LA POBREZA COMO PROBLEMA ÉTICO EN EL
SALVADOR
POR: MSc JOSÉ ISRAEL VENTURA.
En medio de la crisis de valores que
vive la sociedad en general, parece pertinente
acercarnos a los principales problemas
de la ética. Problemas que por su
naturaleza, connotación e impacto social es conveniente estudiar. Dentro de
estos problemas se destacan: el aborto, la prostitución, el divorcio, la
eutanasia, la corrupción, la drogadicción, la libertad, los derechos humanos,
el sida, la pobreza, la clonación y la pena de muerte entre otros.
Si bien es cierto que dichos problemas se
presentan en nuestra percepción diaria como fenómenos naturales o dicho de otra
manera, subjetivos, propios de cada persona, sin ningún nexo ni relación con la
estructura socio-económica, también es cierto que tales fenómenos están profundamente arraigados en la
forma como la sociedad está organizada y
como ésta capacita a los ciudadanos para encarar los retos y desafíos de la “postmodernidad”.
No obstante, la ciencia nos demuestra que:
“cualquier fenómeno social ya sea el idioma,
el arte, el Estado, la Nación ,
la ciencia y la moral, no puede ser comprendido aisladamente, sino como
fenómeno engendrado por la sociedad y correspondiente a determinadas
necesidades de ésta. Puesto que el modo de vida de los hombres de cualquier
sociedad depende del modo de producción, todos los demás fenómenos de la vida
de dicha sociedad dependen en última instancia, del modo de producción, se
desprenden de él y están condicionados por él.[1]
Por otra parte, dado que la ética es la ciencia que analiza e interpreta y explica el fenómeno de la moral, ésta nos puede ayudar a tener una comprensión más objetiva y racional del fenómeno objeto de
estudio. Resulta entonces pertinente
hacer un intento de reflexión sobre estos problemas. No obstante, para esta breve reflexión
centraré mi atención en el problema que probablemente direcciona a los demás.
La pobreza.
Obviamente muchos de estos
problemas tienen sin lugar a duda raíces sociales y están arraigados desde
luego en injusta distribución de la riqueza.
Son problemas que la ética como ciencia de la
moral debe analizar e interpretar y poner en su justo lugar. Como sabemos el
fenómeno de la pobreza hoy se ha convertido no sólo en un problema de orden
social sino además, es también ético. Ya que no es posible que en una sociedad
en la que se habla de democracia, justicia, valores morales y libertad vivan
tantos millones de personas en la total
indigencia
Por Ejemplo, de “1200 millones de personas (47
% del África Sub – Sahariana, 20 por ciento del Asia Oriental, 20 por ciento de China, 51 por ciento del
Asia meridional, 55 por ciento de la
India , 8 por ciento de Europa Oriental, 31 por ciento del
Norte de África y 19 por ciento de América Latina) y 850 millones sufren graves
problemas de desnutrición.
Mientras
el 20 por ciento de la población mundial perteneciente a los países
industrializados dispone del 85 por ciento del producto bruto mundial. Por otro
lado, los más de 4000 millones de habitantes de los países pobres deben
conformarse con tan sólo el 15 por ciento restante. El 20 por ciento más pobre
del planeta dispone del 1.4 por ciento del producto bruto mundial y representa
el 0.9 por ciento del comercio internacional. En este mismo orden de ideas
tenemos también que 14 millones de niños y niñas mueren de hambre, diarrea y
desnutrición anualmente; donde en muchas regiones del planeta (Centroamérica,
etc.,) la mayoría de la población está por debajo del umbral de la pobreza; mientras
el mundo emplea el 25 por ciento de sus
científicos e investigadores en la industria bélica, invierte en
armamento más de 1000 millones de dólares cada 12 horas[2]
De
lo anterior deviene desde luego una crisis que ya no sólo es social sino como decíamos
antes es moral. Por otro lado, se
escucha por todas partes, que la sociedad está en crisis, que hay pérdida de
valores, hay crisis de paradigmas, hay crisis de la familia, de la justicia.
Y
este es el estribillo que asumen sobretodo
intelectuales e ideólogos de la burguesía, quienes en su afán por justificar las “bondades de la globalización
neoliberal” inventan una terminología que lo único que se proponen es confundir
a las masas empobrecidas de los países atrasados y con ello mediatizan la lucha
de la clase trabajadora.
Aparentan
hacer mucho para no hacer nada, es la filosofía del no cambio. En este sentido
si vamos hablar de crisis ¿Por qué no se examina las causas profundas que la generan?
Ya que en crisis está todo, la familia, la educación, la cultura, el deporte,
el arte, la justicia, la ciencia y la
vida misma que es el valor supremo por el que se debe luchar sin tregua alguna.
En
estos días leyendo un documento que me encontré cuando consultaba el Internet y que me pareció sumamente interesante una historia
contada por un Monje Budista llamado Mentando Bhikkhu, la cual ilustra la naturaleza de nuestra
responsabilidad social y moral. Dice la historia: una mujer se acercó al monje budista y le dijo: “Cuando tenía 12 años,
mis padres, que eran muy pobres, me vendieron a un burdel, y desde entonces he
tenido que hacer ese trabajo. Le suplico que perdone mi pecado.” El monje le contestó: “No es necesario que
suplique mi perdón. Soy yo y el mundo quienes debemos pedirle perdón, por que
no hemos hecho lo suficiente para protegerla. Por favor, primero perdóneme a mí
y al mundo por no haber sabido protegerla.”.
La
historia anterior refleja la despreocupación de los gobiernos por sus
ciudadanos, la falta de responsabilidad de los adultos hacia los niños y
niñas. Aunque esta historia refleja las
condiciones de existencia de millones de personas del mundo que viven en
condiciones precarias e infrahumanas de existencia, pero quizá el ejemplo en nuestro país nos queda como anillo al
dedo. Ya que es aquí donde los gobiernos y las clases dominantes
históricamente sólo se han interesado en
acumular riqueza por satisfacer sus instintos egoístas y mezquinos sin importar el bienestar social y moral de grandes masas poblacionales que se debaten
en la miseria y pauperismo económico y social.
En
una sociedad en la que se advierte una excesiva concentración de la riqueza en
un extremo y en el otro una población mayoritaria viviendo en condiciones
deplorables (Falta de acceso a los servicios de salud, educación de calidad,
vivienda digna, recreación digna,
salarios dignos etc.,) es una clara
señal de que sus gobernantes son inmorales e insensibles ante las penurias que
padece la población mayoritaria.
Cuando
se revisan las estadísticas sobre las condiciones materiales de vida y de
distribución de la riqueza en nuestra sociedad, nos quedamos sorprendidos de
cómo es posible que el ser humano haya alcanzado niveles tan grandes de avaricia y se comporte como un animal, si
somos compañeros de viaje, “andamos en el mismo negocio” como dice Og magdino,
en la universidad del éxito. Significa
que todos sin excepción luchamos por la supervivencia, pero cuando un
hombre concentra toda su comida para él y su familia no comparte con los demás se convierte en un
animal más que en un hombre, todo esto es un problema moral porque rompe con el
principio de solidaridad, de justicia y de equidad. Esta situación puede verse
con diáfana claridad en nuestra sociedad. Apreciemos los siguientes datos:
El 1
por ciento de la población, 116 propietarios que a finales de los setenta,
absorbían el 35 por ciento del ingreso nacional, cuyas ganancias declaradas
eran de, por lo menos, 20 millones de colones al año, es decir, 6700 veces el
ingreso de un trabajador – 19 veces más es la actual media latinoamericana, el continente con
mayor desigualdad en el mundo, que tiene una media de ocho --.
Dos
décadas después, unos 3 millones y medio de salvadoreños viven con un dólar al
día (700 mil hogares) y de ellos, cien mil familias con un colón diario (0.1
dólar). En el otro extremo, 518 familias declaran que ganan al mes por lo menos
10, 000 dólares, y sus ingresos son casi el doble de lo que percibe el estrato
inmediatamente inferior. Los tres niveles más bajos, casi un millón de personas,
ingresan diez veces menos que la media nacional y los tres más altos, poco más
de mil hogares, ingresan una media declarada 17 veces más alta que la nacional.
Dentro de estos y en el rango superior, los 518 hogares más ricos tienen una
media 23 veces mayor que la nacional[3].
Como
se puede notar la cita anterior es reveladora de la situación que se padecía
antes del conflicto armado en el país, si la riqueza en ese entonces estaba
concentrada en lo que por mucho tiempo se dio en llamar las 14 familias en ese minúsculo grupo se concentraba casi todo el poder económico, mientras que
los sectores mayoritarios vivían en la extrema pobreza; esa fue una de las principales causas que dieron origen al
conflicto armado que duró alrededor de 12 años y que dejó al menos unos 80 mil
muertos.
