ENSEÑAR
FILOSOFÍA ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ?
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
INTRODUCCIÓN.
Hace algunos días me encontré con una mi
amiga con quién estudiamos en la
Universidad de El Salvador y me presentó
a su amiga que le acompañaba. Luego
decidimos compartir un café para
celebrar aquel bonito encuentro como viejos amigos y recordar esos preciosos
días que se viven en la época de estudiantes.
Su amiga a pesar de que era primera vez que nos veíamos resultó ser una persona muy simpática y muy agradable con quién también
compartimos.
Pero
la historia no acaba ahí. En lo que me presté a ordenar el café y el pan dejé
mi libro en la mesa, porque sepan
ustedes que siempre cargo un libro a donde quiera que voy ya que para mí el
libro es el mejor amigo con quien puedo compartir ratos de alegría y de
tristeza, porque siempre tiene un buen
consejo para mí. En esa ocasión andaba leyendo un libro de filosofía que se
titula “Curso de filosofía de George
Pulitzer” un texto que es muy excelente sobre todo para aquellos y aquellas que
se inician en la disciplina de la filosofía.
De pronto de la compañera de mi amiga nos interrumpió y me dijo que ¿para qué lees filosofía?
Pues es
una disciplina que no tiene mayor trascendencia para la vida de uno pues es más lo
que confunde a las personas. Luego me dijo yo leo algo que me va a servir. Que
conste ella es profesional, graduada de la Universidad de El Salvador, de una
de las carreras que a mi juicio es de las carreras que tienen mucho que ver con
la vida, me refiero a la medicina.
En ese preciso momento se me vinieron una serie
interrogantes a mi mente ¿Cómo es
posible que la Universidad esté formando profesionales carentes de una
concepción filosófica? ¿Qué clase de profesional es aquel o aquella que no
tiene una clara concepción científica
del mundo y de la vida? ¿Qué factores están incidiendo para que se formen
profesionales acríticos? ¿Por qué existe un rotundo rechazo a la filosofía?
La
respuesta que se me vino a la mente es la siguiente; sin lugar a dudas el
sistema educativo ha logrado deformar
nuestro mejor atributo que es pensar, nos ha atrofiado, nos ha mutilado y nos
ha transformado en objetos andantes. Por
otro lado, pareciera que dedicarse al quehacer filosófico no sólo es una
pérdida de tiempo sino que además, les complica la existencia a las personas. Pero
sí buscamos una explicación más profunda en la historia de la filosofía nos
daremos cuenta de que a lo largo de historia el quehacer filosófico ha sido
visto con cierto desdén aunque no sólo
la filosofía sino las ciencias sociales en su conjunto.
Por ejemplo:
En uno de sus escritos Platón cuenta que
Tales de Mileto por ir contemplando las estrellas se fue dentro de un pozo, su
sirvienta que lo acompañaba se echó a reír pues según ella su patrón siempre
andaba distraído ocupándose de todo tipo de materias abstractas pero que no era
capaz de ver siquiera adonde ponía sus pies. Cómo se puede ver esta es la
concepción que por muchos siglos ha
prevalecido en los diferentes centros educativos y es hoy todavía una concepción que está muy
arraigada en la sociedad.
Pues vivimos en una sociedad inminentemente
pragmática, utilitaria que lo único que
cuenta es aquello que deja
determinada rentabilidad o algún beneficio. Vista la filosofía desde esa
concepción la filosofía no tiene nada de importancia para la vida de los seres
humanos.
Claro
la filosofía no te ve a enseñar a hacer zapatos, pero te va a explicar porque
hoy existen miles y miles de niños y niñas en el mundo que andan descalzos, a
pesar de que hoy las fábricas tienen capacidad para producir millones de pares
de los mismos.
De
igual manera, la filosofía te va a explicar las condiciones de explotación de
aquellos miles de obreros que trabajan en la fábrica por un mísero salario que no les ayuda a tener una
vida digna de s eres humanos. La filosofía te explica por qué la gran mayoría de
hombres y mujeres trabajan en el campo y la ciudad casi los 365 días al año y nunca tienen nada; mientras
que hay un reducido número de personas que dejaron de trabajar desde hace
muchísimos años y no pasan las penurias
de los trabajadores explotados.
No cabe duda de que la filosofía que se imparte en muchos Centros educativos
incluyendo la Universidad de El Salvador, es en la mayoría de los casos una filosofía
especulativa, metafísica, positivista que nada tiene que ver con la realidad
que viven las grandes masas empobrecidas. Es una filosofía totalmente alejada
de los graves problemas de miseria y pobreza que viven millones de hombres y
mujeres en el mundo. A esto agreguémosle que la mayoría que imparte esta
materia lo hace de manera libresca y muchas veces repitiendo los manuales de la Unión Soviética
de Stalin.
