EL FRACASO DE LA EDUCACIÓN ES
EL FRACASO DE LA SOCIEDAD. POR:
MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
INTRODUCCIÓN.
En
este breve artículo se sostiene la tesis de que el fracaso de la educación es
el fracaso de la sociedad. Ya que la
sociedad es la que recibe esos productos y por lo tanto, la sociedad no puede funcionar bien sí la educación que
se le proporciona al pueblo es
simplemente un burda instrucción que mutila, castra el desarrollo de las habilidades, aptitudes, destrezas y deforma la conciencia.
Es
por lo tanto, una educación que sirve solamente para la reproducción de las estructuras injustas del sistema pero no
para lograr su propia liberación. Es una educación
para la sumisión, para el miedo y para la resignación ante los atropellos de las clases dominantes. Es una educación
para la adaptación al régimen
de opresión y la aceptación de las inequidades que genera el sistema capitalista.
DESARROLLO.
Año
con año las autoridades de educación
dan a conocer a la población nacional los éxitos y los fracasos del sistema
educativo. Sus resultados nos
sorprenden. Pero sorprende más aun la gran alharaca que los
medios de comunicación, las organizaciones sociales gubernamentales y privadas hacen
del fenómeno.
Sin
lugar a duda hay suficiente razón para que haya preocupación en todos los ámbitos de la vida nacional. Empero, concentrar la mayor atención a
observar las frías cifras numéricas que publican los medios y sacar de ello la brillante conclusión de que la educación en nuestro país es un fracaso es no hacer un análisis
serio, objetivo y científico de las causas del verdadero
fracaso de la educación del país.
Creer
que a partir de los datos que brinda el Ministerio de Educación cada año a la población
se puede explicar el fracaso del sistema educativo es una falacia que solamente busca mediatizar una realidad
que palpamos todos los días cada uno
de los salvadoreños y salvadoreñas.
Ahora
bien, sí los resultados se miden desde la concepción cuantitativa, es
decir, a partir de números la
situación es alarmante pero aún no tanto, ya que las pruebas objetivas
(de memoria) como se les suele llamar no reflejan
a cabalidad el deterioro actual
del sistema educativo en su real dimensión.
No obstante, cuando observamos detenidamente la realidad, vemos tanta
miseria, hambre, pobreza,
delincuencia, prostitución, corrupción, funcionarios sin escrúpulos, profesionales indiferentes, corruptos
e insensibles, egoístas
e individualistas pensando solamente en ellos.
Entonces sí podemos
decir que nuestro sistema educativo y las reformas llevadas a cabo hasta el día de hoy han sido
un tremendo fracaso. ¿Por qué
se hace tal afirmación? Porque sí los que organizan
el sistema educativo
lo hubiesen estructurado para educar verdaderamente a
la población y no simplemente para formarle
técnicos a la burguesía como decía “Francisco Morazán otro gallo nos cantara”
se hubiera construido una sociedad más justa, equitativa, humana y solidaria. Sí la “educación” que hemos recibido hubiese sido para verdadera
y no pura instrucción a estas alturas se tuvieran profesionales, diputados, fiscales, magistrados, doctores, ingenieros, educadores entre otros; honrados,
éticos, comprometidos y con conciencia de las necesidades de las grandes
mayorías. Tendríamos
excelentes Estadistas y no charlatanes como los que han Gobernado al país.
No obstante, esa educación individualista, pragmática y utilitarista es la que históricamente le han
vendido al pueblo es resultado
de políticas educativas estructuradas por Gobiernos pasados y presentes de derecha que lo único que han buscado es utilizar la educación para
mejorar el desarrollo de la producción de la
empresa privada y obtener de ese modo mano de obra barata y reproducir
al mismo tiempo su dominación política e ideológica con el propósito
de seguir conservando el Status quo del que siempre
han gozado acosta del dolor, la miseria, el hambre y
pobreza de las grandes mayorías del país.
Un
sistema educativo que lo único ha hecho es formar mano de obra a la empresa privada sin importar la formación humana
del hombre es un sistema pérfido y alienante que es
más deformante que formador.
El
sistema educativo pasado, presente y del futuro seguirá arrastrando los mismos vicios mientras no se haga una profunda
transformación de la educación y se adopten
otros valores que no sean el individualismo, el pragmatismo y el utilitarismo rampante.
La educación que necesita el país no debe estar supeditada a los intereses
económicos de las clases poderosas
que dominan económica, política e ideológicamente a la sociedad, debe ser
una educación que responda a los valores, aspiraciones y sueños de toda la sociedad. Tiene que ser una educación
que contribuya a la transformación de las estructuras injustas que subyacen
en la sociedad nuestra.
