DIALOGO CON
MINERVA.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA:
Hola
Minerva ¿Cómo estás? Dolida verdad, atropellada, vilipendiada, conculcada,
violada, irrespetada, sometida. Tus
hijos te han abandonado, se han olvidado de ti que los cobijasteis en tu seno,
les distes el pan del saber, les abriste los ojos, les distes ternura, amor, les distes una
profesión, se olvidaron también de tu pueblo y se dedicaron a beber de las mieles
que da el poder, se corrompieron, hoy se organizan en tu seno para conspirar
contra ti, hoy planean la corrupción, organizan el chantaje, la mentira y se
presentan como grandes señores, se
comportan como escribas y fariseos, te han prostituido, te han calumniado, han
convertido tú casa en una cloaca apestosa, llena de la más grande ignominia.
Pero déjame decirte, Minerva, que todavía
habemos muchos de tus hijos que te amamos, que estamos infinitamente
agradecidos por todo lo que nos has dado, sabiduría, conocimientos, trabajo, amor. Comprensión, valentía, firmeza
y determinación para estar contigo hoy mañana y siempre.
Es cierto somos pocos pero estamos dispuestos Y con muchos deseos de que vuelvas a brillar,
a rescatar ese eslogan de HACIA LA
LIBERTAD POR LA CULTURA porque hoy déjame decirte eso sólo es letra muerta,
para los discursos de los escribas y fariseos de tu casa.
Sólo te pido un favor Minerva, tu que eres la
diosa de la sabiduría, ayúdanos a convencer aún a los que todavía no están del
todo corrompidos para que juntos volvamos construir tu casa que una vez brilló
con luz propia, que fue un faro de luz para nuestro país, Centroamérica,
Latinoamérica y el mundo.
¿Cómo
dices? ¿Qué los tiempos han cambiado? Desde luego que han cambiados “nosotros
los de ayer ya no somos lo mismo” dijo Pablo Neruda, pero
hay algo que no cambia Minerva, la honestidad, la honradez, la cortesía, el
amor , el respeto, la equidad, los sueños, la pasión por aprender, la razón , ilumina
a tus hijos que van entrando a tu casa, diles que abandonen las cosas fáciles,
que no acepten recompensas, viajes, fiestas, notas fraudulentas, diles que la
mejor manera de ser buen ciudadano es, trabajar con honradez, dedicación,
esfuerzo, siendo uno mismo, amando al pueblo, pero no sólo en el discurso sino
en la práctica.
Has
que esos chicos y chicas que van ingresando sientan el gusto por aprender,
investigar, discutir sus ideas, por saber,
has que denuncien a esos malos hijos que en tu seno hoy planean las
vilezas más grandes y atacan a tus mejores hijos que aún quedan en esta alma
Mater.
No Minerva, a mi no se me ha olvidado, cuando
ingresé al ALMA MATER, tu me vistes, era un pobre chico con muchos sueños pero
que no tenía quien me ayudara, pero como siempre en tu seno ha habido
muchos de tus hijos buenos y algunos de
ellos me ayudaron, pero te prometí que venía a formarme para servir y no a servirme de ti, a aquí me tienes, orgulloso de ti , feliz de
tener una madre, cariñosa, amorosa, sublime, abnegada, por eso aquí estoy
dispuesto a terminar mis años, en esta tú casa con pie firme sin dejarme
corromper ni olvidarte, mucho menos olvidar a tu pueblo.
No
te imaginas, como me duele ver como a tus hijos los corrompe el sistema, los
compra, los ha vuelto pragmáticos, los amaestra para que estén a su servicio,
los hace sentir que son importantes para luego corromperlos y que sean sus máximos defensores; el ALMA
MATER, que es tu casa, la máxima casa en donde, antes prevalecía la
verdad, tiene más fuerza la mentira, el engaño, el chantaje, la trampa, la componenda,
el trinquete, da asco como diría Castellano Moya.
En
tu casa Minerva debería de prevalecer la verdad durante las veinticuatro horas
del día, la honradez, la Ciencia, el conocimiento, el servicio, la sensatez, la
razón, el compromiso con la sociedad y la mesura.
¡Que lastima que no sea así!
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