miércoles, 8 de julio de 2020




LA POLITICA COMO NEGOCIO  VS  LA POLITICA COMO SERVICIO AL  BIEN COMÚN.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
BREVE INTRODUCCIÓN.
Parafraseando al mito griego sobre el rey midas, según el mito antes mencionado este rey  tenía la habilidad de convertir todo  lo que tocaba en oro; pues algo similar sucede  con el sistema capitalista nada más que al revés  ya que todo lo que cae en su órbita  del sistema lo  transforma en mercancía. Pero además, todo lo destruye,   pervierte y corrompe.  Esto  se puede ver con mucha claridad particularmente en la política, que con el correr del tiempo dicha disciplina se ha transformado en una mercancía más,  que se compra y se vende. Es una mercancía como cualquier otra.
En el país desde muchos años la política se ha pervertido de tal manera que únicamente ha servido para tomar las decisiones más oscuras, más viles y sangrientas, y para satisfacer los apetitos más  egoístas,  nefastos,  mezquinos  y podridos de determinados grupos de poder.
De ahí que la política se ha convertido en un negocio, en un fraude, pero jamás en servicio al pueblo salvadoreño. Pues han olvidado o han hecho caso omiso que hacer política es servir, es colaboración, es trabajar por la comunidad, por mejorar las condiciones de vida de todos y todas. Es hacer prevalecer la justicia, eliminando por todos los medios la injusticia, la desigualdad, la marginalidad  y la exclusión social. Por eso decía San Agustín: «Sin la justicia, ¿qué serían en realidad los reinos sino bandas de ladrones? Pregúntense ustedes ¿Qué es lo que se tiene hoy en nuestra sociedad?
 De modo que se puede definir la política de manera general, como la práctica y el ámbito en el que el ser humano realiza y vive su existencia junto con los demás, organizando racionalmente su convivencia sobre la base del bien común.  En ese sentido es que Aristóteles decía que  todos los hombres somos políticos  porque somos los únicos como especie que  organizamos de manera racional la sociedad para alcanzar los fines y objetivos en función del bien común.
Hoy en nuestra sociedad todos quieren ser diputados, alcaldes, magistrados, Fiscales  aunque no reúnan los requisitos  establecidos por la constitución ni  por la ética ni  la moral.
 ¿A qué se debe todo esto? sin lugar a dudas han visto en la política una forma de hacer dinero fácil y de encumbrarse como grandes señores  en la sociedad.  Se actúa bajo una concepción pragmática  es decir, utilitaria, en la que prevalecen los intereses de grupo  y no los de la sociedad en general. Es la típica manera como se ha venido haciendo politiquería pero no política, es lo que desde 1824 cuando El Salvador se erige como república independiente, después de la independencia  se ha venido haciendo, anteponiendo los intereses de pequeños grupos sin importar el resto de la sociedad.
Se han olvidado que la política tiene como función esencial  y que es inherente a ella la búsqueda del bien común, de los fines a los que aspira toda sociedad humana: La justicia, la paz y el bienestar económico.
En este breve ensayo se reflexiona un poco acerca del verdadero significado de hacer política, entendida como servicio  y no como transe, se intenta rescatar  el significado positivo  de la política en la sociedad, ponerla en función de las necesidades e intereses de toda la sociedad y no de pequeños grupos de poder. De igual manera, también se reflexiona un poco sobre el sentido negativo al que los distintos medios  nos han vendido históricamente.
DESARROLLO:
Hablar de política para la mayoría de la sociedad es sinónimo de corrupción. A lo largo de la historia nos han vendido la concepción  de que hacer política es algo pecaminoso, huele a podredumbre, arribismo,  oportunismo  y robo. De ahí que no hay un tan sólo político que escape a esta definición.
Obviamente esta es la  percepción con  -- contadas excepciones—que la población tiene de los políticos   y de la política como tal.  No obstante, esta percepción no es solamente la que tiene la mayoría de la sociedad, sino que incluso, la encontramos en muchos profesionales  y aún de personas que ocupan cargos públicos. Pero ¿Cómo se ha ido construyendo esta percepción equivocada de la política? Hay que destacar que  en nuestras sociedades desde su nacimiento hemos tenido un déficit de educación y cultura, la cual ha condicionado de una u otra manera  la percepción  y el  conocimiento de la realidad social, política y económica. Por lo tanto, depende mucho de esa cotidianidad la subjetividad que de la politica nos formemos.
Los hombres y mujeres al tener solamente un conocimiento unidireccional,  espontaneo y empírico de la realidad, tendemos a distorsionar la esencia de los fenómenos   y asumimos como realidad lo tangible, lo medible, lo cuantificable, en ese  sentido se nos dificulta conocer lo que hay  detrás  de los diversos  fenómenos que nos envuelven en una madeja compleja y caótica.
Karel Kosick en su  libro  “la dialéctica de lo concreto”  nos habla del mundo de la Pseudo concreción, es decir, del mundo falso,  el mundo aparente, por lo que según él para conocer la verdadera esencia de los fenómenos es necesario dar un rodeo, pero ese rodeo debe darse haciendo uso del método Científico (Método dialectico), pues sólo recurriendo a la reflexión, al análisis crítico   y la racionalidad se puede llegar a una compresión profunda de la realidad y trascender la apariencia para arribar a la esencia.
De igual manera, hay que destacar que  los seres humanos tenemos la tendencia de subjetivar  toda aquella realidad que percibimos  de manera espontánea, de ahí que todo ese accionar lo transformamos en una praxis, aunque sea una praxis equivocada. Veamos un ejemplo: Muchos de los que hoy nos desempeñamos como docentes  en cualquier nivel del sistema educativo tenemos una frase muy coloquial “así me enseñaron mis profesores por eso asi   lo hago yo” como pueden ver un hecho objetivo lo transformamos  en subjetivo y hacemos  de ello una praxis que aunque equivocada  pero se siguen haciendo, es decir, seguimos un modelo, un paradigma.
 Pasa  lo mismo con la política, en el país llevamos muchísimos años  que los medios  de comunicación, la educación sistemática, la religión  y hoy algunas redes sociales nos han vendido la idea  de que la política es un oficio sólo para corruptos. 
Por otro lado, se nos ha vendido  igualmente la idea de que la política es sucia, que quien se mete en política termina infectado, vilipendiado, odiado y desacreditado. Entonces la política es una actividad deshonesta y que por lo tanto, no vale la pena involucrarse en  dicha actividad.
Quienes asi piensan le dejan el portón abierto a muchos arribistas y oportunistas  para que ellos asuman la responsabilidad de dirigir los destinos de una nación,  sin percatarnos que  lo único que buscan es aprovecharse  de sus cargos para robar, para saquear, transar   y hacerse ricos con el erario del pueblo.
 Se olvidan como dijo Bertold Brech: “el analfabeto político no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que son el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”
Por ello es necesario tener una compresión correcta del significado de hacer política pues como lo menciona Enrique Dussell en su libro filosofía politica de la liberación “la política es un oficio noble”. 
En este sentido se puede decir  que las personas que se han  dedicado históricamente a robar,  a saquear al Estado no se les pueden seguir asignándoles el apelativo de  políticos y quizás el mejor nombre que se les puede dar es el de: caco, carterista, ratero, cleptómano, descuidero, chorizo, mangante, saqueador, timador, bandido, atracador, maleante, cuatrero, usurero, estafador, carero etc.,  (véase Wikipedia). De ahí que todo aquél que tenga pretensiones  de meterse en politica será percibido con  uno de esos apelativos que se han mencionado. En el caso de que llegue a servirse y no a servir, pues el fin de la política es servir, es trabajar por el bien común. Por otro lado, quienes hoy están por primera vez incursionando en la política deben saber que el pueblo los va a elegir, para que lleguen a contribuir a transformar a  la sociedad que por hoy es una sociedad enferma, en estado de coma, que su compromiso será, peinarla, tasquearla, perfumarla, embellecerla, volverle la sonrisa, que sus malos hijos le han robado.
 Pero si nos remitimos al momento actual lo que tenemos es un grupo de mafiosos, mañosos, ladrones, rateros, maleantes, estafadores que no tienen ni lo más mínimo de dignidad, que no les chorrea ni un gramo de sangre por sus venas, ni mucho menos respeto por el pueblo que los llevó a esos cargos.  ¿Les podemos seguir llamando políticos a esos siniestros personajes? Ahora bien, si todo el pueblo ya sabe quiénes son los que controlan el gobierno  y el Estado, ¿Cuál será la acción más  sensata? 
No elegir a ningún representante de los partidos corruptos  y aceptar que nos equivocamos al elegir a toda esa recua  de ladrones, coqueros y estafadores.  Pero jamás, volver a tropezar con la misma piedra.
¿QUÉ PODEMOS CONCLUIR?
Lo que se puede concluir, de la politica,  bueno que la politica es un oficio honesto, de la que se debe ocupar gente decente, honorable, humana con mucha sensibilidad social   y con pretensión de “justicia social” (Enrique Dusell) de ahí que no se puede llamar políticos a los ladrones.
 La política es servicio al pueblo, no es negocio, por eso el que se mete a la política debe de estar preparado para servir  no para servirse.
 “Hay gente que adora la plata, se mete en la política, si adora tanto la plata que se meta en el comercio, en la industria, qué haga lo que quiera, no es pecado, pero la política es para servirle a la gente. No es que se pueda ser desinteresado, no hay ser viviente que sea desinteresado, hay una cuota dentro de nosotros que así nos mandata, la vida es el juego de solidaridad, de fraternidad. A la alta política le interesa ese cariño de la gente, algo que se transmite, que no tiene precio y que no se compra en el supermercado” (Pepe Mujica. Expresidente del Uruguay); siguiendo con este pensamiento de Mujica decía “"La política no es un pasatiempo, ni para vivir de ella, es una pasión con el sueño de intentar construir un futuro social mejor. Sí la politica es expresión de la mayoría  hay que vivir como vive  la mayoría y no como la minoría.
Si aceptamos que la política es un oficio para gente deshonesta, entonces, no es casual que votemos y soportemos a representantes corruptos. No obstante, si se asume que la política es un servicio al pueblo, ningún representante político podrá dedicarse a robar.
Porque será nuevamente repudiado por el pueblo y será objeto de destitución, de ahí que debemos de cambiar la concepción de que a la política deben incorporarse solamente mafiosos, en política deben estar eso sí, sólo gente que estén dispuestos hacer política pero de manera diferente. Que estén profundamente convencidos de que la única manera de heredar una sociedad diferente a las nuevas generaciones es solamente es asumiendo el compromiso de transformarla, pero desprendiéndose de la manera como se ha venido haciendo la politica.
Lo que no se debe perder de vista es que estos procesos no se hacen de la noche a la mañana, los vicios heredados  por la sociedad anterior son muchos y las construcciones mentales son demasiadas; de ahí que toda la sociedad debe contribuir a la transformación de la misma, pero en particular el sistema educativo en su totalidad.
Recordamos las palabras Mahatma Gandhi” Seamos el cambio que queremos ver” Ser el cambio que queremos ver en el mundo implica compromiso, implica disciplina, coherencia, consistencia. Ser el cambio que queremos ver en el mundo no es tarea sencilla, tampoco se logra de un día para otro, pero si queremos grandes cambios y cada uno representamos ese cambio que buscamos, poco a poco, persona por persona genera un gran cambio y la sumatoria de esos cambios, generan un nuevo y mejor mundo. Una mejor sociedad en la que todos vivamos en armonía, respeto y dignidad. Luchemos por ese cambio, para que nunca volvamos a ver esa recua de delincuentes en el gobierno, criminales  y asesinos en el gobierno.
FUENTES CONSULTADAS.
1.      Karel Kosick. La dialéctica de lo concreto. Editorial Fondo de cultura económica.
2.      Teresa Gelardo Rodriguez. La política y el bien común. Editorial.  Instituto Azpilcueta.
3.      Roque Dalton García. Taberna y otros Lugares.
4.      Enrique Dussell. Filosofía política de la liberación Editorial Fondo de Cultura Económica.
5.      Méxicolacolumnamx.wordpress.com › 2013/03/20 › la-ciudad... 20 mar.2013.
6.      www.revistainspiras.com › bienestar1 › Gandhi. Se el cambio que quieres ver en el mundo: Liderazgo al estilo.



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