jueves, 4 de agosto de 2016





ENSEÑAR FILOSOFÍA ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ?
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA

INTRODUCCIÓN.
Hace algunos días me encontré con una mi amiga  con quién estudiamos en la Universidad de El Salvador  y me presentó a su amiga  que le acompañaba. Luego decidimos compartir  un café para celebrar aquel bonito encuentro como viejos amigos y recordar esos preciosos días que se viven en la época de estudiantes.  Su amiga a pesar de que era primera vez que nos  veíamos resultó ser una persona muy simpática  y muy agradable con quién también compartimos.
 Pero la historia no acaba ahí. En lo que me presté a ordenar el café y el pan dejé mi libro en la mesa,  porque sepan ustedes que siempre cargo un libro a donde quiera que voy ya que para mí el libro es el mejor amigo con quien puedo compartir ratos de alegría y de tristeza, porque  siempre tiene un buen consejo para mí. En esa ocasión andaba leyendo un libro de filosofía que se titula “Curso de filosofía de George Pulitzer” un texto que es muy excelente sobre todo para aquellos y aquellas que se inician en la disciplina de la filosofía.
De pronto  de la compañera de mi amiga  nos interrumpió y me dijo que ¿para qué  lees  filosofía?  Pues es  una disciplina que no tiene mayor trascendencia para la  vida de uno pues  es   más  lo que confunde a las personas. Luego me dijo yo leo algo que me va a servir. Que conste ella es profesional, graduada de la Universidad de El Salvador, de una de las carreras que a mi juicio es de las carreras que tienen mucho que ver con la vida, me refiero a la medicina.
En ese preciso  momento se me vinieron  una serie  interrogantes  a mi mente ¿Cómo es posible que la Universidad esté formando profesionales carentes de una concepción filosófica? ¿Qué clase de profesional es aquel o aquella que no tiene una clara concepción  científica del mundo y de la vida? ¿Qué factores están incidiendo para que se formen profesionales acríticos? ¿Por qué existe un rotundo rechazo a la filosofía?
 La respuesta que se me vino a la mente es la siguiente; sin lugar a dudas el sistema educativo ha logrado  deformar nuestro mejor atributo que es pensar, nos ha atrofiado, nos ha mutilado y nos ha transformado en objetos andantes.  Por otro lado, pareciera que dedicarse al quehacer filosófico no sólo es una pérdida de tiempo sino que además, les complica la existencia a las personas. Pero sí buscamos una explicación más profunda en la historia de la filosofía nos daremos cuenta de que a lo largo de historia el quehacer filosófico ha sido visto con cierto desdén  aunque no sólo la filosofía sino las ciencias sociales en su conjunto.
Por ejemplo:
En uno de sus escritos Platón cuenta que Tales de Mileto por ir contemplando las estrellas se fue dentro de un pozo, su sirvienta que lo acompañaba se echó a reír pues según ella su patrón siempre andaba distraído ocupándose de todo tipo de materias abstractas pero que no era capaz de ver siquiera adonde ponía sus pies. Cómo se puede ver esta es la concepción  que por muchos siglos ha prevalecido en los diferentes centros educativos  y es hoy todavía una concepción que está muy arraigada en la sociedad.
Pues vivimos en una sociedad inminentemente pragmática, utilitaria que lo único que  cuenta  es aquello que deja determinada rentabilidad o algún beneficio. Vista la filosofía desde esa concepción la filosofía no tiene nada de importancia para la vida de los seres humanos.
 Claro la filosofía no te ve a enseñar a hacer zapatos, pero te va a explicar porque hoy existen miles y miles de niños y niñas en el mundo que andan descalzos, a pesar de que hoy las fábricas tienen capacidad para producir millones de pares de los mismos.
 De igual manera, la filosofía te va a explicar las condiciones de explotación de aquellos miles de obreros que trabajan en la fábrica por un  mísero salario que no les ayuda a tener una vida digna de s eres humanos. La filosofía te explica por qué la gran mayoría de hombres y mujeres trabajan en el campo y la ciudad casi los  365 días al año y nunca tienen nada; mientras que hay un reducido número de personas que dejaron de trabajar desde hace muchísimos años  y no pasan las penurias de los trabajadores explotados.
No cabe duda de que la filosofía que  se imparte en muchos Centros educativos incluyendo la Universidad de El Salvador, es en la  mayoría de los casos una filosofía especulativa, metafísica, positivista que nada tiene que ver con la realidad que viven las grandes masas empobrecidas. Es una filosofía totalmente alejada de los graves problemas de miseria y pobreza que viven millones de hombres y mujeres en el mundo. A esto agreguémosle que la mayoría que imparte esta materia lo hace de manera libresca y muchas veces  repitiendo los manuales de la Unión Soviética de Stalin.
