CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD EN EL SALVADOR: ¿UNA NOTICIA NUEVA?
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
Durante la primera y segunda semana del mes de
agosto en curso, el tema de la
corrupción ha vuelto a ocupar las agendas de todos los medios de comunicación, escrita, Radial,
televisiva y digital del país y
el mundo. Además, ha sido el tema de conversación cotidiana en los diferentes
círculos académicos, políticos y de la sociedad civil.
Aunque el
fenómeno no es nada nuevo, ya que en este país hay una larga historia de corrupción, sin embargo, lo
que más se ha podido ver con mayor asombro es la es la mega corrupción desatada
por los cuatro gobiernos del partido ARENA. Pero no se puede pasar
inadvertido la corrupción que ha
habido en el actual gobierno. Sin embargo, no existe ningún punto de
comparación con la desatada por el
partido ARENA en sus 20 años de administración del país.
No obstante, el
problema no es en quien robó más y quién robó menos; ya que el acto de
apropiarse de los bienes del Pueblo no importa sí fue un dólar o un millón,
siempre es un acto reprobable y
detectable por toda la sociedad.
Lo que hoy la población civil salvadoreña está conociendo a través de las confesiones hechas por el expresidente Elías Antonio Saca era algo que sabía, sin embargo, en su memento los medios
corruptos de comunicación de derecha, la
administración de Justicia impartida por las diversas instituciones del Estado siempre impidieron la aplicación de la justicia a los
corruptos y permitieron que todos los
casos de corrupción descubiertos en ese momento quedaran impunes.
Aunque ya hay
algunos que están pagando por los actos de corrupción aún quedan muchos que
campean tranquilamente por el territorio salvadoreño sin que la justicia los toque y les haga pagar por sus actos de corrupción. Incluso muchos en la
actualidad ocupan sendos cargos en las instituciones del Estado y la empresa
privada. Durante los últimos días, se
han escuchado diversos planteamientos en relación con la corrupción a tal grado que el presidente de Estados Unidos Donal Trump
firmó una ley para publicar la
lista de funcionarios corruptos Centroamericanos.
Esto nos puede dar una idea de las dimensiones
que ha alcanzado la corrupción en estos
países centroamericanos y particularmente El Salvador. Sin embargo, el presidente Trump debería de
crear una ley para que investiguen a las grandes multinacionales norteamericanas y de todos los países, pues son ellos los que más promueven la corrupción en los países
atrasados como el nuestro.
El
presidente Donald Trump se sorprende de la corrupción que hay en los
países Centroamericanos pero se
olvida que son las multinacionales de su
país son las que disponen de
influencias, presiones financieras y políticas sobre los
gobernantes de los países atrasados como
el nuestro, de ahí que cualquier
iniciativa impulsada por algún gobierno progresista luego se ve ahogada por la presión que ellos ejercen. ¿Y a eso como se le llama? Corrupción.
Hay que destacar que ninguna de las opiniones
vertidas por políticos, analistas, académicos toca el verdadero meollo del
problema. La Corrupción. Todos se van por las ramas, sin que planteen
soluciones al problema lacerante de la
corrupción.
CONTEXTUALIZACIÓN
DE LA CORRUPCIÓN.
Ahora bien, el
fenómeno social de la corrupción no es algo que se pueda comprender explicando
la corrupción por la corrupción misma, sino que se tiene que ubicar en un
contexto determinado concreto e histórico. Sí bien el problema de la corrupción
se hace presente desde el momento del surgimiento de la propiedad privada sobre
los medios de producción. (Esclavismo, Feudalismo y capitalismo); el fenómeno
se va hacer más perceptible cuando
aparece la formación económica social capitalista, en la que los medios de
producción y la riqueza pasan a unas
pocas manos. Es a partir de este
momento cuando los trabajadores quedan a merced de la clase explotadora y se
ven lanzados a la calle, obligados a vender su fuerza de trabajo de trabajo
como cualquier otra mercancía.
Por eso Carlos Marx plantea en el tomo I del capital en el capítulo XXIV;
que trata sobre la acumulación originaria de capital “el capital viene al mundo
chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies hasta la cabeza”.
