martes, 20 de septiembre de 2016

EN EL SALVADOR: ¿QUÉ NOS OFRECE EL SISTEMA CAPITALISTA A LOS POBRES?

La lógica del sistema capitalista es  sin lugar a dudas la obtención de la máxima ganancia al menor costo posible.  De ahí su apuesta es extraer la máxima  plusvalía a costa del trabajo ajeno. Factor que  se convierte en una ley inexorable dentro del modo de producción capitalista. Sin embargo, dentro de la formación social capitalista no todos las mercancías tiene el mismo valor; sólo hay una mercancía que es la fuente de toda la riqueza pero que al mismo tiempo es la fuente de todo la pobreza que hoy existe en toda la órbita mundial.  La Fuerza de trabajo.
El capitalismo que nos explicó Carlos Marx en su obra cumbre el capital es un capitalismo relativamente diferente en tanto no existía el desarrollo  tecnológico e informático  con el que ahora se cuenta. No obstante, su esencia sigue siendo la misma, es decir, su carácter explotador y a cumulador de riqueza.  La razón es muy sencilla las relaciones de producción siguen siendo de explotador – explotado en la  que el dueño de los medios de producción (burguesía se queda con el excedente)  mientras que los trabajadores solamente reciben la mínima parte  de su trabajo.
Esta situación conduce inevitablemente a la concentración de la riqueza en un extremo  y por otro a la concentración de la pobreza. Cumpliéndose  de ese modo la ley que Marx hace tiempo descubriera en su investigación del  sistema capitalista que culminó con la obra del capital.  La ley de la acumulación de capital.
Ahora bien, el capitalismo en su fase neoliberal y globalizada sufre inevitablemente una crisis estructural que afecta a todos los cimientos de la civilización actual y es que en su ceno lleva el germen de la codicia, el afán de poder  y la concentración de la miseria, pobreza, violencia  y corrupción. 
Por eso  Carlos Marx  dijo hace muchos años “el capitalismo viene al mundo chorreando sangre y lodo de la cabeza a los pies”   cuando Marx hacía esta aseveración era porque tras las espaldas del capitalismo se esconde miles de millones asesinados de diferentes formas; fue el momento de la expropiación de los medios de producción  a los trabajadores y convertidos posteriormente en asalariados, para ello hubo que asesinar, secuestrar y  atropellar la dignidad humana.
Hoy en día la cuestión es similar o peor  ya que hoy el mundo se debate en un torbellino de hambre, miseria, desnutrición, marginación, alienación y pobreza humana.  Para ilustrar esta situación veamos algunas cifras proporcionadas por organismos internacionales e institutos de investigación   a fines al mismo sistema capitalista.
 Cifras estadísticas que nos indican lo dramático de la situación mundial  y la incapacidad  del sistema capitalista para resolver el desastre que este sistema está ocasionando material e espiritualmente a  millones de seres humanos que hoy viven en un estado calamitoso.
Un ejemplo claro, lo tenemos en El Salvador, según Oxfam Madia Briefing, en un estudio realizado en el año 2015,  acerca de la desigualdad determinó que en el país, 160 millonarios concentran el 87% de la producción nacional, mientras que la mayoría de la población gana salarios que no logran cubrir los mínimos vitales”
Sin embargo, los ideólogos del sistema capitalista nos tratan de vender la idea de que vivimos en el mundo de las maravillas  y por lo tanto no hay que hacer nada para cambiarlo porque llegó el fin de la historia.  Pero cuestión como la mencionada no necesitan mayores estudios ya que la pobreza en  El Salvador se encuentra a flor de piel, sólo basta con salir tantito a las zonas marginales y rurales para saber en qué condiciones materiales de vida viven miles de compatriotas.


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