martes, 26 de julio de 2016




¿QUÉ SE NECESITA PARA HACER INVESTIGACIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR?
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.

Son muchos los que tienen la concepción de que para hacer investigación en la Universidad sólo es necesario, saber y tener voluntad de hacerla, pero en la realidad se requieren además, de esos factores mencionados que son importantes, muchas condiciones sin las cuales resulta sumamente difícil hacer ciencia.  Veamos algunos de esos requisitos de los que habla Mario Bunge, científico argentino radicado en el Canadá.
1.      CONDICIONES BIOLÓGICAS.
 Salud, nutrición, alojamiento, higiene, descanso y cuidados médicos... Una persona desnutrida y enferma no puede estar activa física y mentalmente, ni estar interesado en los problemas científicos; análogamente, un maestro desnutrido no puede transmitir entusiasmo por la investigación. En suma, una condición necesaria para el arranque y mantenimiento de la Ciencia es alcanzar el nivel básico de desarrollo biológico.
2.      CONDICIONES ECONÓMICAS.
 La economía debe poder sostener investigadores científicos de tiempo completo de cuyo trabajo no se espere ningún beneficio económico inmediato. Una economía de subsistencia obliga a cada cual a dedicarse primordialmente a asegurarse la próxima comida, perpetuando así el ciclo infernal miseria-ignorancia-miseria. Si bien es cierto que aún en condiciones económicas duras pueden surgir algunos investigadores científicos, sus esfuerzos serán esporádicos y no ejercerán un impacto decisivo sobre la sociedad. La investigación científica vigorosa requiere continuidad y una masa crítica de la comunidad universitaria.
3.      CONDICIONES POLÍTICAS.
 Paz. La investigación científica necesita un estado de paz interior y exterior. La guerra, particularmente en nuestros días cuando no respeta a la población civil, molesta e incluso interrumpe el trabajo de cada cual, específicamente de aquellos que se dedican a realizar tal labor.
4.      LIBERTAD.
 Libertad para investigar, cuestionar, discutir, aprender y enseñar. Sin libertad de investigación no puede haber trabajo original sostenido: a lo sumo pueden darse esfuerzos esporádicos en las ciencias básicas. Sin libertad de debate no es fácil la audacia innovadora: se preferirá el seguro camino trillado, cuando no la mera repetición del dogma oficial. Y, sin libertad de aprender y enseñar, los jóvenes no aprenden nuevas ideas ni a sopesar críticamente cuanto dato, hipótesis o técnica se le presente. En resumen, la libertad intelectual es indispensable para desarrollar la Ciencia.
5.      CONDICIONES CULTURALES.
 Una cultura dominada totalmente por una cosmovisión ultraterrena inhibe la curiosidad acerca del mundo real así como toda actividad tendiente a cambiarlo.
5.1.  Visión naturalista o al menos tolerancia por ella. Una cultura dominada por supersticiones que pueblan el mundo de fantasmas y misterios favorece la magia y desalienta la búsqueda de explicaciones naturalistas de los hechos.
5.2. Estima por el saber. Una cultura que estime el saber mucho menos que el poder (económico o político), o que la inmortalidad personal, atribuirá poco valor a los intelectuales. Y semejante sistema de valores no alentará a los jóvenes más talentosos y ambiciosos para que estudien ciencias.
5.3. Respeto por la creatividad.
La estima por el saber no es un bien en sí mismo, ya que puede consistir en asimilar una tradición paralizante. El respeto por el saber se torna bueno cuando se refiere a problemas nuevos y empuja a encontrar conocimientos nuevos. Aunque es evidente, conviene agregar que el respeto por la creatividad involucra tolerancia e incluso estímulo a la independencia de juicio y su resultado inevitable, la disidencia. De modo que el respeto por la creatividad está ligado a la libertad intelectual.
5.4. Amor por la naturaleza y la sociedad. Si se siente desprecio por la naturaleza, no se la estudiará; a lo sumo se la explotará, y esto de manera ineficiente por la falta de conocimiento. Otro tanto, ocurre con la sociedad pese a sus deficiencias: quienes odian la vida social recorren caminos o se recluyen en ermitas en lugar de estudiarla por curiosidad o para perfeccionarla.
5.5. Curiosidad. Interés en averiguar cómo es la realidad, mediante un arduo trabajo antes que bebiendo el agua de la sabiduría perenne e instantánea. Por cierto la actitud exploratoria es innata en aves y mamíferos. Pero una cultura estática (tal como la tibetana) o una mala escuela (tal como la que sufren casi todos los niños del mundo) terminan por aplacar la sed de conocimientos. Es más fácil enseñar el dogma y el miedo a cuestionarlo que enseñar la insatisfacción con el estado del actual conocimiento.
5.6. Ambición constructiva: deseo de hacer (no deshacer) grandes cosas, de servir a la humanidad. La humildad es compañera de la pasividad, que se opone a la disposición inquisitiva. (La modestia, o la Conciencia de las propias limitaciones, es otra cosa. Los creadores pueden ser modestos o arrogantes, nunca humildes. Einstein fue tan ambicioso como modesto.).
5.7. Veracidad: deseo de encontrar la verdad y difundirla. Si el valor supremo es el placer o la salvación, la fortuna o la gloria, antes que el conocimiento, entonces se recurrirá con más provecho al engaño (en particular el autoengaño) que a la veracidad.
5.8. Educación. Un nivel adecuado de educación primaria, secundaria y universitaria, tanto, en ciencias y técnicas como en humanidades. Puesto que no hay educación moderna adecuada sin Ciencia, el planeamiento educativo parecería plantear un problema del tipo del problema del huevo y la gallina. Pero no es así: es mucho más fácil formar maestros que investigadores.
