martes, 16 de junio de 2015

POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA. ¿POR QUÉ URGE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA CAPITALISTA?



POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA.  ¿POR QUÉ URGE LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA CAPITALISTA? 

El mundo de hoy está en condiciones de asegurar a todas los habitantes del planeta vivan de una manera satisfactoria, con dignidad y desahogo. Ya que el desarrollo de las fuerzas productivas ha alcanzado un considerable dominio sobre las fuerzas de la naturaleza y  ello permite producir más de lo que la humanidad necesita para vivir.
 El desarrollo de la Ciencia, la técnica y la tecnología abren muchas posibilidades para satisfacer material y espiritualmente las necesidades de toda la población mundial. Pero la realidad nos enseña otra cosa que contrasta  con lo que apuntábamos antes. Según la organización para la agricultura y la alimentación (FAO):

Cien mil personas mueren de hambre o por sus secuelas inmediatas todos los días a pesar de  que la agricultura mundial, con  la capacidad actual de producción, podría alimentar sin problema a 12.000 millones de seres humanos, es decir, el doble de la población actual. De ahí que: “La muerte por hambre de cualquier niño no es una fatalidad, es un asesinato. Y el futuro es siniestro”.

Pero ¿cuál es el dramático cuadro humano que observamos  hoy  a nivel mundial y nacional?  
¿Por qué aún en pleno siglo XXI gran parte de la población mundial es analfabeta? ¿Por qué  cada día mueren 100 mil niños y niñas  de hambre?
Según la ONU en el mundo mueren de hambre al menos 25 000 personas diarias. Unas 815 millones de personas en el planeta padecen de desnutrición. ¿Quién es el responsable de que  aún en el siglo XXI  Sigan corriendo ríos de sangre como resultados de guerras e invasiones a países que su único pecado es querer ser independientes? ¿Cuál es la causa primordial de que el hombre siendo una preciosa obra de la naturaleza, dotado de inteligencia, aptitudes creadoras hoy se vea imposibilitado en gran parte del planeta a emplear esas capacidades para beneficio de sus mismos hermanos sino que las utiliza en contra de ellos?  
¿Por qué algunos países que hoy presumen de democráticos (Estados Unidos principalmente) siguen invadiendo a otros y haciéndoles la guerra para apoderarse de sus recursos naturales? ¿Por qué las políticas económicas impulsadas por los países desarrollados tecnológicamente siempre tratan de explotar, saquear y robar a los países pobres? ¿Quiénes son los responsables de que aún como en tiempos de la conquista de América se continué con el saqueo, la expoliación, el robo y la invasión a nuestros países?  Sin lugar a dudas hay un responsable. El sistema capitalista. Ya que el sistema capitalista ha llevado al extremo el contraste entre la indigencia y la riqueza, la práctica de las guerras, y el dominio colonial.  Es sin lugar a dudas el sistema capitalista el que ha llevado a la excesiva concentración de la riqueza en pocas manos, a una exacerbada explotación de la clase trabajadora por los grandes monopolios que hoy en día de expanden como hongos por todo el planeta.
 ¿Por  qué  los enormes avances de la Ciencia, la técnica y la tecnología no se ponen al servicio de de la humanidad entera sino de algunos estratos de la población mundial?
Es en el capitalismo y no  en otro sistema en donde se ha mutilado la creatividad, la imaginación y se ha menoscabado la dignidad del hombre.
 Es el sistema capitalista el que está destruyendo, la fauna, la flora y el medio ambiente y nos está arrastrando como especie hacia un lugar en donde todos y todas seremos afectados.  Entonces, cabe hacernos una pregunta.
¿Cuál es el objeto a transformar en este momento histórico? Sin lugar es el sistema capitalista sin embargo, para transformar un objeto o fenómeno natural o social se requiere conocer la lógica del funcionamiento de dicho objeto y para ello debemos manejar las herramientas que nos proporcionan la ciencia, la técnica y la tecnología.
De ahí cualquier esfuerzo que se haga no puede fructificar sí únicamente le observamos la superficie.  En consecuencia, para transformar el objeto primero tenemos que conocerlo y conocerlo implica desmenuzarlo, determinar su lógica y su funcionamiento.
Sí nuestra meta es transformar el modo de producción  capitalista  nuestra tarea inmediata  y fundamental es conocer a qué leyes está sujeto, cuál ha sido su devenir y cuál es su tendencia.
Empero, trasformar la sociedad actual implica transformar el tiempo histórico en el que hoy nos encontramos, en el que hoy vivimos y en el que hoy actuamos. Revolución es parafraseando a Fidel castro:
Cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastarla fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para nosotros y  para  todos. 
A lo largo  de la historia hemos estado tratando de cambiar las relaciones de producción capitalistas que como sabemos son de dominación, de subordinación, de sometimiento, de explotación pero se ha olvidado  o no nos hemos percatado de que esas relaciones se han internalizado en nuestra mente, en nuestra conciencia de tal manera que nuestra lucha no debe ser transformar las estructuras externas solamente sino que hay que luchar por desinstalar ese ship que desde que nacemos el sistema capitalista nos impone a través de diversas formas: la educación, la familia, los medios de desinformación, la iglesia, el fútbol, el salario, las mercancías entre otros.  De ahí que:
El verdadero objeto a transformar es el tiempo histórico es la   la sociedad capitalista y a ella  pertenecemos, aunque nos guste o no.  
 Lo hemos de superar en tanto la conozcamos, es decir, en cuanto nos conozcamos; en cuanto nos destruyamos y construyamos  a la vez la totalidad a la cual pertenecemos. Todavía se piensa que el objeto a transformar está solamente  allá; fuera; por eso la crítica,  se convierte en una simple y  vulgar crítica, es decir, en unilateral.
 La fragmentación  del todo es uno de los modos de ser de este tiempo histórico;   a sí se comporta el pensamiento común, es ceñirse al pensamiento positivista que hoy domina las distintas esferas de la realidad social. Del mismo modo   también se comporta  cierto movimiento popular y también ciertos  científicos sociales que se presentan ante el pueblo como progresistas y aún más marxistas.
Vivimos momentos críticos, invadidos por un pragmatismo exacerbado, utilitarista, una sociedad mercantilizada, alienada y fetichizada. El hombre  de hoy vive una vida light es decir, sin contenido,  superfluo, vive el hoy por el placer y para el placer; pero debemos de entender  que ese es el tiempo al que estamos llamados a transformar. El hombre de hoy vive en medio del vértigo de las mercancías, vive para las mercancías, trabaja para las mercancías. Otra forma de ser de nuestro tiempo es la velocidad del tiempo con que se vive,  es que tenemos mucha información pero leemos  muy poco y sí leemos interpretamos y comprendemos muy poco. La tecnología y el desarrollo de la informática nos han transformado en simple piezas del sistema.   Con mucha razón Albert Einstein expresó hace tiempos: “Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas.”[1]
  Y este gran científico no se equivocó.  Vivimos en la era de la “comunicación” pero hoy estamos más incomunicados.  Se  habla mucho pero se dialoga poco. Vivimos la dictadura de la comunicación capitalista y esto es parte del tiempo que tenemos que cambiar.
 






[1] https://lasmonedasdejudas.wordpress.com/.../albert-einstein-temo-el-dia-e...

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