jueves, 3 de marzo de 2011


EL CAPITALISMO Y LA POBREZA EN EL SALVADOR

POR: MSc JOSÉ ISRAEL VENTURA

CONTEXTUALIZACIÓN DEL CAPITALISMO MUNDIAL.
Según la ONU en el mundo mueren de hambre al menos 25 000 personas diarias. Unas 815 millones de personas en el planeta padecen de desnutrición.
 De igual manera, Jean Ziegler[1] en su libro los amos del mundo asevera que “el orden mundial asesina a 100, 000 personas hambrientas pese a tener la capacidad para alimentar a 12,000 millones de seres  humanos, el doble de la población mundial.
”Este  mismo autor  señala en otro de sus libros titulado el imperio de la vergüenza citado por solidaridad. Net que el imperio organiza la escasez de servicios, de los capitales y de los bienes en función del máximo beneficio”.
 En este mismo orden Anna Bermeo Turchí, citando a Jean Ziegler sostiene que “mil millones de personas mueren de hambre o de sus consecuencias inmediatas. Un niño de menos de 10 años muere cada siete segundos y cada cuatro minutos otro se queda ciego por falta de vitamina A.
El orden Mundial no es sólo asesino, sino absurdo, pues mata sin necesidad.  Un niño que  muere de hambre  hoy muere asesinado”. Por otro lado, otras fuentes señalan también que 854 millones no tienen para comer, 524 millones viven con hambre, para los años 90s aumentó el hambre en 18 millones.
Ahora agreguémosle, los 100 millones que según la FAO SE incrementaría como consecuencia de la crisis económica y alimentaria que vive el mundo. No cabe la menor duda de que el sistema capitalista es una fábrica de hacer pobres, pero no sólo eso es el más absurdo aunque hayan muchísimos ideólogos y  lacayos del capitalismo que lo defienden.
El modo de producción capitalista es un sistema que impide que millones y millones de hombres y mujeres desarrollen sus capacidades innatas es decir, connaturales ya que sus mismas condiciones materiales de vida condicionan inevitablemente su vida espiritual, es un sistema retrogrado pues se alimenta de conservar la ignorancia, la iniquidad y la injusticia social.  
El sistema capitalista es tal que obedeciendo a la lógica de la ganancia, satisfaciendo la mezquindad de sus amos no le importa a ningún ser humano, no le importa la naturaleza aunque sepan que están destruyendo  al planeta entero  y que ni ellos ni nosotros nos vamos a salvar  cuando el planeta colapse en su totalidad.
 Pero el modo de producción capitalista  no sólo destruye el medio ambiente sino que destruye las mentes de los seres humanos, las corrompe y las mutila hasta transformarlos en bestias irracionales.
El modo de producción capitalista, es el sistema más aberrante  e irracional que la historia ha conocido, goza con el dolor, el hambre y la miseria de las personas, arrastra al hombre a la demencia, la locura y la ambición.
 Esto lo podemos apreciar mejor hoy en día con la crisis que la humanidad está viviendo, en la que existen suficientes cereales para alimentar al mundo pero por la avaricia y la mezquindad de unos pocos capitalistas, el mundo se está muriendo de hambre.
 Sin embargo, se nos dice que el hombre es el ser más inteligente y de hecho lo es, en cuanto a capacidad para crear, imaginar y desarrollarse espiritualmente pero bajo el sistema capitalista los hombres se han transformado  como decía Hobbes “ en el lobo del mismo hombre” ¡ Qué lastima! Porque el hombre bajo  otro sistema podría llegar a ser  el más fiel amigo del hombre.   
Pero alguien argumentará que es el  sistema capitalista en donde se han desarrollado más las fuerzas productivas: la Ciencia, la técnica y la tecnología. Pero también habría que preguntarnos ¿A qué precio?, la Ciencia, la técnica y la tecnología con la que hoy se produce bajo el capitalismo actual es fruto del sufrimiento de millones de seres humanos a lo largo de toda la historia de  humanidad.
