LA BATALLA POR LA PALABRA: IDEOLOGÍA DE GÉNERO Y EDUCACIÓN EN EL SALVADOR”,
POR: MSc. JOSÉ ISRAEL VENTURA
INTRODUCCIÓN
Desde hace varios años, en el escenario político y
educativo salvadoreño se han ido introduciendo discursos y prácticas que, bajo
el manto del “progreso” y la “inclusión”, han buscado reconfigurar los
cimientos culturales y lingüísticos de la sociedad. La llamada Agenda 2030 para
el Desarrollo Sostenible, impulsada por organismos internacionales y asumida de
manera acrítica por gobiernos anteriores —particularmente durante la gestión
del FMLN, con el beneplácito de ARENA—, se ha convertido en un instrumento de
penetración ideológica que no se limita a lo económico y social, sino que
incide en el lenguaje, la educación y, sobre todo, en la visión del ser humano.
En ese marco, el lenguaje inclusivo se presenta como una
herramienta aparentemente inocua de reconocimiento y respeto, pero que en
realidad encierra un proyecto político-cultural más profundo: la imposición de
la ideología de género. La escuela pública, espacio privilegiado de
socialización y formación de las nuevas generaciones, ha sido el terreno escogido
para llevar a cabo esta transformación silenciosa. La reacción actual de la
oposición a la medida anunciada por la ministra de Educación —prohibir el uso
del lenguaje inclusivo en centros educativos y dependencias estatales— no es,
por tanto, un gesto espontáneo de preocupación lingüística, sino la defensa de
un proyecto político globalista que busca modelar identidades desde la
infancia.
Este ensayo crítico y enérgico analiza las raíces,
implicaciones y consecuencias de esta controversia, poniendo en evidencia los
intereses ocultos y la necesidad de defender la soberanía cultural y educativa
del país frente a agendas impuestas.
1. LA AGENDA 2030 Y EL DESEMBARCO DE LA IDEOLOGÍA DE
GÉNERO
La Agenda 2030 fue presentada como un plan integral de
desarrollo sostenible, pero en su interior alberga objetivos y estrategias que
trascienden lo económico y social. En el caso de El Salvador, los gobiernos del
FMLN la adoptaron con entusiasmo, mientras ARENA guardó un silencio cómplice.
Entre los distintos ejes, uno de los más controvertidos es el de la igualdad de
género, que en la práctica ha servido como plataforma para introducir la
ideología de género en políticas públicas, programas educativos y normativas
institucionales (ONU, 2015).
El
lenguaje inclusivo se inserta en este contexto como un mecanismo simbólico y
práctico para desestructurar las categorías tradicionales de masculino y
femenino. No se trata de una
discusión académica sobre lingüística, sino de una estrategia política que
busca modificar las representaciones sociales y culturales desde la raíz: el
idioma.
2. EL LENGUAJE INCLUSIVO: ¿INCLUSIÓN O MANIPULACIÓN?
En apariencia, el lenguaje inclusivo pretende visibilizar
a colectivos históricamente discriminados. Sin embargo, su implementación forzada
revela otra realidad: la manipulación del idioma como campo de batalla
ideológico. Al sustituir terminaciones, alterar reglas gramaticales y promover
neologismos sin respaldo académico, no se enriquece la lengua, sino que se
degrada y fragmenta.
La Real Academia Española (RAE, 2020) ha sido clara en señalar que el español, por su estructura, ya incluye de manera genérica a ambos sexos, y que las modificaciones artificiales responden más a presiones ideológicas que a necesidades lingüísticas. En consecuencia, lo que se presenta como “inclusión” en realidad es un intento de imposición cultural, destinado a normalizar la ideología de género bajo el disfraz de corrección política.
3. LA ESCUELA COMO CAMPO DE BATALLA
No es casual que el escenario elegido para la imposición
del lenguaje inclusivo sean las escuelas públicas. La niñez y la adolescencia
constituyen una población particularmente vulnerable a la influencia de
discursos oficiales. El sistema educativo, en lugar de priorizar la calidad, la
disciplina y el fortalecimiento de competencias, ha sido instrumentalizado como
canal de transmisión ideológica.
La oposición política que hoy critica la prohibición del
lenguaje inclusivo defiende, en realidad, un modelo que busca colonizar
mentalidades desde la primera infancia. De ahí su grito, su llanto y su
aparente indignación: no está en juego la gramática, sino la pérdida de un
instrumento político de control cultural.
4. LOS INTERESES GLOBALISTAS DETRÁS DEL LENGUAJE
INCLUSIVO
El lenguaje inclusivo no surge de manera espontánea en El
Salvador. Forma parte de una estrategia global promovida por organismos
internacionales, fundaciones y ONG que actúan como brazos ejecutores de
intereses políticos y económicos más amplios.
El objetivo es claro: erosionar las identidades
nacionales y los valores culturales tradicionales para abrir paso a un modelo
uniforme de ciudadanía global, desvinculada de sus raíces. Al alterar el
idioma, se altera también la forma de pensar, porque, como afirmaba
Wittgenstein, “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. Quien
controla el lenguaje, controla la forma de ver la realidad.
5. LA MEDIDA
DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN: UNA DEFENSA DE SOBERANÍA
En este contexto, la decisión de la Ministra de Educación
de prohibir el lenguaje inclusivo en las escuelas y dependencias públicas no
debe verse como un gesto de censura, sino como un acto de defensa cultural y
soberana. La medida protege a la niñez y juventud de ser utilizadas como
terreno de experimentación ideológica, y garantiza que el idioma —patrimonio
común de todos— no se degrade por presiones externas.
Frente a la manipulación, se impone la claridad; frente a
la ideología, la razón; frente a la colonización cultural, la defensa de la
soberanía lingüística y educativa.
CONCLUSIÓN
El debate sobre el lenguaje inclusivo no es un asunto
menor ni una moda pasajera. Se trata de un capítulo en la lucha global por el
control cultural y político de las sociedades.
En El Salvador, la oposición que hoy defiende su
implementación responde más a intereses ideológicos y globalistas que a un
genuino interés por la educación o el idioma.
La prohibición anunciada por el Ministerio de Educación
constituye, por tanto, una acción necesaria para proteger a las nuevas
generaciones, preservar la integridad de la lengua y garantizar que la escuela
no sea utilizada como campo de batalla ideológica.
REFLEXIÓN FINAL
El idioma es el vehículo de nuestra cultura, identidad e
historia. Dejarlo en manos de agendas externas es renunciar a nuestra soberanía
como pueblo. Defender la lengua no significa excluir a nadie, sino preservar el
patrimonio común que nos une. La verdadera inclusión no se logra deformando las
palabras, sino construyendo una sociedad justa, donde el respeto, la igualdad y
la dignidad se practiquen en los hechos y no se reduzcan a artificios
lingüísticos.
La lucha contra la imposición del lenguaje inclusivo es,
en última instancia, la lucha por mantener la libertad de pensamiento y
expresión, frente a quienes pretenden uniformar conciencias a través del
idioma.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
1.
Naciones
Unidas. (2015). Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible. ONU.
2.
Real
Academia Española (RAE). (2020). Informe sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones
conexas. RAE.
3.
Wittgenstein, L. (1999). Tractatus
logico-philosophicus. Alianza Editorial.
SAN SALVADOR, 3 DE OCTUBRE DE 2025
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