5.9. Institucionalización. La enorme complejidad, diversidad y extensión de la Ciencia contemporánea hacen que el investigador aislado sea una figura del pasado. El propio entrenamiento de un científico en los hábitos de investigación se hace insertándolo en una comunidad científica activa. La lectura de libros y revistas, con ser necesarias no basta para formar un científico: también se necesitan el modelo, el correctivo y el estímulo, que sólo el contacto personal puede dar. En síntesis el esfuerzo científico debe institucionalizarse en los centros de investigación y en la enseñanza en la universidad.
Por otra parte, la universidad debe tener claro la política de investigación a seguir, es decir, definir cuáles son las grandes áreas que va a cubrir con la investigación. La falta de una política de investigación ha conducido a que algunos docentes realicen trabajos aislados que no tienen ningún impacto en el proceso de transformación de la sociedad, lo que al mismo tiempo obstaculiza la solución de los problemas que enfrenta la sociedad.
 La universidad debe trazar una política de investigación científica tecnológica acordes con las necesidades del país lo que redundaría como consecuencia en elevar la calidad y la excelencia académica de la que tanto se habla pero que es muy poco lo que se hace por mejorarla.
Ningún docente desconoce las precarias condiciones en las que se desarrollan las actividades académica en la universidad, no digamos investigación científica la cual desde hace muchos años está ausente de las aulas universitarias y lo único que queda es hacer un burdo docentismo que no tiene impacto alguno en la sociedad, solamente la de repetir mecánicamente los contenidos librescos que nos llegan de otros países con un alto desarrollo científico tecnológico.
Es necesario que las autoridades de la universidad y los encargados de la investigación realicen un diagnóstico de los problemas más ingentes que padece la población salvadoreña y no querer estar haciendo remedos de investigación de punta cuando no hemos resuelto ni siquiera los problemas más agudos como son la salud en general, los cuales deberían estar a estas alturas del nuevo milenio resueltos.
 Por ejemplo: (sarampión, enfermedades respiratorias, tuberculosis, diarrea, caries, enfermedades periodóntales, oclusopatías etc.). Pretender realizar otro tipo de investigación en sociedades como la nuestra es actuar de manera irresponsable y de espaldas de la sociedad. Es negar la función que por excelencia le corresponde a la universidad.
Hacer eso es transformar la universidad en un colegio de educación superior. No obstante, para llevarla a cabo dicha misión se necesita más que el discurso ampuloso y populista de las autoridades y más aún se requieren hechos y una concepción clara de la investigación científica como también de universidad.
No basta con discursos grandilocuentes y buenas intenciones, se requiere más presupuesto pero además, mucho pensamiento, es decir, capacidad para trazar líneas claras y precisas en donde todos sepamos hacia donde queremos llegar.
 Se necesitan buenos salarios para los docentes, capacitación, tiempo para investigar, bibliotecas bien equipadas, computadoras que estén a disposición de los docentes, horarios adecuados para que el docente tenga el espacio justo para realizar investigación y dedique todo su esfuerzo a su campo.
Cuando esto suceda entonces las autoridades de universidad tendrán toda la solvencia moral para exigir que los docentes hagan investigación, de lo contrario la universidad seguirá hundida en el atraso y la reproducción del círculo infernal como lo llama Mario Bunge, miseria-ignorancia-miseria.
Por su parte, el gobierno debe de abandonar la política de ahogamiento económico hacia la UES y otorgar el presupuesto suficiente para poder desarrollar la universidad de manera integral. De igual manera, la comunidad universitaria debería plantear una estrategia bien planificada a fin de exigir mejores condiciones para el desarrollo académico y científico de la UES.
Ante tal situación cabe hacernos algunas interrogantes: ¿Se puede hacer investigación científica en la universidad? ¿Qué tipo de investigación habrá que realizar para contribuir a resolver los graves problemas que atraviesa la sociedad? ¿Es ético pretender hacer investigación de gabinete en una sociedad que no ha logrado superar las necesidades más elementales como son alimentación, salud, educación, vivienda y salubridad? ¿Es moral que la universidad esté pretendiendo hacer investigación de punta o tecnológica mientras las clases populares se mueren por falta de atención médica? ¿Tiene lógica que algunas autoridades de algunas facultades exijan a los docentes que hagan investigación científica cuando desde hace muchos años las autoridades de la universidad no le brindan capacitación en las áreas pedagógica mucho menos en el campo de la investigación científica? ¿A dónde está el plan de desarrollo de la universidad? ¿Sí existe porque no lo conocemos los docentes y porque no nos han invitado a participar para dar nuestros aportes?

De algo sí hay que estar conscientes y es que los remedos de investigación que se hacen en algunas Facultades sólo sirven para que los a llegados de las autoridades los promuevan como profesores Universitarios cuatro (PU IV)  y por lo tanto, mejorar sus condiciones salariales.  Pero de ¿De qué le sirve eso a la Universidad de El Salvador?

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