 Pues como señaló en su oportunidad Karl Marx en tomo I del capital en el capitulo 23 sobre la acumulación originaria de capital decía “el capital llega al mundo chorreando sangre y lodo por todos sus poros”[2]  pues el capitalismo para llegar a consolidarse  como tal tuvo que dejar en el camino a   miles de asesinados y en la actualidad  continua su marcha criminal.
En el  último  informe especial  de la ONU citado por Manuel Freyta [3]sostiene que “con menos del 1% de los fondos económicos que han utilizado  los gobiernos capitalistas centrales para salvar al sistema financiero global (Bancos, y empresas que han desatado la crisis económica), se podría resolver la calamidad y el sufrimiento de miles de millones  de personas (la mitad de la población mundial) que son victimas de la hambruna a escala mundial.  Pero ¿Por qué no se hace? Pregunta el mismo organismo. Por una razón muy poderosa: los pobres, los desamparados, la “población sobrante” no son un “producto rentable” para el sistema capitalista.  En este mismo orden de ideas Win Dierckxsens, sostiene
que es más provechoso para la acumulación privada a corto y mediano plazo, desarrollar al máximo el 20 % de la población mundial, que es capaz de consumir bienes  y servicios con alto nivel de valor añadido, en vez de responder a las necesidades  de base de los que tienen un poder de adquisición reducido  o nulo. En efecto estos son incapaces de producir valor añadido, tienen poca capacidad de consumo y son una multitud  inútil, a lo sumo susceptibles de ser objeto de políticas asistenciales.[4]

Esto no deja claro que el sistema capitalista es funcional únicamente para el 20 porciento de la población, lo que significa que el 80% de la población  le resulta un estorbo.  En tanto que no es fuente de enriquecimiento para los capitalistas de ahí  que sus políticas vayan encaminadas no ha resolver los problemas estructurales que viven los países pobres.
El planteamiento anterior coincide enormemente con Walter Moore, en su libro el imperio Global contra el tercer mundo, en este texto Moore, sostiene que el imperio tiene trazados  tres objetivos:
1.      Disminuir drásticamente la población mundial porque las colectividades controladas por estos grupos han perdido la batalla demográfica con el Tercer Mundo, y ellos saben que, en el largo plazo, esta superioridad humana los derrotará. En consecuencia se proponen recuperar la misma relación demográfica que instaló la hegemonía europea en los siglos 19 y 20, (o sea que pretenden que exista 1 euronorteamericano por cada 3 habitantes del resto del mundo), esto determina que la población a controlar no debe superar los 2.000 millones o sea que el plan de máxima es eliminar a 3.000 millones de habitantes del Tercer Mundo[8][8], eliminando tanto sus lenguajes como sus sistemas de pensamiento y de concepción de la vida y del mundo, para imponerles aquellos más favorables a sus designios: el idioma inglés y la religión propagada por las sectas calvinistas. La miseria es el arma utilizada para el exterminio en esta guerra de baja intensidad, que mata por falta de alimentos, de agua potable y saneamiento, de educación y de producción. Primero asesina a los pobres transformándolos en indigentes y luego ataca a las clases medias [9][9], empujándolas a la pobreza para que sufran el mismo destino. Ahora destruir a este grupo social es un objetivo prioritario, pues es el que dispone de los recursos materiales e intelectuales que todavía pueden oponerles resistencia. Para eliminarlas se ocupan de empobrecerlas paulatinamente tanto material como espiritualmente poniendo en funcionamiento una serie de estrategias que combinan: a.) la “cultura de la deuda” que las debilita y les resta energías para todo aquello que no sea la supervivencia cotidiana; b.) enérgicas políticas de disminución de la natalidad que incluyen la masiva destrucción familiar eliminando la construcción de viviendas y creando una imagen siniestra del futuro destinada a desalentar el natural deseo de los jóvenes de traer hijos al mundo, a lo cual se suman c.) la reducción de la fecundidad con métodos biológicos incluidos en la alimentación, la propagación del consumo de drogas, y la facilitación de los abortos y del uso de elementos contraceptivos, y d.) las estrategias culturales destinadas a indiferencia los roles femeninos y masculinos, que son la base de la atracción y mantenimiento de las relaciones de pareja y de los roles maternos y paternos, mediante la promoción del feminismo y la homosexualidad, que lejos de constituir un “derecho humano” que nadie niega, se impulsan mediáticamente con el único propósito político de disminuir la natalidad.
