lunes, 9 de junio de 2025

 

EL SALVADOR YA NO ES EL PARAÍSO PARA LA CORRUPCIÓN, LAS PANDILLAS Y LAS TRANZAS.

POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.

INTRODUCCIÓN.

En los últimos años, El Salvador ha experimentado una transformación profunda que ha impactado de manera directa a los sectores tradicionalmente beneficiados por la corrupción, la impunidad y el crimen organizado.

En el presente artículo se hace una reflexión contundente sobre los cambios que ha traído el gobierno del presidente Nayib Bukele, especialmente en materia de seguridad, la transparencia y el combate frontal contra la corrupción. A través de una narrativa clara y crítica, se trata desmontar la percepción de que El Salvador se ha vuelto inhabitable, explicando que quienes sostienen tal opinión suelen ser aquellos cuya forma de vida ha sido afectada por la persecución del delito y la pérdida de privilegios ilegítimos.

El artículo destaca la implementación de políticas como el régimen de excepción, la recuperación de activos mal habidos, y el fortalecimiento del sistema judicial. Estas medidas, han permitido que la población honrada recupere la tranquilidad y la libertad de movilizarse sin miedo. Así, el país deja de ser un refugio para delincuentes y corruptos, y se transforma en un territorio donde el orden y la legalidad comienzan a prevalecer.

DESARROLLO.

 El día de ayer escuchaba a una profesional del derecho hacer una afirmación categórica: “El Salvador ya no sirve para vivir”. La interrogante que de inmediato me vino a mi cerebro fue: “¿Para quién no sirve El Salvador para vivir?”. La respuesta es muy sencilla: para el 90 por ciento de la población honrada, que se la pasa trabajando todos los días para llevar el sustento a la mesa de su hogar. El Salvador de hoy es un lugar propicio para vivir y disfrutar de la vida, en el contexto de sus propias limitaciones. Además, el ciudadano común puede viajar por el país, visitar a sus familiares, a sus amigos, ir de una colonia a otra; sus hijos se pueden desplazar a realizar actividades escolares sin la preocupación de sus padres de que ya no regresen con vida.

Durante los seis años de gobierno del Pte. Bukele, El Salvador ha experimentado cambios significativos, lo que ha alterado drásticamente el entorno para aquellos que antes se beneficiaban de la corrupción, el robo y la extorsión. Por eso para estas personas, el país ya no es el lugar propicio para vivir. ¿Cuáles son estos cambios?

TOLERANCIA CERO A LA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD

El gobierno actual ha implementado políticas y medidas estrictas para combatir la corrupción y la impunidad. ESTO INCLUYE:

INVESTIGACIONES Y CAPTURAS: Se han llevado a cabo numerosas investigaciones que han resultado en la captura de funcionarios públicos, empresarios y miembros de estructuras criminales que antes operaban con impunidad.

FORTALECIMIENTO DEL SISTEMA JUDICIAL: Se ha buscado mejorar la eficiencia y la independencia del sistema judicial para asegurar que los casos de corrupción sean procesados de manera efectiva. Esto ha disminuido el margen para que los corruptos eviten la justicia.

RECUPERACIÓN DE ACTIVOS: Se han impulsado leyes y acciones para confiscar bienes y activos obtenidos de manera ilícita, lo que afecta directamente el patrimonio de quienes se enriquecieron a costa del Estado.

2. DISMINUCIÓN DE LA EXTORSIÓN Y EL CRIMEN ORGANIZADO

Una de las quejas más grandes de la población salvadoreña era la extorsión, especialmente por parte de las pandillas. Las medidas de seguridad implementadas, como el Régimen de Excepción, han logrado:

REDUCCIÓN DRÁSTICA DE LA VIOLENCIA: El control territorial ejercido por las fuerzas de seguridad ha desarticulado a las pandillas y ha reducido significativamente los índices de homicidios y extorsiones.

PÉRDIDA DE FUENTES DE FINANCIAMIENTO: La disminución de la extorsión ha cortado una de las principales fuentes de ingresos para las estructuras criminales y sus colaboradores, lo que ha hecho insostenible su estilo de vida basado en actividades ilícitas.

RESTAURACIÓN DEL ORDEN: El restablecimiento del orden público ha generado un ambiente donde las actividades ilícitas son mucho más difíciles de llevar a cabo sin ser detectado y sancionado.

3. MAYOR TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS

El gobierno ha promovido una mayor transparencia en la gestión pública, lo que dificulta las prácticas corruptas. Esto incluye:

CONTROL DE FONDOS: Se han implementado mecanismos para un mayor control en el uso de los fondos públicos.

DENUNCIAS CIUDADANAS: La ciudadanía se siente más empoderada para denunciar actos de corrupción, sabiendo que hay una mayor probabilidad de que se tomen acciones.

 Por lo tanto, El Salvador ha dejado de ser un "paraíso" para los corruptos y extorsionistas. Las acciones contundentes del Estado han transformado el país en un lugar donde la impunidad es cada vez menor y las consecuencias de las actividades ilícitas son una realidad inminente. Para quienes vivían de robar y extorsionar, este nuevo escenario significa una amenaza directa a su libertad y a sus intereses económicos ilícitos.

 

 

 

SAN SALVADOR, 9 DE JUNIO DE 2025

 

 

 

 

 

 

 

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