POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA: EL CURRÍCULUM COMO
PROYECTO POLÍTICO
BREVE
INTRODUCCIÓN.
Un proyecto pedagógico no puede deducirse del proyecto político sino a
partir de las necesidades que tiene o reclama el sistema económico vigente. De
modo que no hay donde perderse al estructurar un curriculun pero debemos tener
mucha claridad teórica y práctica para orientar los pasos que hay que dar. Al mismo tiempo se debe estar conscientes a
quién vamos a beneficiar con dicho proyecto.
Sí lo que nos proponemos es coadyuvar a la transformación de la sociedad
y procurar el desarrollo de la sociedad no cabe dudas de que debemos asumir una
concepción científica del mundo y actuar en coherencia con la misma.
De ahí nuestra posición debe ser radical, es decir, siempre ir al fondo
de los problemas y acontecimientos que se suscitan a nivel local como mundial.
Pues la Universidad como tal tiene el legítimo derecho de conocerlo todo
a través de sus herramientas preferenciales. La Ciencia, la técnica y la
tecnología.
Las ideas que aquí se presentan son solamente eso, ideas para
discutirlas, debatirlas y confrontarlas con otros puntos de vista ya que la
ciencia se hace discutiendo y valorando las distintas concepciones.
Es necesario y urgente que la
Universidad retome el debate sobre los procesos curriculares, que se discuta
sobre problemas académicos, metodológicos, didácticos ya que es una de las
grandes fallas que padece nuestra institución.
Esa situación se deja ver con diáfana claridad en los procesos de
evaluación, en el concepto que se tiene de Universidad. En el desconocimiento
de las leyes del desarrollo biológico, psicológico y social que son básicas
para orientar el proceso de enseñanza aprendizaje.
No se diga del desconocimiento de la epistemología, la teoría del
conocimiento, la pedagogía y la didáctica. No se puede aspirar a formar un
profesional con un conocimiento sistemático de nuestra realidad sino se le proporcionan las herramientas
teórico metodológico de la ciencia.
La Universidad no puede abandonar su naturaleza crítica, pues eso es lo
que le da el Status de institución de la educación Superior, porque además, su
crítica no la base simplemente en la especulación o en lo que dicen sino que
ella la investiga y sobre esa base sienta una posición que no es la de un
docente o de alguna autoridad en particular sino que es que es su posición
seria como institución pensante. No
asumir esta posición es hacerle el juego a aquellos sectores que históricamente
se han beneficiado del silencio de la Universidad.
DESARROLLO:
El análisis del currículum implica de manera ineludible, hablar de proyecto político
vigente en un determinado momento histórico social. Todo proyecto político que se precie
de tal debe tener como prioridad de su agenda la educación del país. De ahí que no pueda concebirse la educación
al margen de los valores e ideología que sustenta dicho proyecto.
Los distintos modelos de acumulación desarrollados en nuestro país han
estado siempre acompañados de su consecuente currículum.
El currículum desde sus inicios
apareció como una palabra llena de
misterio, que encerraba una serie de teorías acerca de su origen, y muchas veces ni siquiera se sabe de qué se trata o
para que sirve.
Muchos docentes, tienen una concepción del currículum como la fórmula que se debe
aplicar manteniendo una estructura mecánica determinada o lo entienden como el
pensum de estudio de una carrera. Lo cual es un grave error.
La palabra curriculun se deriva
de la palabra latina carrera, el plural
de ambas formas es currículos y, menos frecuentemente, el plural latino
currícula.
Para tener una idea más clara de
lo que es el curriculun veamos algunas definiciones: currículum. Según Alicia
de Alba “es una propuesta político –
educativa en cuanto se encuentra estrechamente articulado a él o a los
proyectos políticos sociales sostenidos por los diversos grupos que impulsan y
determinan un curriculun”
Por su parte, Stenhouse sostiene que el curriculun es “conjunto de
experiencias planificadas por la escuela para ayudar a los alumnos y alumnas a
conseguir, en el mejor grado, los objetivos de aprendizaje proyectados según
capacidades”
En este mismo orden José A. Arnaz
nos dice que “el curriculun es un conjunto interrelacionado de conceptos,
proposiciones y normas, estructurado en
forma anticipada a acciones que se
quiere organizar”
Sin menoscabar el aporte de cada una de las definiciones anteriores
debemos decir que los últimos dos conceptos se ubican dentro de una concepción
formal de la educación en la que el
fenómeno educativo se presenta de manera aséptica. Sin embargo, como podemos apreciar la educación está
profundamente relacionada con el proyecto económico, político, cultural e ideológico del sistema.
En este sentido es preciso
entender el curriculun como la
conformación de un modelo cultural a partir de un proyecto ideológico. Es por
ello que el currículum no puede ni debe ser concebido como una simple colección
de saberes neutrales, desde el punto de vista ideológico (M. Apple; 1993).
La selección de contenidos y su estructuración responden siempre a la
lógica determinada por una planificación previa y a objetivos prefijados,
tendientes a determinar cuál es el perfil de ciudadano que se pretende formar.
