LA POLITICA COMO NEGOCIO VS LA
POLITICA COMO SERVICIO AL BIEN COMÚN.
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
BREVE
INTRODUCCIÓN.
Parafraseando al mito griego sobre el rey midas, según
el mito antes mencionado este rey tenía
la habilidad de convertir todo lo que
tocaba en oro; pues algo similar sucede
con el sistema capitalista nada más que al revés ya que todo lo que cae en su órbita del sistema lo transforma en mercancía. Pero además, todo lo
destruye, pervierte y corrompe. Esto se
puede ver con mucha claridad particularmente en la política, que con el correr
del tiempo dicha disciplina se ha transformado en una mercancía más, que se compra y se vende. Es una mercancía
como cualquier otra.
En el país desde muchos años la política se ha pervertido
de tal manera que únicamente ha servido para tomar las decisiones más oscuras,
más viles y sangrientas, y para satisfacer los apetitos más egoístas, nefastos,
mezquinos y podridos de
determinados grupos de poder.
De ahí que la política se ha convertido en un negocio,
en un fraude, pero jamás en servicio al pueblo salvadoreño. Pues han olvidado o
han hecho caso omiso que hacer política es servir, es colaboración, es trabajar
por la comunidad, por mejorar las condiciones de vida de todos y todas. Es
hacer prevalecer la justicia, eliminando por todos los medios la injusticia, la
desigualdad, la marginalidad y la
exclusión social. Por eso decía San Agustín: «Sin la justicia, ¿qué serían en
realidad los reinos sino bandas de ladrones? Pregúntense ustedes ¿Qué es lo que
se tiene hoy en nuestra sociedad?
De modo que se
puede definir la política de manera general, como la práctica y el ámbito en el
que el ser humano realiza y vive su existencia junto con los demás, organizando
racionalmente su convivencia sobre la base del bien común. En ese sentido es que Aristóteles decía
que todos los hombres somos
políticos porque somos los únicos como
especie que organizamos de manera
racional la sociedad para alcanzar los fines y objetivos en función del bien
común.
Hoy en nuestra sociedad todos quieren ser diputados,
alcaldes, magistrados, Fiscales aunque no
reúnan los requisitos establecidos por
la constitución ni por la ética ni la moral.
¿A qué se debe
todo esto? sin lugar a dudas han visto en la política una forma de hacer dinero
fácil y de encumbrarse como grandes señores
en la sociedad. Se actúa bajo una
concepción pragmática es decir,
utilitaria, en la que prevalecen los intereses de grupo y no los de la sociedad en general. Es la
típica manera como se ha venido haciendo politiquería pero no política, es lo
que desde 1824 cuando El Salvador se erige como república independiente,
después de la independencia se ha venido
haciendo, anteponiendo los intereses de pequeños grupos sin importar el resto
de la sociedad.
Se han olvidado que la política tiene como función
esencial y que es inherente a ella la
búsqueda del bien común, de los fines a los que aspira toda sociedad humana: La
justicia, la paz y el bienestar económico.
En este breve ensayo se reflexiona un poco acerca del
verdadero significado de hacer política, entendida como servicio y no como transe, se intenta rescatar el significado positivo de la política en la sociedad, ponerla en
función de las necesidades e intereses de toda la sociedad y no de pequeños
grupos de poder. De igual manera, también se reflexiona un poco sobre el
sentido negativo al que los distintos medios
nos han vendido históricamente.
DESARROLLO:
Hablar de política para la mayoría de la sociedad es
sinónimo de corrupción. A lo largo de la historia nos han vendido la
concepción de que hacer política es algo
pecaminoso, huele a podredumbre, arribismo,
oportunismo y robo. De ahí que no
hay un tan sólo político que escape a esta definición.
Obviamente esta es la percepción con
-- contadas excepciones—que la población tiene de los políticos y de la política como tal. No obstante, esta percepción no es solamente
la que tiene la mayoría de la sociedad, sino que incluso, la encontramos en
muchos profesionales y aún de personas
que ocupan cargos públicos. Pero ¿Cómo se ha ido construyendo esta percepción
equivocada de la política? Hay que destacar que
en nuestras sociedades desde su nacimiento hemos tenido un déficit de
educación y cultura, la cual ha condicionado de una u otra manera la percepción
y el conocimiento de la realidad
social, política y económica. Por lo tanto, depende mucho de esa cotidianidad
la subjetividad que de la politica nos formemos.