Por
otro lado, una empresa privada egoísta, mezquina que jamás es solidaria con los pobres y que sólo se solidariza en el
discurso para ver qué ventajas saca de su publicidad.
Que el menor intento de cambio del sistema educativo empieza toda una campaña para denigrar a sus gestores
es en ese momento cuando realmente nos
damos cuenta del real fracaso del sistema educativo. Porque ellos también son hijos
de un sistema educativo utilitarista en el que se les ha enseñado ha pensar en ellos, pero no en sus semejantes, en sus
hermanos. Pero tampoco podemos ser ingenuos,
el creer que cambiando el sistema educativo con ello se transformará la sociedad;
es necesario que la educación y la cultura
se conviertan en vehículos para el conocimiento de la realidad
social, política, económica y contribuir desde allí a la transformación de las estructuras de dominación. Un
pueblo educado, es un pueblo que
construye su propia liberación pues como bien decía José Martí “Ser culto es
la única manera de ser libre”.
Hay
que destacar que dicho fracaso no sólo afecta a unos pocos de la sociedad, sino que arrastra
a toda la sociedad y sobre todo a los
sectores más pobres que son en última instancia
las víctimas de la violencia generalizada impulsada por los opresores como la desarrollada por los oprimidos
que producto de su
analfabetismo no logran comprender quienes son sus verdaderos enemigos
de clase.
La “Pseudo educación” al menos los que han
tenido acceso a ella, que son los menos.
Es educación deformante en donde lo único que importa es que el alumno aprenda una técnica, aunque no sepan
quienes son ni de dónde vienen o como lo planteaba
David Escobar Velado en su libro Patria Exacta “Esta es mi patria un millón de hombres que no saben siquiera de
donde viene el semen de sus vidas inmensamente
amargas. Esta es mi Patria un río de dolor que va en camisa y un puño de ladrones
asaltando en plena luz del día la sangre
de los pobres”
Esta educación sí le puede llamar de ese modo no solo es un insulto a la inteligencia humana, sino que es alienante
y alienada pues el fin que busca no es la liberación del hombre sino mutilar la capacidad de pensamiento crítico
y raciocinio de los
estudiantes.
La
educación debe sacarte de la oscuridad y
llevarte a la luz, debe enseñarte a abandonar el miedo, a ser tú mismo a no ser presa fácil de la presión social,
a no ser conformista a que no persigas simplemente el bienestar y la
comodidad a costa del dolor y
sufrimiento de los demás. La educación debe hacerte cada día más hombre, más mujer, más humano, más sensible y comprometido con tú pueblo.
Sin embargo, la educación que hoy se te brinda en todas las instituciones educativas y en todos los niveles es una educación
no para desarrollar tú inteligencia sino al contrario se te “educa” para que seas una
pieza más del engranaje del
sistema de dominación. Se te prepara para que seas un robot, un títere, un muñeco de alambre que lo puedan manejar a su antojo. Te equivocas sí crees que la sociedad quiere que seas
inteligente, no porque sí eso sucediera te comportarías
como persona inteligente y habría algún momento en el que tú te resistiría y dirías no.
Krishnamurti, en su libro hacia la libertad total sostiene que” la educación
convencional (tradicional) torna extremadamente difícil el pensar
independiente. El amoldamiento nos
condena a la mediocridad. Ser diferente del grupo o resistir el entorno
no es fácil, y a menudo es peligroso en tanto rindamos
culto al éxito.
El
impulso
de triunfar, implica perseguir la recompensa, ya sea en el mundo material o en la esfera así llamada espiritual, la
búsqueda de seguridad interna o
externa, el deseo de comodidades. .
. todo este proceso sofoca el
descontento, pone fin a la espontaneidad y engendra miedo;
y el miedo bloquea la inteligente comprensión de la vida.
Pero
por el otro lado, vemos también como la Ciencia y la tecnología han avanzado tanto en nuestros tiempos que ya no
tendríamos por qué ver a personas descalzas,
sin tener que comer, que beber, donde dormir, donde trabajar dignamente entonces uno se pregunta ¿Para qué sirve la Ciencia? ¿A quién beneficia? ¿Por qué la Ciencia siempre está al servicio de los ricos?
La respuesta
es parecida a lo que se ha venido planteando anteriormente. La educación. Una educación que ha servido
y sirve a los intereses
de las clases dominantes,
pero no para desarrollar la capacidad de raciocinio del hombre es la educación
perfecta para la burguesía
irracional.
Esto significa
que no son los números
los mejores indicadores del fracaso del sistema
educativo nacional sino los hechos concretos
que a diario vivimos cada uno de
los salvadoreños y salvadoreñas.
SAN SALVADOR, 19 DE JUNIO DE 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario