ÉTICA, ESTÉTICA Y MARKETING POLÍTICO ELECTORAL 2019
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
Generalmente
la ética siempre se ha confundido con la
moral, de ahí la necesidad de aclarar el
término. La ética es la Ciencia que
tiene por objeto el estudio de la moral,
entendiendo está última “como un
conjunto de normas, aceptadas libre y conscientemente, que regulan la conducta
individual y social de los hombres”. (Adolfo Sánchez Vásquez. ética) Por su parte, la ética “Es teoría o ciencia del comportamiento moral de
los hombres en sociedad. O sea, es ciencia de una forma específica de conducta
humana. (Sánchez Vásquez). De ahí que a la ética le cabe la obligación, de la
reflexión racional de los actos morales del hombre en sociedad. En consecuencia
a la ética le corresponde reflexionar
sobre las causas de los actos morales.
No obstante, en nuestro medio cuando alguien
realiza una conducta que no se ajusta a las normas establecidas por la sociedad
se dice que esa persona no tiene
ética. Cuestión que es incorrecta e
inexacta ya que la forma correcta de
llamar a esa conducta es inmoral.
Por lo que, esa persona que cometió ese acto que se sale
de las normas aprobadas y establecidas por la sociedad, esa conducta desde luego es inmoral. Ahora bien, sí valoramos los
comportamientos de la mayoría de los
funcionarios públicos, Magistrados, líderes
políticos, diputados y dirigentes sindicales, la
mayoría se salen de las normas aprobadas por la sociedad; por lo tanto, sus
conductas son inmorales ya que atropellan, la dignidad y violentan los valores y las normas
establecidas por la polis. Además, ponen en una situación de precariedad a toda
la sociedad, la cultura y los buenos valores.
Como puede
apreciarse la campaña acaba de empezar y los chambres; las acusaciones, los
insultos ya se elevaron a la enésima potencia. Las redes sociales, los medios de
comunicación radial, televisiva y escrita han invadido de propaganda política dichos espacios, con
acusaciones que en su mayoría infundadas,
pues su único propósito es denigrar a su
adversario politico, restarle
méritos y convencer al electorado de sus bondades y propósito
de su gobierno de ganar las próximas elecciones. Como se puede ver en esta jungla electoral,
los principios y las normas morales
salen sobrando, pues su máxima apuesta es la de alcanzar el botín que está lleno de bienestar, lujos,
comodidades y oportunidades para quienes
logren escalar la cima de la montaña.
De ahí que
el pueblo como tal sólo es nada más un medio para lograr dicho fin, pero sí en el camino el candidato y sus
correligionarios encuentran dificultades no dudarán en ningún momento en
aplicar los principios de la teoría de Maquiavelo, en la que el fin justifica
los medios, pues lo importante es lograr la meta no importando de que medios se
van a valer para lograrlo.
Sin lugar a
dudas esta es la cultura que el sistema nos ha ido inculcando a lo largo de
nuestro proceso de educación y de
socialización; son los antivalores que el sistema se propone introducir
por medio de su ideología. El sistema
capitalista no solamente tiene como objetivo únicamente lo económico donde solo
obtienen la máxima ganancia o la plusvalía en manos de unos pocos y la gran
mayoría condenada a la miseria sino el sistema capitalista se extiende hacia lo
cultural donde el modelo capitalista se tiene como objetivo una sociedad basada
en los valores invertidos al revés o sea el mundo al revés como diría
Galeano, como vemos el modelo
capitalista impone y domestica a la sociedad a su imagen y semejanza donde se
convierten en personas aisladas vacías espiritualmente en personas
completamente con miedos y perjuicios además, en personas egoístas
individualistas e inmorales. A lo largo de la historia el sistema capitalista
en lo cultural se ha dedicado a destruir los lazos morales de la sociedad y con ello construir
desde su perspectiva la cultura de la inmoralidad que es inherente a su
naturaleza.
De ahí que Marx tenía razón cuando planteó que
“el capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros de su
cuerpo”; pues ha dejado a su paso miles de millones de muertes, ya sea por
hambre, por asesinatos, por invasiones etc.
De modo que lo que hoy estamos presenciando no es nada más que toda esa
perfidia que a lo largo se ha ido cultivando en las mentes de los hombres y
mujeres.