 De ahí que la finalidad de esta filosofía es ocultar la verdadera realidad que viven los pueblos sobre todo el tercer mundo. Ya que aquí de lo que se trata es dejar las cosas como están y no cuestionar el orden establecido.
Estamos conscientes de que  vivimos en una sociedad capitalista  en el que todo lo que cae en la órbita del sistema se transforma en mercancía  de ahí que la Ciencia, el arte,  la filosofía  y la cultura se convierten en mercancías. En la sociedad de nuestros días todo tiene un valor de uso y un valor de cambio. Partiendo de esas premisas todo profesional sin excepción tiene que tomar una opción:
1.      Dejar el mundo como está
2.      Rechazarlo y contribuir a transformarlo[1]
Sí de acuerdo con la filosofía que como profesional profese  y  que está en correspondencia con sus  intereses y los de su clase entonces la filosofía adecuada será aquella que busca dejar las cosas como están, por lo tanto, la filosofía podría ser el idealismo o cualquiera de sus variantes (positivismo, pragmatismo, estructuralismo  o escepticismo, racionalismo e irracionalismo  etc.).
Pero por el contrario sí  ese mundo real nos indigna, sí la explotación, la dominación y mercantilización nos  angustia y deseamos  cambiarla  por supuesto que se tiene  que optar otra filosofía para poder explicarme el mundo y coadyuvar a su transformación. Entonces ¿Cuál es la filosofía que debo adoptar? dentro de la gama de filosofías que existen tendríamos adoptar aquella que contiene un marco conceptual idóneo para explicar y contribuir a su transformación. Desde luego que la  filosofía apta para asumir dicha empresa es la filosofía marxista de la praxis. En primer lugar porque es la superación de la filosofía dogmática Marxista, la filosofía de manual, porque es la unión de la teoría, la práctica y la acción.
 OBJETIVO DEL ENSAYO.
El propósito  de escribir este  pequeño ensayo  es hacer llegar a las personas de todos los niveles educativos un mensaje que nos permita tener una mejor compresión del mundo y del entorno en donde vivimos.  Mostrar el papel que juega la filosofía y el aporte que esta nos da  para desenmascarar los mecanismos políticos e ideológicos que emplean las clases dominantes para mantener y conservar un sistema de dominación sobre las clases oprimidas.
Las clases dominantes hoy en día utilizan cualquier artimaña mediática   o ideológica para engañar a las grandes mayorías de la población poco o  nada informadas de lo que acontece en el mundo actual. Es aquí donde se cumple la sentencia de Carl Marx:
 “Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas   mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases, sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas que pueden -- y, por su situación social, deben -- constituir la fuerza capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para la lucha[2]
Para esto es necesario que la filosofía sea filosofía de la praxis, que aborde problemas reales que aquejan a nuestro pueblos, que ponga los pies en la tierra y camine por las calles desafiando los obstáculos que vulneran y niegan la vida de las grandes mayorías de nuestros pueblos.
FILOSOFÍA ¿PARA QUÉ?
 A lo largo de la historia la filosofía ha sido entendida desde diversos puntos de vista los cuales han estado arraigados  con los intereses económicos y políticos e ideológicos de las clases dominantes. De ahí durante gran parte de la historia (siglo XVIIl) filosofía fue reducida a servidora de la religión.
 Sin embargo, Gramsci[3], uno de los grandes pensadores de la historia plantea que el término filosofía ha sido empleado de múltiples maneras e incluso Antonio Gramsci llegó a afirmar que todos los hombres somos filósofos. Definición que comparto en gran medida y les voy a explicar porque; la filosofía es algo que está presente en cada ser pensante en primer lugar está presente a) en el lenguaje que cada uno de nosotros manejamos es decir, todos manejamos un conjunto de nociones y de conceptos que expresan de una u otra manera una  determinada realidad y concepción del mundo y no solamente palabras vacías sino llenas de contenido. b)  el sentido común y el buen sentido c) la religión popular y por consiguiente en todo el sistema de creencias de supersticiones, de opiniones y modos de ver y actuar etc. De modo que nadie puede escapar a la filosofía aunque de ello no esté consciente.
De ahí que tiene razón Gramsci al afirmar que todos los hombres somos filósofos. Está diciendo todos somos filósofos en tanto, todos nosotros tenemos un  idioma y cada idioma está formado por conceptos los cuales nos sirven para expresar la realidad circunstante en la cual nos encontramos.
 Es necesario diferenciar por lo tanto, del pensamiento sistemático, elaborado por la Ciencia y la filosofía, pero que su punto de partida siempre es la realidad inmediata o sea el mundo cotidiano o en palabras de Karel Kosick[4] el mundo de la Pseudo Concreción. Es decir, el mundo de las apariencias.
