EN EL SALVADOR: ¿QUÉ NOS OFRECE
EL SISTEMA CAPITALISTA A LOS POBRES?
La lógica del sistema capitalista es sin lugar a dudas la obtención de la máxima
ganancia al menor costo posible. De ahí
su apuesta es extraer la máxima plusvalía a costa del trabajo ajeno. Factor
que se convierte en una ley inexorable
dentro del modo de producción capitalista. Sin embargo, dentro de la
formación social capitalista no todos las mercancías tiene el mismo valor; sólo
hay una mercancía que es la fuente de toda la riqueza pero que al mismo tiempo
es la fuente de todo la pobreza que hoy existe en toda la órbita mundial. La
Fuerza de trabajo.
El capitalismo que nos explicó Carlos
Marx en su obra cumbre el capital es un capitalismo relativamente diferente en
tanto no existía el desarrollo tecnológico
e informático con el que ahora se
cuenta. No obstante, su esencia sigue siendo la misma, es decir, su carácter
explotador y a cumulador de riqueza. La
razón es muy sencilla las relaciones de producción siguen siendo de explotador
– explotado en la que el dueño de los
medios de producción (burguesía se queda con el excedente) mientras que los trabajadores solamente
reciben la mínima parte de su trabajo.
Esta situación conduce inevitablemente a
la concentración de la riqueza en un extremo
y por otro a la concentración de la pobreza. Cumpliéndose de ese modo la ley que Marx hace tiempo
descubriera en su investigación del
sistema capitalista que culminó con la obra del capital. La ley de la acumulación de capital.
Ahora bien, el capitalismo en su fase
neoliberal y globalizada sufre inevitablemente una crisis estructural que
afecta a todos los cimientos de la civilización actual y es que en su ceno
lleva el germen de la codicia, el afán de poder
y la concentración de la miseria, pobreza, violencia y corrupción.
Por eso Carlos Marx dijo hace muchos años “el capitalismo viene al mundo chorreando sangre y lodo de la cabeza a
los pies” cuando Marx hacía esta
aseveración era porque tras las espaldas del capitalismo se esconde miles de
millones asesinados de diferentes formas; fue el momento de la expropiación de
los medios de producción a los
trabajadores y convertidos posteriormente en asalariados, para ello hubo que
asesinar, secuestrar y atropellar la
dignidad humana.
Hoy en día la cuestión es similar o
peor ya que hoy el mundo se debate en un
torbellino de hambre, miseria, desnutrición, marginación, alienación y pobreza
humana. Para ilustrar esta situación
veamos algunas cifras proporcionadas por organismos internacionales e
institutos de investigación a fines al
mismo sistema capitalista.
Cifras estadísticas que nos indican lo
dramático de la situación mundial y la
incapacidad del sistema capitalista para
resolver el desastre que este sistema está ocasionando material e
espiritualmente a millones de seres
humanos que hoy viven en un estado calamitoso.
Un ejemplo claro, lo tenemos en El
Salvador, según Oxfam Madia Briefing, en un estudio realizado en el año
2015, acerca de la desigualdad determinó
que en el país, 160 millonarios concentran el 87% de la producción nacional,
mientras que la mayoría de la población gana salarios que no logran cubrir los
mínimos vitales”
Sin embargo, los ideólogos del sistema
capitalista nos tratan de vender la idea de que vivimos en el mundo de las
maravillas y por lo tanto no hay que
hacer nada para cambiarlo porque llegó el fin de la historia. Pero cuestión como la mencionada no necesitan
mayores estudios ya que la pobreza en El
Salvador se encuentra a flor de piel, sólo basta con salir tantito a las zonas
marginales y rurales para saber en qué condiciones materiales de vida viven
miles de compatriotas.
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