El ASESINO SIN ROSTRO NI
CÓDIGO GENÉTICO.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
Vivimos en una sociedad en la que desbordan
las mercancías por todas partes y por todos lados o dicho con palabras de Carlos Marx, la
sociedad actual es un arsenal de
mercancías. Sin embargo, en el seno de esa misma sociedad, la que tanto nos deslumbra y nos hace ver un mundo fantástico,
lleno de maravillas, también observamos
toda clase de inequidades que sólo se pueden dar en una sociedad donde impera
la desigualdad y la injusticia. La
deshumanización de la especie
humana y el canibalismo de los de arriba sobre los de
abajo.
Por otro lado, resulta impensable, que en la
actualidad haya muchos países en la que
determinados sectores amasan enormes fortunas mientras que otros países y sectores viven en la más paupérrima pobreza. En esa misma sociedad que los ideólogos
asalariados del capitalismo veneran y
alaban también hay miles de personas que
mueren de hambre segundo a segundo, minuto a minuto.
En los albores de la Ciencia se nos hizo
creer que a medida la Ciencia, la técnica y la tecnología avanzara los
problemas de escases de alimentos se iba poco a poco a ir superando. La Ciencia
nos creó una enorme expectativa y muchos
creímos que ese era la palanca para que la humanidad saliera o superara lo que
Carlos Marx llamó la prehistoria de la
humanidad; que estábamos en camino de dar el salto del reino de la necesidad al
reino de la libertad.
Pero en pleno siglo XXI nos encontramos con
una realidad totalmente diferente. Las fuerzas poderosas del mercado y del
dinero le han tendido una trampa al hombre
y hemos caído fácilmente y nos olvidado ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? y
¿Para dónde vamos? La avaricia, el
egoísmo, nos ha cegado y nos ha
convertido en seres, secos, ruines e indiferentes con nuestra misma especie.
El
hombre ha elevado a una categoría suprasensible el dinero, lo adora como un
Dios todo poderoso y se ha olvidado que los seres humanos somos
más importantes que las cosas. Somos el resultado de un sistema capitalista,
que da asco, que destruye no sólo a la especie humana sino a todas las especies; es un sistema en donde
impera la avaricia, el egoísmo, el terror
y la corrupción y toda especie de vandalismo que desborda los principios
éticos y morales. Como sostiene Jean
Ziegler:
“Vivimos en un orden mundial criminal y
caníbal, donde las pequeñas oligarquías del
capital financiero deciden de forma
legal quién va a morir de hambre y quién no. Por
tanto, estos especuladores financieros deben ser juzgados
y condenados, reeditando una especie de Tribunal de
Núremberg”. (Jean Ziegler. Destrucción Masiva y Geopolítica del hambre)
Según Martín Caparrós, en el año de 1970 se
calculaban unos 90 millones de
desnutridos en todo África. En el 2010, ya suman 400 millones. Pero las tasas
de desnutrición siguen en aumento pues las medidas económicas impuestas por el neoliberalismo a través de
los organismos internacionales (FMI, BM
y OMC) están profundizando cada día más el hambre y la pobreza en el
África.
Uno de los efectos más frecuentes debido a la
desnutrición es la anemia, producida por la falta de hierro: la mitad de
las personas que no consumen suficiente hierro sufren de anemia. En el
África de acuerdo con Caparrós, 1.800 millones
de personas que sufren de las formas más diversas. Las madres, sobre
todo: una de cada cinco muertes maternas se debe a la anemia. En este mismo orden
de ideas el mismo autor señala que medio millón de jóvenes quedan ciegos por
falta de vitamina A.
La
falta de dicha vitamina también hace que muchas personas sean presa fácil de la
malaria o la rubeola, la cual causa la muerte a más 600 mil menores de cinco
años a esta situación Jean Ziegler le llamó el “Hambre invisible”. Según la
Organización mundial de la salud la responsable de la muerte de 800. 000 chicos
cada año se debe a la malnutrición. Pero ¿Quién es el responsable de tan
abominable masacre que nadie se atreve a denunciarlo? Pero ¿Quién es ese asesino que no tiene rostro ni un código genético como
identificarlo? Ese asesino serial no es más que el sistema capitalista. Este
sistema que a su paso destruye todo lo
que encuentra; que todo los transforma
en mercancía, que no le importa la vida humana ni mucho menos las demás especies.
Con justa razón Marx planteó en el tomo I del capital en el capítulo
XXIV sobre el secreto de la llamada acumulación originaria “el capitalismo
viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos sus poros” y es que el capitalismo trae bajo sus
espaldas enormes masacres ya sea por guerras de rapiña, invasiones por la ambición
de recursos ajenos y por inanición.
Según
las últimas estimaciones de la FAO. Indican que la reducción del hambre a nivel
mundial continúa: se calcula que Unos 805
millones de personas están crónicamente subalimentadas en 2012-14, lo que
supone una disminución de más de 100 millones en la última Década, y 209 millones menos que en1990-92.
En el mismo período, la prevalencia de la
subalimentación ha descendido del18, 7 % al 11,3 % a nivel mundial y del 23,4 %
al 13,5 % en los países en desarrollo.
Pese a los progresos globales, persisten
marcadas diferencias entre las regiones. La región de América Latina y el
Caribe ha registrado el mayor progreso general hacia el incremento de la
seguridad alimentaria, mientras que los
avances han sido modestos en el África subsahariana y en Asia occidental,
afectadas por desastres naturales y conflictos.
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