Ahora bien, sí
hacemos una reflexión de lo que
sucede en nuestros días en torno a la concentración de la riqueza en pocas
manos nos daremos cuenta que la riqueza está mucho más concentrada pues según datos de oxfam media briefing 19 de
mayo de 2015 sostiene que: “160
millonarios en El Salvador concentran una riqueza que equivale al 87% de la
producción nacional, mientras que la mayoría de la población gana salarios que
no logran cubrir los mínimos vitales”.[4]
Por otra parte, siempre en esta misma dirección un dato que resulta revelador e
inmoral a la vez, es el que publica la prensa gráfica del día 22 de junio
de 2016 en su sección de economía en esa publicación plantean que:
La
cantidad de ingresos que percibe uno de los 160 multimillonarios que hay en El
Salvador es 1,049 veces el ingreso de una persona que pertenece al 20 % de la
población más pobre del país, según la "calculadora de la
desigualdad" lanzada por Ojo Público en alianza con el Comité de Oxford de
Ayuda contra el Hambre (OXFAM, por sus siglas en inglés). En ese grupo de
multimillonarios han sido incluidas las personas con un ingreso mensual per
cápita a partir de $93,751. OXFAM señala que estos multimillonarios tienen una
riqueza de $21 mil millones.
Además,
dos empresarios salvadoreños figuran entre los 12 más ricos de Centroamérica,
con una fortuna de $7 mil 485 millones. "Esto equivale a 3 veces el
presupuesto nacional destinado a desarrollo social para el 2014", indicó
OXFAM y agregan que "es sorprendente, si estos datos se contrastan con el
hecho de que El Salvador se caracteriza por tener uno de los salarios más bajos
de la región centroamericana. Según los datos revelados en la calculadora de la
desigualdad, la pobreza multidimensional en El Salvador -tomando en cuenta las
carencias en salud, educación y otros estándares de calidad de vida- es del 53
%.
Esta
calculadora muestra al usuario el estimado de tiempo que necesitaría trabajar
para obtener los ingresos mensuales promedio de un multimillonario de su país.
Para poner un ejemplo, una persona que trabaja en el sector agrícola, que gana
$118 al mes y que es el sustento de una familia de cuatro personas, pertenece
al grupo uno -en la escala de diez- de acuerdo a los ingresos y para ganar lo
que un multimillonario recibe al mes, el agricultor debería trabajar 264 años,
aproximadamente.[5]
Como
se puede ver la excesiva concentración de la riqueza rebasa los límites de la
moral por lo que conviene hacer una reflexión e interpretación científica a la
luz de la ética y las ciencias sociales.
Entonces debemos de preguntarnos ¿Por qué la pobreza es un problema
ético y moral? Desde el mismo momento en que se rompe el principio de
solidaridad, democracia, igualdad y se priva a millones de personas al
sufrimiento, al hambre, la miseria impidiéndoles el acceso a la salud, a la
educación de calidad, a una vivienda digna, a una recreación sana y a la seguridad social etc.,.
A
partir, aquí que todos los derechos humanos son violados, son conculcados y
sometidos a las más grandes penurias y
arrastrados a vivir una vida indigente, no de seres humanos sino de animales.
Lo
anterior nos lleva a una conclusión, el sistema capitalista es un sistema
inmoral y pérfido ya que le niega la
vida a cientos de millones de seres humanos en el mundo. Cuando toda la riqueza
que amasan los millonarios y multimillonarios es obra del esfuerzo y el trabajo
de la clase trabajadora.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS.
1. W. Kelle M. Kovalzón. Sociología Marxista. P. 64.
2. Antxon Mendizábal. La Globalización.
P. 15
3.
María Dolores Albiac. “los ricos más
ricos de El salvador” en revista de Estudios Centroamericanos. Octubre de 1999.
p. 842.
5. https://www.laprensagrafica.com/.../Ingresos-de-un-multimillonario-salvadoreno-repre... 22 jun. 2016 - La cantidad de ingresos que percibe uno de los 160
multimillonarios que hay en El Salvador es 1,049 veces el ingreso de una
persona que ...
[2]
Antxon Mendizábal. La Globalización. P.
15
[3] María
Dolores Albiac. “ los ricos más ricos de El salvador” en revista de Estudios
Centroamericanos. Octubre de 1999. p. 842.
[5] https://www.laprensagrafica.com/.../Ingresos-de-un-multimillonario-salvadoreno-repre...
22 jun. 2016 - La cantidad de ingresos
que percibe uno de los 160 multimillonarios que hay en El Salvador es 1,049
veces el ingreso de una persona que ...
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