2.      Controlar todos los recursos naturales del planeta es el segundo gran objetivo, que incluye tanto el control de minerales, energía, agua y alimentos, como también la destrucción de las culturas de todos los pueblos que se han adaptado durante siglos o décadas a vivir y convivir con la Naturaleza. La estrategia incluye impulsar el éxodo de las poblaciones rurales hacia la periferia miserable de las grandes ciudades, impidiendo así que logren de la tierra los recursos que necesitan para la supervivencia. Esto se hace también para lograr el tercer objetivo:
3.      Subordinar a todos los sistemas productivos a las necesidades de las empresas multinacionales (que son controladas accionariamente por los bancos) para lo cual se deben destruir las industrias, cultivar con semillas patentadas, y anular las capacidades técnicas e intelectuales de todos aquellos sectores que no puedan ser utilizados directamente para el cumplimiento de sus planes.
Con esta finalidad buscan deshacer los sistemas aduaneros para destruir las producciones locales, regionales y nacionales, reforzar las leyes de propiedad intelectual con la finalidad de asegurarse el pago de regalías, destruir los sistemas de investigación y desarrollo que no controlan, o apoderarse de los resultados de los mismos para su provecho.
A esto se suma la extranjerización de los servicios estratégicos de energía, agua, transportes, comunicaciones, seguros, etc., y las leyes, convenios e instituciones que les permiten controlar los volúmenes y calidades de la producción de todos los países con la finalidad de establecer el sistema de precios del intercambio internacional más apto para sus fines.
El proyecto final de los usureros consiste en restaurar un mundo aristocrático, donde una pequeña elite disfrute de todo lo bueno que el mundo ofrece, mientras el resto queda sometido a una esclavitud controlada técnicamente, y prácticamente sin vida material ni espiritual.
En este contexto no permite comprender mejor hacia donde se encaminan las políticas de la globalización neoliberal que hoy penetran las economías de los países atrasados como el nuestro.
De modo que la creciente expansión de la pobreza a nivel mundial no es un caso fortuito sino algo que está planificado desde los centros de poder que se ubican en los ´países desarrollados y que tienen nombre y apellido. BM, FMI, OMC, BID entre otros.
 Por otro lado, y en contraste con la miseria que vive el mundo entero nos encontramos también con los diez hombres más ricos del mundo que  según el último Rankin de la revista Forbes.com.  Estos personajes atesoran la mayor parte de la riqueza del planeta. De acuerdo con la revista estos son los últimos datos:
1. Bill Gates (Microsoft, EU) 56.000 millones:
2. Carlos Slim Helu (México) 53.100 millones:
3. Warren Buffett (Berkshire Hathaway, EU) 52.400 millones
4. Ingvar Kamprad y familia (Ikea, Suecia) 33.000 millones
5. Lakshmi Mittal (India) 32.000 millones
6. Sheldon Adelson (EU) 26.500 millones
7. Bernard Arnault (Louis Vuitton Moet Hennessy, Francia) 26 mil millones8. Amancio Ortega (Zara, España) 24 mil millones
8. Li Ka-shing (Hong Kong) 23 mil millones
9. Li Ka-shing (Hong Kong) 23 mil millones
10. David Thomson y familia (Canadá) 22 mil millones.
¿Creen ustedes de El Salvador, que los capitalistas van a estar dispuestos a cambiar para mejorar las condiciones de pobreza existentes en el mundo? ¿Creen que en  El Salvador, los ricos están dispuestos a cambiar para mejorar las condiciones de vida de la mayoría desposeída?  ¿Consideran que esta excesiva concentración de la riqueza en pocas manos, es moral, es humano,  es de cristianos?
Mis amigos y amigas la burguesía nacional como internacional que es una y la misma cosa jamás, van a propiciar cambios en beneficio de las clases más pobres, pues su avaricia y mezquindad los tiene cegados y deshumanizados; por eso no esperemos que de ellos salga la necesidad de cambio. Tenemos que ser nosotros los y las salvadoreñas quienes nos organicemos para derrotar a la tiranía fascista del capitalismo.
Sin embargo, con el nuevo presidente del FMLN hoy se tendrá  una gran oportunidad para hacer crecer y fortalecer la organización social, para que más tarde que nunca demos ese salto cualitativo como lo han dado otros países hermanos.  Es decir, construir la sociedad socialista que aunque no les guste a muchos hacia ese momento histórico vamos.
Por eso nosotros  no nos debemos conformar por hacer funcionable el sistema capitalista  sino luchar por su muerte definitiva e instaurar un sistema más humano, justo, y equitativo.
Nuestra lucha no debe reducirse  a que mejoren nuestros salarios, nuestras condiciones de vida, eso lo hacen los socialdemócratas, que viven adulando al sistema capitalista porque le es rentable; pero a los pobres, a los hambrientos, a los descalzos, a los marginados, a los excluidos para ellos el capitalismo seguirá siendo su principal y  peor enemigo. El generador de hambre, miseria, violencia y corrupción.
EL CAPITALISMO Y LA POBREZA EN EL SALVADOR.
El capitalismo en los países latinoamericanos se inserta con la llegada de los españoles, después de un penoso proceso de expropiación de los bienes de nuestros aborígenes. Proceso que duró muchísimos años, pues la resistencia se mantuvo por largo tiempo, pero que por la  violencia se impuso el estado de dominación que aún hoy en día resentimos los latinoamericanos.  Un sistema que se basó en el sometimiento, la dominación, la ignorancia y la crueldad.  Pero también hay que decirlo, estábamos divididos cuando los europeos vinieron y por eso fuimos débiles a la hora de resistirnos.
En nuestro caso, El Salvador, después de la independencia, todo parecía que la esperanza había llegado, pero como siempre los mismos se aprovecharon de las riquezas del país y se erigieron como capitalistas, pero como tales también nacieron chorreando sangre y lodo  por todo su cuerpo; sangre indígena, sangre nuestra, sangre maya, Nahuat, sangre pipil, sangre chortiz.  En fin la independencia que tanto se celebra no fue nada más que la independencia de las clases emergentes de su tiempo.
Y  ¿Los pobres? Ellos y ellas continuaron viviendo las crisis crónicas como las que hoy estamos viviendo; para el pueblo nunca ha habido tiempos bonancibles, siempre han vivido en la pobreza,  en la desesperanza y la inequidad.  
Como bien se puede apreciar  muchos de estos problemas  tienen sin lugar a  duda raíces sociales e históricas los cuales   están arraigados desde luego en injusta distribución de la riqueza.
Son problemas estructurales que mientras no se cambie el modo de producción capitalista, la miseria, el hambre, la pobreza, la ignorancia y la inequidad social  siempre van a ir en aumento.
Como sabemos el fenómeno de la pobreza hoy se ha convertido no sólo en un problema de orden social sino además, es también ético. Ya que no es posible que en una sociedad en la que se habla de democracia, justicia, valores morales y libertad vivan tantos  millones de personas en la total indigencia.
Cuando se revisan las estadísticas sobre las condiciones materiales de vida y de distribución de la riqueza en nuestra sociedad, nos quedamos sorprendidos de cómo es posible que el ser humano haya alcanzado niveles tan grandes  de avaricia y se comporte como un animal, si somos compañeros de viaje, “andamos en el mismo negocio” como dice Og magdino, en la universidad del éxito. Significa  que todos sin excepción luchamos por la supervivencia, pero cuando un hombre concentra toda su comida para él y su familia  no comparte con los demás se convierte en un animal más que en un hombre, todo esto es un problema moral. Esta situación puede verse con diáfana claridad en nuestra sociedad. Apreciemos  los siguientes datos:
El 1 por ciento de la población, 116 propietarios que a finales de los setenta, absorbían el 35 por ciento del ingreso nacional, cuyas ganancias declaradas eran de, por lo menos, 20 millones de colones al año, es decir, 6700 veces el ingreso de un trabajador – 19 veces más es la actual  media latinoamericana, el continente con mayor desigualdad en el mundo, que tiene una media de ocho --.
Dos décadas después, unos 3 millones y medio de salvadoreños viven con un dólar al día (700 mil hogares) y de ellos, cien mil familias con un colón diario (0.1 dólar). En el otro extremo, 518 familias declaran que ganan al mes por lo menos 10, 000 dólares, y sus ingresos son casi el doble de lo que percibe el estrato inmediatamente inferior. Los tres niveles más bajos, casi un millón de personas, ingresan diez veces menos que la media nacional y los tres más altos, poco más de mil hogares, ingresan una media declarada 17 veces más alta que la nacional. Dentro de estos y en el rango superior, los 518 hogares más ricos tienen una media 23 veces mayor que la nacional[5].
Como se puede ver la excesiva concentración de la riqueza rebasa los límites de la moral por lo que conviene hacer una reflexión e interpretación científica a la luz de la ética y las ciencias sociales. “Los  horrores de la pobreza absoluta se extienden a todos los aspectos de la vida personal: indefensión ante las enfermedades, analfabetismo, sumisión y total inseguridad ante los cambios[6]” 
No cabe ninguna duda de que estos datos hablan por si sólo y nos muestran el  verdadero rostro de nuestro país, el cual resulta cada vez menos vivible para los salvadoreños y salvadoreñas.
En este sentido la pobreza se ha convertido en un problema de orden moral el cual se tiene que denunciar antes que callar; porque  callar sería lo mismo como guardar silencio y volverse cómplice de semejante atropello a la dignidad humana.      No obstante,  a pesar de que hubo un conflicto armado que sangró al pueblo salvadoreño y que dejó a por lo menos 80 000 muertes, el problema continua lo mismo y quizás peor aún, ya que hoy en día la riqueza se concentra en por lo menos ocho grupos que controlan el poder económico, político e ideológico que impiden cualquier transformación en beneficio de la mayoría desposeída.  
CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA EN POCAS MANOS. [7]
En la actualidad, la economía de El Salvador está dominada por ocho grupos empresariales: Cuscatlán, Banagrícola, Banco Salvadoreño hoy HSBC), Banco de Comercio
(Hoy Scotiabank), Agrisal, Grupo Poma, Grupo de Sola y Grupo Hill. Cada uno está relacionado con inversiones financieras, comerciales, agroindustriales y de la construcción.
Por ejemplo, el Grupo Cuscatlán, que tiene al expresidente  Alfredo Cristiani como uno de sus principales accionistas, domina el sistema financiero local, junto con el Grupo Banagrícola y el Grupo Simán (dueños del Banco Salvadoreño).
«Para que se tenga una idea de su poder, en la investigación se ha detectado que los activos de los cinco primeros grupos empresariales son superiores al Producto Interno Bruto (PIB) local», asegura Goitia.
