viernes, 21 de junio de 2024

 

POR:  MSC. JOSÉ ISRAEL VENTURA

CARTA A LOS MAESTROS EN SU DÌA

En el marco del Día del Maestro, me dirijo a ustedes con el propósito de expresarles mi más sincero reconocimiento por su invaluable labor en la formación de las nuevas generaciones. Su dedicación, compromiso y pasión por la enseñanza son pilares fundamentales en el desarrollo de nuestra sociedad

 La transmisión de conocimientos, la inculcación de valores y la constante motivación hacia el aprendizaje son tareas que ustedes desempeñan con excelencia y nobleza, dejando una huella imborrable en la vida de cada uno de sus estudiantes.

Reconozco en su labor docente un arte inestimable, pues a través de su dedicación, esfuerzo y compromiso, sus estrategias, didácticas y habilidades comunicativas logran estimular la curiosidad, el conocimiento del mundo, la sociedad y el desarrollo del pensamiento crítico. En ustedes están cifradas las esperanzas de construir una sociedad más justa, equitativa y humana.

En este día tan especial, les envío mis más sinceras felicitaciones y les deseo un futuro lleno de éxitos profesionales y personales. Que su vocación siga inspirando a las nuevas generaciones y que su trabajo continúe contribuyendo al desarrollo de una sociedad más prospera.

Quiero compartir con ustedes una preciosa carta que en 1957 Albert Camus le envió a su maestro Cuando recibió el Premio Nobel de Literatura.

Esperé a que se apagara un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días con la concesión del Premio Nobel antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, no hubiese sucedido nada   de todo esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo, pero por lo menos ofrece la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.

Lo abrazo con todas mis fuerzas.

SAN SALVADOR, 21 DE JUNIO DE 2024

 

 

 

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