¿TIENE SENTIDO ENSEÑAR FILOSOFÍA
HOY EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO?
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.
INTRODUCCIÓN.
Hace algunos días me encontré con
una amiga con quién estudiamos en la
Universidad y me presentó a su compañera. Luego decidimos tomarnos un café e
invitamos a su amiga; coloqué en la mesa un libro de filosofía que andaba estudiando por cierto era la “Filosofía
de la praxis de Adolfo Sánchez Vásquez” de
repente la amiga de la compañera me interrumpió y me dijo ¿Para qué estudias
filosofía? pues es una disciplina que no tiene mayor importancia para nuestra
vida, además, más lo confunde a uno, por eso yo no leo ese tipo de literatura.
Leo algo que me va a servir continuó.
Sin lugar a dudas esto es lo que la gente piensa de la filosofía, pareciera
que dedicarse al quehacer filosófico no sólo es una pérdida de tiempo, sino que además, les complica la existencia a
las personas.
De ese acontecimiento surgió la idea de escribir estas líneas, es precisamente para refutar y demostrar; que
la filosofía hoy más que nunca, es tan necesaria no sólo para nuestro país, sino para el planeta
entero. Pues sabemos vivimos en la era de la información o como otros la llaman la “sociedad del
conocimiento” en la que hay un exponencial crecimiento de la información pero
es hoy cuando menos sabemos el significado de lo que sucede en nuestra sociedad
y el mundo.
La gran mayoría de las personas
están enteradas de que, hay desigualdad, hay hambre, miseria, crisis
económicas, guerras, prostitución corrupción etc., pero lamentablemente esas
personas no saben el significado concreto de lo que sucede. Ya que ellas están informadas, pero de lo que
los grandes medios les quieren informar; pues ellos responden ineludiblemente a
los intereses de los grandes consorcios internacionales de comunicación y al
imperialismo.
“En una palabra, no queremos más
información sobre lo que pasa sino saber qué significa la información que
tenemos, cómo debemos interpretarla y relacionarla con otras informaciones
anteriores o simultáneas, qué supone todo ello en la consideración general de
la realidad en que vivimos, cómo podemos o debemos comportarnos en la situación
así establecida.”[1]
Las clases dominantes hoy en día
utilizan cualquier artimaña mediática o
ideológica para engañar a las grandes mayorías de la población poco o nada informadas de lo que acontece en el
mundo actual. Es aquí donde se cumple la sentencia de Vladimir Lenin: “Los
hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y
propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas
las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales,
los intereses de una u otra clase. Los
que abogan por reformas y viejo mientras no comprendan que toda institución
vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de
determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases,
sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas
que pueden -- y, por su situación social, deben -- constituir la fuerza capaz
de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para
la lucha”[2]
Para esto es necesario que la
filosofía sea practicable, que aborde problemas reales que aquejan a nuestro
pueblos, que ponga los pies en la tierra y camine por las calles desafiando los
obstáculos que vulneran y niegan la vida de las grandes mayorías de nuestros
pueblos.
FILOSOFÍA
¿PARA QUÉ?
El término filosofía ha sido
empleado de múltiples maneras e incluso Antonio Gramsci llegó a afirmar que
todos los hombres somos filósofos. Definición que comparto en gran medida y les
voy a explicar porque; la filosofía es algo que está presente en cada ser
pensante en primer lugar está presente a) en el lenguaje que cada uno de
nosotros manejamos es decir, todos manejamos un conjunto de nociones y de
conceptos que expresan de una u otra manera una
determinada realidad y concepción del mundo y no solamente palabras vacías
sino llenas de contenido. b) el sentido
común y el buen sentido c) la religión popular y por consiguiente en todo el
sistema de creencias de supersticiones, de opiniones y modos de ver y actuar
etc. De modo que nadie puede escapar a la filosofía aunque de ello no esté
consciente. De ahí que tiene razón Gramsci al afirmar que todos los hombres
somos filósofos.
Obviamente lo que hay que
diferenciar es el pensamiento sistemático, elaborado por la Ciencia, pero que
su punto de partida siempre es la realidad inmediata o sea el mundo cotidiano.
En estos renglones vamos sostener
la tesis de que la filosofía es una disciplina científica en tanto que procura
comprender la esencia de los diferentes fenómenos de la realidad desde una
concepción dialéctica del mundo, en la que el motor del desarrollo de los
fenómenos es la contradicción, es decir, la lucha de contrarios. La filosofía es una actividad humana, una
forma de orientar a los hombres para estudiar las causas de los fenómenos y
desterrar de una buena vez cualquier vestigio supersticioso y asumir la
responsabilidad de la propia conducción de su pensamiento, sus ideas y su
propia vida.
Por otra parte, el filósofo
francés Michel Onfray afirma que
"La filosofía proporciona medios para dominar nuestro destino, para
convertirnos en los actores de nuestra existencia, para liberarnos de miedos
inútiles y paralizantes y no abandonarnos, atados de pies y manos, como niños,
a los mitos de ayer y hoy".[3]
En este mismo orden de ideas Gilles Deleuze sostiene que:
“La filosofía no sirve al Estado, ni a la
Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido.