De ahí
que la finalidad de esta filosofía es ocultar la verdadera realidad que viven
los pueblos sobre todo el tercer mundo. Ya que aquí de lo que se trata es dejar
las cosas como están y no cuestionar el orden establecido.
Estamos conscientes de que vivimos en una sociedad capitalista en el que todo lo que cae en la órbita del
sistema se transforma en mercancía de
ahí que la Ciencia, el arte, la
filosofía y la cultura se convierten en
mercancías. En la sociedad de nuestros días todo tiene un valor de uso y un
valor de cambio. Partiendo de esas premisas todo profesional sin excepción
tiene que tomar una opción:
1.
Dejar el mundo como está
2.
Rechazarlo y contribuir a transformarlo[1]
Sí de acuerdo con la filosofía que como
profesional profese y que está en correspondencia con sus intereses y los de su clase entonces la
filosofía adecuada será aquella que busca dejar las cosas como están, por lo
tanto, la filosofía podría ser el idealismo o cualquiera de sus variantes
(positivismo, pragmatismo, estructuralismo
o escepticismo, racionalismo e irracionalismo etc.).
Pero por el contrario sí ese mundo real nos indigna, sí la
explotación, la dominación y mercantilización nos angustia y deseamos cambiarla
por supuesto que se tiene que
optar otra filosofía para poder explicarme el mundo y coadyuvar a su
transformación. Entonces ¿Cuál es la filosofía que debo adoptar? dentro de la
gama de filosofías que existen tendríamos adoptar aquella que contiene un marco
conceptual idóneo para explicar y contribuir a su transformación. Desde luego
que la filosofía apta para asumir dicha
empresa es la filosofía marxista de la praxis. En primer lugar porque es la
superación de la filosofía dogmática Marxista, la filosofía de manual, porque
es la unión de la teoría, la práctica y la acción.
OBJETIVO
DEL ENSAYO.
El propósito
de escribir este pequeño ensayo es hacer llegar a las personas de todos los
niveles educativos un mensaje que nos permita tener una mejor compresión del
mundo y del entorno en donde vivimos.
Mostrar el papel que juega la filosofía y el aporte que esta nos da para desenmascarar los mecanismos políticos e
ideológicos que emplean las clases dominantes para mantener y conservar un
sistema de dominación sobre las clases oprimidas.
Las clases dominantes hoy en día utilizan
cualquier artimaña mediática o
ideológica para engañar a las grandes mayorías de la población poco o nada informadas de lo que acontece en el
mundo actual. Es aquí donde se cumple la sentencia de Carl Marx:
“Los
hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y
propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas
las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales,
los intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas mientras no comprendan que toda institución
vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de
determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases,
sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas
que pueden -- y, por su situación social, deben -- constituir la fuerza capaz
de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para
la lucha[2]”
Para esto es necesario que la filosofía sea
filosofía de la praxis, que aborde problemas reales que aquejan a nuestro
pueblos, que ponga los pies en la tierra y camine por las calles desafiando los
obstáculos que vulneran y niegan la vida de las grandes mayorías de nuestros
pueblos.
FILOSOFÍA
¿PARA QUÉ?
A lo
largo de la historia la filosofía ha sido entendida desde diversos puntos de
vista los cuales han estado arraigados con los intereses económicos y políticos e
ideológicos de las clases dominantes. De ahí durante gran parte de la historia
(siglo XVIIl) filosofía fue reducida a servidora de la religión.
Sin
embargo, Gramsci[3],
uno de los grandes pensadores de la historia plantea que el término filosofía
ha sido empleado de múltiples maneras e incluso Antonio Gramsci llegó a afirmar
que todos los hombres somos filósofos. Definición que comparto en gran medida y
les voy a explicar porque; la filosofía es algo que está presente en cada ser
pensante en primer lugar está presente a) en el lenguaje que cada uno de
nosotros manejamos es decir, todos manejamos un conjunto de nociones y de
conceptos que expresan de una u otra manera una
determinada realidad y concepción del mundo y no solamente palabras
vacías sino llenas de contenido. b) el
sentido común y el buen sentido c) la religión popular y por consiguiente en
todo el sistema de creencias de supersticiones, de opiniones y modos de ver y
actuar etc. De modo que nadie puede escapar a la filosofía aunque de ello no
esté consciente.
De ahí que tiene razón Gramsci al afirmar que
todos los hombres somos filósofos. Está diciendo todos somos filósofos en
tanto, todos nosotros tenemos un idioma
y cada idioma está formado por conceptos los cuales nos sirven para expresar la
realidad circunstante en la cual nos encontramos.
