miércoles, 3 de septiembre de 2025

 

ENSAYO:

 “EDUCACIÓN PREVENTIVA: SEMBRAR VALORES HOY PARA NO LLORAR TRAGEDIAS MAÑANA”

POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.

INTRODUCCIÓN

Hablar de prevención parece ser un concepto reservado a la medicina o la odontología. Durante años se ha repetido en las aulas de ciencias de la salud que la prevención es el camino más efectivo para evitar enfermedades, sufrimiento y gastos innecesarios. Sin embargo, pese a la constante repetición de este principio, pocas veces se ha llevado a la práctica. En las facultades de Odontología y Medicina de la Universidad de El Salvador, donde ejercí como docente por más de tres décadas, escuché a médicos y odontólogos repetir con insistencia la importancia de la prevención; aunque con tristeza observé que no siempre se traducía en políticas sostenidas ni en cambios de hábitos de la población.

Hoy me surge la pregunta: si se habla de odontología preventiva y de medicina preventiva, ¿por qué no hablar de una educación preventiva? ¿No sería esta la base para evitar que generaciones enteras caigan en la delincuencia, las pandillas, el narcotráfico o la corrupción? ¿No sería acaso más humano y menos costoso formar ciudadanos con valores, disciplina y responsabilidad, en lugar de gastar recursos en cárceles, policías y morgues?

La experiencia salvadoreña en los últimos treinta años es aleccionadora. Dos generaciones fueron perdidas por la inacción del Estado, por gobiernos que abandonaron su rol y dejaron crecer las pandillas hasta convertirse en estructuras de terror. En ese contexto, surge hoy una oportunidad histórica: transformar el paradigma educativo hacia una educación preventiva, como lo ha planteado el actual gobierno del presidente Nayib Bukele y la ministra de Educación.

En este ensayo se desarrollará un análisis crítico sobre la importancia de la educación preventiva, su relación con la disciplina, los valores y la formación ciudadana, y cómo puede convertirse en el pilar para evitar que las futuras generaciones repitan los errores del pasado.

1. LA PREVENCIÓN: UN CONCEPTO RELEGADO EN LA EDUCACIÓN

En medicina y odontología, la prevención significa anticiparse a la enfermedad, evitar su aparición o mitigar sus efectos. En educación, la prevención debería entenderse como la anticipación a los problemas sociales que derivan del abandono escolar, la falta de valores o la descomposición comunitaria. Paulo Freire (2005) señalaba que la educación es un acto político y liberador: cuando se deja de lado, los pueblos quedan condenados a la opresión y la marginalidad.

La escuela salvadoreña del pasado, sin embargo, cayó en la transmisión mecánica de contenidos, olvidando la formación integral del ser humano. Como advierte Tedesco (2003), sin educación preventiva los sistemas reproducen desigualdades en lugar de corregirlas.

2. EDUCACIÓN PREVENTIVA: DEFINICIÓN Y ALCANCE

La educación preventiva puede definirse como el conjunto de procesos pedagógicos destinados a formar en valores, disciplina, respeto, autocontrol y responsabilidad social, con el fin de evitar conductas de riesgo, delincuencia y desintegración comunitaria. No se trata de militarizar la escuela, sino de recuperar principios elementales que históricamente dieron cohesión a la sociedad: respeto a la autoridad, responsabilidad frente al estudio y compromiso con la comunidad.

3. EL FRACASO DEL PASADO: GENERACIONES PERDIDAS

Los gobiernos de ARENA y el FMLN abandonaron la educación preventiva. La escuela se volvió un espacio de desorden, sin disciplina, sin respeto y sin proyección social. En lugar de formar ciudadanos, se convirtió en un simple requisito burocrático. Esa negligencia permitió que miles de jóvenes fueran cooptados por las pandillas, como lo demuestra Cruz (2010) en sus estudios sobre violencia juvenil en El Salvador.

Perdimos dos generaciones. Miles de jóvenes fueron asesinados, encarcelados o condenados a una vida de violencia. El costo humano y económico fue incalculable.

4. LAS MEDIDAS ACTUALES: PREVENCIÓN DESDE LA RAÍZ

El gobierno actual ha impulsado medidas que apuntan a la educación preventiva: remodelación de escuelas, programas de valores, disciplina en el aula y recuperación de la autoridad del docente.

Estas acciones han sido criticadas como “militarización”, pero en realidad representan un giro histórico hacia la prevención. Como afirma Narváez (2021), educar en la disciplina es sembrar ciudadanía responsable.

5. VALORES Y DISCIPLINA COMO CIMIENTOS DE LA EDUCACIÓN PREVENTIVA

Un niño educado en el respeto y en la disciplina no necesita castigos futuros. La famosa frase atribuida a Pitágoras lo resume bien: “Educa al niño hoy y no tendrás que castigar al hombre mañana”. La educación preventiva enseña que la libertad sin límites se convierte en libertinaje, y que la verdadera ciudadanía requiere orden y compromiso.

6. EDUCACIÓN PREVENTIVA Y DERECHOS HUMANOS

Algunos críticos sostienen que la disciplina atenta contra la libertad. Sin embargo, la libertad auténtica solo se ejerce en el marco del respeto mutuo. La educación preventiva no viola derechos; los fortalece. Enseña a cada estudiante que su dignidad termina donde comienza la del otro, y que la convivencia social se basa en normas compartidas.

7. PREVENCIÓN Y JUSTICIA SOCIAL

La educación preventiva también tiene un componente de justicia social. Prevenir la delincuencia desde la escuela significa evitar que los hijos de los pobres sean los más vulnerables a las pandillas. Como sostiene Sen (1999), la verdadera libertad se logra cuando las personas tienen oportunidades reales de desarrollarse.

8. RETOS Y RESISTENCIAS

EL CAMBIO DE PARADIGMA NO ESTÁ EXENTO DE RESISTENCIAS. EXISTEN SECTORES

 Ideológicos que prefieren mantener un discurso crítico sin proponer alternativas. Hay también viejos hábitos docentes que rechazan la disciplina por considerarla “autoritaria”. El reto está en demostrar que la prevención no es represión, sino cuidado del futuro.

9. UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA PARA EL SALVADOR

El Salvador tiene la posibilidad de construir una generación diferente, basada en valores, disciplina y ciudadanía. No se trata solo de infraestructura escolar o de tecnología, sino de un cambio cultural profundo. Si la educación preventiva se consolida, evitaremos llorar a miles de jóvenes en las cárceles o en las morgues.

CONCLUSIÓN

La educación preventiva no es una moda, es una necesidad histórica. Así como en medicina se sabe que prevenir es mejor que curar, en educación debemos asumir que formar en valores y disciplina es mejor que castigar y encarcelar. El fracaso del pasado no puede repetirse.

REFLEXIÓN FINAL

El momento es ahora. El Salvador no puede esperar más. Si sembramos prevención en la escuela, cosecharemos ciudadanos libres, responsables y solidarios. Si descuidamos este deber, condenaremos nuevamente a nuestros hijos a la violencia y a la muerte. La prevención es el verdadero rostro de la esperanza.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

1.              Cruz, J. M. (2010). Pandillas y violencia juvenil en El Salvador. FLACSO.

2.       Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI.

3.       Narváez, R. (2021). Disciplina escolar y formación ciudadana. Editorial Académica Española.

4.       Sen, A. (1999). Desarrollo y libertad. Planeta.

5.       Tedesco, J. C. (2003). Educación y justicia social en América Latina. Fondo de Cultura Económica.

 

 

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