La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no
contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace
de la estupidez una cosa vergonzosa.
Sólo tiene un uso: denunciar la bajeza en
todas sus formas. ¿Existe alguna disciplina, fuera de la de filosofía, que se
proponga la crítica de todas las mixtificaciones, sea cual sea su origen y su
fin? Denunciar todas las ficciones sin las que las fuerzas reactivas no podrían
prevalecer. Denunciar en la mixtificación esta mezcla de bajeza y estupidez que
forma también la asombrosa complicidad de las víctimas y de los autores. En
fin, hacer del pensamiento algo agresivo, activo, afirmativo. Hacer hombres
libres, es decir, hombres que no confunden los fines de la cultura con el
provecho del Estado, la moral, y la religión. Combatir el resentimiento, la
mala conciencia, que ocupan el lugar del pensamiento”[4]
Los filósofos no son personas desligados de la realidad y de los procesos
históricos, ni mucho menos unos tipos raros y extraños que andan fantaseando
por la vida como muchas veces piensan o intentan hacer creer los detractores
del pensamiento filosófico y promotores de la sinrazón, la magia, el mito y la
religión.
Pueda que resulten extraños, pero
porque son tal vez los hombres más involucrados con los problemas reales de la
vida, porque los filósofos incomodan lo que ya está dado por supuesto, porque precisamente
hacen preguntas incomodas para quienes detentan el status quo: "¿por qué
la gente muere de hambre en este mundo, si la tierra tiene la capacidad para
alimentar a 12 mil millones de seres humanos y apenas somos un poco más de la
mitad?" ¿Por qué existe una abismal desigualdad en la distribución de los
alimentos en el mundo sí hoy en el planeta según Jean Zegler ex consultor de la ONU en el planeta se producen 12.5 mil millones
de toneladas?
¿Por qué hay tanta injusticia y
corrupción en el mundo? ¿Por qué hay unos que tienen tanto y otros tan poco?
¿Por qué hay explotación? ¿Por qué hay impunidad? ¿Por qué unos pocos
tienen mucho y muchos no tienen nada? ¿Por qué los partidos políticos siempre
defienden los intereses de la burguesía? ¿Por qué hay desempleo? ¿Por qué las
crisis económicas siempre la pagan los pobres? ¿Por qué en la pirámide fiscal
los de abajo tienen que sostener a los de arriba? ¿Por qué los presidentes
electos siempre prometen que van a cambiar la situación de los pobres pero las
condiciones siguen iguales o peores? ¿Por qué los impuestos siempre se lo
cargan a los más pobres y no a los ricos evasores y elusores? ¿Por qué los
pobres que trabajan los 365 días al año siempre viven en la miseria y los ricos
que hace muchos años dejaron de trabajar viven con todas las comodidades
habidas y por haber? Son preguntas
fundamentales que toca a la filosofía pensarlas críticamente para desvelar la
verdad escondida bajo la alfombra florida de los discursos oficiales de los que
gobiernan el mundo. Claro son preguntas que tocan las fibras nerviosas del
sistema, los intereses de clase y que la
ciencia oficial trata de escamotear.
De lo anterior se deriva la
necesidad de la filosofía pero una filosofía arraigada en la realidad; porque
que hay que decirle la verdad al pueblo,
no a los que ostentan el poder, pues ellos saben lo que están haciendo, pero al
estar en contubernio con las clases dominantes omiten decirle la verdad al
pueblo, que es supuestamente por el que “luchan” los pueblos necesitan saber la
verdad, necesita poder explicarse de forma racional, crítica y sencilla los
fenómenos naturales y sociales, el estado precario, vulnerable de su situación
para que a partir de la toma de conciencia de su situación, intenten
alternativas de resistencia, de cambios individuales y colectivas autónomos.
Es por esto que se debe enseñar
filosofía o mejor dicho siguiendo la exhortación de Kant, se debe enseñar a
filosofar; porque la filosofía tiene algo que decir; porque el mundo entero
está organizado de tal manera que no nos permite pensar nuestros problemas para
cambiarlos, porque hoy más que nunca es urgente pensar nuestra situación
personal y colectiva, nuestro país necesita pensar, necesita salir de todo
mecanismo que distrae a nuestros ciudadanos a través del espectáculo infinito
de la mediocridad, promocionado por las iglesias, las escuelas, las
universidades, los medios de comunicación, etc. En general, en la mayoría de
ellos se trabaja para "estupidizar” a la gente: las religiones a través de
sus pastores, curas, monjas, obispos se ocupan de vaciar los cerebros y
fabricar "idiotas", mientras que algunas universidades toman el
relevo para llenar los cerebros con clichés, prejuicios, dogmatismos, y
volverlos lacayos y esbirro que el sistema demanda para hacer funcionar las leyes
del mercado.
Generalmente los que detentan el poder, no dicen la verdad
real sino la verdad oficial, la verdad disfrazada, maquillada con eufemismos
que el poder quiere que sepamos, confundiendo niños con enanos o cima con sima.
