LA EDUCACIÓN COMO REFLEXIÓN CRÍTICA.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
Los planteamientos que me voy aventurar
hacer en estas breves líneas está inspirado en dos grandes pedagogos
Latinoamericanos. Paulo Freire y Francisco Gutiérrez. Lamentablemente dichos pedagogos han estado y
están fuera de la agenda educativa en la mayoría de los países Latinoamericanos.
Algunas veces por cuestiones de orden político
otras por ignorancia o por indiferencia
intelectual. Paulo Freire al igual que otros pedagogos e intelectuales
Latinoamericanos como José Martí, Simón Rodríguez, José Vasconcelos entre
otros. Aportaron muchos elementos valiosos para entender y comprender la
educación y la realidad de nuestros países.
Sin embargo, fue Freire el que más ha
teorizado sobre la realidad social y educativa que viven los países
Latinoamericanos. Sobre las condiciones
de opresión, miseria, desigualdad e inequidad de los hombres y mujeres que los
ha llevado a su condición de oprimidos.
Desde
esta concepción me propongo
abordar brevemente la
problemática educativa de la Universidad de El Salvador. Dado su deterioro
ético y moral que hoy padece nuestra máxima casa de estudios Superiores como
reflejo sin lugar a dudas de la crisis estructural que padece la sociedad en
general.
La Educación planteada por Paulo Freire y
Francisco Gutiérrez es una educación conscientizadora, que se traduce en una educación Humanista,
liberadora y crítica que es muy afín con los principios rectores que a lo largo de su historia han orientado su
quehacer académico de nuestra Universidad. Como ya
se ha dicho estos destacados pedagogos, exponentes de la educación crítica han
sido sacados de la agenda educativa en nuestro país ignorando intencionalmente
sus grandes aportes a la comprensión de nuestra
educación o presentándolos como
desfasados o descontextualizados de la educación “moderna neoliberal”
En nuestro país, reformas educativas van, reformas educativas vienen y siempre las fuentes bibliográficas
recomendadas para apoyar e impulsar cualquier innovación son fuentes europeas.
Pero jamás, se recomiendan a pedagogos como
los antes mencionados. Obviamente vivimos un exacerbado neo-colonialismo, donde
se nos enseña a conocer la realidad de Europa, pero poco o nada se nos enseña de la miseria, el hambre, la pobreza, la marginación, la exclusión y la abismal desigual que viven nuestros
pueblos. En palabras muy breves somos extranjeros en nuestro mismo país. Nos
enseñan la Ciencia Europea, la repetimos
y la hacemos nuestra, la admiramos pero no pero somos incapaces de
investigar nuestra propia
realidad.
Desde esta concepción la educación debe ser entendida como un
proceso de humanización, donde nadie aprende sino es en relación a otros seres
humanos, en donde nadie en seña a nadie, pero todos aprendemos de todos.
Desde este punto de vista, la educación
en general pero particularmente la Universidad debe tener como propósito
fundamental formar hombres y mujeres
para ser libres pensadores, autodidactas, humanistas, critico, respetuosos, con
altos valores éticos y morales.
Por
lo que la educación formal debe de entenderse como un proceso que reúne ciertas
características de modo gradual, que por
lo tanto debe ser integral en el que se desarrollen un conjunto de capacidades,
habilidades, destrezas y capacidades
formativas que por lo tanto, debe de ser para toda la vida.
¿Qué debe procurar la Universidad formar
en los profesionales que egresan de
ella? En primer lugar la Universidad debe de proporcionarles a sus egresados de
las distintas carreras las herramientas teórico científicas, técnicas y tecnológicas
para que puedan resolver problemas no sólo los que hoy existen sino para dar
respuesta a aquellos que aún no existen pero que se harán presentes como
resultado del devenir del tiempo y de la
complejidad que va teniendo la sociedad.
En
segundo lugar formar profesionales al servicio de la sociedad pero para las
clases más necesitadas, explotadas y oprimidas. En consecuencia, la educación se entiende aquí
como un fenómeno socializador e ideológico.
Ya que la educación de acuerdo con Freire y Francisco Gutiérrez no es ni neutra
ni apolítica.
Francios Gutiérrez Pérez nos dice que
debemos educar en la comunicación dialógica, en la participación democrática,
en la autogestión, en la creatividad, en el trabajo, en la praxis, en la
libertad, en la justicia y en la esperanza; que la vivencia de cada una de
estas características es requisito de la actividad político-pedagógica.
La educación como proceso vivido por las
personas vale por la intensidad con que son vividas, no a la educación en función de objetivos- institución escolar, cuyas
actividades giran en torno al cumplimiento de metas.
Finalmente hacer política es tomar
partido frente a la realidad social, no quedar indiferentes ante la justicia
atropellada, la libertad conculcada, los Derechos Humanos violados, el
trabajador explotado, es descubrir en los estudiantes el gusto por la libertad
de espíritu, despertar la voluntad para resolver los problemas de conjunto,
desarrollar el sentimiento de ser responsables de su quehacer y constructores
de su destino.
Según Paulo Freire, recorrer los caminos
de la educación popular en América latina es partir del reconocimiento de que
toda acción educativa es una acción política. Es imposible pensar en la
superación de la opresión, de la discriminación, de la pasividad o de la pura
rebelión que aquellas generan, sin primero pasar por una comprensión crítica de
la historia y de las relaciones interculturales que se dan en forma
contradictoria y dinámica; para ello se requieren procesos y proyectos
político-pedagógicos.
El
educador se tiene que preguntar a favor de qué educa y de quién se halla al
servicio; y por consiguiente, contra qué y contra quién lucha en su posibilidad
de lucha dentro del proceso de su práctica.
Desde esta concepción según Francisco
Gutiérrez, la educación debe de sustentarse en la democracia, la igualdad, en
la libertad, en la justicia en donde en cada momento se ponga al educando en
contacto con la realidad social para concientizarlo de los retos y desafíos que tendrá que
enfrentar en su ejercicio profesional.
Pero desde una óptica de una educación en la
que prevalezca la libertad y el espíritu crítico. Pues educar es politizar, es
enseñar el gusto por servir antes que ser servido; es poner el conocimiento que
adquirimos en la Universidad al servicio del bien común.
FUENTES CONSULTADAS.
- Francisco Gutiérrez. La
educación Como Praxis política.
- Paulo Freire. La pedagogía
del oprimido.
- Paulo Freire. La pedagogía
de la autonomía.
- Paulo Freire. Cartas a quien
pretende enseñar.
- Paulo Freire. La pedagogía
de la pregunta.
- Paulo Freire. Pedagogía
de la Esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario