¿QUÉ ES LO
MÁS IMPORTANTE EN LA VIDA?
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
Si
le pregunta a una persona que está en el límite del hambre, la respuesta será
comida. Sí dirigimos la misma pregunta a alguien que tiene frío, la respuesta
será calor. Y le preguntamos a una persona que está sola, la respuesta será
seguramente estar con otras personas.
Pero
con todas esas necesidades satisfechas, ¿Hay todavía algo que todo el mundo
necesite? Los filósofos opinan que sí. Opinan que el ser humano no vive sólo de
pan. Sin embargo, hay algo que todos necesitamos encontrar una respuesta
¿Quiénes somos y por qué vivimos?
Interesarse
por el por qué vivimos no es por lo tanto, un interés tan fortuito o tan casual
como, por ejemplo, practicar un deporte. Quién se interesa por cuestiones de
este tipo está preocupado por algo que ha
interesado a los seres humanos desde que viven en este planeta. El cómo
ha nacido el universo, el planeta y la vida aquí, son preguntas más grandes y más
importantes que quién ganó el campeonato mundial de fútbol.
La
mejor manera de aproximarse a la filosofía es plantear algunas interrogantes
filosóficas: ¿Cuál es la esencia de la naturaleza, del Universo? ¿El mundo ha
existido siempre? ¿Ha sido creado? ¿Es eterno? ¿La naturaleza se desarrolla por
vía propia, sin ingerencia de fuerzas sobrenaturales? ¿Qué es la materia? ¿Qué
es la vida? ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es su lugar en el mundo? ¿Cuál es su
esencia? ¿Qué relación existe entre la conciencia y el mundo exterior? ¿Entre
lo material y lo espiritual? ¿Entre lo ideal y lo real? ¿Entre lo objetivo y
subjetivo? ¿Qué es el conocimiento? ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo es el hombre?
¿Cómo debe ser? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Cómo se creó el mundo? ¿Existe
alguna voluntad o intención detrás de lo que sucede? ¿Hay otra vida después de
la muerte?
¿Cómo
podemos solucionar problemas de este tipo? ¿Por qué en el mundo existe tanta
pobreza? ¿Por qué unos países son más ricos que otros? ¿Por qué en vez de
disminuir la pobreza en los países atrasados como el nuestro esta sigue
aumentando? ¿Por qué los fenómenos naturales en nuestro país siempre afectan a los sectores más pobres?
¿Será que los fenómenos naturales son el castigo que Dios les manda a los
pobres? ¿Por qué siempre los gobiernos que elige el pueblo no responden a los
intereses del mismo sino a los millonarios de este país? ¿Por qué en El
Salvador existen unos pocos que tienen todo y la mayoría de la sociedad nada?
¿Por qué a los pobres el gobierno siempre
les impone los elevados impuestos y a
los millonarios de este país nada, al contrario les pagan por recaudarlos? ¿Es
realmente justo que los pobres tengan que pagar gran cantidad de impuestos para
mantener la riqueza de los grandes millonarios, para que vivan en la opulencia
y el despilfarro y los pobres se estén muriendo de hambre, desnutrición y
enfermedades que bien pueden curarse con poco dinero? ¿Hasta cuándo los pobres
vamos a permitir que unas pocas sanguijuelas sigan chupándole la sangre a la clase trabajadora? ¿Qué debe
hacer el pueblo para que no lleguen al poder gobiernos mediocres, incapaces y
corruptos? ¿Qué debe hacer el pueblo para evitar que lleguen a la asamblea
legislativa diputados ignorantes, incapaces, vendidos, mediocres y corruptos?
En
realidad si todo esto le atañe al hombre para vivir una vida digna como ser
humano, no hay ninguna duda que tenemos que reflexionar y tomar una actitud de
cambio por lo tanto, como sostiene Adolfo Sánchez Vásquez, “hay dos posiciones
extremas, una dejar el mundo como está, dos rechazarlo y contribuir a
transformarlo. Si de acuerdo con una actitud de concordancia con el mundo en
que vivimos de lo que se trata es de dejarlo como está, la filosofía adecuada
será aquella que se concilie con él y se limite, por tanto, de un modo a otro,
a interpretarlo. Ahora bien, si de lo que se trata es de transformar el mundo porque se está en desacuerdo con sus relaciones de
explotación, dominación y mercantilización, será preciso adoptar una filosofía
como tal, como adecuada interpretación que contribuya a esa transformación”
Como
se puede ver que resulta más fácil formularse preguntas de esa realidad; pero
resulta aún más difícil contestarlas. La situación es obvia, por un lado no
tenemos el hábito de la lectura y por otro no nos gusta esforzarnos, porque hemos
desarrollado la cultura de la inmediatez. Vivimos la cultura del facilismo,
hemos perdido la facultad de pensar y
las generaciones actuales se están transformando cada día en robot esto gracias
al desarrollo de la informática y los medios de comunicación masiva que han
desarrollado una fórmula perfecta para adormecer las conciencias de los
sectores oprimidos de todas las sociedades del mundo.
