¿DE QUÉ LIBERTAD NOS HABLA EL NEO-LIBERALISMO CAPITALISTA?

POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA

Desde la concepción del neoliberalismo capitalista  se nos habla de libre mercado. Se nos repite hasta la saciedad que el mercado nos brinda oportunidades sobre todo de elegir aquellas mercancías de las que debemos y podemos  disfrutar. Pero su discurso es  falso ya que dan por sentado de que todos ciudadanos  podemos adquirir dichas mercancía. Cuestión que es totalmente inexacta.   Ya que  la gran mayoría no cuenta con salarios  dignos que les permitan darse el lujo de obtenerlas. Por lo tanto, la libertad de elegir es una falacia y por ende se reduce a quién puede, tiene capacidad  y poder adquisitivo. De manera que, su discurso  es vacío e ideológico nada más.

Pero al ser el discurso neoliberal, ideológico tiene una cualidad,  penetra y cala en las conciencias de las personas quienes son manipuladas al momento de comprar dichas mercancías  ya que,  en este caso es la publicidad la que se encarga de crearles un velo que las convierte en un fetiche  en tanto el consumidor ya no trata de cubrir una necesidad sino que lo que ahora busca es una marca reconocida. Entonces cabe hacernos  una pregunta ¿Quién Elige? ¿Cómo elige? en consecuencia no hay libertad de elegir porque es la publicidad la que termina eligiendo.

Es importante, que los consumidores al menos los que pueden o tienen capacidad de compra que le pongan mucha atención al discurso neoliberal pues en dicho  discurso mucho se habla de libertad pero ¿De qué libertad se trata?  Libertad de competir, contra otras empresas sin importar la ética ni la moral,  libertad para explotar, libertad para mentir, libertad para corromper, libertad para manipular etc., La libertad de que nos habla la burguesía es su libertad, es la libertad para aplastar al más débil  y arrebatarle lo poco que tiene.  Es la libertad para manipular las consciencias  de la población, es la libertad para comprar voluntades.

Por otro lado, la libertad de la que nos habla la burguesía es meramente formal, ya que en la realidad,  en la vida práctica quienes determinan las reglas del mercando son los mismo millonarios y no  es el mercado. Como a menudo se nos hace creer.

Otros elemento de la tan cacareada libertad   que nos venden,  hoy ya no somos esclavos,  sino hombres libres y que esa es parte del avance de la democracia  y de la civilización; ejemplo de convivencia armónica  y cultural que nos coloca a nosotros como país ejemplar y civilizado.

 Se nos dice también que somos libres porque no somos esclavos.  De igual manera,  muchos ideólogos del capitalismo nos  decían  durante el conflicto y posconflicto, de que si llegaba el FMLN  (Cuando era revolucionario) al gobierno íbamos a perder las libertades que tanto nos ha costado conquistar y debemos de luchar por conservarlas  y consolidarlas. Pero para el pueblo ¿Cuáles son esas libertades? Libertad de movilización, de desplazamiento, de viajar al mar y llevar unas cinco botellas y algunas chicas, cambiar de empresa para que lo sigan explotando, comer comida chatarra de la que venden los Centros de comida rápida como: Burger King, McDonald, Wendy , ir a ver un partido de futbol a un restaurante. ¿Esa es la libertad para el pueblo?  Y ¿Eso es lo que vamos a perder?

 Por eso es bueno conocer la historia de nuestro país y el mundo;  ya que sí hacemos una comparación entre el esclavo, el siervo y el obrero veremos que las cadenas se mantienen nada más,  que hoy son más sutiles, más sofisticadas,  hoy somos esclavos del consumismo pueril, del celular, del Internet entre otros.

 Hoy somos esclavos de los fetiches creados por el capitalismo, de la pobreza, del hambre, la miseria  y la incomprensión de nosotros mismos. En el esclavismo, el amo era dueño del esclavo y le tenía garantizado una garra de tortilla, en el Feudalismo el siervo estaba vinculado al señor feudal de por vida y tenía su parcela con la que sobre  vivía.

 Pero preguntémonos ¿Cuál es la situación del obrero y la obrera hoy? En el capitalismo el obrero  y la obrera vive una vida angustiada con la amenaza de que tarde o temprano  lo despedirán del trabajo y se verá en una situación precaria ya que no  podrá obtener los mínimos satisfactores para vivir con su familia. De ahí que su vida y la de su familia devienen enajenada.

En este sentido en el capitalismo  como señala Marx, “el hombre se siente libre solamente en sus funciones animales (comer, beber  y procrear, o cuando más en su vivienda  y en el entorno personal) mientras que en sus funciones humanas se ve reducido a la condición de animal. Lo animal se vuelve humano y lo humano animal” (Erick Fromm. Marx y su concepto de hombre. p. 108-109) Entonces nos preguntamos ¿esa es la libertad de la que nos hablan los apologetas del mercado?

 El trabajador como clase carente de medios de producción tiene que permanecer necesariamente vinculado al empresario y tiene que hacer lo que él diga; pues él ha comprado esa mercancía que se llama fuerza de trabajo. De ahí que el trabajador  y trabajadora no son libres  ya que su vida  y la de su familia depende del empresario  o empresaria.

En el capitalismo  el trabajador  y trabajadora no disfruta de su trabajo, porque ese esfuerzo no le pertenece, no se realiza porque vive atormentado, esclavizado, porque vive únicamente para comer, beber  y reproducirse. El trabajo no es el factor que le permita desarrollar sus capacidades, su creatividad, su imaginación; al contrario  cada día el trabajador se empobrece más, pues cada día hay una exacerbada explotación por parte del capitalista. En este devenir el trabajador y la trabajadora ven el trabajo como un castigo, como una desgracia  y  no como un factor específicamente humano. Que debería de ayudarlo para desarrollar todas sus potencialidades morales, espirituales y éticas. De modo que, se puede observar que  el trabajo es una hiperdeshumanización.  Todo lo expuesto niega su libertad,  su capacidad de crear  y descubrir. Con justa razón expresaba Marx en el tomo I del capital en el capítulo XXIV, sobre el secreto de la acumulación originaria de capital. “Con la formación económica social capitalista de acaba la prehistoria humana” ¿De esta libertad es la que nos hablan los capitalistas neoliberales?