En estos renglones vamos sostener la tesis de que la filosofía es una disciplina científica en tanto que procura comprender la esencia de los diferentes fenómenos de la realidad desde una concepción dialéctica del mundo, en la que el motor del desarrollo de los fenómenos es la contradicción, es decir, la lucha de contrarios.  La filosofía es una actividad humana, una forma de orientar a los hombres para estudiar las causas de los fenómenos y desterrar de una buena vez cualquier vestigio supersticioso y asumir la responsabilidad de la propia conducción de su pensamiento, sus ideas y su propia vida.
Por otra parte, el filósofo francés Michel Onfray  afirma que "La filosofía proporciona medios para dominar nuestro destino, para convertirnos en los actores de nuestra existencia, para liberarnos de miedos inútiles y paralizantes y no abandonarnos, atados de pies y manos, como niños, a los mitos de ayer y hoy".[5]
 Hay que destacar  y decirlo con toda claridad de que las personas que piensan son incomodas, molestan a quienes  han vivido y siguen viviendo  de la mentira, el engaño y la corrupción ya que al hacerse preguntas como "¿por qué la gente muere de hambre en este mundo, si la tierra tiene la capacidad para alimentar a 12 mil millones de seres humanos y apenas somos un poco más de la mitad?" ¿Por qué en el mundo actualmente viven más de 1800 millones de seres humanos en situación de indigencia? ¿Por qué Estados Unidos invirtió en una guerra contra Irak alrededor de tres billones de dólares?  Y  se podrían seguir haciendo más preguntas. Pero trasladémoslos a nuestro país.  Algunos dirán pero ese es un problema de los Estados Unidos visto de manera simplista no tiene importancia para el resto de países atrasados como el nuestro pero podríamos preguntarnos ¿De dónde salen esas cuantiosas sumas de dólares para cubrir los gastos de la guerra? Obviamente del pueblo pero también alguien podría argumentar pero son  impuestos de los americanos norteamericanos; pero en los Estados Unidos viven miles de latinoamericanos y dentro de ellos muchos salvadoreños y salvadoreñas que pagan impuestos. Además, los grandes organismos financieros como el BM, FMI Y la OMC; nos cobran intereses por los préstamos  y ¿Ese dinero de dónde sale? sale del bolsillo de todos nosotros los salvadoreños y salavdoreñas.
¿Por qué hay tanta injusticia y corrupción? ¿Por qué hay unos que tienen tanto y otros tan poco? ¿Por qué nuestro país en muchos departamentos la gente vive en extrema pobreza mientras que un minúsculo grupo vive en la opulencia? ¿Por qué en nuestro país 8 grupos financieros controlan el poder económico, político e ideológico del país? Podemos hacernos otra pregunta ¿Ignoran esta situación los señores que controlan el poder? Claro que no, ellos saben perfectamente lo que está  sucediendo pero sus intereses pesan más que la voluntad de resolver las condiciones de pobreza de las grandes mayorías. Entonces ¿A quién se le  debe decir la verdad? ¿Al servicio de quién debe de estar la filosofía? 
  En las condiciones precarias que viven grandes contingentes de seres humanos los que deberían de saber la verdad es esa población mayoritaria. Es esa población la que necesita poder explicarse de forma racional, crítica y sencilla los fenómenos naturales y sociales, el estado precario, vulnerable de su situación para que a partir de la toma de conciencia de su situación, intenten alternativas que contribuyan a transformar la situación en que viven.
No cabe la menor duda de que en la actualidad estamos librando una guerra de los de arriba contra los de abajo, una guerra sin cuartel en la que  los de arriba tienen todos los medios para combatir a los de abajo. Los de arriba tienen el poder económico y político  y todo tipo de armas para destruir a aquellas grandes masas que no entran dentro su lógica o mejor dicho los que no tienen capacidad de compra de sus mercancías.
La filosofía para que sea autentica y revolucionaria tiene que nacer en el seno de las masas populares pues son ellas las que viven en carne propia la injusticia, la opresión y la miseria. Tiene que ser la unidad de la teoría, la práctica y la acción.
 Por eso decía Marx que la única clase verdadera revolucionaria es el proletariado pero actualizando  el concepto diríamos la clase trabajadora. O como decía José Hernández en su obra “Martín Fierro” “este decía que el fuego es más caliente cuando viene de abajo”.
Como pueden ver la filosofía hace preguntas profundas y difíciles de responder por parte de los que ostentan el poder económico y político de la sociedad. Aquellos que por muchos siglos han vivido de la explotación, el engaño,  la mentira  y que le han sacado provecho a tal grado que la han convertido en un negocio.
