ENSAYO SOBRE LA NEUTRALIDAD POLITICA
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
INTRODUCCIÓN.
El objetivo de este ensayo es desenmascarar esa falsa neutralidad
de algunos, políticos y medios de comunicación que pretenden hacernos creer de
que la mejor manera de vivir en la
sociedad es manteniéndose al margen de los acontecimientos políticos. Es de
vital importancia comprender que por el
hecho de que los hombres somos seres sociales, que vivimos, y nos desarrollamos
dentro de la sociedad organizada políticamente, jamás podemos evadir nuestra
condición.
Por otra parte,
somos seres racionales que participamos directa o indirectamente en la
organización del Estado con la finalidad de que dicho Estado responda cada vez
más a las necesidades e intereses de la gran mayoría de la sociedad o dicho en
otras palabras en la búsqueda del bien común, al menos ese es el ideal. De ahí que, aunque como seres sociales no
podemos volvernos indiferentes a la política, es algo inherente que está con
nosotros desde el momento que nacemos.
¿Por qué? Pues vivimos como decía
Aristóteles en las polis la cual es organizada y administrada por seres
racionales, que persiguen objetivos y se proponen metas. Sin embargo, a lo
largo de la historia se nos hecho creer que los medios de comunicación son neutrales y que su única misión es
informar, entretener y divertir. No
Obstante, su papel va más allá de esas simples funciones pues la máxima
aspiración es reproducir la ideología dominante y salvaguardar los intereses de clase de los
sectores hegemónicos.
Con justa razón
Monseñor Romero decía “es una lástima tener unos medios de comunicación tan
vendidos a las condiciones.
Es lastima no poder confiar en la noticia del periódico o
de la televisión o de la radio porque todo está comprado, está amañado y no se
dice la verdad” esa situación que Monseñor denunciaba en cada homilía los domingos,
aún prevalece en estos tiempos, los medios de comunicación siempre le han
escamoteado la verdad al pueblo, han construido la verdad que ellos han querido
transmitirle al pueblo.
Aunque hoy tenemos
otros medios alternativos que nos presentan otra cara de la moneda. Todo eso ha
ayudado para que el pueblo se quite la venda de sus ojos y luchemos por
construir una sociedad al estilo de nosotros los salvadoreños. También monseñor
tuvo palabras para decirle al pueblo “El pueblo debe ser el artífice de su
propia sociedad. Ustedes tienen que darse la sociedad que ustedes quieren” sus
palabras fueron sabias hoy todos debemos contribuir a construir esa sociedad
que no sea copia de ningún país sino la sociedad construida por todos, que nos
cobije con igualdad de condiciones y posibilidades.
DESARROLLO.
Hace algunos días me encontré con dos amigos con quien
teníamos muchos años de no vernos. Con ellos fuimos compañeros en la Universidad,
cuando iniciábamos la carrera. En esos tiempos ambos nos identificábamos con
los ideales de la “lucha revolucionaria que libraba el movimiento
revolucionario” aunque nunca fuimos militantes, pero guardábamos alguna simpatía
por esa noble causa que se estaba librando.
Con el paso del tiempo perdimos comunicación y fue hasta
en la primera semana de septiembre del presente año (2022), nos encontramos en
un lugar en San Salvador, y conversábamos acerca de la coyuntura política
actual, me expresaban que ellos estaban totalmente decepcionados con el FMLN,
porque había traicionado los ideales por los que muchas personas ofrendaron sus
vidas durante doce años de conflicto.
Uno de ellos me
decía a raíz de esos acontecimientos, de esos sin sabores se había replegado y que hoy mantenía una
posición neutral en la actual coyuntura política. ¿Por qué le preguntaba?
Porque para mí las cosas siguen siendo las mismas. No se ve que esta sociedad
se pueda cambiar. Le expresaba que con
su actitud mucho menos la podíamos cambiar ya que al asumir una posición
neutral le estábamos haciendo el favor a los mismos de siempre, a aquellos que
por años nos engañaron, nos mintieron y nos manipularon. Además, le hacia ver
que con su actitud neutral estaba asumiendo inconscientemente una posición
política nada más que es una política de la pasividad que a los únicos que
beneficia son a los poderes hegemónicos.
