UNA REFLEXIÓN NECESARIA HOY
EN NAVIDAD.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
En la
diversidad de creencias, entretenimientos, disfrutes y formas de pensar que se tienen en la
sociedad actual, la navidad tiene una variedad de significados: para
algunos es la fiesta de abrazos y
regalos, para otros tiempo para relajarse un poco después de muchos meses de ardua faena de trabajo, otros que piensan que es un espacio
para embriagarse, drogarse, otros para consumir desenfrenadamente, pero hay otros que consideran que es un buen
tiempo para estar junto con la familia, sus hijos y parientes cercanos, para
reflexionar sobre las metas que se lograron, los errores que se cometieron y
poder corregirlos.
Sin embargo, para los capitalistas es el mejor
momento para explotar todas las estrategias de márquetin y sacar el mayor lucro
posible de los grandes conglomerados que se abocan a comprar compulsivamente sus mercancías.
De modo que,
la navidad deja de ser una época para celebrar la llegada de ese niño que nació
en un pesebre, en las condiciones más humildes, rodeado de animales y que llevó (de acuerdo a las creencias) luz a la
humanidad.
No obstante,
para el sistema capitalista, para sus comerciantes, la navidad sólo es una
época para hacer dinero, pues el dinero es su
único “Dios” y se aprovechan de
la ingenuidad, la ignorancia y de la
alienación del pueblo para sacar la mayor tajada de las festividades navideñas. Ellos tienen como su
mejor aliado la publicidad y los medios de comunicación, para obligar
psicológicamente a la gente comprar sus mercancías aunque estas sean superfluas
Claro la
psicología comercial funciona a la perfección, sobre todo la psicología
infantil. Pues los publicistas saben que el primero que hay que atrapar
psicológicamente es al niño porque detrás de él viene el papá o la mamá. Para
ello los centros comerciales o centros de comida rápida los adornan de tal
manera que los niños y niñas se sientan atraídos por una variedad juegos o
juguetes para que ellos exijan a sus padres se los compren.
En
consecuencia, la navidad es la época del consumismo desbordante,
desenfrenado es la gula por las
mercancías. Que se
ha perdido el rumbo de la celebración de
navidad eso es un hecho, ya sea por
ignorancia o por simple alienación o las
perversas leyes del mercado y los intereses mezquinos de los capitalistas. Pero lo cierto es que
la navidad es a una de las fiestas más explotadas por el sistema
económico imperante,
particularmente el régimen capitalista de producción.
En este
sentido podemos hacernos una pregunta: ¿Realmente para quienes es la navidad?
¿Quiénes salen beneficiados mayormente
con la navidad? ¿Quiénes son los menos beneficiados con la navidad? Sin lugar a dudas los capitalistas, ellos que
además, de explotar a la clase trabajadora, pagándoles salarios miserables, con su publicidad visceral embaucan a la
gente para que consuman desenfrenadamente
y gasten ese mísero salario que les pagan.
Al terminar
el año los capitalistas hacen cuenta de sus ganancias, de la cuantía de sus
riquezas, mientras que el pobre hace cuenta a cuanto haciende la adeuda con determinada entidad Bancaria o comercial.
Pero claro,
vivimos en una democracia perfecta,
en donde afloran las oportunidades, en la que las libertades se respetan
y constituyen el fundamento para la democracia. En esta sociedad de libre mercado, las
personas son libres de emborracharse, endrogarse, de insultar, de asesinar, de
maltratar a los demás, de hacer trampa, de robar etc. Esa es la libertad que
nos vende el sistema capitalista.
En esto
consiste la democracia de mercado en la que unos pocos ganan mucho y muchos no ganan nada, al contrario pierden mucho, muchos son los que hacen la riqueza y unos pocos los que la disfrutan.
En la
sociedad de libre mercado la navidad es de mucha alegría para unos pocos y tristeza para
muchos, es despilfarro para unos pocos y
carencia para muchos.
En la
sociedad de libre mercado unos pocos viven en mansiones, residencias, mientras
que muchos viven a las orillas de las quebradas, en los barrancos, en zonas
marginales, en la sociedad de mercado, unos pocos celebran la navidad con
caviar, vinos traídos del extranjero, mientras que el pueblo se embriaga con
muñeco, tres puentes, tictac, el golfo o la trenzuda etc. Y ¿Esa es la navidad que celebramos? ¿Es esta
la sociedad moderna y civilizada que nos vende el sistema capitalista? Vaya usted a saber.
Nota:
No quiero
terminar esta breve reflexión sin antes desearles, a los salvadoreños y salvadoreñas, amigos y
amigas, una feliz navidad y un próspero año 2019. Que la navidad sea un espacio
para que pensemos y repensemos nuestras vidas.
Hasta pronto.
San
Salvador, 24 de diciembre de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario