EL PRECIO DE LA VERDAD: CÓMO EL CAPITALISMO CONVIRTIÓ EL CONOCIMIENTO EN MERCANCÍA”
MSc. JOSÉ
ISRAEL VENTURA.
INTRODUCCIÓN
Karl Marx
afirmó que “todo lo que cae en la órbita del capital se convierte en mercancía”
(El Capital, 1867). Esta sentencia resume con precisión la capacidad expansiva
del capitalismo, que no se conforma con dominar los bienes materiales, sino que
avanza sobre las relaciones humanas, las profesiones, la educación y hasta la
producción del conocimiento.
Hoy en día,
resulta evidente que casi nada escapa a esta lógica mercantil. Lo que antes era
vocación o compromiso ético, ahora se mide en términos de salario, rentabilidad
y productividad. Este ensayo busca responder a varias preguntas fundamentales:
¿Qué profesión no se ha transformado en asalariada? ¿Qué actividad no ha sido
absorbida por la lógica mercantil? Y, sobre todo, ¿el conocimiento mismo se ha
transformado en mercancía?
I. EL
CAPITALISMO Y LA LÓGICA DE LA MERCANCÍA
Para Marx,
la mercancía no es solo un objeto con valor de uso (sirve para algo), sino
sobre todo un objeto con valor de cambio (se intercambia en el mercado). En el
capitalismo, este segundo aspecto domina: lo que importa no es tanto la
utilidad, sino la capacidad de generar ganancia.
De ahí que
todo —tiempo, trabajo, creatividad, emociones— pueda convertirse en mercancía.
Ejemplos abundan.
· El tiempo humano se vende en forma de horas laborales o
“freelance”.
· Las relaciones afectivas se convierten en consumo digital
en aplicaciones de citas.
· La intimidad se vende en redes sociales y plataformas de
contenido exclusivo.
· La lógica capitalista es expansiva y totalizante. Como
explica David Harvey (2014), el capital no tolera esferas fuera de su control,
busca transformar todo en valor de intercambio. Así, incluso las áreas más
íntimas de la vida se mercantilizan.
II.
PROFESIONES BAJO EL CAPITALISMO: DEL PRESTIGIO AL SALARIO
En las
sociedades precapitalistas, muchas profesiones se concebían como vocaciones:
el médico era protector de la vida, el maestro un guía de la juventud, el
filósofo un buscador de la verdad. Hoy, bajo el capitalismo, todas esas
actividades se definen por su carácter asalariado.
Medicina: Se
ha convertido en un servicio altamente lucrativo. Las grandes farmacéuticas
priorizan medicamentos rentables sobre aquellos necesarios. El médico, antes
considerado sabio, hoy es empleado de corporaciones o aseguradoras.
Docencia:
Los maestros, pilares de la cultura, enfrentan salarios bajos y condiciones
precarias. La enseñanza se mide por pruebas estandarizadas y no por el
desarrollo integral del estudiante.
Periodismo:
el periodista se ve presionado por las agendas de los dueños de medios y por la
lógica del rating, en lugar de la búsqueda de la verdad.
En palabras
de Marx y Engels (1848), el capitalismo “despoja de su aureola” a las
profesiones y las reduce a la simple condición de asalariados.
III. LA
CIENCIA Y LA TÉCNICA AL SERVICIO DEL CAPITAL
La ciencia,
que debería ser una búsqueda libre de la verdad, está subordinada a los
intereses del mercado. Desde el siglo XIX, el capitalismo absorbió la
investigación científica y la convirtió en motor de la industria.
Hoy, la
dependencia es aún mayor:
Los
laboratorios farmacéuticos deciden qué investigaciones financiar en función de
la rentabilidad. Enfermedades comunes en países pobres apenas reciben atención
porque no generan ganancias.
La
tecnología digital se diseña más para estimular el consumo (redes sociales,
publicidad) que para resolver problemas humanos fundamentales.
La
inteligencia artificial se utiliza prioritariamente para vigilancia, control
laboral y militarización, en lugar de democratizar el conocimiento.
Esto
confirma lo dicho por Marcuse (1964) en El hombre unidimensional: la ciencia y
la técnica en el capitalismo no son neutrales, sino instrumentos de dominación.
IV. ¿EL
CONOCIMIENTO ES UNA MERCANCÍA?
El
conocimiento, que debería ser un patrimonio universal, también ha sido
mercantilizado. Se convierte en producto cuando se vende en:
· Universidades privadas, donde estudiar se convierte en
privilegio de quienes pueden pagar.
· Patentes, que privatizan descubrimientos y limitan el
acceso a medicamentos o tecnologías.