Durante el
conflicto se nos hizo creer el FMLN era distinto que ARENA, que verdaderamente
representaba los genuinos intereses de la población mayoritaria, pensábamos que
con la llegada del FMLN al gobierno se iniciaba un proceso de verdadera
transformación del país, que estábamos en la ruta de desmontar esa excesiva
concentración de la riqueza en pocas manos, que estábamos en el camino de
terminar con esos elevados niveles de pobreza, marginación y exclusión social.
Pero pronto nos enteramos de que se trataba de una y la misma cosa, que eran ratas
del mismo piñal y coyotes de la misma loma.
Además, le hacía ver que lo que había hecho el actual
Gobierno en tres años superaba con creces
lo que ARENA-FMLN había hecho en 30 años.
En realidad, fue un encuentro muy bonito y no podíamos
desperdiciarlo en cuestiones políticas. De modo que, nos dedicamos a conversar de lo que cada uno había hecho en
los años pasados. Hablamos de la familia, los hijos y otros asuntos.
Por la noche
cuando la quietud se iba profundizando, me puse a recordar esa platica y
reflexionando sobre la persistencia del fenómeno de la neutralidad que aún en
pleno siglo XXI, todavía sigue vigente, creí que era un fenómeno del pasado,
pero en realidad no. Ahí nace este ensayo que usted hoy está leyendo.
Aunque se sabe que la neutralidad no existe en ninguna de
las actividades que realiza el hombre, ni en la ciencia, el arte, la cultura,
la tecnología, la técnica y mucho menos en política, siempre tenemos que asumir
una posición política y una concepción filosófica del mundo. Recuerdo las
palabras de uno de los mártires de la UCA Segundo Montes escribió un artículo
sobre la supuesta neutralidad de la ciencia que dice “Si nada en la sociedad y
en la vida humana es neutral, sino que es político la ciencia no puede dejar de
serlo” (Segundo Montes. Articulo. La supuesta Neutralidad de la Ciencia.
Publicado en una compilación de artículos sobre sociología General, de
editorial UCA)
Durante mi proceso
de formación académica hubo algunos profesores que nos hablaban de la
neutralidad política e ideológica. No obstante, siempre me quedó la duda en torno a la neutralidad política, pues en
la vida cotidiana, como en la actividad científica, tecnológica o académica nada es neutral.
Siempre he considerado vivimos tiempos complejos en la
que no podemos elegir ser neutral, ya
que muchas cuestiones son demasiadas importantes para dejarlos a la deriva y me
acordé un pasaje que hace muchos años leí en la novela del gran escritor
Italiano Dante Alighieri “la Divina Comedia” en donde de manera muy precisa
plantea que “Los confines más oscuros del infierno están reservados para
aquellos que eligen mantenerse neutrales
en tiempos de crisis moral” (Internet. Dante Alighieri. Edición del traductor:
Manuel Aranda y Sanjuan)
Considero que este pensamiento es aplicable a la crisis
moral y política que vive nuestra sociedad lo cual implica sin lugar a duda la
conveniencia personal de elegir o quedarse nada más viendo que otros deciden por nosotros. Tratando de comprender el mensaje de Dante
considero que se refiere sobre todo a quienes, en momentos y situaciones
difíciles es moralmente irrenunciable tomar
partido, no hacerlo es cobardía moral.
Martín Luther King lo expresó de diáfana claridad” la
historia tendrá que registrar que la mayor tragedia de este periodo de
transición social no fue el estridente clamor de los malos, sino el inconcebible
silencio de los buenos” sostenía que el silencio ante la injusticia y la mentira
nos convierte en cómplice de ellas.
De ahí que se debe de abandonar esas posiciones cómodas y
neutrales y asumir como ciudadanos nuestra responsabilidad ética y moral. De no hacerlo se estaría permitiendo que
aquellos grupos que se hicieron ricos con el sudor de nuestro pueblo vuelvan a
arribar al gobierno y someterlos como lo hicieron durante 30 años. Por su parte
Desmond Tutu, premio Nobel africano en 1884 expuso con mucha claridad “Quién se
declara neutral ante situaciones de
injusticia, en realidad ha elegido el bando del opresor”
En estos tiempos tan crispados políticamente entre la
abstención y el voto nulo no hay diferencias. En este contexto los
ciudadanos tenemos sólo una opción, que es dejar que otros hagan lo que
nosotros debemos hacer y que es un deber
o asumir nuestra responsabilidad como hombres y como ciudadanos responsables de
conducir a buen puerto nuestra sociedad.
