DE LA CULTURA DEL ENVASE A LA CULTURA DEL CONTENIDO.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
En la
concepción materialista dialéctica hay
dos categorías que son de mucha
importancia para el análisis de cualquier fenómeno ya sea natural o social.
Estas son: Contenido y forma. Como ya se
ha expresado ambas categoría son de vital importancia para profundizar en el
conocimiento de la realidad. De modo que,
sí sólo abordamos el fenómeno por su forma el análisis resultará sesgado
o dicho en otras palabras superficial. De
ahí que se hace necesario siempre
se tome en cuenta ambas categorías.
Pero ¿Cuál
es el fenómeno que se observa en esta
sociedad que se le ha dado en llamar
sociedad del conocimiento? Lo que
se puede palpar es como lo expresaba el gran escritor Uruguayo Eduardo Galeano: “Vivimos en un mundo donde el funeral importa más que el muerto, la boda
más que el amor y el físico más que el intelecto. Vivimos en la cultura del
envase, que desprecia el contenido.” Pero lo paradójico de todo esto es que la
gente sigue creyendo que bajo la sociedad capitalista la cultura se ha
enriquecido pero es lo contrario, la cultura cada vez se está empobreciendo,
los jóvenes tienen mucha información sobre muchos aspectos de la vida, sin
embargo, no logran comprender el verdadero significado de los
conceptos que repiten, los medios de información son los mayores propagadores de esa pseudo cultura
¿A dónde está el error? sencillamente todos vemos como los adelantos,
científicos, técnicos y tecnológicos se han desarrollado, de eso no hay ninguna
discusión lo vivimos todos los días,
nadie duda de los adelantos de la medicina, la ingeniería genética, la
biotecnología, la física y la química, la cibernética, los viajes espaciales, etc.,
sin embargo, todo este desarrollo es cultura material. No obstante, con todo lo
que puede tener de beneficioso para la humanidad todo eso ha traído consecuencias graves para la especie humana
en tanto, nos está arrastrando a un atraso en el desarrollo espiritual, es
decir, pues el hombre cada día nos conocemos menos, seguimos tratando a los
hombres como seres desconocidos; las estructuras de injusticia que padece el
mundo le siguen negando el pleno desarrollo de sus capacidades éticas, morales
e intelectuales.
Vivimos en
la cultura light, del envase, que desprecia el contenido de las cosas. El ya
muy famoso término light, significa ligero, donde la profundidad y esencia de
las cosas ya no importan, sólo importa lo superficial, lo ligero, lo
desechable. O dicho también en palabras de Galeano, vivimos la cultura del
desecho.
Las
generaciones actuales cada vez se van
acostumbrando a vivir la cultura del facilismo, de lo rápido, de lo inmediato,
buscan la fácil y ligero. Porque la sociedad capitalista les vende la
ilusión de que las cosas, los proyectos
son fáciles y que se pueden lograr con el mínimo esfuerzo. La tecnología pone
en sus manos rápidas respuestas, el
investigar, analizar y sacar sus propias conclusiones, es algo para lo que no
tienen ni la intención ni el tiempo esta cultura.
Esta cultura
hace creer a los jóvenes que se puede vivir con el mínimo esfuerzo. Pero ¿Cuál es la consecuencia inmediata de
este fenómeno? Sin lugar a dudas la
mayor parte de los jóvenes no poseen
ningún criterio sólido fundamentado, a la hora de emitir sus opiniones en torno
a cualquier fenómeno que se suscite en su realidad.
Los jóvenes lo que están haciendo es un “refrito” de la cultura creada por otras
generaciones. Este fenómeno se puede observar también en casi todos los medios,
escritos, radiales, tv e internet. En la que la mayoría se los medios se
concretan a repetir frases hechas con lo cual se empobrece más la cultura
y proyectan su miseria humana.
Obviamente
estos medios y sus animadores muestran a través de sus programas un
visceralismo descomunal por ejemplo, programas de entretenimiento como los que
pasan los canales Mexicanos, (TV AZTECA, UNIVISIÓN ENTRE OTROS) TCS y otros del país que no tienen en absoluto ningún contenido educativo para la población. Pues a
ellos lo único que les interesa es estar posicionados en el mejor Rankin de
audiencia y además, obtener la mayor cuota de ganancia.
Definitivamente
no se está en contra del desarrollo tecnológico, lo que se está en contra es la
domesticación que ejercen sobre la población sobre todo aquella masa
poblacional menos informada. Lamentablemente, ellos
(MC) que deberían ser un eficaz instrumento
para contribuir a la educación de la sociedad son los primeros que distorsionan
y deforman la realidad.
Por otro
lado, se tiene un sistema educativo informativo que no coadyuva al desarrollo
del pensamiento lógico racional de los estudiantes; pero esta situación se continúa reproduciendo en la
Universidad en la que al estudiante se le informa pero no se le forma.
Los jóvenes
y muchos adultos viven una vida light,
el ser humano se ha vuelto liviano, quiere vivir y gozar la vida aquí y ahora,
sin consistencia ni compromisos, sin deberes, pero sí exigiendo todos
sus derechos, no para asumir mayores responsabilidades, sino para poder
disfrutar y gozar con menos limitaciones.
Pero ¿Cuál
es la causa de este peligroso fenómeno? sin lugar a dudas vivimos en una
sociedad en la que todo lo que gira en su entorno se convierte en mercancía.
La educación se ha mercantilizado de tal
manera, que lo que importa es la
fachada, la apariencia, o parafraseando a Eduardo Galeano, el féretro es más
importante que el muerto, la misa más importante que Dios. Está claro el
sistema ha hecho un vaciamiento de
cerebros, que es lo que le interesa aquellas élites que
ostentan el poder político,
económico e ideológico del país.
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