jueves, 9 de octubre de 2025



 RESUMEN DEL ENSAYO “LA INDIFERENCIA HUMANA”: LA ENFERMEDAD MORAL DE NUESTRO TIEMPO”

MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.

El ensayo “La indiferencia humana: la enfermedad moral de nuestro tiempo” plantea una profunda reflexión filosófica, ética y educativa sobre la pérdida de sensibilidad moral en la sociedad contemporánea. Parte de una pregunta central: ¿Por qué la especie más inteligente del planeta es capaz de tanta crueldad y egoísmo? A través de una mirada crítica a la historia, la tecnología, la economía y la educación, el autor muestra que la indiferencia no es un accidente individual, sino una enfermedad colectiva producto de un sistema deshumanizado.

Desde la introducción, se establece que la humanidad ha alcanzado un gran desarrollo científico y tecnológico, pero ha fracasado en lo moral y espiritual. Citando a Einstein y Galeano, se advierte que la tecnología ha sobrepasado a la humanidad y que vivimos en “un mundo al revés”. La tesis central sostiene que el progreso sin ética conduce a la decadencia moral y a la indiferencia frente al dolor ajeno.

En la paradoja de la inteligencia humana, se describe cómo la razón, al separarse de la compasión, se transforma en un instrumento de destrucción. Nietzsche, Freud y Fromm coinciden en señalar que el hombre moderno sabe mucho, pero comprende poco; ha conquistado el mundo externo, pero ha perdido su mundo interior. La inteligencia sin amor ni conciencia se vuelve nihilista y peligrosa. La historia de la violencia y el egoísmo colectivo revela que la humanidad ha construido su progreso sobre la sangre y la explotación. Desde los imperios antiguos hasta el capitalismo actual, el poder y la codicia han dominado las relaciones humanas. Citando a Hobbes, Arendt y Marx, se demuestra que la estructura social capitalista fomenta la competencia, la alienación y la deshumanización.

La indiferencia aparece como el síntoma moral más grave de nuestra era. Según Wiesel, “lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia”. El ensayo expone que la sociedad moderna ha normalizado el sufrimiento ajeno: se observan guerras, pobreza y migraciones como si fueran paisajes cotidianos. La educación y los medios contribuyen a esta anestesia emocional, promoviendo la competencia en lugar de la empatía. La indiferencia, por tanto, es una forma silenciosa de violencia.

En “El poder, la codicia y la deshumanización global”, se explica que el capitalismo convierte todo en mercancía, incluso la conciencia. Marx, Chomsky y Bauman son citados para mostrar cómo la lógica del mercado transforma las personas en objetos y la política en instrumento de manipulación. Vivimos en una “modernidad líquida” donde nada es estable y la solidaridad ha sido reemplazada por el egoísmo estructural.

El autor llama a cuestionar la “falsa civilización del siglo XXI”, denunciando el contraste entre el avance tecnológico y la pobreza moral. Freud, Sagan y Byung-Chul Han son invocados para evidenciar que la civilización moderna es una máscara: la humanidad produce máquinas inteligentes, pero seres humanos vacíos. La educación ha sido colonizada por el mercado, reducida a una fábrica de títulos sin conciencia ética.

La tecnología sin ética se presenta como uno de los peligros más grandes. Einstein, Heidegger y Lanier alertan sobre el uso deshumanizado de la inteligencia artificial, la manipulación digital y la vigilancia masiva. La técnica, sin moral, convierte al ser humano en recurso utilitario y en producto de consumo. Se advierte que el conocimiento sin conciencia conduce al suicidio civilizatorio.

Ante este panorama, el ensayo ofrece una salida en la educación y la conciencia como pilares de un nuevo humanismo. Inspirado en Paulo Freire, Kant y Morin, se defiende una educación crítica, ética y solidaria, capaz de formar seres humanos y no simples consumidores. La educación debe liberar, humanizar y sembrar compasión, recuperando la unidad entre razón y sensibilidad.

En “La solidaridad como resistencia ética”, se exalta la solidaridad como antídoto contra la indiferencia. Citando a Martin Luther King, Galeano y el papa Francisco, se afirma que solo la unión y la empatía pueden reconstruir el tejido social. Ser solidario hoy es un acto revolucionario frente al individualismo y la manipulación del poder.

Finalmente, en la reflexión filosófica y la conclusión, se plantea que el sentido de lo humano debe recuperarse desde la conciencia y el amor. El ser humano no se redimirá por la tecnología ni por la riqueza, sino por su capacidad de compadecer, educar y servir. El texto culmina con una reflexión ética inspirada en Al-Khawarizmi: la ética es el valor fundamental del ser humano; sin ella, toda inteligencia pierde su sentido.

El ensayo concluye afirmando que el destino de la humanidad dependerá de su capacidad para reconciliar inteligencia y compasión. Solo cuando la razón se una al amor, la humanidad podrá considerarse verdaderamente civilizada.

 

 

SAN SALVADOR, 9 DE OCTUBRE DE 2025

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