Platón en su libro la República planteaba que “el precio
por desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres” de manera
que desentenderse de la política, o abstenerse de votar o solamente de emitir opiniones
y criticas sin asumir nuestra responsabilidad es hacerle el favor a los que
históricamente han espoliado, saqueado y atropellado al pueblo.
Es hacer caso omiso de nuestra memoria histórica. Una historia llena de perjurios, crímenes,
secuestros y asesinatos por los mismos que hoy nos hablan de democracia, de libertad
y de justicia. Por esos mismos que hoy
critican las buenas obras que está realizando el actual gobierno.
El habernos desentendido durante muchos años de la política
nos costó que nos gobernaran los hombres más espurios y corruptos de la
sociedad, es haber dejado la política en manos de hombres y mujeres ruines que
sólo buscaron su propio beneficio, sin importar el sufrimiento de las grandes
mayorías.
La neutralidad política es sin lugar a duda una actitud
increíblemente irresponsable, es una forma de escapismo de la realidad. Ignorar
o ser indiferente ante la política es dejar que los malos hombres y mujeres
tomen las riendas de tu propia vida. O como bien lo apuntaba el filósofo
(Británico Jonathan Wolff. Filosofía política) “Los que deciden quedarse al
margen se encontrarán con que otros han tomado las decisiones por ellos, les
agraden o no. No decir ni hacer nada
equivale a aceptar la situación presente por muy repulsiva que esta sea”
Sin lugar a duda eso fue sencillamente lo que sucedió con
muchos compatriotas que se volvieron indiferentes a los últimos procesos
políticos que se desarrollaron durante 30 años de gobiernos de derecha en El
Salvador.
Hoy nos damos cuenta de que esa indiferencia nos costó,
muchas vidas, mucha sangre y mucha
corrupción de parte de quienes nos gobernaron. Pienso que todos deberíamos estar
enterados de que trata la política, del papel que juegan las instituciones que
a cada instante están tomando decisiones políticas que nos afectan a todos. Como decía Bertolt
Brecht.” El peor analfabeto es el analfabeto político. ÉL no ve, no habla,
no participa en los acontecimientos políticos. El que no sabe el costo de la
vida, el precio del poroto, del pescado, la harina, del alquiler o de los
medicamentos, dependen de las decisiones políticas. . . no sabe que de su
ignorancia nace la prostituta, el menor abandonado, el asaltante y el peor de
los bandidos que es el político corrupto y el lacayo de las empresas nacionales
y multinacionales” (Internet. Bertolt
Brecht. Poemas)
Durante muchos años hemos padecido las decisiones
políticas que los grupos de poder han tomado en contra del pueblo salvadoreño,
en detrimento de los pobres más pobres de este país, pero beneficiando desde
luego a los grandes empresarios y consorcios que se han hecho millonarios con
los impuestos de todos y cada uno de los salvadoreños. Que han evadido el pago
de impuestos, que bien hubiesen servido para aliviar la pobreza, la educación,
la salud, la vivienda y la seguridad del
pueblo salvadoreño.
Considero que todos deberíamos saber cómo es y en que
afecta la política a nuestras vidas, a nuestros hijos, a nuestros padres, a los
productos de la canasta básica, a las mercancías, a la salud, a la seguridad, a
la educación y a la vivienda etc.,
Ante esta situación debemos tener claro quién está en el
horizonte de querer arreglar las cosas y quienes sólo pretenden llegar al
gobierno para servir a sus amos y servirse con la cuchara más grande. En estos
tiempos de crispación política no podemos confiar en una derecha y una
“izquierda” que de sobra han demostrado que son una y la misma cosa.
En la sociedad en la que vivimos y parafraseando a Adolfo Sánchez Vásquez los ciudadanos de hoy tenemos dos posibilidades:
a) Dejar el país como está o como lo dejaron los mismos
de siempre.
b) Unirnos y
contribuir a su transformación y limpiarlo de toda clase de lacras que nos
heredaron.
