FMLN: DE
HÉROES A VILLANOS.
POR: MSc.
JOSÉ ISRAEL VENTURA
Existe un
refrán español que realmente desconozco su origen pero que refleja en alguna
medida los éxitos o la aceptación de la población
a un determinado grupo social en un
momento dado de la historia; pero puede darse un desprecio en otro periodo.
Dicho refrán nos dice “Más vale una retirada a
tiempo que una batalla perdida” pero me encontré con un refrán de Napoleón
Bonaparte, que dice “Una retirada a tiempo es una victoria”. Me pareció excelente
para hacer un símil de lo que le sucede
a la Cúpula del FMLN. ¿Por qué? si nos remitimos un poco a la historia, en la
década de los años noventa el FMLN gozaba de la admiración, respeto, aprecio y
cariño de una buena parte de la población.
Eran en se entonces los héroes, los guías de un
proceso revolucionario que se había iniciado con el propósito de transformar
las relaciones de explotación, marginación e injusticia social en el país.
Incluso bajaban de la montaña a la Universidad
(la cúpula del fmln) a darnos charlas
marxistas, a plantearnos los objetivos de la revolución. Recuerdo que en muchas
ocasiones tuvimos a Gerson Martínez, Medardo González, Sánchez Ceren entre
otros hablándonos de la necesidad de hacer cambios radicales en el país.
Aún después
de la firma de los acuerdos de paz, la cúpula y el partido gozaban de mucho respeto, aprecio y cariño de
parte de la población sobre todo de su militancia.
Cuando se
anunciaba que iba a llegar algún miembro de la cúpula los lugares adonde se presentaban
eran llenos totales, pues eran considerados héroes para la población. Eran los
arquitectos de una nueva sociedad que anunciaba la buena nueva, la esperanza
para los explotados, los marginados, los excluidos, los perseguidos, los
desaparecidos, los sin trabajo y los privados de libertad etc.,
Con la
llegada del primer gobierno del FMLN la sociedad mayoritaria creíamos que por
fin nos habíamos sacudido la imposición de medidas económicas neoliberales, que
había llegado su fin y que éramos
libres.
La población
eufórica, vitoreando “nace la esperanza viene el cambio” pero poco a poco esa
euforia iba languideciendo, se iba apagando como una vela que se le terminaba
su cerilla, pues lo que se había
prometido nunca llegó, es decir, para los pobres, aunque para la cúpula si
había llegado esa tan anhelada esperanza.
Sin embargo,
mucho se argumentaba de que el presidente Mauricio Funes Cartagena, no era de
sangre colorada y que era necesario un presidente salido de las entrañas del partido; fue así
que para las presidenciales del 2014 se lleva al actual presidente Sánchez
Ceren. El pueblo todavía le dio el voto de confianza, al FMLN, pues consideraba
que era necesario que le dieran continuidad algunos de los tímidos proyectos
que había iniciado el presidente Funes.
El triunfo electoral de del FMLN, con Salvador
Sánchez Ceren a la cabeza daba lugar a pensar que las cosas iban a cambiar, que
su mandato haría las transformaciones sociales que durante el gobierno de
Mauricio Funes no se pudieron realizar debido a la oposición sistemática de la
derecha recalcitrante representada en el partido ARENA.
Pero el
pueblo no sólo tenía la esperanza de que la sociedad cambiara de forma sino también de contenido, pues además, de
transformar la injusta distribución de la riqueza, se espera que se acabara con el marco de
antivalores que habían venido imponiendo desde el arribo de la burguesía criolla en 1821, que se acabara con el proceso
de privatización, con las prácticas corruptas que durante 20 años había venido
realizando el partido corrupto de ARENA, se esperaba además, que se terminara con la
impunidad, que hubiera mayor equidad, que se mejoraran las condiciones
materiales de vida de la mayor parte de la población; que el gobierno fuera de
los salvadoreños y no de unos pocos que rodeaban a la cúpula
como en los años de los gobiernos del partido ARENA.
Se esperaba que hubiera mayores oportunidades para
los jóvenes, que se frenara los altos niveles de delincuencia común y
organizada. Que se mejoraran los salarios, las pensiones de los empleados, que ya no se descargaran los impuestos sobre
las clases más pobres, que se invirtiera la pirámide tributaria en la que ya no
fueran los pobres los que pagaran y subvencionaran a los ricos, sino los ricos a los pobres.
Pero lo más
importante, para la población mayoritaria probablemente era que el FMLN se mantuviera
fiel a los principios y al proyecto histórico revolucionario. Ese era uno de
los mayores anhelos de la población más pobre del país. Pero pasado 10 años, la
indignación, la indiferencia y el
repudio hacia sus “dirigentes” se ha apoderado de los corazones y mentes del
pueblo salvadoreño, de la mayoría de sus militantes, al presenciar lo inaudito,
ver como la cúpula negocia y mantiene un
maridaje perfecto con los que otrora fueron sus acérrimos enemigos. Los que
asesinaron al pueblo, lo masacraron, lo torturaron y lo desaparecieron,
Pero lo más lamentable es que hoy se unen en
santa cruzada para atacar al presidente electo, Nayib Bukele. Pues dentro de su lógica
ingenua, su revanchismo político y su miopía ideológica no logran comprender
que están atacando al pueblo que un día los recibió en su seno como héroes, como ejemplo de ciudadanos, pero hoy
lo atacan como sí el pueblo fuera el enemigo número uno para ellos y ellas. Se
les olvidó que el enemigo principal para la clase explotada es la burguesía y
el imperialismo.
Ellos (la
cúpula) tuvieron la gran oportunidad de retirarse con honores, laureados, como héroes, como hombres
intachables, que iniciaron un proceso de transformación de la sociedad. Sin
embargo, están terminando sin pena ni gloria. Todo por la desmedida ambición,
en la que cayeron los principales
“dirigentes de la cúpula” y aquí se cumple aquella vieja sentencia "Hegel dice en alguna parte que todos los
grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si
dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa." (Karl Marx. El 18
brumario de Luis Bonaparte). Hoy el FMLN, está camino hacia la desaparición
pues aunque sus discursos los llenen de frases progresistas ya nadie les cree,
aunque digan que defienden a la clase obrera, nadie les cree porque cuando
tuvieron la oportunidad de hacerlo no lo hicieron y como lo expresó el DR.
Ernesto Guevara “la revolución no se
lleva en la boca para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por
ella”
No obstante,
hoy sólo vemos con decepción, que el pueblo no los tolera ni quiere siquiera
verlos en la tv mucho menos verlos en la calle. Porque traicionaron al pueblo y
se olvidaron de los miles que entregaron sus vidas por el sueño de construir
una sociedad más justa, equitativa y humana, pero lo que al cabo de diez años tenemos es una sociedad más
desigual y más explotadora.
SAN
SALVADOR, 29 DE MARZO DE 2019.
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