Cuando nos referimos a los saberes reconocidos oficialmente estamos
haciendo directa alusión a la legitimación de una clasificación ejercida por
parte de los sectores políticamente dominantes.
La elección y configuración de los contenidos aceptados como
oficialmente válidos, surge de diversos debates, confrontaciones y tensiones
entre distintos grupos de poder que abogan por imponer su perspectiva.
Las diferencias manifiestas del poder, y la forma en que éste se ejerce,
se visualizan no sólo en la selección de los contenidos sino también en la
organización del sistema educativo, esto lo podemos apreciar con la
organización de nuestro sistema educativo ¿Por qué las clases de nuestro
sistema educativo se inician en febrero y no en mayo?
A simple vista parecería que es
obvio, sin embargo, el sistema educativo está estructurado de acuerdo al modelo
económico vigente de la época y el nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas y los intereses económicos que representa.
En consecuencia, la organización del sistema educativo no es una
decisión del pueblo como tal sino de los grupos que ostentan el poder económico
y político de la sociedad. De igual amanera, que la filosofía, ni la pedagogía
que la orienta la decide el pueblo sino las clases que controlan el poder
económico y político de la sociedad.
En nuestro país y a través de la historia podemos observar cómo los
distintos proyectos políticos siempre estuvieron acompañados por un diseño
curricular que estaba en correspondencia con los intereses de las clases
dominantes. En consecuencia, el currículo es una decisión política en donde se
expresan las concepciones y los intereses de los diferentes grupos sociales y
su respectiva influencia.
Por otra parte, el modelo
educativo desarrollado a partir de la
puesta en marcha de la reforma educativa en 1995, en la gestión del presidente
Armando Calderón sol, respondía necesariamente al auge que había logrado el modelo
económico neoliberal y el advenimiento del proyecto de globalización neoliberal.
Obviamente el curriculun implementado iba a profundizar las desigualdades y la
reproducción del sistema capitalista.
Más allá de la aparente
característica inclusiva del Sistema Educativo, estaba claro que la educación
no era para todos igual, que la situación de desigualdad estaba siendo
naturalizada y aceptada por las clases oprimidas. En esa ocasión el presidente
Calderón Sol hablaba de igualdad de oportunidades sin embargo, su retórica no
trascendió los linderos del discurso.
Pues como menciona Francisco Gutiérrez, en su libro educación como praxis política” la igualdad
de oportunidades es otra de las falacias con las que se procura ocultar la
ideología del sistema escolar” ya que no es lo mismo igualdad de oportunidades
que igualdad de posibilidades; pues según la constitución “todos somos iguales
ante la ley” cuestión que es totalmente falso ya que como lo expresó en
muchas ocasiones nuestro Arzobispo
Mártir Monseñor Oscar Arnulfo Romero en “ El Salvador la ley es como el
cascabel que sólo muerde al que anda descalzo” en ese sentido hablar de
igualdad de oportunidades se oye hasta como una burla, pues aunque nos digan
que todos y todas tenemos igualdad de oportunidades esto es una gran mentira ya
que históricamente han sido unos pocos los que han usufructuado los bienes del
país y peor aún hoy en donde alrededor de siete grupos financieros controlan el
poder económico y político e imponen sus designios a la gran mayoría que tienen que vivir en las peores
condiciones de vida y en un estado de exclusión social.
Es aquí en donde la retórica arenera no tiene correspondencia con la
realidad y se queda en un simple discurso vacío sin contenido real, pues lo que
expresa es su ideología de la dominación.
Por otro lado, la selección
exhaustiva de los contendidos y saberes a impartir siempre van a responder claramente a la lógica reproductivista basada en la
desigualdad y la opresión, propia de las sociedades capitalistas.
La puesta en marcha del modelo económico neoliberal impuesta como modo de vida en
nuestro país y en el resto de Latinoamérica se llevó a cabo a partir del
gradual sometimiento social.
La persecución ideológica y el consecuente la imposición del pensamiento
único en la que sólo se admiten los valores del neoliberalismo han dado lugar a
que la educación se transforme en un instrumento de opresión aún más del que
nos impusieron después de la conquista las clases dominantes.
Sin embargo, los tiempos han cambiado, y las estrategias
para engañar a los sectores pobres de la población son otros, ahora ya no se
habla de neoliberalismo ni de ajuste estructural hoy se habla de “asocio para
el crecimiento público privado” pero que es el mismo mono con diferente cola.
En este contexto la educación como hemos venido sosteniendo está
arraigada en los intereses económicos de las clases dominantes por lo cual no
es un fenómeno aséptico, incontaminado, neutral o apolítico por lo tanto, hoy
como ayer la curricula en cualquier sociedad
es inminentemente política; esto no lleva plantear que todo acto
educativo es un acto político.
Lo que debemos de entender de una vez por todas es que toda la educación
formal incluyendo la universitaria está siempre planificada de acuerdo con los
intereses económicos, políticos y culturales de quienes ostentan el poder.
Los principios propios de la derecha neoliberal, basados en el
individualismo, la competitividad, la justificación de la desigualdad y la
corrupción sistemática se instalaron en las prácticas sociales del pueblo,
internalizándose en el imaginario colectivo.
El proceso reformador de los noventa tras un supuesto velo de
modernización y actualización del sistema de enseñanza (viejo y anticuado para
el proyecto político económico neoliberal de ese entonces), reestructuró la
enseñanza tradicional
que sólo pretende la domesticación de los educandos. Empero, las
metodologías de la enseñanza continuaron y persisten hasta el día de hoy en
todos los niveles del sistema educativo incluyendo la Universidad.
La Universidad y su lenguaje original han sido sustituidos por el
lenguaje de la cultura empresarial de mayor difusión, o bien por el saber
sofisticado y exclusivo de los institutos de investigación y de las escuelas
estilizadas y refinadas” por su parte el (matemático Neozelandés Roy Patrick
Kerr, (1963) plantea que “ La Universidad ya no educa más, sólo capacita
especialistas, técnicos y demás ingenieros sociales, habilitados únicamente
para el desempeño de funciones administrativas automáticas o semiautomáticas,
pero inhabilitados para el desempeño libre, crítico e independiente.
Las Universidades y los centros
educativos preuniversitarios que avala, en casi todo el mundo se han convertido
sólo en industrias maquiladoras organizadas al servicio de los intereses de la
iniciativa privada y concebidas a modo
de preservar el orden establecido basado en la desigualdad social y el supuesto de la escasez.
De esta manera, los llamados “perfiles profesionales” se convierten sólo
en moldes ideológicos que permiten a los educadores y demás ingenieros sociales
producir instrumentos eficaces, “aptos” para su adecuada inserción en la
maquinaria de producción industrial de bienes y servicios”.
De igual manera, Ornelas, sostiene que: “la misión de la Universidad es
mucho mayor y más profunda que la de preparar mano de obra especializada para
la producción y los servicios. Lo que
debería distinguir a las Universidades
(. . .) es que fueran productoras
de cultura, formadora de pensadores y de caudillos intelectuales, así como de
científicos, artistas y tecnólogos que demanda el desarrollo nacional, aunque
de momento no encuentren empleo”.
Pero observemos las palabras de
uno de los científicos más destacados de la era moderna Albert Einstein:
“No es suficiente enseñar a los hombres una especialidad. Con ello se
convierten en algo así como maquinas utilizables pero no en individuos válidos.
Para ser un individuo valido, el hombre debe sentir aquello a lo que puede aspirar. Tiene que
recibir un sentimiento vivo bello de lo moralmente bueno. En caso contrario se
parece más a un perro bien amaestrado que a un ente armónicamente desarrollado.
Debe aprender a comprender las motivaciones, ilustraciones y penas de
las personas. Para adquirir una actitud recta respecto a los individuos, a la
sociedad, y sobre
todo a la vida de
todos los seres vivos. Estos conocimientos tan validos se logran por el contacto personal de la
generación joven y los que enseñan, y no -al menos en lo fundamental- de los
libros de texto.
Dar Importancia excesiva y prematura al sistema competitivo y a la
especialización en beneficio de la utilidad segrega al espíritu de la vida
cultural, y mata el germen del que depende la ciencia especializada.
Esta educación de la que se viene hablando está muy arraigada en un
paradigma repetitivo, memorístico y alejado de la realidad que viven los
estudiantes es decir, divorciada de sus problemas y centrada desde luego en los
libros. Obviamente esto tiene mucho que ver con la organización de la curricula
que sin lugar a dudas responde al tipo de Universidad elitista en la que sólo tienen
acceso algunos sectores de la sociedad.
El Estado incrementó los mecanismos de control oficial, impulsados y
conformados a partir de las recomendaciones hechas por los organismos internacionales como son: BM, FMI, OMC.
La configuración del currículum oficial estuvo impregnada por un
razonamiento planteado desde una perspectiva empresarial de las actividades de
enseñanza, lo que condujo a un pragmatismo exacerbado en la que sólo se veía la
lógica de la ganancia y se abandonó la formación de valores humanos y la identidad de los y las salvadoreñas.
Lo planteada hasta aquí deja claro que emprender un proceso de
transformación curricular implica un profundo compromiso de los docentes,
trabajadores administrativo y de servicio, es el involucramiento de todos
aquellos que están insertos de una manera u otra en el quehacer educativo. De
ahí que cualquier cambio que se intente llevar adelante sería un fracaso sino
se toman en cuenta los verdaderos ejecutores del proyecto.
FUENTES CONSULTADAS:
1.
Alicia de Alba. Curriculum: crisis, mito y perspectivas. Universidad
Nacional Autónoma de México. 1991.
2.
José A. Arnaz. La planeación curricular. Editorial Trillas. México DF.
3.
Aída Aldana. Planificación curricular.
Editorial Piedra Santa. Guatemala. 1982.
4.
Michel Apple. El diseño curricular. México distrito Federal. 1988.
5.
Francisco Gutiérrez. Educación como praxis política. P. 43.
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