Los hombres y mujeres al tener solamente un
conocimiento unidireccional, espontaneo
y empírico de la realidad, tendemos a distorsionar la esencia de los
fenómenos y asumimos como realidad lo
tangible, lo medible, lo cuantificable, en ese
sentido se nos dificulta conocer lo que hay detrás
de los diversos fenómenos que nos
envuelven en una madeja compleja y caótica.
Karel Kosick en su libro “la
dialéctica de lo concreto” nos habla del
mundo de la Pseudo concreción, es decir, del mundo falso, el mundo aparente, por lo que según él para
conocer la verdadera esencia de los fenómenos es necesario dar un rodeo, pero
ese rodeo debe darse haciendo uso del método Científico (Método dialectico),
pues sólo recurriendo a la reflexión, al análisis crítico y la racionalidad se puede llegar a una compresión
profunda de la realidad y trascender la apariencia para arribar a la esencia.
De igual manera, hay que destacar que los seres humanos tenemos la tendencia de
subjetivar toda aquella realidad que
percibimos de manera espontánea, de ahí
que todo ese accionar lo transformamos en una praxis, aunque sea una praxis
equivocada. Veamos un ejemplo: Muchos de los que hoy nos desempeñamos como
docentes en cualquier nivel del sistema
educativo tenemos una frase muy coloquial “así me enseñaron mis profesores por
eso asi lo hago yo” como pueden ver un
hecho objetivo lo transformamos en
subjetivo y hacemos de ello una praxis
que aunque equivocada pero se siguen
haciendo, es decir, seguimos un modelo, un paradigma.
Pasa lo mismo con la política, en el país llevamos
muchísimos años que los medios de comunicación, la educación sistemática, la
religión y hoy algunas redes sociales
nos han vendido la idea de que la
política es un oficio sólo para corruptos.
Por otro lado, se nos ha vendido igualmente la idea de que la política es
sucia, que quien se mete en política termina infectado, vilipendiado, odiado y
desacreditado. Entonces la política es una actividad deshonesta y que por lo
tanto, no vale la pena involucrarse en
dicha actividad.
Quienes asi piensan le dejan el portón abierto a
muchos arribistas y oportunistas para que
ellos asuman la responsabilidad de dirigir los destinos de una nación, sin percatarnos que lo único que buscan es aprovecharse de sus cargos para robar, para saquear,
transar y hacerse ricos con el erario
del pueblo.
Se olvidan como
dijo Bertold Brech: “el analfabeto político no
oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto,
del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de
decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece
y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la
prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que son el
político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y
multinacionales”
Por ello es necesario tener una compresión correcta
del significado de hacer política pues como lo menciona Enrique Dussell en su
libro filosofía politica de la liberación “la política es un oficio noble”.
En este sentido se puede decir que las personas que se han dedicado históricamente a robar, a saquear al Estado no se les pueden seguir
asignándoles el apelativo de políticos y
quizás el mejor nombre que se les puede dar es el de: caco, carterista, ratero,
cleptómano, descuidero, chorizo, mangante, saqueador, timador, bandido,
atracador, maleante, cuatrero, usurero, estafador, carero etc., (véase Wikipedia). De ahí que todo aquél que
tenga pretensiones de meterse en
politica será percibido con uno de esos
apelativos que se han mencionado. En el caso de que llegue a servirse y no a
servir, pues el fin de la política es servir, es trabajar por el bien común.
Por otro lado, quienes hoy están por primera vez incursionando en la política
deben saber que el pueblo los va a elegir, para que lleguen a contribuir a
transformar a la sociedad que por hoy es
una sociedad enferma, en estado de coma, que su compromiso será, peinarla,
tasquearla, perfumarla, embellecerla, volverle la sonrisa, que sus malos hijos
le han robado.
Pero si nos
remitimos al momento actual lo que tenemos es un grupo de mafiosos, mañosos, ladrones,
rateros, maleantes, estafadores que no tienen ni lo más mínimo de dignidad, que
no les chorrea ni un gramo de sangre por sus venas, ni mucho menos respeto por
el pueblo que los llevó a esos cargos. ¿Les podemos seguir llamando políticos a esos
siniestros personajes? Ahora bien, si
todo el pueblo ya sabe quiénes son los que controlan el gobierno y el Estado, ¿Cuál será la acción más sensata?
