LA
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR: LA DEMOCRACIA PERVERTIDA.
POR: MSc.
JOSÉ ISRAEL VENTURA.
Cada vez
estoy más convencido lo difícil que
resulta lograr un pensamiento libre, pluralista y democrático en la Universidad
de El Salvador. Obviamente nos educan mal, sin ética, principios ni valores.
Empero nos inculcan un exacerbado
pragmatismo, burdo y visceral, que al final de nuestras carreras terminamos
rindiéndole culto a la utilidad y al dinero.
Se nos
enseña que lo único que cuenta es la obtención de beneficios personales, la
utilidad, el éxito individual. Los
valores como la tolerancia, el respeto, el disentimiento, la solidaridad, el
compromiso eso no está dentro de la agenda académica de la Universidad.
No obstante,
las bribonadas, el engaño, la falacia, la deshonestidad, la inmoralidad, la
traición, la viveza, el arribismo, el oportunismo, son antivalores que han
penetrado profundamente a la máxima casa
de estudios Superiores del país.
En
consecuencia la Universidad vive una democracia pervertida. Una Universidad que
debería de ser un ejemplo de democracia, libertad y el sano ejercicio del
pensamiento para la sociedad, para los partidos políticos, para las
instituciones del gobierno y para los gobernantes.
Hacer
política en la Universidad debería ser un ejercicio pleno para poner en
práctica la transparencia, el debate, los mejores proyectos, los mejores
candidatos a ocupar los puestos de dirección de la UES; sin embargo, hacer
política en la UES se torna en un campo
de batalla en la que prevalece el insulto, la inmoralidad, la falta de respeto,
la perfidia etc.
Como ya se
ha dicho en reiteradas ocasiones la Universidad es un fiel reflejo de la descomposición social
y moral que vive la sociedad entera. El
malestar que se respira en la sociedad es similar o mayor al que se padece en la Universidad.
En la
Universidad se vive y se practica un
racionalismo instrumental teñido de un pseudo racionalismo científico que esconde con sus apariencias el verdadero rostro del neoliberalismo que
pervive dentro del Claustro Universitario.
La
Universidad ya no es el espacio para pensar y pensarse, para recrear el
pensamiento, sino el lugar para las
componendas, los trinquetes, el oportunismo y el arribismo. Los organismos de la Universidad son nada más
fachada de democracia, entes que sirven nada más para seguir administrando
el desorden ya existente, justificar y legitimar sus maquiavélicos actos. Se llega a los organismos a pasar el
rato, a discutir boberías intrascendentes, cuando se debería de estar analizando los
graves problemas académicos que impiden el desarrollo académico y científico de
la Universidad.
La
universidad está penetrada por una maya invisible de grupos
y pequeños grupúsculos que sobre la base de un discurso “progresista” y
de defensa de la autonomía universitaria, anulan elecciones legítimas e imponen
a sus mismos representados sus designios y
sin importarles los fines y los objetivos de la Universidad como
institución académica.
No cabe duda
de que los intereses mezquinos y perversos de estos pequeños grupos han socavado
la creatividad, la imaginación y el compromiso de la institución con la
sociedad pero a cambio nos han impuesto, la mediocridad, la ceguera y
el colonialismo intelectual o como diría
Edgar Morín el “cretinismo intelectual”. Lo que
se expresa en todos los ámbitos
de la Universidad.
El quehacer
académico, científico y social de la
Universidad se ha hecho a un lado o se
ha ignorado y sus muchos talentos han
tenido que ver con profunda tristeza
como la institución que otrora
fuera un faro de luz para el pueblo hoy
ella misma se hunde en la más intensa tiniebla de la ignorancia. Por otro lado,
la incapacidad, la intolerancia, la acción directa, el enfrentamiento visceral
u oblicuo, el golpe artero es a mi parecer
lo que constituye la democracia pervertida de la Universidad.
SAN
SALVADOR, 9 DE MAYO DE 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario