Me habéis golpeado azotando la cruel mano en el rostro (desnudo y casto como
una flor donde amanece la primavera). Me
habéis encarcelado aún más, con vuestros ojos iracundos, muriéndose de frío mi
corazón bajo el torrente del odio, habéis
despreciado mi amor os reísteis de su pequeño regalo ruboroso, sin querer
entender los laberintos de mi ternura. Ahora es la hora de mi turno, el turno del
ofendido por años silencioso a pesar de los gritos
Amigos y amigas no
voy hacer una interpretación de este precioso poema de Roque Dalton, solo
quiero expresar que ha llegado el turno de los ofendidos, de los marginados, de
los excluidos, de los encarcelados, de los pobres, de los engañados, de aquellos
que trabajan los 360 días al año y nunca tienen nada. Ha llegado la hora de que hablemos los que
nunca hemos hablado, los que nunca han dicho nuestra palabra porque siempre se ha impuesto la bota del conquistador. Porque nos han robado hasta nuestra palabra,
nuestro sentir, nuestro pensar y nos han impuesto su pensar. Y cuando intentamos pensar
diferente a ellos (capitalistas) nos
encarcelaron, nos torturaron, nos desaparecieron, nos tildaron de comunistas,
de criminales, de subversivos, de terroristas, porque atentábamos contra la patria. Así
mataron a miles de hermanos y nos dijeron que lo hacían por el bien de
la patria.
Nos echaron a pelear hermano contra hermano,
nos dividieron, nos aterrorizaron, nos
instruyeron para obedecer y hacerle los mandados al patrón. Como dijo el Ché Guevara citado por Néstor
Kohan: nos educaron para la obediencia, nos enseñaron a bajar la cabeza y no mirar a los ojos, nos disciplinaron para decir siempre que sí,
nos indujeron a rechazar todo camino que no sea el institucional o electoral –
parlamentario.
Nos intentaron convencer, de manera “científica”y “pragmática” que no es viable el socialismo y, menos que nada, en un continente del
tercer mundo. Nos demostraron una y mil veces que América Latina es subdesarrollada y vive en crisis
permanentemente por falta de capitalismo, por falta de inversiones, por falta
de capitales.
Nos machacaron con que “El Estado somos
todos”. Nos volvieron a insistir con que “todos somos iguales ante la ley”. Nos
castigaron y nos golpearon en nombre de la” la división de poderes” nos
reclamaron comprensión, nos pidieron que apoyáramos a la burguesía nacional “en
nombre de la patria”, nos censuraron, nos callaron, nos reprimieron,
nos ilegalizaron, nos endeudaron. Nos explotaron.
Nos
expropiaron. Nos dejaron sin trabajo, nos persiguieron. Nos
secuestraron. Nos humillaron. Nos violaron, nos torturaron. Nos desaparecieron.
Más tarde nos mostraron el camino de la reconciliación, nos volvieron a
solicitar comprensión, nos inculcaron el culto a la paz, nos pidieron todos los
días la otra majilla.
Nos volvieron a obligar, ahora en nombre de
“la democracia”, a bajar la cabeza y a obedecer. Nos dieron mil ejemplos y uno
más de que la Revolución
hoy es imposible.
Hoy nuestro pueblo se pregunta ¿Quiénes son
los que nos han ofendido? Y la historia
responde. Los mismos de siempre. Los capitalistas. Y el pueblo se vuelve a
preguntar ¿Quiénes son los verdaderos asesinos
de nuestro pueblo en los últimos 30 años?
Y la historia responde: Fidel Sánchez Hernández y la oligarquía, Arturo
Armando Molina y la oligarquía, Carlos Humberto Romero y la oligarquía, Juntas
de gobierno y la oligarquía, José Napoleón Duarte y la oligarquía.
¿Quiénes han
asesinado, masacrado, saqueado, robado y privatizado los bienes del
pueblo? Alfredo cristiani, Armando
Calderón Sol, Francisco Flores y Elías Antonio Saca, la oligarquía financiera y
la pandilla de ladrones enquistados en el
Gobierno. ¿Todos estos asesinos y
ladrones nos dicen que el FMLN es el responsable de la pobreza de nuestro país?
No amigos y amaigas que no nos confunda, la
historia es clara por eso decía Carlos
Marx que la única Ciencia Verdadera es la historia y tenía razón pues todas las
atrocidades cometidas a nuestro pueblo desde la conquista ha sido conducida y
avalada por los gobiernos y oligarquía de turno.
En El Salvador, hubo un conflicto, mis amigos
y amigas, cuyas causas los medios oficiales jamás las han dicho y sus ideólogos
vendidos al gran capital nunca han dicho nada al contrario la han escamoteado,
pero déjeme contarle sucintamente. Pero una de las causas Centrales que dieron
origen al conflicto fue la injusta distribución de la riqueza, la extrema
pobreza en que vivía la mayoría del pueblo Salvadoreño, la violación a los
derechos humanos, la represión del ejército, a tal grado de que cuando la gente
salía a protestar por mejores salarios, precios justos para los fertilizantes
para los campesinos la respuesta de los Gobiernos era más represión, pero el
pueblo salvadoreño ha sido amante de la paz sin embargo, tuvo mucha paciencia,
le tocó soportar muchos fraudes electorales ( 1972 Y 1977) Quienes gobernaban en ese entonces el
PCN. Para a callar a las masas el
gobierno respondía con más represión y
persecución de aquellos líderes que se oponía a la injusticia.
El pueblo organizado al no encontrar otra
salida tuvo que tomar las armas para defenderse de la arremetida del gobierno y
la oligarquía a través de sus asesinos a
sueldo como el mayor Roberto Dawuison Arieta, la Guardia Nacional , Policía de
Hacienda, PN Y Orden ( Grupo para
militar creado para vigilar a los organizados en los Barrios, Colonias y
Cantones). Eran orejas. Estas son las causas mis amigos y amigas no las que nos
dicen por teléfono en su desesperación, porque saben que se les llegó el día y
el pueblo tiene que saldar esta cuenta que está pendiente. El turno ha llegado.
El turno del ofendido.
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