGAMOS HACIENDO HISTORIA.
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