De ahí, que el proceso electoral bajo el sistema
capitalista y específicamente en nuestro país, la ética se transforma en estética, la
propaganda política se encarga de adornar al candidato de cualquier partido
político con cualidades que él o ella no tiene, pero lo vuelven atractivo para el consumo. Por
otra parte, en la medida que el candidato provenga de un partido grande (ARENA O FMLN) se tendrán los suficientes
recursos económicos y humanos para
ponerle cualidades que en su vida real jamás se le han observado.
Claro dicho candidato será presentado ante la
población como el más moderado, equilibrado, puro e inmaculado; lleno de
virtudes, ya que el Marketing habrá borrado todos sus vicios, defectos e inmoralidades. El dinero y la propaganda decoran
y le confieren poder:
“¿Oro? ¿Oro
precioso, rojo y fascinante? Con él se torna blanco el negro, y el feo hermoso: Virtuoso el
malvado; el anciano, mancebo, Valeroso el cobarde y noble el ruin. El oro…
desplaza al sacerdote del altar Y retira la almohada a quien yace enfermo.
Este esclavo
dorado ata y desata Vínculos consagrados; bendice al maldito; Hace amable
la lepra; honra al ladrón Y le da rango, poder y preeminencia. (Shakes Pear
citado por Marx en el tomo I del capital); se debe destacar al mismo tiempo que
esos candidatos dechados de “virtudes, creadas
por el Marketing, ficticias por
lo que , en sus intervenciones
discursivas tienen que moderar su lenguaje, por lo tanto, sus discursos
intentarán quedar bien con Dios y con el diablo; pues de lo contrario todas
aquellas virtudes que el sistema astuto les ha hecho acreedores se verán
pronto desvanecidas y el electorado dejará de consumir esa mercancía; aquí no se valen
lenguajes radicales y el que lo haga ya
perdió; por lo tanto, el candidato que resulte ganador ya no es una persona libre en tanto,
responderá a los intereses económicos y políticos de la clase que le ha
permitido adornarlo virtudes que él o ella nunca han tenido.
De ahí que
quienes siempre salen perdiendo es la gente humilde, inocente e incauta que se
creyó de los discursos pronunciados por su candidato y que el día de las
elecciones fue a depositar el sufragio
universal porque según él o ella le ha
cumplido a la patria.
Pero como decía Marx los obreros no tienen
patria, la tendrán hasta cuando transformen el modo de producción capitalista
en socialista y su trabajo sirva para desarrollar sus capacidades, morales e
intelectuales, para crear una cultura solidaria, cuando los hombres nos veamos
como hermanos y no como lobos del mismo
hombre. Cuando el trabajo no sirva para
hacer ricos a unos pocos, para que vivan en la opulencia, cuando se deje
de ver al pobre desde arriba hacia abajo, se le vea y trate como ser humano y
se dignifique la vida como valor supremo.
Bajo el modo
de producción capitalista todo se reduce a la condición de mercancía. Es a lo
que Marx denominaba la cosificación. Los
productos agrícolas, e industriales, servicios
y actividades culturales, la ideas
y las creencias, todo se maneja según las leyes del mercado. Los
políticos no escapan a esta condición, ya que en el actual modelo de democracia
predomina la victoria electoral de los
candidatos que cuentan sin lugar a dudas
con más recursos financieros y por lo tanto, están en mejores condiciones de paga
la propaganda política.
En este
contexto la estética y el Marketing, pesan más que los principios morales,
la ética, razón y las buenas costumbres. En este sentido los
políticos y la política entendida en el más burdo y mezquino sentido de la palabra dan asco. Así lo expresa
Horacio Castellano Moya en su novela el Asco. “Los políticos apestan en todas
partes. . pero en el país los políticos apestan particularmente. . . nunca he
visto políticos tan ignorantes, tan salvajemente ignorantes, tan evidentemente
analfabetos como los de este país. . . los políticos de este país tienen especialmente atrofiada
la capacidad de lectura, se les nota a
la hora de hablar. . . (Horacio Castellano Moya. El Asco).
SAN
SALVADOR, 8 DE OCTUBRE DE 2018
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