ME
ADOCTRINASTE PARA UNA GUERRA QUE NO ERA MÍA.
POR: MSC. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
Me
diste un fusil más grande que mis manos,
Me
pusiste un uniforme que pesaba más que mi infancia.
Y con
palabras de fuego.
Me
llenaste la mente de odios ajenos.
Me
adoctrinaste,
Me
robaste los juegos en la calle.
Las
risas en la escuela,
Los
abrazos de mi madre.
Dijiste
que luchaba por un sueño,
Pero
era tu sueño, no el mío.
Dijiste
que defendía la patria.
Pero
era tu ambición la que defendía.
Con
cantos de revolución o himnos de bandera,
Me
enseñaste a matar antes de aprender a vivir.
Fui
carne de cañón en tu tablero de poder,
Y en
cada paso hacia el frente,
Se
moría mi niñez.
Ahora,
desde la tumba sin nombre,
Te
pregunto:
¿Valió
la pena mi sangre?
¿O
solo fui una ficha más?
¿En tu
juego de muerte?
Me
adoctrinaste y me enviaste a morir.
Por
una guerra que no era mía.
Y en
el eco de mis huesos olvidados,
Resuena
la verdad amarga:
Yo
nunca quise pelear.
Yo solo quería vivir.
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