sábado, 30 de marzo de 2019



FMLN: DE HÉROES A VILLANOS.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA

Existe un refrán español que realmente desconozco su origen pero que refleja en alguna medida los éxitos o  la aceptación de la población a un  determinado grupo social en un momento dado de la historia; pero puede darse  un desprecio en otro periodo.
 Dicho refrán nos dice “Más vale una retirada a tiempo que una batalla perdida” pero me encontré con un refrán de Napoleón Bonaparte, que dice “Una retirada a tiempo es una victoria”. Me pareció excelente para hacer un símil  de lo que le sucede a la Cúpula del FMLN. ¿Por qué? si nos remitimos un poco a la historia, en la década de los años noventa el FMLN gozaba de la admiración, respeto, aprecio y cariño de una buena parte de la población.
 Eran en se entonces los héroes, los guías de un proceso revolucionario que se había iniciado con el propósito de transformar las relaciones de explotación, marginación e injusticia social  en el país.
 Incluso bajaban de la montaña a la Universidad (la cúpula del fmln)  a darnos charlas marxistas, a plantearnos los objetivos de la revolución. Recuerdo que en muchas ocasiones tuvimos a Gerson Martínez, Medardo González, Sánchez Ceren entre otros hablándonos de la necesidad de hacer cambios radicales en el país.
Aún después de la firma de los acuerdos de paz, la cúpula y el partido  gozaban de mucho respeto, aprecio y cariño de parte de la población sobre todo de su militancia.
Cuando se anunciaba que iba a llegar algún miembro de la cúpula los lugares adonde se presentaban eran llenos totales, pues eran considerados héroes para la población. Eran los arquitectos de una nueva sociedad que anunciaba la buena nueva, la esperanza para los explotados, los marginados, los excluidos, los perseguidos, los desaparecidos, los sin trabajo y los privados de libertad etc.,
Con la llegada del primer gobierno del FMLN la sociedad mayoritaria creíamos que por fin nos habíamos sacudido la imposición de medidas económicas neoliberales, que había llegado su fin y que  éramos libres.
La población eufórica, vitoreando “nace la esperanza viene el cambio” pero poco a poco esa euforia iba languideciendo, se iba apagando como una vela que se le terminaba su cerilla,  pues lo que se había prometido nunca llegó, es decir, para los pobres, aunque para la cúpula si había llegado esa tan anhelada esperanza.
Sin embargo, mucho se argumentaba de que el presidente Mauricio Funes Cartagena, no era de sangre colorada y que era necesario un presidente  salido de las entrañas del partido; fue así que para las presidenciales del 2014 se lleva al actual presidente Sánchez Ceren. El pueblo todavía le dio el voto de confianza, al FMLN, pues consideraba que era necesario que le dieran continuidad algunos de los tímidos proyectos que había iniciado el presidente Funes.
 El triunfo electoral de del FMLN, con Salvador Sánchez Ceren a la cabeza daba lugar a pensar que las cosas iban a cambiar, que su mandato haría las transformaciones sociales que durante el gobierno de Mauricio Funes no se pudieron realizar debido a la oposición sistemática de la derecha recalcitrante representada en el partido ARENA.
Pero el pueblo no sólo tenía la esperanza de que la sociedad cambiara de forma sino  también de contenido, pues además, de transformar la injusta distribución de la riqueza,  se espera que se acabara con el marco de antivalores que habían venido imponiendo desde el arribo de la burguesía   criolla en 1821, que se acabara con el proceso de privatización, con las prácticas corruptas que durante 20 años había venido realizando el partido corrupto de ARENA,  se esperaba además, que se terminara con la impunidad, que hubiera mayor equidad, que se mejoraran las condiciones materiales de vida de la mayor parte de la población; que el gobierno fuera de los salvadoreños y no de unos pocos que rodeaban a la  cúpula  como en  los años  de los gobiernos del partido ARENA.
 Se esperaba que hubiera mayores oportunidades para los jóvenes, que se frenara los altos niveles de delincuencia común y organizada. Que se mejoraran los salarios, las pensiones de los empleados,  que ya no se descargaran los impuestos sobre las clases más pobres, que se invirtiera la pirámide tributaria en la que ya no fueran los pobres los que pagaran  y  subvencionaran  a los ricos, sino los ricos a los pobres.
Pero lo más importante, para la población mayoritaria  probablemente era que el FMLN se mantuviera fiel a los principios y al proyecto histórico revolucionario. Ese era uno de los mayores anhelos de la población más pobre del país. Pero pasado 10 años, la indignación, la indiferencia  y el repudio  hacia sus “dirigentes”  se ha apoderado de los corazones y mentes del pueblo salvadoreño, de la mayoría de sus militantes, al presenciar lo inaudito, ver como la cúpula negocia y  mantiene un maridaje perfecto con los que otrora fueron sus acérrimos enemigos. Los que asesinaron al pueblo, lo masacraron, lo torturaron  y lo desaparecieron,
 Pero lo más lamentable es que hoy se unen en santa cruzada para atacar al presidente electo,  Nayib Bukele. Pues dentro de su lógica ingenua, su revanchismo político y su miopía ideológica no logran comprender que están atacando al pueblo que un día los recibió en su seno como  héroes, como ejemplo de ciudadanos, pero hoy lo atacan como sí el pueblo fuera el enemigo número uno para ellos y ellas. Se les olvidó que el enemigo principal para la clase explotada es la burguesía y el imperialismo.
Ellos (la cúpula) tuvieron la gran oportunidad de retirarse con honores,  laureados, como héroes, como hombres intachables, que iniciaron un proceso de transformación de la sociedad. Sin embargo, están terminando sin pena ni gloria. Todo por la desmedida ambición, en la que cayeron los principales  “dirigentes de la cúpula” y aquí se cumple aquella vieja sentencia  "Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa." (Karl Marx. El 18 brumario de Luis Bonaparte). Hoy el FMLN, está camino hacia la desaparición pues aunque sus discursos los llenen de frases progresistas ya nadie les cree, aunque digan que defienden a la clase obrera, nadie les cree porque cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo no lo hicieron y como lo expresó el DR. Ernesto Guevara “la revolución no se lleva en la boca para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella”
No obstante, hoy sólo vemos con decepción, que el pueblo no los tolera ni quiere siquiera verlos en la tv mucho menos verlos en la calle. Porque traicionaron al pueblo y se olvidaron de los miles que entregaron sus vidas por el sueño de construir una sociedad más justa, equitativa y humana, pero lo que al cabo de  diez años tenemos es una sociedad más desigual y más explotadora.


SAN SALVADOR, 29 DE MARZO DE 2019.

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