Sabemos que los voceros de los que detentan el poder, jamás le van a decir la verdad al pueblo, al contrario siempre se la van a escamotear  o en el mejor de los casos se la van a  disfrazar, maquillar con palabras como “trabajamos por el pueblo” “luchamos por el pueblo” “Consolidemos la democracia”. Por otro lado, lo que a diario leemos y  oímos en la radio, los periódicos y la televisión es simplemente la verdad oficial,  es decir, aquello que ellos quieren que el pueblo se dé cuenta.
No debemos de olvidar que los mejores aliados del poder establecido son los medios de comunicación de masas, la Iglesia y la educación  pues son los aparatos ideológicos de los que se vale el sistema para mantener a las grandes mayorías de la población como dice Martín Heidegger “Vivimos en un estado de interpretados” no pensamos; somos pensados, no hablamos; somos hablados por el sistema, no elegimos, otros eligen por nosotros. o como lo expresó hace varios años Michel Foucault somos "sujetos sujetados", por los medios de comunicación, por el poder político, económico, religioso; por el mercado, por ese fenómeno denominado consumismo; es decir que el sistema económico actual ha mercantilizado absolutamente todo, todo lo que toca lo vuelve mercancía  al servicio siempre de los ricos más ricos.
“Nos crean la necesidad pero al mismo tiempo nos fabrican el producto que calmará nuestro insaciable deseo; es decir que nos fabrican la enfermedad pero también nos venden el antídoto, nos crean el problema (gratuitamente) pero luego nos ofrecen la solución al problema con la única diferencia que a cambio hay que dar dinero; de esta manera el individuo adquiere el estatus de ciudadano rentable de acuerdo a los parámetros de las denominada sociedades modernas, diseñadas por los señores del mercado y las finanzas; patrocinados por organismos de rango internacional, como el Fondo monetario internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, para quienes "es infinitamente más grave violar una regla de comercio internacional que un derecho humano" que han condenado al anonimato a millones de seres humanos considerados no rentables para sus intereses, mutilando el "pienso luego existo" cartesiano y metiendo de contrabando como es la lógica de su accionar el "consumo luego existo" como requisito para entrar en la estadística del sistema.[6]
De aquí que la filosofía necesita salir a la calle, encarnarse y hacerse pueblo para que el pueblo comprenda a la filosofía  y la filosofía comprenda al pueblo y junto contribuyan a transformar la realidad.
En este sentido la filosofía tiene mucho por hacer porque el objetivo, parafraseando a Nietzsche sigue siendo hoy más que nunca "perjudicar la estupidez" que siempre ha sido el enemigo principal y declarado de la razón y de todo intento pensamiento crítico, libertario y autónomo.
En este mismo sentido Guilles Deleuze[7] plantea que  “La filosofía no sirve ni al Estado, ni a la Iglesia, que tiene otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraria a nadie no es filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene éste uso: denunciar la bajeza del pensamiento en todas sus formas.  La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraria a nadie no es filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene éste uso: denunciar la bajeza del pensamiento en todas sus formas.
FUENTES CONSULTADAS.
1.      Adolfo Sánchez Vásquez. Filosofía y Circunstancias. Editorial Átropos, 1997.
2.      Karl Marx. El 18 brumario de Luis Bonaparte. Editorial. Longseller 2010
3.      Antonio Gramsci. El materialismo histórico  y la filosofía de Benedetto Croce. Editorial. Juan Pablo, 1975
4.      Karel Kosick. La dialéctica de lo concreto. Editorial Enlace Grijalbo, 1963
5.      Internet. Wikipedia. Michel Onfray. Antimanual.
6.      Internet. Jaime Araujo Frias. ¿Para qué enseñar filosofía?
7.      Internet. Guilles Deleuze. ¿Para qué sirve la filosofía?







[1] Adolfo Sánchez Vásquez. Filosofía y circunstancias. p.41
[2]   Carl Marx, el 18 Brumario de Luís Bonaparte.  Citado por Lenin en las tres fuentes y tres partes del  Marxismo. P. 6.
[3] Antonio Gramsci.El materialismo histórico y la filosofía de B. croce.p,12
[4] Karel Kosick. La dialéctica de lo concreto. p.25
[5] Michel Onfray. Wikipedia.org.  Antimanual. p. 1
[6] Internet http: // Jaime Araujo Frias.  ¿Para qué enseñar filosofía?
[7] / Internet http: // www.  Gilles deleuze – ¿para qué sirve la filosofía?
















No hay comentarios:

Publicar un comentario