La historia del capitalismo sin lugar a dudas
es una historia corrupta y criminal,
pues en su larga trayectoria ha dejado a su paso millones de crímenes,
destrucción miseria y luto en el mundo.
En el libro negro
del capitalismo Gilles Perrault se
pregunta: ¿Cuáles son los medios de expansión y de
acumulación del capitalismo? La guerra (o la protección, a semejanza de la
mafia), la represión, la expoliación, la explotación, la usura, la corrupción,
la propaganda.
La guerra contra
los países rebeldes que no respetan los intereses occidentales etc,
(Estados Unidos de Norteamérica). De ahí que, para comprender el fenómeno de la
corrupción en nuestros días se hace necesario conocer la historia del sistema
capitalista y como este se ha venido consolidando a lo largo de su historia. El
sistema capitalista genera corrupción y vomita
corrupción, genera miseria y
reproduce miseria, vende desarrollo y
produce subdesarrollo.
Como se puede apreciar la corrupción no es fenómeno de país, está en todos los rincones del
planeta en donde impera el modo de producción capitalista. Por otra parte, no
es un fenómeno uniforme pues en algunos países hay más corrupción que en otros,
pero de lo que no se puede dudar es
que se ha extendido en todo el capitalismo global. Es todo el sistema el que está infectado, está
podrido, es una cloaca que despide
mortandad. Sin embargo, muchos ideólogos del neoliberalismo lo venden como el mejor sistema que genera oportunidades
para todos, que promueve la libertad, pero lo que realmente crea es esclavitud.
Hoy somos más esclavos que en el esclavismo, somos esclavos del
trabajo, del consumo, de los vicios, del internet, de la televisión, somos
esclavos del poder económico y político, de los medios de comunicación. El sistema no crea hombres sino bestias de carga, la educación no forma
hombres pensantes, sino seres humanos
dóciles, sumisos y maleables para que se adapten a las reglas del sistema
establecido. En una palabra somos esclavos modernos. El hombre y la mujer en el
capitalismo no trabajan para vivir sino que viven para trabajar.
Hay que destacar que la corrupción es un fenómeno cuantitativo
como cualitativo, pues sólo el hecho que en un establecimiento comercial a uno
no le entreguen factura es un acto de corrupción ya que esto permitirá al dueño
ahorrarse unos cuantos centavos al evadirlos en su declaración, pero ver ese
acto de manera simplista pareciera como algo normal y que se da dentro
de la lógica del mercado, que por su propia naturaleza es corrupto, pero sí a
esta acción la comparamos con aquellas empresas fantasmas que se crean para
evadir impuestos como por ejemplo: Antillas Neerlandesas, Costa Rica, Panamá,
Chipre, Filipinas, Dinamarca, Portugal, Dominica, Samoa e Islas Caimán entre
otras.
Pero si lo analizamos desde un punto de vista cualitativo surge
una interrogante: ¿Cuál es la diferencia entre lo cualitativo y cuantitativo? la diferencia no es mucha
porque ambas prácticas y actos son corrupción.
El problema no es la cantidad, el volumen que
alcanza la corrupción en estos momentos sino en la mentalidad y la inercia que mostramos los ciudadanos
honrados para tolerar la corrupción o
incluso participar en ella. De ahí que
no se trata nada más de denunciar la corrupción, es necesario arrancar de raíz este
acto vituperable para la sociedad.
No se puede enderezar un
árbol cuando sus raíces, su tronco y ramas están torcidas y eso pasa con la
sociedad la sociedad capitalista está enferma desde los pies hasta la cabeza!
Hay! De aquellos ideólogos neo-liberales
que siguen creyendo de que al sistema capitalista se le puede reformar y hacerlo más humano y
moral. O de los reformistas social – demócratas que siguen pensando que se puede humanizar el
capitalismo.
Estos señores no logran
entender o no les conviene
comprender que son los cimientos en donde se sostiene el
sistema capitalista son los que están podridos y no permite el
surgimiento y desarrollo de la sociedad.
Dicho de otra manera, no existe ninguna correspondencia entre las fuerzas
productivas y las relaciones de producción
capitalistas, pues dichas relaciones se han convertido en una traba para
que la sociedad pueda alcanzar un mayor desarrollo en lo económico, en lo
político, en lo social, en lo cultural
y mayores de bienestar para toda la sociedad.
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