Es
necesario diferenciar por lo tanto, del pensamiento sistemático, elaborado por
la Ciencia y la filosofía, pero que su punto de partida siempre es la realidad
inmediata o sea el mundo cotidiano o en palabras de Karel Kosick[4]
el mundo de la Pseudo Concreción. Es decir, el mundo de las apariencias.
En estos renglones vamos sostener la tesis de
que la filosofía es una disciplina científica en tanto que procura comprender
la esencia de los diferentes fenómenos de la realidad desde una concepción
dialéctica del mundo, en la que el motor del desarrollo de los fenómenos es la contradicción, es decir, la lucha
de contrarios. La filosofía es una
actividad humana, una forma de orientar a los hombres para estudiar las causas
de los fenómenos y desterrar de una buena vez cualquier vestigio supersticioso
y asumir la responsabilidad de la propia conducción de su pensamiento, sus
ideas y su propia vida.
Por otra parte, el filósofo francés Michel
Onfray afirma que "La filosofía
proporciona medios para dominar nuestro destino, para convertirnos en los
actores de nuestra existencia, para liberarnos de miedos inútiles y paralizantes
y no abandonarnos, atados de pies y manos, como niños, a los mitos de ayer y
hoy".[5]
Hay
que destacar y decirlo con toda claridad
de que las personas que piensan son incomodas, molestan a quienes han vivido y siguen viviendo de la mentira, el engaño y la corrupción ya
que al hacerse preguntas como "¿por qué la gente muere de hambre en este
mundo, si la tierra tiene la capacidad para alimentar a 12 mil millones de
seres humanos y apenas somos un poco más de la mitad?" ¿Por qué en el
mundo actualmente viven más de 1800 millones de seres humanos en situación de
indigencia? ¿Por qué Estados Unidos invirtió en una guerra contra Irak
alrededor de tres billones de dólares? Y se podrían seguir haciendo más preguntas.
Pero trasladémoslos a nuestro país. Algunos
dirán pero ese es un problema de los Estados Unidos visto de manera simplista
no tiene importancia para el resto de países atrasados como el nuestro pero
podríamos preguntarnos ¿De dónde salen esas cuantiosas sumas de dólares para
cubrir los gastos de la guerra? Obviamente del pueblo pero también alguien
podría argumentar pero son impuestos de
los americanos norteamericanos; pero en los Estados Unidos viven miles de
latinoamericanos y dentro de ellos muchos salvadoreños y salvadoreñas que pagan
impuestos. Además, los grandes organismos financieros como el BM, FMI Y la OMC;
nos cobran intereses por los préstamos y
¿Ese dinero de dónde sale? sale del bolsillo de todos nosotros los salvadoreños
y salavdoreñas.
¿Por qué hay tanta injusticia y corrupción?
¿Por qué hay unos que tienen tanto y otros tan poco? ¿Por qué nuestro país en
muchos departamentos la gente vive en extrema pobreza mientras que un minúsculo
grupo vive en la opulencia? ¿Por qué en nuestro país 8 grupos financieros
controlan el poder económico, político e ideológico del país? Podemos hacernos
otra pregunta ¿Ignoran esta situación los señores que controlan el poder? Claro
que no, ellos saben perfectamente lo que está
sucediendo pero sus intereses pesan más que la voluntad de resolver las
condiciones de pobreza de las grandes mayorías. Entonces ¿A quién se le debe decir la verdad? ¿Al servicio de quién
debe de estar la filosofía?
En las condiciones precarias que viven grandes
contingentes de seres humanos los que deberían de saber la verdad es esa
población mayoritaria. Es esa población la que necesita poder explicarse de
forma racional, crítica y sencilla los fenómenos naturales y sociales, el
estado precario, vulnerable de su situación para que a partir de la toma de
conciencia de su situación, intenten alternativas que contribuyan a transformar
la situación en que viven.
No cabe la menor duda de que en la actualidad
estamos librando una guerra de los de arriba contra los de abajo, una guerra
sin cuartel en la que los de arriba
tienen todos los medios para combatir a los de abajo. Los de arriba tienen el
poder económico y político y todo tipo
de armas para destruir a aquellas grandes masas que no entran dentro su lógica
o mejor dicho los que no tienen capacidad de compra de sus mercancías.
La filosofía para que sea autentica y
revolucionaria tiene que nacer en el seno de las masas populares pues son ellas
las que viven en carne propia la injusticia, la opresión y la miseria. Tiene
que ser la unidad de la teoría, la práctica y la acción.
Por
eso decía Marx que la única clase verdadera revolucionaria es el proletariado
pero actualizando el concepto diríamos
la clase trabajadora. O como decía José Hernández en su obra “Martín Fierro” “este
decía que el fuego es más caliente cuando viene de abajo”.
Como pueden ver la filosofía hace preguntas
profundas y difíciles de responder por parte de los que ostentan el poder
económico y político de la sociedad. Aquellos que por muchos siglos han vivido
de la explotación, el engaño, la
mentira y que le han sacado provecho a
tal grado que la han convertido en un negocio.