Sí asumimos la actitud de dejarlo como está implica que
aceptamos el estado de cosas como se han venido sucediendo a lo largo de la historia
y estamos satisfecho con ello. Pero sí rechazamos el estado de cosas por las
que hemos pasado históricamente y que no nos sentimos a gusto con todo ello
entonces asumimos una actitud de cambio y, por lo tanto, no podemos adoptar una
posición neutral. como decía Monseñor
Romero “Hay que cambiar de raíz todo el sistema” porque las causas de la
miseria, la opresión, la exclusión social y la pobreza deben de buscarse en ese
sistema.
Decía también San Romero de América “La causa de todo
nuestro malestar es la oligarquía, ese reducido núcleo de familias al que no les
importa el hambre del pueblo” entonces estamos llamados a contribuir a ese
proceso de transformación de nuestra sociedad.
Para transformar la sociedad se necesita de hombres y
mujeres que asuman el compromiso ineludible de cambiar todo aquello que no
sirve, es decir, aquello que por muchos años nos ha confinado a vivir en un
estado de esclavitud, en donde los grupos de poder, el crimen organizado y los
terroristas nos han mantenido de rodillas.
Para lograr esos cambios obviamente se requiere no solamente de tener conciencia
de ello sino, además, participar de esas
transformaciones que sólo se pueden lograr unidos en una sola unidad
monolítica y abandonando cualquier
actitud indiferencia y de neutralidad.
CONCLUSIÓN
La supuesta neutralidad política no es más que una
posición cómoda que enmascara la complicidad con los poderes que históricamente
han oprimido y explotado a los pueblos. En contextos de crisis social, política
y moral, como el que atraviesa El Salvador, declararse neutral equivale a
renunciar a la responsabilidad ciudadana, a entregar sin resistencia el destino
colectivo a quienes han demostrado su incapacidad y su avidez de poder. La
historia nos ha enseñado, con dolorosas lecciones, que los silencios, las
omisiones y la indiferencia solo benefician a los opresores.
No existe la neutralidad en la política, como tampoco
existe en la ciencia, el arte o la educación. Todo acto humano está cargado de
sentido político, aun cuando se pretenda evadirlo. Por ello, es indispensable
que los ciudadanos de bien asuman su papel en la construcción de una sociedad
más justa, solidaria y equitativa. La neutralidad no es una postura ética; es,
por el contrario, una renuncia a los valores de justicia, verdad y dignidad que
deben guiar nuestras acciones individuales y colectivas.
REFLEXIÓN FINAL
Estamos en un momento histórico en el que ya no basta con
indignarse desde la comodidad de las redes sociales o desde la pasividad del
hogar.
Vivimos “tiempos de definiciones”, en los que cada
ciudadano debe decidir si quiere seguir permitiendo que unos pocos decidan por
todos, o si está dispuesto a involucrarse, a tomar partido por la verdad, la
justicia y el bien común. El país que anhelamos solo será posible si lo
construimos juntos, con conciencia crítica y compromiso activo.
Como decía Monseñor Romero: “El pueblo debe ser el
artífice de su propia historia”. No podemos dejar en manos ajenas lo que nos
corresponde construir. Solo así se abrirá paso una nueva sociedad que no copie
modelos fracasados ni repita los errores del pasado, sino que encarne los
sueños, necesidades y esperanzas del pueblo salvadoreño. En estos tiempos, no
tomar partido es traicionar la posibilidad de un país mejor.
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS.
1.
Equipo Maíz.
La nueva sociedad viene y viene con Prisa.
2.
Aristóteles.
La política. Editorial UCA.
3.
Platón. La
República Editorial UCA.
4.
Segundo
Montes. Articulo. La supuesta Neutralidad de la Ciencia. En Sociología General
editorial UCA.
5.
Dante
Alighieri “la Divina Comedia. Editorial Siglo XXI.
6.
Adolfo
Sánchez Vásquez. Filosofía de las circunstancias. Editorial Mexicanos Unidos.
7.
Internet.
Bertolt Brecht
8.
Internet.
Jonathan Wolff. La filosofia politica.
SAN SALVADOR, 17 DE JULIO DE 2025
ESTE ENSAYO
HA SIDO MEJORADO Y AUMENTADO.
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