No elegir a ningún representante de los partidos
corruptos y aceptar que nos equivocamos
al elegir a toda esa recua de ladrones,
coqueros y estafadores. Pero jamás,
volver a tropezar con la misma piedra.
¿QUÉ PODEMOS CONCLUIR?
Lo que se puede concluir, de la politica, bueno que la politica es un oficio honesto, de
la que se debe ocupar gente decente, honorable, humana con mucha sensibilidad
social y con pretensión de “justicia
social” (Enrique Dusell) de ahí que no se puede llamar políticos a los
ladrones.
La política es
servicio al pueblo, no es negocio, por eso el que se mete a la política debe de
estar preparado para servir no para
servirse.
“Hay gente que
adora la plata, se mete en la política, si adora tanto la plata que se meta en
el comercio, en la industria, qué haga lo que quiera, no es pecado, pero la
política es para servirle a la gente. No es que se pueda ser desinteresado, no
hay ser viviente que sea desinteresado, hay una cuota dentro de nosotros que
así nos mandata, la vida es el juego de solidaridad, de fraternidad. A la alta
política le interesa ese cariño de la gente, algo que se transmite, que no
tiene precio y que no se compra en el supermercado” (Pepe Mujica. Expresidente
del Uruguay); siguiendo con este pensamiento de Mujica decía “"La política
no es un pasatiempo, ni para vivir de ella, es una pasión con el sueño de
intentar construir un futuro social mejor. Sí la politica es expresión de la
mayoría hay que vivir como vive la mayoría y no como la minoría.
Si aceptamos que la política es un oficio para gente
deshonesta, entonces, no es casual que votemos y soportemos a representantes
corruptos. No obstante, si se asume que
la política es un servicio al pueblo, ningún representante político podrá
dedicarse a robar.
Porque será nuevamente repudiado por el pueblo y será
objeto de destitución, de ahí que debemos de cambiar la concepción de que a la
política deben incorporarse solamente mafiosos, en política deben estar eso sí,
sólo gente que estén dispuestos hacer política pero de manera diferente. Que
estén profundamente convencidos de que la única manera de heredar una sociedad
diferente a las nuevas generaciones es solamente es asumiendo el compromiso de
transformarla, pero desprendiéndose de la manera como se ha venido haciendo la
politica.
Lo que no se debe perder de vista es que estos
procesos no se hacen de la noche a la mañana, los vicios heredados por la sociedad anterior son muchos y las
construcciones mentales son demasiadas; de ahí que toda la sociedad debe
contribuir a la transformación de la misma, pero en particular el sistema
educativo en su totalidad.
Recordamos las palabras Mahatma Gandhi” Seamos el cambio que queremos ver” Ser el cambio que
queremos ver en el mundo implica compromiso, implica disciplina, coherencia,
consistencia. Ser el cambio que queremos ver en el mundo no es tarea sencilla,
tampoco se logra de un día para otro, pero si queremos grandes cambios y cada
uno representamos ese cambio que buscamos, poco a poco, persona por persona
genera un gran cambio y la sumatoria de esos cambios, generan un nuevo y mejor
mundo. Una mejor sociedad en la que todos vivamos en armonía, respeto y
dignidad. Luchemos por ese cambio, para que nunca volvamos a ver esa recua de
delincuentes en el gobierno, criminales
y asesinos en el gobierno.
FUENTES CONSULTADAS.
1.
Karel Kosick. La
dialéctica de lo concreto. Editorial Fondo de cultura económica.
2.
Teresa Gelardo
Rodriguez. La política y el bien común. Editorial. Instituto Azpilcueta.
3.
Roque Dalton
García. Taberna y otros Lugares.
4.
Enrique Dussell.
Filosofía política de la liberación Editorial Fondo de Cultura Económica.
5.
Méxicolacolumnamx.wordpress.com
› 2013/03/20 › la-ciudad... 20 mar.2013.
6.
www.revistainspiras.com
› bienestar1 › Gandhi. Se el cambio que quieres ver en el mundo: Liderazgo al estilo.
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