miércoles, 27 de diciembre de 2017

¿TIENE SENTIDO ENSEÑAR FILOSOFÍA HOY EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO? POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.



¿TIENE SENTIDO ENSEÑAR FILOSOFÍA HOY EN LA  SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO?
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
INTRODUCCIÓN.
Hace algunos días me encontré con una amiga  con quién estudiamos en la Universidad y me presentó a su compañera. Luego decidimos tomarnos un café e invitamos a su amiga; coloqué en la mesa un libro de filosofía  que andaba estudiando por cierto era la “Filosofía de la praxis de Adolfo Sánchez Vásquez”  de repente la amiga de la compañera me interrumpió y me dijo ¿Para qué estudias filosofía? pues es una disciplina que no tiene mayor importancia para nuestra vida, además, más lo confunde a uno, por eso yo no leo ese tipo de literatura. Leo algo que me va a servir continuó.
Sin lugar a dudas esto es lo  que la gente piensa de la filosofía, pareciera que dedicarse al quehacer filosófico no sólo es una pérdida de tiempo,  sino que además, les complica la existencia a las personas.
  De ese acontecimiento surgió la idea  de escribir estas líneas,  es precisamente para refutar y demostrar; que la filosofía hoy más que nunca, es tan necesaria no sólo  para nuestro país, sino para el planeta entero. Pues sabemos vivimos en la era de la información  o como otros la llaman la “sociedad del conocimiento” en la que hay un exponencial crecimiento de la información pero es hoy cuando menos sabemos el significado de lo que sucede en nuestra sociedad y el mundo.
La gran mayoría de las personas están enteradas de que, hay desigualdad, hay hambre, miseria, crisis económicas, guerras, prostitución corrupción etc., pero lamentablemente esas personas no saben el significado concreto de lo que sucede.  Ya que ellas están informadas, pero de lo que los grandes medios les quieren informar; pues ellos responden ineludiblemente a los intereses de los grandes consorcios internacionales de comunicación y al imperialismo.
“En una palabra, no queremos más información sobre lo que pasa sino saber qué significa la información que tenemos, cómo debemos interpretarla y relacionarla con otras informaciones anteriores o simultáneas, qué supone todo ello en la consideración general de la realidad en que vivimos, cómo podemos o debemos comportarnos en la situación así establecida.”[1]
Las clases dominantes hoy en día utilizan cualquier artimaña mediática   o ideológica para engañar a las grandes mayorías de la población poco o  nada informadas de lo que acontece en el mundo actual. Es aquí donde se cumple la sentencia de Vladimir Lenin: “Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase.  Los que abogan por reformas y viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases, sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas que pueden -- y, por su situación social, deben -- constituir la fuerza capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para la lucha”[2]
Para esto es necesario que la filosofía sea practicable, que aborde problemas reales que aquejan a nuestro pueblos, que ponga los pies en la tierra y camine por las calles desafiando los obstáculos que vulneran y niegan la vida de las grandes mayorías de nuestros pueblos.
FILOSOFÍA ¿PARA QUÉ?
El término filosofía ha sido empleado de múltiples maneras e incluso Antonio Gramsci llegó a afirmar que todos los hombres somos filósofos. Definición que comparto en gran medida y les voy a explicar porque; la filosofía es algo que está presente en cada ser pensante en primer lugar está presente a) en el lenguaje que cada uno de nosotros manejamos es decir, todos manejamos un conjunto de nociones y de conceptos que expresan de una u otra manera una  determinada realidad y concepción del mundo y no solamente palabras vacías sino llenas de contenido. b)  el sentido común y el buen sentido c) la religión popular y por consiguiente en todo el sistema de creencias de supersticiones, de opiniones y modos de ver y actuar etc. De modo que nadie puede escapar a la filosofía aunque de ello no esté consciente. De ahí que tiene razón Gramsci al afirmar que todos los hombres somos filósofos.
Obviamente lo que hay que diferenciar es el pensamiento sistemático, elaborado por la Ciencia, pero que su punto de partida siempre es la realidad inmediata o sea el mundo cotidiano.
En estos renglones vamos sostener la tesis de que la filosofía es una disciplina científica en tanto que procura comprender la esencia de los diferentes fenómenos de la realidad desde una concepción dialéctica del mundo, en la que el motor del desarrollo de los fenómenos es la contradicción, es decir, la lucha de contrarios.  La filosofía es una actividad humana, una forma de orientar a los hombres para estudiar las causas de los fenómenos y desterrar de una buena vez cualquier vestigio supersticioso y asumir la responsabilidad de la propia conducción de su pensamiento, sus ideas y su propia vida.
Por otra parte, el filósofo francés Michel Onfray  afirma que "La filosofía proporciona medios para dominar nuestro destino, para convertirnos en los actores de nuestra existencia, para liberarnos de miedos inútiles y paralizantes y no abandonarnos, atados de pies y manos, como niños, a los mitos de ayer y hoy".[3] En este mismo orden de ideas Gilles Deleuze sostiene que:
“La filosofía no sirve al Estado, ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa.
Sólo tiene un uso: denunciar la bajeza en todas sus formas. ¿Existe alguna disciplina, fuera de la de filosofía, que se proponga la crítica de todas las mixtificaciones, sea cual sea su origen y su fin? Denunciar todas las ficciones sin las que las fuerzas reactivas no podrían prevalecer. Denunciar en la mixtificación esta mezcla de bajeza y estupidez que forma también la asombrosa complicidad de las víctimas y de los autores. En fin, hacer del pensamiento algo agresivo, activo, afirmativo. Hacer hombres libres, es decir, hombres que no confunden los fines de la cultura con el provecho del Estado, la moral, y la religión. Combatir el resentimiento, la mala conciencia, que ocupan el lugar del pensamiento”[4]
Los filósofos no son personas  desligados de la realidad y de los procesos históricos, ni mucho menos unos tipos raros y extraños que andan fantaseando por la vida como muchas veces piensan o intentan hacer creer los detractores del pensamiento filosófico y promotores de la sinrazón, la magia, el mito y la religión.
Pueda que resulten extraños, pero porque son tal vez los hombres más involucrados con los problemas reales de la vida, porque los filósofos incomodan lo que ya está dado por supuesto, porque precisamente hacen preguntas incomodas para quienes detentan el status quo: "¿por qué la gente muere de hambre en este mundo, si la tierra tiene la capacidad para alimentar a 12 mil millones de seres humanos y apenas somos un poco más de la mitad?" ¿Por qué existe una abismal desigualdad en la distribución de los alimentos en el mundo sí hoy en el planeta según Jean Zegler  ex consultor de la ONU  en el planeta se producen 12.5 mil millones de toneladas?
¿Por qué hay tanta injusticia y corrupción en el mundo? ¿Por qué hay unos que tienen tanto y otros tan poco? ¿Por qué  hay explotación?  ¿Por qué hay impunidad? ¿Por qué unos pocos tienen mucho y muchos no tienen nada? ¿Por qué los partidos políticos siempre defienden los intereses de la burguesía? ¿Por qué hay desempleo? ¿Por qué las crisis económicas siempre la pagan los pobres? ¿Por qué en la pirámide fiscal los de abajo tienen que sostener a los de arriba? ¿Por qué los presidentes electos siempre prometen que van a cambiar la situación de los pobres pero las condiciones siguen iguales o peores? ¿Por qué los impuestos siempre se lo cargan a los más pobres y no a los ricos evasores y elusores? ¿Por qué los pobres que trabajan los 365 días al año siempre viven en la miseria y los ricos que hace muchos años dejaron de trabajar viven con todas las comodidades habidas y por haber?   Son preguntas fundamentales que toca a la filosofía pensarlas críticamente para desvelar la verdad escondida bajo la alfombra florida de los discursos oficiales de los que gobiernan el mundo. Claro son preguntas que tocan las fibras nerviosas del sistema, los intereses de clase  y que la ciencia oficial trata de escamotear.
De lo anterior se deriva la necesidad de la filosofía pero una filosofía arraigada en la realidad; porque que hay que decirle la verdad  al pueblo, no a los que ostentan el poder, pues ellos saben lo que están haciendo, pero al estar en contubernio con las clases dominantes omiten decirle la verdad al pueblo, que es supuestamente por el que “luchan” los pueblos necesitan saber la verdad, necesita poder explicarse de forma racional, crítica y sencilla los fenómenos naturales y sociales, el estado precario, vulnerable de su situación para que a partir de la toma de conciencia de su situación, intenten alternativas de resistencia, de cambios individuales y colectivas autónomos.
Es por esto que se debe enseñar filosofía o mejor dicho siguiendo la exhortación de Kant, se debe enseñar a filosofar; porque la filosofía tiene algo que decir; porque el mundo entero está organizado de tal manera que no nos permite pensar nuestros problemas para cambiarlos, porque hoy más que nunca es urgente pensar nuestra situación personal y colectiva, nuestro país necesita pensar, necesita salir de todo mecanismo que distrae a nuestros ciudadanos a través del espectáculo infinito de la mediocridad, promocionado por las iglesias, las escuelas, las universidades, los medios de comunicación, etc. En general, en la mayoría de ellos se trabaja para "estupidizar” a la gente: las religiones a través de sus pastores, curas, monjas, obispos se ocupan de vaciar los cerebros y fabricar "idiotas", mientras que algunas universidades toman el relevo para llenar los cerebros con clichés, prejuicios, dogmatismos, y volverlos lacayos y esbirro que el  sistema demanda para hacer funcionar las leyes del  mercado.
Generalmente  los que detentan el poder, no dicen la verdad real sino la verdad oficial, la verdad disfrazada, maquillada con eufemismos que el poder quiere que sepamos, confundiendo niños con enanos o cima con sima. Porque hay un enorme sistema que piensa que nos ahorra la tarea de pensar por nosotros mismos y nos dicta lo que debemos hacer y no hacer, es decir en palabras del filósofo Heidegger: "vivimos en estado de interpretados": no pensamos; somos pensados, no hablamos; somos hablados por el sistema, no elegimos, otros eligen por nosotros. Nuestra subjetividad ha sido colonizada, somos una especie diría Michel Foucault de "sujetos sujetados", por los medios de comunicación, por el poder político, económico, religioso; por el mercado, por ese fenómeno denominado consumismo; es decir que el sistema económico actual ha mercantilizado absolutamente todo, todo lo que cae en su órbita lo transforma en mercancía.
Nos crean la necesidad pero al mismo tiempo nos fabrican el producto que calmará nuestro insaciable deseo; es decir que nos fabrican la enfermedad pero también nos venden el antídoto, nos crean el problema (gratuitamente) pero luego nos ofrecen la solución al problema con la única diferencia que a cambio hay que dar dinero; de esta manera el individuo adquiere el estatus de ciudadano rentable de acuerdo a los parámetros de las denominada sociedades modernas, diseñadas por los señores del mercado y las finanzas; patrocinados por organismos de rango internacional, como el Fondo monetario internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, para quienes "es infinitamente más grave violar una regla de comercio internacional que un derecho humano" que han condenado al anonimato a millones de seres humanos considerados no rentables para sus intereses, mutilando el "pienso luego existo" cartesiano y metiendo de contrabando como es la lógica de su accionar el "consumo luego existo" como requisito para entrar en la estadística del sistema.
De aquí que la filosofía necesita salir del museo de las ideas, encarnarse, vitalizarse y "salir a la calle,  sentir en carne propia el sudor del campesino, la campesina, la señora del mercado, la que recoge botellas, vende el periódico es decir,  hacerse urbana sucia,  habitando la cruda realidad del hombre y la mujer que día con día hacen la historia.  Es urgente oponer la cultura a las fuerzas sombrías, el pensamiento al servicio de la insumisión, el saber en contra de la ignorancia, la verdad como enemiga de la mentira, la filosofía al servicio de inteligencia.  De ahí que también la Universidad debe de aportar su granito de Maíz para acabar con la colonización y sumisión del pensamiento como lo planteó el Che Guevara:
 ¿Qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba, y si este pueblo que hoy está aquí y cuyos representantes están en todos los puestos del Gobierno, se alzó en armas y rompió el dique de la reacción, no fue porque esos diques no fueron elásticos, no tuvieron la inteligencia primordial de ser elásticos para poder frenar con esta elasticidad el impulso del pueblo, y el pueblo que ha triunfado, que está hasta malcriado en el triunfo, que conoce su fuerza y se sabe arrollador, está hoy a las puertas de la Universidad, y la Universidad debe ser flexible, pintarse de negro, de mulato, de obrero, de campesino, o quedarse sin puertas, y el pueblo la romperá y él pintará la Universidad con los colores que le parezca.[5]
En este sentido la filosofía tiene mucho por hacer porque el objetivo, parafraseando a Nietzsche sigue siendo hoy más que nunca "perjudicar la estupidez" que siempre ha sido el enemigo principal y declarado de la razón y de todo intento pensamiento crítico, libertario y autónomo.
Enseñar filosofía dada las circunstancias que vivimos, es un deber moral para con la sociedad, para la Universidad y sobre todo para los docentes que nos llamamos Universitarios.
De aquí que, urge promover la práctica del filosofar, como una actitud y una manera de pensar y vivir, exigente y rigurosa consigo mismo y con la sociedad; haciendo que el quehacer filosófico se convierta en buena noticia para las grandes mayorías explotadas, engañadas y en mala noticia para los victimarios.
En conclusión la filosofía es pensar la vida críticamente, es tener un pensamiento desligado de todo tipo de maquillaje, supersticioso. Es cuestionar el orden establecido, es vincular la teoría con la práctica, es llevarla a su máxima expresión. La praxis. Por eso es urgente sacar la filosofía a la calle para que el pueblo conozca su realidad  y no sea presa fácil de los medios vendidos, funcionarios mentirosos, corruptos e hipócritas.
Por tanto, la filosofía tiene que salir a las calles y ensuciarse con los problemas humanos, de tal manera que el quehacer filosófico no sea visto como una pérdida de tiempo o una actividad inservible, sino más bien se convierta en buena noticia para las víctimas y en una amenaza para los victimarios.
FUENTES CONSULTADAS.
2.        Vladimir Lenin. Las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo. p.5.
3.        Michel Onfray. Wikipedia.org. p.1
5.        https://www.marxists.org/espanol/guevara/59-honor.htm.



[1] www.iesseneca.net/iesseneca/IMG/pdf/POR_QUE_FILOSOFIA.pdf
[2] Vladimir Lenin. Las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo. p.5.
[3] Michel Onfray. Wikipedia.org. p.1
[4] https://encodigomorse.wordpress.com/2014/09/.../gilles-deleuze-para-que-sirve-la-filoso...

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