sábado, 21 de diciembre de 2024

 

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD

POR: MSc. JOSÈ ISRAEL VENTURA

BREVE INTRODUCCIÓN.

 En muchas culturas del mundo la celebración de la navidad no tiene mayor trascendencia. Mientras que en otras como la nuestra tiene un profundo significado, pues más allá del intercambio de regalos, el compartir con los familiares y amigos es una época del año que tiene un significado espiritual ya que se acerca el nacimiento de un ser que vino a redimir al hombre de sus innumerables pecados.

 Para los que creemos en ese ser representa un momento para detenerse, reflexionar sobre el año que termina y prepararse para el que comienza. La Navidad nos invita a mirar hacia atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza.

DESAARROLLO.

Vivimos en un mundo en donde caminamos demasiado aprisa y en el que las responsabilidades cotidianas agobian a nuestras vidas.  Por lo tanto, la navidad se convierte en ese espacio de tiempo para un breve respiro, pero no sólo eso sino también para hacer un alto en el camino y examinar las cosas que durante el año hemos hecho bien y las que hemos hecho mal. Es como hacernos una evaluación de nuestras acciones y corregir. Pero, además, es revisar nuestros logros, nuestras metas y seguir avanzando. Pero, también es expresar nuestra gratitud por las bendiciones recibidas.  

LA NAVIDAD COMO UNA PAUSA EN EL CAMINO

La vida moderna nos empuja a un ritmo acelerado que a menudo deja poco espacio para la introspección, es decir, hacernos un examen psicológico. La Navidad, sin embargo, nos ofrece la oportunidad de detenernos y reflexionar. Este "alto en el camino" no solo nos permite descansar físicamente, sino también reorientarnos emocional y espiritualmente. Durante este tiempo, podemos preguntarnos: ¿Qué he hecho bien este año? ¿En qué áreas necesito mejorar?

Hacer esta pausa es vital porque nos ayuda a ser conscientes de nuestras acciones y decisiones. Nos permite reconocer los momentos en los que hemos actuado con bondad, generosidad y justicia, así como identificar las ocasiones en las que hemos fallado o herido a otros. Este ejercicio de autoevaluación nos prepara para un futuro más consciente y alineado con nuestros valores.

GRATITUD POR LAS BENDICIONES RECIBIDAS

Una parte esencial de la reflexión navideña es expresar gratitud. En medio de los retos que cada año trae consigo, siempre hay motivos para agradecer. Desde la salud hasta las relaciones significativas, pasando por las pequeñas alegrías cotidianas, la Navidad nos recuerda que Dios está presente en cada aspecto de nuestra vida.

Agradecer no solo implica reconocer lo positivo, sino también aceptar las lecciones que los momentos difíciles nos han dejado. Al hacerlo, cultivamos una actitud de humildad y fortaleza, recordando que cada experiencia, buena o mala, es parte de un plan más grande.

La Navidad también es un tiempo para fortalecer nuestra relación con Dios. Celebramos el nacimiento de Jesucristo, quien vino al mundo para mostrarnos el camino del amor y la redención. Este es un recordatorio poderoso de que nunca estamos solos y de que siempre tenemos la oportunidad de empezar de nuevo.

Dedicar tiempo a la oración y la meditación durante la Navidad nos ayuda a renovar nuestra fe y encontrar consuelo en la presencia divina. Es también una oportunidad para comprometernos a vivir de acuerdo con los valores cristianos en el nuevo año.

CONCLUSIÓN

La Navidad es mucho más que una festividad; es un tiempo sagrado que nos invita a reflexionar, agradecer y reconectar. En este proceso, encontramos claridad sobre nuestras prioridades, aprendemos de nuestros errores y reafirmamos nuestro propósito. Más allá de los regalos y las celebraciones, lo que realmente importa es el crecimiento personal y espiritual que podemos alcanzar en este tiempo especial.

REFLEXIÓN FINAL

Al finalizar el año, la Navidad nos recuerda que cada día es un regalo y una oportunidad para ser mejores. Tomemos este tiempo para mirar hacia atrás con gratitud, hacia adelante con esperanza y hacia arriba con fe. En cada paso, Dios está con nosotros, guiándonos y bendiciéndonos. Que esta Navidad sea un punto de inflexión en nuestras vidas, inspirándonos a vivir con más amor, compasión y gratitud en el año que viene.

 

FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO 2025

SAN SALVADOR, 21 DE DICIEMBRE DE 2024

 

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