EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD
POR: MSc. JOSÈ ISRAEL VENTURA
BREVE INTRODUCCIÓN.
En muchas culturas
del mundo la celebración de la navidad no tiene mayor trascendencia. Mientras
que en otras como la nuestra tiene un profundo significado, pues más allá del
intercambio de regalos, el compartir con los familiares y amigos es una época del
año que tiene un significado espiritual ya que se acerca el nacimiento de un
ser que vino a redimir al hombre de sus innumerables pecados.
Para los que
creemos en ese ser representa un momento para detenerse, reflexionar sobre el
año que termina y prepararse para el que comienza. La Navidad nos invita a
mirar hacia atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza.
DESAARROLLO.
Vivimos en un mundo en donde caminamos demasiado aprisa y
en el que las responsabilidades cotidianas agobian a nuestras vidas. Por lo tanto, la navidad se convierte en ese
espacio de tiempo para un breve respiro, pero no sólo eso sino también para
hacer un alto en el camino y examinar las cosas que durante el año hemos hecho bien
y las que hemos hecho mal. Es como hacernos una evaluación de nuestras acciones
y corregir. Pero, además, es revisar nuestros logros, nuestras metas y seguir
avanzando. Pero, también es expresar nuestra gratitud por las bendiciones recibidas.
LA NAVIDAD COMO UNA PAUSA EN EL CAMINO
La vida moderna nos empuja a un ritmo acelerado que a
menudo deja poco espacio para la introspección, es decir, hacernos un examen psicológico.
La Navidad, sin embargo, nos ofrece la oportunidad de detenernos y reflexionar.
Este "alto en el camino" no solo nos permite descansar físicamente,
sino también reorientarnos emocional y espiritualmente. Durante este tiempo,
podemos preguntarnos: ¿Qué he hecho bien este año? ¿En qué áreas necesito
mejorar?
Hacer esta pausa es vital porque nos ayuda a ser
conscientes de nuestras acciones y decisiones. Nos permite reconocer los
momentos en los que hemos actuado con bondad, generosidad y justicia, así como
identificar las ocasiones en las que hemos fallado o herido a otros. Este
ejercicio de autoevaluación nos prepara para un futuro más consciente y
alineado con nuestros valores.
GRATITUD POR LAS BENDICIONES RECIBIDAS
Una parte esencial de la reflexión navideña es expresar
gratitud. En medio de los retos que cada año trae consigo, siempre hay motivos
para agradecer. Desde la salud hasta las relaciones significativas, pasando por
las pequeñas alegrías cotidianas, la Navidad nos recuerda que Dios está presente
en cada aspecto de nuestra vida.
Agradecer no solo implica reconocer lo positivo, sino
también aceptar las lecciones que los momentos difíciles nos han dejado. Al
hacerlo, cultivamos una actitud de
humildad y fortaleza, recordando que cada experiencia, buena o mala, es
parte de un plan más grande.
La Navidad también es un tiempo para fortalecer nuestra
relación con Dios. Celebramos el nacimiento de Jesucristo, quien vino al mundo
para mostrarnos el camino del amor y la redención. Este es un recordatorio
poderoso de que nunca estamos solos y de que siempre tenemos la oportunidad de
empezar de nuevo.
Dedicar tiempo a la oración y la meditación durante la
Navidad nos ayuda a renovar nuestra fe y encontrar consuelo en la presencia
divina. Es también una oportunidad para comprometernos a vivir de acuerdo con
los valores cristianos en el nuevo año.
CONCLUSIÓN
La Navidad es mucho más que una festividad; es un tiempo
sagrado que nos invita a reflexionar, agradecer y reconectar. En este proceso,
encontramos claridad sobre nuestras prioridades, aprendemos de nuestros errores
y reafirmamos nuestro propósito. Más
allá de los regalos y las celebraciones, lo que realmente importa es el
crecimiento personal y espiritual que podemos alcanzar en este tiempo especial.
REFLEXIÓN FINAL
Al finalizar el año, la Navidad nos recuerda que cada día
es un regalo y una oportunidad para ser mejores. Tomemos este tiempo para mirar
hacia atrás con gratitud, hacia adelante con esperanza y hacia arriba con fe. En
cada paso, Dios está con nosotros, guiándonos y bendiciéndonos. Que esta
Navidad sea un punto de inflexión en nuestras vidas, inspirándonos a vivir con
más amor, compasión y gratitud en el año que viene.
FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO 2025
SAN SALVADOR, 21 DE DICIEMBRE DE 2024
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