· Editoriales académicas, que cobran cifras elevadas por
artículos producidos en universidades públicas.
Shoshana Zuboff (2019) sostiene que el capitalismo contemporáneo, especialmente el “capitalismo de la vigilancia”, convierte la información y el conocimiento en materia prima para la acumulación. El saber deja de ser un derecho y se convierte en un producto exclusivo, generando desigualdad cognitiva.
V. EDUCACIÓN
Y MERCANTILIZACIÓN
La educación
es quizá el campo donde más se evidencia esta transformación. Aunque la UNESCO
define la educación como derecho humano, en la práctica funciona como
mercancía:
· La educación privada segmenta estudiantes por poder
adquisitivo.
· Las universidades públicas, asfixiadas por la falta de
recursos, muchas veces replican modelos empresariales.
· La lógica de “competencias laborales” reduce la enseñanza
a preparar mano de obra barata.
Paulo Freire
(1970) denunció esta realidad al hablar de la “educación bancaria”: el
estudiante recibe información como depósito, y no como sujeto crítico. Hoy, la
educación globalizada está atrapada entre rankings, acreditaciones y deudas
estudiantiles.
VI.
CONSECUENCIAS ÉTICAS Y SOCIALES
La
mercantilización del conocimiento y las profesiones produce efectos
devastadores:
· Alienación profesional: Los trabajadores intelectuales se
sienten despojados de su esencia, reducidos a asalariados.
· Desigualdad social: Quienes no tienen acceso económico
quedan marginados del conocimiento, lo que reproduce la pobreza.
· Pérdida de valores éticos: la vocación, el servicio y la
solidaridad ceden terreno frente al lucro y la competencia.
· Instrumentalización de la ciencia: la técnica se
convierte en herramienta de dominación más que de liberación.
En síntesis,
el capitalismo erosiona los pilares humanos de la cultura y convierte al
profesional en un engranaje más del sistema productivo.
VII.
RESISTENCIA Y ALTERNATIVAS
Pese a esta
realidad, existen resistencias que muestran que el conocimiento no está
condenado a ser mercancía:
· Movimiento de acceso abierto (Open Access): busca liberar
la investigación científica de las editoriales privadas.
· Software libre: demuestra que la cooperación puede
generar conocimiento colectivo sin fines de lucro.
· Universidades públicas críticas: Aunque presionadas,
siguen defendiendo la educación gratuita y el pensamiento emancipador.
· Movimientos sociales: campesinos, estudiantes y
trabajadores que reivindican la educación y el saber como bienes comunes.
Estos
ejemplos reflejan lo que Hardt y Negri (2000) plantean en Imperio: el
conocimiento, en tanto bien inmaterial y cooperativo, resiste a la
mercantilización completa y abre caminos para la emancipación.
CONCLUSIÓN
Marx estaba
en lo cierto: bajo el capitalismo, todo tiende a convertirse en mercancía.
Profesiones, relaciones, afectos y conocimiento se subordinan a la lógica del
mercado. Lo que antes fue sagrado hoy se mide en salarios, contratos y
rentabilidad.
Sin embargo,
esta tendencia no es definitiva. Existen grietas y resistencias que demuestran
que el conocimiento puede rescatarse como bien común.
La tarea histórica es luchar para que el saber
deje de ser privilegio y se convierta en patrimonio de todos.
REFLEXIÓN
FINAL
El
conocimiento no puede reducirse a mercancía porque es, en esencia, un bien
colectivo. Si se convierte en propiedad privada, condena a millones a la
ignorancia y perpetúa la desigualdad. Pero si se defiende como derecho
universal, se transforma en herramienta de libertad y emancipación.
La pregunta
no es solo “¿Es el conocimiento una mercancía?”, sino “¿qué sociedad queremos
construir con él?”.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS.
1. Freire, P.
(1970). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI.
2.
Habermas, J. (1981). Teoría de la acción comunicativa. Taurus.
3. Hardt, M., & Negri, A. (2000). Imperio.
Paidós.
4. Harvey, D.
(2014). Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo. Akal.
5. Marcuse, H.
(1964). El hombre unidimensional. Ariel.
6. Marx, K.
(1844). Manuscritos económico-filosóficos. Editorial Progreso.
7. Marx, K.
(1867). El capital. Fondo de Cultura Económica.
8. Marx, K.,
& Engels, F. (1848). Manifiesto del Partido Comunista. Ediciones Sociales.
9. Sennett, R.
(2006). La cultura del nuevo capitalismo. Anagrama.
10. Zuboff, S.
(2019). La era del capitalismo de la vigilancia. Paidós.
SAN
SALVADOR, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2025
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