DEFENDAMOS LA FUERZA DE LA
RAZÓN Y NO LA RAZÓN DE LA FUERZA.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
Hoy más que nunca se hace necesario que los universitarios hagamos prevalecer
la fuerza de la razón, practicar la tolerancia política, frente a gobernantes y
funcionarios obcecados, indignos e incapaces de aprender de
las grandes lecciones de la historia.
Los
Universitarios debemos de entender que no podemos construir una nueva sociedad
sobre la base de la irracionalidad, entender de una vez por todas que las ideas
se combaten con ideas, que es la fuerza de la razón y no la imposición de las ideas como vamos a mejora las
condiciones materiales de vida de la población. Estamos conscientes de que en la sociedad como
en la Universidad todavía quedan muchos docentes, estudiantes y trabajadores
que todavía siguen creyendo que la fuerza y no la razón es el método adecuado
para resolver nuestras diferencias ignorando que la mejor manera para resolver
nuestras diferencias es el dialogo.
Sin embargo, vemos como algunos funcionarios
promueven la división entre los estudiantes porque de esa división los mayores
beneficiados son ellos. Por otro lado, los estudiantes no se han dado
cuenta o no quieren entender, que la lucha no se debe dirigir en contra de
los mismos pobres sino en contra de aquellos que nos oprimen que desde sus posiciones clase, fomentan el odio entre los mismos pobres. Ya que en la división está su ganancia.
Nuestra
lucha debe orientarse hacia los opresores, y de todos aquellos que contribuyen
a que las cadenas de la opresión
continúen, como los partidos políticos
que dicen que son defensores de los
intereses del pueblo.
Los
Universitarios debemos de entender que ninguno de nosotros ha sido cortado con la misma tijera ni cosido
con el mismo hilo, por lo tanto, no podemos ni tenemos porque pensar iguales,
pensar que todos debemos uniformarnos con un solo pensamiento es una forma de
actuar irracionalmente y caer en la
lógica del neoliberalismo del
pensamiento único.
Por otro
lado, jóvenes estudiantes, entiendan que mientras ustedes se insultan, golpean
y se atropellan los unos con los otros; los
dizque líderes, viajan en buenos carros, comen en hoteles de cinco
estrellas, viven en grandes residencias, tienen seguridad privada, médicos
privados, salarios jugosos; mientras muchos de ustedes probablemente vienen a
la Universidad solamente con el pasaje.
Esa es la realidad. El día que ustedes unan
sus esfuerzos en un solo puño, brazo con brazo y hombro con hombro haremos la
revolución Universitria por lo menos parecida como la que llevaron a cabo los
estudiantes de La Universidad de Córdova.
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