Porque hay un enorme sistema que piensa que nos ahorra la tarea de pensar por
nosotros mismos y nos dicta lo que debemos hacer y no hacer, es decir en
palabras del filósofo Heidegger: "vivimos en estado de
interpretados": no pensamos; somos pensados, no hablamos; somos hablados
por el sistema, no elegimos, otros eligen por nosotros. Nuestra subjetividad ha
sido colonizada, somos una especie diría Michel Foucault de "sujetos
sujetados", por los medios de comunicación, por el poder político, económico,
religioso; por el mercado, por ese fenómeno denominado consumismo; es decir que
el sistema económico actual ha mercantilizado absolutamente todo, todo lo que
cae en su órbita lo transforma en mercancía.
Nos crean la necesidad pero al
mismo tiempo nos fabrican el producto que calmará nuestro insaciable deseo; es
decir que nos fabrican la enfermedad pero también nos venden el antídoto, nos
crean el problema (gratuitamente) pero luego nos ofrecen la solución al
problema con la única diferencia que a cambio hay que dar dinero; de esta
manera el individuo adquiere el estatus de ciudadano rentable de acuerdo a los
parámetros de las denominada sociedades modernas, diseñadas por los señores del
mercado y las finanzas; patrocinados por organismos de rango internacional,
como el Fondo monetario internacional, el Banco Mundial y la Organización
Mundial del Comercio, para quienes "es infinitamente más grave violar una
regla de comercio internacional que un derecho humano" que han condenado
al anonimato a millones de seres humanos considerados no rentables para sus
intereses, mutilando el "pienso luego existo" cartesiano y metiendo
de contrabando como es la lógica de su accionar el "consumo luego
existo" como requisito para entrar en la estadística del sistema.
De aquí que la filosofía necesita
salir del museo de las ideas, encarnarse, vitalizarse y "salir a la calle,
sentir en carne propia el sudor del
campesino, la campesina, la señora del mercado, la que recoge botellas, vende
el periódico es decir, hacerse urbana
sucia, habitando la cruda realidad del
hombre y la mujer que día con día hacen la historia. Es urgente oponer la cultura a las fuerzas
sombrías, el pensamiento al servicio de la insumisión, el saber en contra de la
ignorancia, la verdad como enemiga de la mentira, la filosofía al servicio de
inteligencia. De ahí que también la
Universidad debe de aportar su granito de Maíz para acabar con la colonización
y sumisión del pensamiento como lo planteó el Che Guevara:
¿Qué tengo que decirle a la
Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta
Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato,
no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de
obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el
patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba, y si este pueblo que hoy
está aquí y cuyos representantes están en todos los puestos del Gobierno, se
alzó en armas y rompió el dique de la reacción, no fue porque esos diques no
fueron elásticos, no tuvieron la inteligencia primordial de ser elásticos para poder
frenar con esta elasticidad el impulso del pueblo, y el pueblo que ha
triunfado, que está hasta malcriado en el triunfo, que conoce su fuerza y se
sabe arrollador, está hoy a las puertas de la Universidad, y la Universidad
debe ser flexible, pintarse de negro, de mulato, de obrero, de campesino, o
quedarse sin puertas, y el pueblo la romperá y él pintará la Universidad con
los colores que le parezca.[5]
En este sentido la filosofía
tiene mucho por hacer porque el objetivo, parafraseando a Nietzsche sigue siendo
hoy más que nunca "perjudicar la estupidez" que siempre ha sido el
enemigo principal y declarado de la razón y de todo intento pensamiento
crítico, libertario y autónomo.
Enseñar filosofía dada las
circunstancias que vivimos, es un deber moral para con la sociedad, para la
Universidad y sobre todo para los docentes que nos llamamos Universitarios.
De aquí que, urge promover la
práctica del filosofar, como una actitud y una manera de pensar y vivir,
exigente y rigurosa consigo mismo y con la sociedad; haciendo que el quehacer
filosófico se convierta en buena noticia para las grandes mayorías explotadas,
engañadas y en mala noticia para los victimarios.
En conclusión la filosofía es
pensar la vida críticamente, es tener un pensamiento desligado de todo tipo de
maquillaje, supersticioso. Es cuestionar el orden establecido, es vincular la
teoría con la práctica, es llevarla a su máxima expresión. La praxis. Por eso
es urgente sacar la filosofía a la calle para que el pueblo conozca su
realidad y no sea presa fácil de los
medios vendidos, funcionarios mentirosos, corruptos e hipócritas.
Por tanto, la filosofía tiene que
salir a las calles y ensuciarse con los problemas humanos, de tal manera que el
quehacer filosófico no sea visto como una pérdida de tiempo o una actividad
inservible, sino más bien se convierta en buena noticia para las víctimas y en
una amenaza para los victimarios.
FUENTES CONSULTADAS.
2.
Vladimir Lenin. Las tres fuentes y tres
partes integrantes del marxismo. p.5.
3. Michel Onfray.
Wikipedia.org. p.1
5. https://www.marxists.org/espanol/guevara/59-honor.htm.
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