ENSAYO:
“EDUCACIÓN
PREVENTIVA: SEMBRAR VALORES HOY PARA NO LLORAR TRAGEDIAS MAÑANA”
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
INTRODUCCIÓN
Hablar de prevención parece ser un concepto reservado a
la medicina o la odontología. Durante años se ha repetido en las aulas de
ciencias de la salud que la prevención es el camino más efectivo para evitar
enfermedades, sufrimiento y gastos innecesarios. Sin embargo, pese a la
constante repetición de este principio, pocas veces se ha llevado a la
práctica. En las facultades de Odontología y Medicina de la Universidad de El
Salvador, donde ejercí como docente por más de tres décadas, escuché a médicos
y odontólogos repetir con insistencia la importancia de la prevención; aunque
con tristeza observé que no siempre se traducía en políticas sostenidas ni en
cambios de hábitos de la población.
Hoy me surge la pregunta: si se habla de odontología
preventiva y de medicina preventiva, ¿por qué no hablar de una educación
preventiva? ¿No sería esta la base para evitar que generaciones enteras caigan
en la delincuencia, las pandillas, el narcotráfico o la corrupción? ¿No sería
acaso más humano y menos costoso formar ciudadanos con valores, disciplina y
responsabilidad, en lugar de gastar recursos en cárceles, policías y morgues?
La experiencia salvadoreña en los últimos treinta años es
aleccionadora. Dos generaciones fueron perdidas por la inacción del Estado, por
gobiernos que abandonaron su rol y dejaron crecer las pandillas hasta
convertirse en estructuras de terror. En ese contexto, surge hoy una
oportunidad histórica: transformar el paradigma educativo hacia una educación
preventiva, como lo ha planteado el actual gobierno del presidente Nayib Bukele
y la ministra de Educación.
En este ensayo se desarrollará un análisis crítico sobre
la importancia de la educación preventiva, su relación con la disciplina, los
valores y la formación ciudadana, y cómo puede convertirse en el pilar para
evitar que las futuras generaciones repitan los errores del pasado.
1. LA PREVENCIÓN: UN CONCEPTO RELEGADO EN LA EDUCACIÓN
En medicina y odontología, la prevención significa
anticiparse a la enfermedad, evitar su aparición o mitigar sus efectos. En
educación, la prevención debería entenderse como la anticipación a los
problemas sociales que derivan del abandono escolar, la falta de valores o la
descomposición comunitaria. Paulo Freire (2005) señalaba que la educación es un
acto político y liberador: cuando se deja de lado, los pueblos quedan
condenados a la opresión y la marginalidad.
La escuela salvadoreña del pasado, sin embargo, cayó en
la transmisión mecánica de contenidos, olvidando la formación integral del ser
humano. Como advierte Tedesco (2003), sin educación preventiva los sistemas
reproducen desigualdades en lugar de corregirlas.
2. EDUCACIÓN PREVENTIVA: DEFINICIÓN Y ALCANCE
La educación preventiva puede definirse como el conjunto
de procesos pedagógicos destinados a formar en valores, disciplina, respeto,
autocontrol y responsabilidad social, con el fin de evitar conductas de riesgo,
delincuencia y desintegración comunitaria. No se trata de militarizar la
escuela, sino de recuperar principios elementales que históricamente dieron
cohesión a la sociedad: respeto a la autoridad, responsabilidad frente al
estudio y compromiso con la comunidad.
3. EL FRACASO DEL PASADO: GENERACIONES PERDIDAS
Los gobiernos de ARENA y el FMLN abandonaron la educación
preventiva. La escuela se volvió un espacio de desorden, sin disciplina, sin
respeto y sin proyección social. En lugar de formar ciudadanos, se convirtió en
un simple requisito burocrático. Esa negligencia permitió que miles de jóvenes
fueran cooptados por las pandillas, como lo demuestra Cruz (2010) en sus
estudios sobre violencia juvenil en El Salvador.
