domingo, 16 de julio de 2017

¿POR QUÉ ES NECESARIO E IMPORTANTE QUE EL DOCENTE UNIVERSITARIO INVESTIGUE?




¿POR QUÉ  ES NECESARIO E IMPORTANTE QUE EL DOCENTE UNIVERSITARIO INVESTIGUE?

POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA


JUSTIFICACIÓN.
Lo primero que se tiene que rescatar es el hecho de que los docentes Universitarios, somos un sector intelectual muy importante para el desarrollo económico, político, social  y cultural  del país. Que no somos técnicos de la educación  y por esta razón  tenemos la capacidad suficiente para hacer propuestas de transformación de la sociedad y la educación;  fundamentada en nuestra experiencia y conocimiento científico que hemos venido atesorando a lo largo de los años.
 Somos además, profesionales  protagonistas  de nuestro devenir histórico,  llenos de sueños, aspiraciones, incertidumbre,  temores, pero que a la vez albergamos  muchas esperanzas.  Pero somos  protagonistas porque investigamos, analizamos y comprendemos la realidad  educativa social e histórica de nuestra sociedad. Nuestro calificativo de intelectuales sólo viene dado en la medida en que investigamos, en que no repetimos acríticamente lo que está en los libros, porque cuestionamos las teorías que nos vienen del extranjero como receta de cocina.
Nuestro deber  ético y moral como educadores científicos Universitarios es  la de someter a una profunda critica todo sin excepción  para luego sacar nuestras conclusiones  acerca de los fenómenos sean sociales o naturales. Pero esa crítica debe ser  fundamentada, pensada, reflexionada,  consensada. Es no desvincular jamás  la teoría y práctica, es unir la teoría con la acción  y obtener de esa manera la praxis.
 Por otro lado, debemos de poner todos nuestros mejores esfuerzos  e inteligencia para erradicar de nuestros Centros Educativos llamase (Universidad, Colegio, escuela  etc.,)  el fracaso académico, la Xenofobia y la mecanización de las mentes. Es decir, la robotización de los seres humanos.
La investigación no sólo nos  debe permitir  acumular más conocimiento sino ver el mundo de manera crítica, entenderlo como una diversidad en la que hay multiplicidad de colores, manera de ser, de pensar, de amar, de disfrutar, de sentir  y de convivir. Pero debemos   también de prácticar la humildad como lo planteaba Freire “nadie lo sabe todo pero nadie lo ignora todo”  o como lo decía René Descarte “el hombre es más ignorante que sabio”.
Por otra parte, hay que destacar que una docencia sin investigación es simplemente reproducción de la ideológica, es una docencia “light”, sin contenido, superflua,  la investigación debe de ser el alma, el núcleo de la docencia, pero la docencia con   investigación  pero sin praxis es vacía y hueca.
El docente podrá hacer la clase muy dinámica,  bien organizada, hacer excelentes presentaciones en PowerPoint; podrá utilizar la mejor tecnología de punta pero eso sólo cambia la forma no el contenido.
La investigación nos hace más consistentes en nuestros conocimientos pero además, más humanos,  más racionales, más mujeres y hombres, más comprensivos, hace que nuestro acto educativo sea más amoroso, como plantea Paulo Freire en su libro Cartas a quién pretende enseñar “ la tarea de enseñar es una tarea profesional que exige a morosidad, creatividad, competencia científica, pero rechaza la estrechez cientificista, que exige la capacidad  de luchar por la libertad  sin la cual la propia tarea perece” (Paulo Freire. Cartas a quién pretende enseñar. p.9)   entender que  nuestra misión  es comprender al estudiante, es  erradicar de nuestra practica educativa cualquier actitud arrogante, prepotente o soberbia. No hacer de los estudiantes una vasija o una olla a la que hay que llenar como diría Freire,  sino una persona  critica, pensante y reflexiva.  Los docentes debemos de abandonar la tendencia  a considerarnos depositarios de la verdad absoluta y actuar siempre con humildad y con respeto hacia los demás.
Asumir la tarea de enseñar  con responsabilidad  y competencia es ir haciendo camino todos los días, todos ciclos, pues cada día tenemos que afrontar nuevos retos, nuevos desafíos  o como dijo el gran poeta  de origen español Antonio Machado “caminante no hay camino se hace camino al andar”.
 Cada día se aprende algo, de alguien, porque todos aprendemos de todos, porque cada uno tiene su propia historia, sus experiencias, sus sueños, sus aspiraciones; no somos cortados con la misma tijera ni cosidos con el mismo hilo “el enseñar no existe sin el aprender por lo que el acto de enseñar exige la existencia de quien enseña y de quien aprende” (Ibid.28). El acto de enseñar del docente no debe limitarse  nada más en identificar los errores de los alumnos  sino que debe de proporcionarles el método de como ellos (alumnos)  pueden ser más  eficaces y eficientes en su proceso de aprendizaje.   Parafraseando a Freire diríamos que el  aprendizaje  del educador  al educar se verifica  en la medida en que muestra su humildad, es abierto para pensar y repensar  sus posiciones;  en aceptar nuestros  errores, busca  involucrarse  en la curiosidad del alumno, preguntas, dudas que probablemente el maestro no  había pensado.



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