En una sociedad como la actual en donde se
premia al incapaz, al corrupto y se persigue a sangre y fuego al que piensa, al
honesto, al trabajador, es una sociedad
como dice Eduardo Galeano, “patas arriba”. Este contexto la filosofía no
puede ni debe asumir una postura cómoda,
pasiva e indiferente pues su misión ha sido históricamente crítica ante
las injusticias la impunidad, los abusos
de autoridad de gobernantes y funcionarios
corruptos así como los atropellos
que se cometen en contra de los sectores más desprotegidos de la sociedad. Pero también hay que aclarar que no se está diciendo que es fácil contestar cada
pregunta planteada; lo que pretende decir es que si los hombres de hoy en día
hiciéramos un poco de esfuerzo probablemente podríamos encontrar algún tipo de
respuesta que no fuesen las respuestas que a diario encontramos por el sentido
común.
NECESIDAD DE
LA FILOSOFÍA.
“La
filosofía ha sido cosa muy distinta para los hombres de las distintas épocas.
Tal situación es en realidad tan
escandalosa que los profesores de filosofía no se pueden poner de acuerdo con
respecto a la materia que enseñan, mucho menos respecto a las doctrinas
filosóficas en particular. Parece que por muy absurda que sea una cosa, no
falta nunca algún filósofo que la considere una verdad concluyente y
definitiva, o que por muy gastados o tiránicos que sean los gobiernos o las
instituciones, no falta algún filósofo que los considere como la meta final de
la creación” (Howard Selsam. ¿Qué es la filosofía? P. 9-10) ¿A qué se debe dicha situación? Es lógico que
ante situaciones como la mencionada los seres humanos nos sorprendemos. Sin
embargo, la filosofía nos enseña que detrás de todos esos planteamientos se
mueven los intereses de clase que persiguen los hombres. De ahí que para
develar las causas de dichos fenómenos tengamos que echar mano de las Ciencias filosóficas. De lo anterior se
desprenden unas interrogantes ¿Para qué sirve la
filosofía? ¿Es necesaria la filosofía?
En primer lugar tratemos de responder a la primera interrogante.” La filosofía
ha cumplido siempre una función social; desde el momento en que contribuye a
una aceptación o rechazo del mundo; o también –como se decía antes-- a dejarlo
como está o transformarlo. La filosofía contribuye a ello al señalar el puesto
del hombre en su relación con el doble ámbito en que discurre la vida humana:
la naturaleza y la sociedad. Esto explica que las clases sociales nunca se
hayan considerado indiferentes o neutrales ante la actividad filosófica. Y ello
es así porque al señalar el modo de instalarse el hombre en esos ámbitos, y su
actitud ante ellos, la filosofía toca directa o indirectamente problemas que
afectan la vida social e incluso la práctica política”.
A
la pregunta de que sí es necesaria la filosofía sólo se podría contestar que es
la única Ciencia general que nos plantea el camino para que el hombre pueda
emanciparse de los prejuicios, las creencias y las actitudes irracionales que
hacen al hombre comportarse como criaturas inocentes ante el mundo que le
rodea. De ahí que la filosofía para pensar el mundo deba cumplir con los
siguientes requisitos...
·
Mantener los ideales, fines o propósitos sin los cuales carecería
de sentido la función práctica, vital que se le asigna a la filosofía.
·
Apoyarse en el fundamento
racional que nos proporcionan las ciencias, pues ninguna transformación del
mundo será posible sobre la base de ilusiones, falacias o supersticiones.
·
Suspender los prejuicios, argumentos de autoridad o sofismas que
tienden a velar o justificar lo que tratamos de transformar.
·
Adoptar una actitud crítica incansable en todas las direcciones:
Como crítica de las ideas dominantes pero también de nuestras propias ideas, y
a su vez, como crítica de la realidad existente.
·
Admitir finalmente él dialogo, la discusión, el intercambio de
razones, lo que significa por tanto, reconocer que no poseemos el monopolio de
la verdad y que estamos abiertos a las razones y a la crítica.
En
conclusión pensar es una de las características esenciales del hombre desde que
aparece en este planeta tierra y tiene
uso de razón. De ahí que debemos de pensar, cuestionar, interrogar,
curiosear y la Universidad y la realidad deben ser su laboratorio.
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