Perdimos dos generaciones. Miles de jóvenes fueron
asesinados, encarcelados o condenados a una vida de violencia. El costo humano
y económico fue incalculable.
4. LAS MEDIDAS ACTUALES: PREVENCIÓN DESDE LA RAÍZ
El gobierno actual ha impulsado medidas que apuntan a la
educación preventiva: remodelación de escuelas, programas de valores,
disciplina en el aula y recuperación de la autoridad del docente.
Estas acciones han sido criticadas como “militarización”, pero en realidad representan un giro histórico hacia la prevención. Como afirma Narváez (2021), educar en la disciplina es sembrar ciudadanía responsable.
5. VALORES Y DISCIPLINA COMO CIMIENTOS DE LA EDUCACIÓN
PREVENTIVA
Un niño educado en el respeto y en la disciplina no
necesita castigos futuros. La famosa frase atribuida a Pitágoras lo resume
bien: “Educa al niño hoy y no tendrás que castigar al hombre mañana”. La
educación preventiva enseña que la libertad sin límites se convierte en
libertinaje, y que la verdadera ciudadanía requiere orden y compromiso.
6. EDUCACIÓN PREVENTIVA Y DERECHOS HUMANOS
Algunos críticos sostienen que la disciplina atenta
contra la libertad. Sin embargo, la libertad auténtica solo se ejerce en el
marco del respeto mutuo. La educación preventiva no viola derechos; los
fortalece. Enseña a cada estudiante que su dignidad termina donde comienza la
del otro, y que la convivencia social se basa en normas compartidas.
7. PREVENCIÓN Y JUSTICIA SOCIAL
La educación preventiva también tiene un componente de
justicia social. Prevenir la delincuencia desde la escuela significa evitar que
los hijos de los pobres sean los más vulnerables a las pandillas. Como sostiene
Sen (1999), la verdadera libertad se logra cuando las personas tienen oportunidades
reales de desarrollarse.
8. RETOS Y RESISTENCIAS
EL CAMBIO DE PARADIGMA NO ESTÁ EXENTO DE RESISTENCIAS.
EXISTEN SECTORES
Ideológicos que
prefieren mantener un discurso crítico sin proponer alternativas. Hay también
viejos hábitos docentes que rechazan la disciplina por considerarla
“autoritaria”. El reto está en demostrar que la prevención no es represión,
sino cuidado del futuro.
9. UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA PARA EL SALVADOR
El Salvador tiene la posibilidad de construir una generación diferente, basada en valores, disciplina y ciudadanía. No se trata solo de infraestructura escolar o de tecnología, sino de un cambio cultural profundo. Si la educación preventiva se consolida, evitaremos llorar a miles de jóvenes en las cárceles o en las morgues.
CONCLUSIÓN
La educación preventiva no es una moda, es una necesidad
histórica. Así como en medicina se sabe que prevenir es mejor que curar, en
educación debemos asumir que formar en valores y disciplina es mejor que castigar
y encarcelar. El fracaso del pasado no puede repetirse.
REFLEXIÓN FINAL
El momento es ahora. El Salvador no puede esperar más. Si
sembramos prevención en la escuela, cosecharemos ciudadanos libres,
responsables y solidarios. Si descuidamos este deber, condenaremos nuevamente a
nuestros hijos a la violencia y a la muerte. La prevención es el verdadero
rostro de la esperanza.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
1. Cruz, J. M.
(2010). Pandillas y violencia juvenil en El Salvador. FLACSO.
2.
Freire, P.
(2005). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI.
3.
Narváez, R.
(2021). Disciplina escolar y formación ciudadana. Editorial Académica Española.
4.
Sen, A.
(1999). Desarrollo y libertad. Planeta.
5.
Tedesco, J.
C. (2003). Educación y justicia social en América Latina. Fondo de Cultura
Económica.
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