¿POR QUÉ
ES NECESARIO E IMPORTANTE QUE EL DOCENTE UNIVERSITARIO INVESTIGUE?
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
JUSTIFICACIÓN.
Lo
primero que se tiene que rescatar es el hecho de que los docentes
Universitarios, somos un sector intelectual muy importante para el desarrollo
económico, político, social y cultural del país. Que no somos técnicos de la
educación y por esta razón tenemos la capacidad suficiente para hacer
propuestas de transformación de la sociedad y la educación; fundamentada en nuestra experiencia y conocimiento
científico que hemos venido atesorando a lo largo de los años.
Somos además, profesionales protagonistas
de nuestro devenir histórico, llenos de sueños, aspiraciones, incertidumbre,
temores, pero que a la vez albergamos muchas esperanzas. Pero somos protagonistas porque investigamos, analizamos
y comprendemos la realidad educativa
social e histórica de nuestra sociedad. Nuestro calificativo de intelectuales
sólo viene dado en la medida en que investigamos, en que no repetimos
acríticamente lo que está en los libros, porque cuestionamos las teorías que
nos vienen del extranjero como receta de cocina.
Nuestro
deber ético y moral como educadores
científicos Universitarios es la de
someter a una profunda critica todo sin excepción para luego sacar nuestras conclusiones acerca de los fenómenos sean sociales o
naturales. Pero esa crítica debe ser
fundamentada, pensada, reflexionada, consensada. Es no desvincular jamás la teoría y práctica, es unir la teoría con
la acción y obtener de esa manera la
praxis.
Por otro lado, debemos de poner todos nuestros
mejores esfuerzos e inteligencia para
erradicar de nuestros Centros Educativos llamase (Universidad, Colegio,
escuela etc.,) el fracaso académico, la Xenofobia y la mecanización
de las mentes. Es decir, la robotización de los seres humanos.
La
investigación no sólo nos debe permitir acumular más conocimiento sino ver el mundo de
manera crítica, entenderlo como una diversidad en la que hay multiplicidad de
colores, manera de ser, de pensar, de amar, de disfrutar, de sentir y de convivir. Pero debemos también de prácticar la humildad como lo
planteaba Freire “nadie lo sabe todo pero nadie lo ignora todo” o como lo decía René Descarte “el hombre es
más ignorante que sabio”.
Por
otra parte, hay que destacar que una docencia sin investigación es simplemente
reproducción de la ideológica, es una docencia “light”, sin contenido,
superflua, la investigación debe de ser
el alma, el núcleo de la docencia, pero la docencia con investigación pero sin praxis es vacía y hueca.
El
docente podrá hacer la clase muy dinámica,
bien organizada, hacer excelentes presentaciones en PowerPoint; podrá
utilizar la mejor tecnología de punta pero eso sólo cambia la forma no el
contenido.
La
investigación nos hace más consistentes en nuestros conocimientos pero además,
más humanos, más racionales, más mujeres
y hombres, más comprensivos, hace que nuestro acto educativo sea más amoroso, como
plantea Paulo Freire en su libro Cartas a quién pretende enseñar “ la tarea de
enseñar es una tarea profesional que exige a morosidad, creatividad,
competencia científica, pero rechaza la estrechez cientificista, que exige la
capacidad de luchar por la libertad sin la cual la propia tarea perece” (Paulo
Freire. Cartas a quién pretende enseñar. p.9) entender
que nuestra misión es comprender al estudiante, es erradicar de nuestra practica educativa
cualquier actitud arrogante, prepotente o soberbia. No hacer de los estudiantes
una vasija o una olla a la que hay que llenar como diría Freire, sino una persona critica, pensante y reflexiva. Los docentes debemos de abandonar la
tendencia a considerarnos depositarios
de la verdad absoluta y actuar siempre con humildad y con respeto hacia los
demás.
Asumir
la tarea de enseñar con
responsabilidad y competencia es ir
haciendo camino todos los días, todos ciclos, pues cada día tenemos que
afrontar nuevos retos, nuevos desafíos o
como dijo el gran poeta de origen
español Antonio Machado “caminante no hay camino se hace camino al andar”.
Cada día se aprende algo, de alguien, porque
todos aprendemos de todos, porque cada uno tiene su propia historia, sus
experiencias, sus sueños, sus aspiraciones; no somos cortados con la misma
tijera ni cosidos con el mismo hilo “el enseñar no existe sin el aprender por
lo que el acto de enseñar exige la existencia de quien enseña y de quien
aprende” (Ibid.28). El acto de enseñar del docente no debe limitarse nada más en identificar los errores de los
alumnos sino que debe de proporcionarles
el método de como ellos (alumnos) pueden
ser más eficaces y eficientes en su
proceso de aprendizaje. Parafraseando a
Freire diríamos que el aprendizaje del educador
al educar se verifica en la
medida en que muestra su humildad, es abierto para pensar y repensar sus posiciones; en aceptar nuestros errores, busca involucrarse
en la curiosidad del alumno, preguntas, dudas que probablemente el
maestro no había pensado.
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