¿QUÉ SE NECESITA PARA HACER INVESTIGACIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE EL
SALVADOR?
POR:
MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
Son muchos los que tienen la
concepción de que para hacer investigación en la Universidad sólo es necesario,
saber y tener voluntad de hacerla, pero en la realidad se requieren además, de
esos factores mencionados que son importantes, muchas condiciones sin las
cuales resulta sumamente difícil hacer ciencia.
Veamos algunos de esos requisitos de los que habla Mario Bunge,
científico argentino radicado en el Canadá.
1.
CONDICIONES
BIOLÓGICAS.
Salud, nutrición, alojamiento, higiene,
descanso y cuidados médicos... Una persona desnutrida y enferma no puede estar
activa física y mentalmente, ni estar interesado en los problemas científicos;
análogamente, un maestro desnutrido no puede transmitir entusiasmo por la
investigación. En suma, una condición necesaria para el arranque y
mantenimiento de la Ciencia es alcanzar el nivel básico de desarrollo
biológico.
2.
CONDICIONES
ECONÓMICAS.
La economía debe poder sostener investigadores
científicos de tiempo completo de cuyo trabajo no se espere ningún beneficio
económico inmediato. Una economía de subsistencia obliga a cada cual a
dedicarse primordialmente a asegurarse la próxima comida, perpetuando así el
ciclo infernal miseria-ignorancia-miseria.
Si bien es cierto que aún en condiciones económicas duras pueden surgir algunos
investigadores científicos, sus esfuerzos serán esporádicos y no ejercerán un
impacto decisivo sobre la sociedad. La investigación científica vigorosa
requiere continuidad y una masa crítica de la comunidad universitaria.
3.
CONDICIONES
POLÍTICAS.
Paz. La investigación científica necesita un
estado de paz interior y exterior. La guerra, particularmente en nuestros días
cuando no respeta a la población civil, molesta e incluso interrumpe el trabajo
de cada cual, específicamente de aquellos que se dedican a realizar tal labor.
4.
LIBERTAD.
Libertad para investigar, cuestionar,
discutir, aprender y enseñar. Sin libertad de investigación no puede haber trabajo
original sostenido: a lo sumo pueden darse esfuerzos esporádicos en las
ciencias básicas. Sin libertad de debate no es fácil la audacia innovadora: se
preferirá el seguro camino trillado, cuando no la mera repetición del dogma
oficial. Y, sin libertad de aprender y enseñar, los jóvenes no aprenden nuevas
ideas ni a sopesar críticamente cuanto dato, hipótesis o técnica se le
presente. En resumen, la libertad intelectual es indispensable para desarrollar
la Ciencia.
5.
CONDICIONES
CULTURALES.
Una cultura dominada totalmente por una
cosmovisión ultraterrena inhibe la curiosidad acerca del mundo real así como
toda actividad tendiente a cambiarlo.
5.1. Visión
naturalista o al menos tolerancia por ella. Una cultura dominada por
supersticiones que pueblan el mundo de fantasmas y misterios favorece la magia
y desalienta la búsqueda de explicaciones naturalistas de los hechos.
5.2. Estima por el saber. Una cultura que estime el saber mucho menos
que el poder (económico o político), o que la inmortalidad personal, atribuirá
poco valor a los intelectuales. Y semejante sistema de valores no alentará a
los jóvenes más talentosos y ambiciosos para que estudien ciencias.
5.3. Respeto por la creatividad.
La estima por el saber no es un
bien en sí mismo, ya que puede consistir en asimilar una tradición paralizante.
El respeto por el saber se torna bueno cuando se refiere a problemas nuevos y
empuja a encontrar conocimientos nuevos. Aunque es evidente, conviene agregar
que el respeto por la creatividad involucra tolerancia e incluso estímulo a la
independencia de juicio y su resultado inevitable, la disidencia. De modo que
el respeto por la creatividad está ligado a la libertad intelectual.
5.4. Amor por la naturaleza y la sociedad. Si se siente desprecio por la
naturaleza, no se la estudiará; a lo sumo se la explotará, y esto de manera
ineficiente por la falta de conocimiento. Otro tanto, ocurre con la sociedad
pese a sus deficiencias: quienes odian la vida social recorren caminos o se
recluyen en ermitas en lugar de estudiarla por curiosidad o para
perfeccionarla.
5.5. Curiosidad. Interés en averiguar cómo es la realidad, mediante un
arduo trabajo antes que bebiendo el agua de la sabiduría perenne e instantánea.
Por cierto la actitud exploratoria es innata en aves y mamíferos. Pero una
cultura estática (tal como la tibetana) o una mala escuela (tal como la que
sufren casi todos los niños del mundo) terminan por aplacar la sed de
conocimientos. Es más fácil enseñar el dogma y el miedo a cuestionarlo que
enseñar la insatisfacción con el estado del actual conocimiento.
5.6. Ambición constructiva: deseo de hacer (no deshacer) grandes cosas,
de servir a la humanidad. La humildad es compañera de la pasividad, que se
opone a la disposición inquisitiva. (La modestia, o la Conciencia de las
propias limitaciones, es otra cosa. Los creadores pueden ser modestos o
arrogantes, nunca humildes. Einstein fue tan ambicioso como modesto.).
5.7.
Veracidad: deseo de
encontrar la verdad y difundirla. Si el valor supremo es el placer o la
salvación, la fortuna o la gloria, antes que el conocimiento, entonces se recurrirá
con más provecho al engaño (en particular el autoengaño) que a la veracidad.