Sabemos que los voceros de los que detentan
el poder, jamás le van a decir la verdad al pueblo, al contrario siempre se la
van a escamotear o en el mejor de los
casos se la van a disfrazar, maquillar
con palabras como “trabajamos por el pueblo” “luchamos por el pueblo”
“Consolidemos la democracia”. Por otro lado, lo que a diario leemos y oímos en la radio, los periódicos y la
televisión es simplemente la verdad oficial,
es decir, aquello que ellos quieren que el pueblo se dé cuenta.
No debemos de olvidar que los mejores aliados
del poder establecido son los medios de comunicación de masas, la Iglesia y la
educación pues son los aparatos
ideológicos de los que se vale el sistema para mantener a las grandes mayorías
de la población como dice Martín Heidegger “Vivimos en un estado de
interpretados” no pensamos; somos pensados, no hablamos; somos hablados por el
sistema, no elegimos, otros eligen por nosotros. o como lo expresó hace varios
años Michel Foucault somos "sujetos sujetados", por los medios de
comunicación, por el poder político, económico, religioso; por el mercado, por
ese fenómeno denominado consumismo; es decir que el sistema económico actual ha
mercantilizado absolutamente todo, todo lo que toca lo vuelve mercancía al servicio siempre de los ricos más ricos.
“Nos crean
la necesidad pero al mismo tiempo nos fabrican el producto que calmará nuestro
insaciable deseo; es decir que nos fabrican la enfermedad pero también nos
venden el antídoto, nos crean el problema (gratuitamente) pero luego nos
ofrecen la solución al problema con la única diferencia que a cambio hay que
dar dinero; de esta manera el individuo adquiere el estatus de ciudadano
rentable de acuerdo a los parámetros de las denominada sociedades modernas,
diseñadas por los señores del mercado y las finanzas; patrocinados por
organismos de rango internacional, como el Fondo monetario internacional, el
Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, para quienes "es
infinitamente más grave violar una regla de comercio internacional que un
derecho humano" que han condenado al anonimato a millones de seres humanos
considerados no rentables para sus intereses, mutilando el "pienso luego
existo" cartesiano y metiendo de contrabando como es la lógica de su
accionar el "consumo luego existo" como requisito para entrar en la
estadística del sistema.[6]
De aquí que la filosofía necesita salir a la
calle, encarnarse y hacerse pueblo para que el pueblo comprenda a la
filosofía y la filosofía comprenda al
pueblo y junto contribuyan a transformar la realidad.
En este sentido la filosofía tiene mucho por
hacer porque el objetivo, parafraseando a Nietzsche sigue siendo hoy más que
nunca "perjudicar la estupidez" que siempre ha sido el enemigo
principal y declarado de la razón y de todo intento pensamiento crítico,
libertario y autónomo.
En este mismo sentido Guilles Deleuze[7]
plantea que “La filosofía no sirve ni al
Estado, ni a la Iglesia, que tiene otras preocupaciones. No sirve a ningún
poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no
entristece o no contraria a nadie no es filosofía. Sirve para detestar la
estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene éste uso:
denunciar la bajeza del pensamiento en todas sus formas. La filosofía sirve para entristecer. Una
filosofía que no entristece o no contraria a nadie no es filosofía. Sirve para
detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene
éste uso: denunciar la bajeza del pensamiento en todas sus formas.
FUENTES CONSULTADAS.
1.
Adolfo Sánchez Vásquez. Filosofía y Circunstancias. Editorial
Átropos, 1997.
2.
Karl Marx. El 18 brumario de Luis Bonaparte. Editorial. Longseller
2010
3.
Antonio Gramsci. El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce. Editorial.
Juan Pablo, 1975
4.
Karel Kosick. La dialéctica de lo concreto. Editorial Enlace Grijalbo, 1963
5.
Internet. Wikipedia.
Michel Onfray. Antimanual.
6.
Internet. Jaime Araujo Frias. ¿Para qué enseñar filosofía?
7.
Internet. Guilles Deleuze. ¿Para qué sirve la filosofía?
[1]
Adolfo Sánchez Vásquez. Filosofía y circunstancias. p.41
[2] Carl Marx, el 18 Brumario de Luís
Bonaparte. Citado por Lenin en las tres
fuentes y tres partes del Marxismo. P.
6.
[3]
Antonio Gramsci.El materialismo histórico y la filosofía de B. croce.p,12
[4]
Karel Kosick. La dialéctica de lo concreto. p.25
[5] Michel Onfray. Wikipedia.org. Antimanual. p. 1
[6]
Internet http: // Jaime Araujo Frias.
¿Para qué enseñar filosofía?
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