DIOS TE SALVE, PATRIA ENSANGRENTADA.
POR: JOSÉ ISRAEL VENTURA.
Dios te salve, patria
ensangrentada,
con las manos abiertas y la
voz quebrada,
te nombramos en medio del
luto y la esperanza,
Porque por tus heridas aún
brota la esperanza.
Tus montes fueron fosas, tus
ríos, testigos,
de traiciones antiguas, de
pactos vendidos.
Mas en tu pecho arde una
llama escondida,
que alumbra el paso de los
que dan la vida.
Por tus heridas seguimos
respirando,
Aunque duela el aire, aunque
cueste el llanto.
Cada cicatriz tuya es un
llamado al alma,
a no rendirse nunca, a
sembrar con calma.
Tus hijos se alzaron con el puño
cerrado,
No por odio, sino por lo
amado.
Por tu amor seguimos
luchando,
Aunque tiemble la tierra y el
miedo esté andando.
Te juramos, patria, no más
silencio.
No más verdugos con rostro de
gobierno.
Que nuestra voz sea clamor y
bandera,
y nuestras manos, fuego que
libera.
Dios te salve, tierra de
sangre y memoria,
Que no se olvide tu nombre,
ni tu historia.
Por ti, seguiremos de pie y
cantando,
Por ti, patria herida,
¡seguimos luchando!
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