5.8.
Educación. Un nivel
adecuado de educación primaria, secundaria y universitaria, tanto, en ciencias
y técnicas como en humanidades. Puesto que no hay educación moderna adecuada
sin Ciencia, el planeamiento educativo parecería plantear un problema del tipo
del problema del huevo y la gallina. Pero no es así: es mucho más fácil formar
maestros que investigadores.
5.9.
Institucionalización. La enorme
complejidad, diversidad y extensión de la Ciencia contemporánea hacen que el
investigador aislado sea una figura del pasado. El propio entrenamiento de un
científico en los hábitos de investigación se hace insertándolo en una
comunidad científica activa. La lectura de libros y revistas, con ser
necesarias no basta para formar un científico: también se necesitan el modelo,
el correctivo y el estímulo, que sólo el contacto personal puede dar. En
síntesis el esfuerzo científico debe institucionalizarse en los centros de
investigación y en la enseñanza en la universidad.
Por otra parte, la universidad
debe tener claro la política de investigación a seguir, es decir, definir
cuáles son las grandes áreas que va a cubrir con la investigación. La falta de
una política de investigación ha conducido a que algunos docentes realicen
trabajos aislados que no tienen ningún impacto en el proceso de transformación
de la sociedad, lo que al mismo tiempo obstaculiza la solución de los problemas
que enfrenta la sociedad.
La universidad debe trazar una política de
investigación científica tecnológica acordes con las necesidades del país lo
que redundaría como consecuencia en elevar la calidad y la excelencia académica
de la que tanto se habla pero que es muy poco lo que se hace por mejorarla.
Ningún docente desconoce las
precarias condiciones en las que se desarrollan las actividades académica en la
universidad, no digamos investigación científica la cual desde hace muchos años
está ausente de las aulas universitarias y lo único que queda es hacer un burdo
docentismo que no tiene impacto alguno en la sociedad, solamente la de repetir
mecánicamente los contenidos librescos que nos llegan de otros países con un
alto desarrollo científico tecnológico.
Es necesario que las autoridades
de la universidad y los encargados de la investigación realicen un diagnóstico
de los problemas más ingentes que padece la población salvadoreña y no querer
estar haciendo remedos de investigación de punta cuando no hemos resuelto ni
siquiera los problemas más agudos como son la salud en general, los cuales
deberían estar a estas alturas del nuevo milenio resueltos.
Por ejemplo: (sarampión, enfermedades
respiratorias, tuberculosis, diarrea, caries, enfermedades periodóntales,
oclusopatías etc.). Pretender realizar otro tipo de investigación en sociedades
como la nuestra es actuar de manera irresponsable y de espaldas de la sociedad.
Es negar la función que por excelencia le corresponde a la universidad.
Hacer eso es transformar la
universidad en un colegio de educación superior. No obstante, para llevarla a
cabo dicha misión se necesita más que el discurso ampuloso y populista de las
autoridades y más aún se requieren hechos y una concepción clara de la
investigación científica como también de universidad.
No basta con discursos
grandilocuentes y buenas intenciones, se requiere más presupuesto pero además,
mucho pensamiento, es decir, capacidad para trazar líneas claras y precisas en
donde todos sepamos hacia donde queremos llegar.
Se necesitan buenos salarios para los
docentes, capacitación, tiempo para investigar, bibliotecas bien equipadas,
computadoras que estén a disposición de los docentes, horarios adecuados para
que el docente tenga el espacio justo para realizar investigación y dedique
todo su esfuerzo a su campo.
Cuando esto suceda entonces las
autoridades de universidad tendrán toda la solvencia moral para exigir que los
docentes hagan investigación, de lo contrario la universidad seguirá hundida en
el atraso y la reproducción del círculo infernal como lo llama Mario Bunge,
miseria-ignorancia-miseria.
Por su parte, el gobierno debe de
abandonar la política de ahogamiento económico hacia la UES y otorgar el
presupuesto suficiente para poder desarrollar la universidad de manera
integral. De igual manera, la comunidad universitaria debería plantear una
estrategia bien planificada a fin de exigir mejores condiciones para el
desarrollo académico y científico de la UES.
Ante tal situación cabe hacernos
algunas interrogantes: ¿Se puede hacer investigación científica en la
universidad? ¿Qué tipo de investigación habrá que realizar para contribuir a
resolver los graves problemas que atraviesa la sociedad? ¿Es ético pretender
hacer investigación de gabinete en una sociedad que no ha logrado superar las necesidades
más elementales como son alimentación, salud, educación, vivienda y salubridad?
¿Es moral que la universidad esté pretendiendo hacer investigación de punta o
tecnológica mientras las clases populares se mueren por falta de atención
médica? ¿Tiene lógica que algunas autoridades de algunas facultades exijan a
los docentes que hagan investigación científica cuando desde hace muchos años
las autoridades de la universidad no le brindan capacitación en las áreas
pedagógica mucho menos en el campo de la investigación científica? ¿A dónde
está el plan de desarrollo de la universidad? ¿Sí existe porque no lo conocemos
los docentes y porque no nos han invitado a participar para dar nuestros
aportes?
De algo sí hay que estar
conscientes y es que los remedos de investigación que se hacen en algunas
Facultades sólo sirven para que los a llegados de las autoridades los promuevan
como profesores Universitarios cuatro (PU IV)
y por lo tanto, mejorar sus condiciones salariales. Pero de ¿De qué le sirve eso a la Universidad
de El Salvador?
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