LA UES DEBE
DE PINTARSE DE PUEBLO, NEGRO, ROJO, MULATO, CAMPESINO, EXCLUIDO,
MARGINADO, DESPOSEÍDO, Y
CONVERTIRSE EN VOZ Y LUZ
HACIA EL PUEBLO SALVADOREÑO.
UNA NUEVA
UNIVERSIDAD (DISCURSO IMAGINARIO)
POR: MSc.
JOSÉ ISRAEL VENTURA
Vengo ante ustedes consciente de la enorme
responsabilidad que con lleva el cumplimiento
que de mi deber como ciudadano,
como académico y como profesional de esta máxima casa de estudios, la Universidad de El Salvador.
Comparezco ante la comunidad universitaria sin
compromiso más que el que me señala mi
deseo de servirle a la Universidad y entregarle un poco de lo que ella
me ha dado. He decidido asumir el
compromiso de defender la autonomía de la Universidad hoy porque sé que ella está en peligro, ya que los creadores de diablos y sombras están avanzando con paso firme y en
silencio para imponernos su aparente verdad.
El único interés que me mueve en estos días
es solamente la superación académica y
la realización de los objetivos y fines encarnados en los más altos
valores de la Universidad y la sociedad.
No tengo la pretensión de ocupar cargo alguno ni de volverme famoso, sólo me
atrae el compromiso y el deber de servir antes que ser servido. Pues desde muy pequeño aprendí el arte de servir sin pedir nada a cambio
antes que ser servido.
¿Qué tengo que decirles a los funcionarios
universitarios que recientemente han asumido sus cargos?
Decirles a los Decanos, Vice-decanos, Rector o
vicerrector que su cargo no debe der simplemente un cargo formal para salir en los medios, en la
fotografía y subirlo al Facebook. Asumir un cargo universitario es
comprometerse con la nación, con los descalzos, con los sin camisas, los sin
techos, los marginados, los excluidos con los que padecen la injusticia.
Decirles también que la Universidad es el espacio académico en
donde se aprende ciencia, humanidades, arte, tecnología que habrán de ser
útiles para que la sociedad encare de mejor forma la transformación de la
realidad natural como social. Que promuevan el ejercicio del pensar crítico
fundamentado en la ciencia, que investigue para que se actué con criterio y con
certeza. O como dijo el Ché Guevara en
el discurso que pronunciara con motivo de recibir el doctorado Honoris causa en
la Universidad de las Villas en Cuba: Y, ¿qué tengo que decirle a la
Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba
nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no
sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de
obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el
patrimonio de nadie y pertenece al pueblo.
Decirles que a la Universidad se viene
aprender a respetar, a discrepar ya que es parte del ejercicio democrático;
aprender a disentir y aceptar el disentimiento de los demás con respecto a
nuestras creencias u opiniones. Esa es
en realidad la naturaleza de la Universidad, el examen crítico y la diferencia de criterios, esta es la
energía vital que mueve a la ciencia. Eso es lo que hace grande a la Universidad, lo que la
ennoblece, lo que le da credibilidad.
El oficio de ser Universitario exige como
condición necesaria, el respeto a la libertad responsablemente, la
discrepancia, el debate de las ideas, el dialogo y la búsqueda de consenso,
exige convicción, rigor y defensa inclaudicable de nuestros principios y
valores.
El Universitario y la universitaria necesitan también una alta cuota de humildad
para aceptar nuestras propias limitaciones lo cual se convierte en una
condición imprescindible en nuestro
quehacer académico y docente.
Este discurso nunca se pronunció por falta de
una oportunidad como las muchas que le faltan a miles y miles de salvadoreños y
salvadoreñas que nunca tuvieron la oportunidad ni siquiera de ir a una escuela,
a un colegio mucho menos a la universidad.
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