El actual Grupo Cuscatlán, es dominado por tres familias: Cristiani, Llach y Hill. El Banagrícola, por las familias Dueñas, Kriete, Palomo Déneke y Araujo Eserski. El Grupo Simán, por el conjunto de familias de origen árabe, como Simán, Zablah y Salume. Todas estos apellidos coinciden con las familias de lo que fue la oligarquía cafetalera. «Como estrategias empresariales estos grupos financieros han hecho alianzas con capitales extranjeros también poderosos: por ejemplo, el grupo Taca, de aviación, donde domina la familia Kriete, ha hecho alianzas empresariales con el grupo Carso, del magnate mexicano Carlos Slim. El Grupo Poma, que domina en los grandes centros comerciales, también ha hecho alianzas con Slim», cuenta Goitia, Revela, también que los bancos Cuscatlán, Agrícola y salvadoreño, ya no son salvadoreños, sino que tienen establecidos sus holdings en Panamá, además de haberse regionalizado en Centroamérica, y hacen esfuerzos por llegar al Caribe. «Se trata de experiencias o fenómenos sin precedentes en El Salvador y en Centroamérica, y quizás en Latinoamérica», acota Goitia.
Es una estrategia empresarial para dominar localmente a través de bancos extranjeros, a los que los amparan ahora leyes internacionales que entran con mayor fuerza después de entrar en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica (CAFTA, por sus siglas en inglés). Es decir, los estados prácticamente entran en indefensión frente a estas transnacionales, advierte el investigador.
Es de hacer notar  pues que la real causa de toda la pobreza, miseria, hambre, desnutrición, analfabetismo, corrupción y violencia común y organizada está asociada a un modelo de desarrollo económico como el neoliberalismo que se orienta únicamente hacia la obtención de la máxima ganancia  sin importar el sufrimiento de las grandes mayorías desposeídas que son las que en última instancia pagan las consecuencias.
De acuerdo con el concepto de pobreza definido por el PNUD[8], nuestro país anda mal, ya que cuando la mayoría de la población se ve privada del derecho a la salud, educación, una vida digna y saludable etc. Nos encontramos en una situación delicada.
Según los datos reportados por esa institución el 46. 25 % de los hogares vive en miseria, definida esta, como aquellas familias cuyos ingresos mensuales son inferiores a la canasta de sobrevivencia. (305 dólares para la zona urbana y de 228 dólares para la zona rural).
Un 37.65% de los hogares son pobres; estos tienen un ingreso igual o superior al costo de la canasta de sobrevivencia, pero inferior al costo de la canasta de mercado cuyo costo es de 629 dólares.
Un 16.10 % son hogares catalogados como pobres, que tienen un ingreso mayor al costo de la canasta de mercado.
A escala nacional 6, 675, 363 salvadoreños y salvadoreñas se encuentran en pobreza, es decir, que de cada cien personas, 84 están en pobreza.  Obviamente toda esta inequidad se va ver reflejado en todas las esferas  de la vida social: Falta de acceso a la educación, salud, vivienda digna, seguridad ciudadana, falta de oportunidades, violencia intrafamiliar, violencia común y organizada, inmigración  etc.  Otro dato que nos revela lo grave de la situación que vive el país, es que el mismo PNUD nos plantea cuando sostiene que el 25% de los niños y niñas meneres de 5 años sufren de desnutrición crónica en el campo, mientras que en la ciudad solo hay un 15%.
También se encontró en una página de  inertnet, un dato que aunque no coincide del todo con el PNUD, es el proporcionado en febrero de 2008, por el MINED, Salud y la Secretaría  Nacional de la Familia cuando sostiene que el 15.5 % de los niños y niñas de primer grado de escolaridad padecen de desnutrición. Esto nos revela sin lugar a dudas a donde están las verdaderas causas de la pobreza que hoy padece nuestro querido y sufrido El Salvador.
Hay que destacar también que muchos de los datos expuestos han sido tomados de informes del 2005, por lo que a estas alturas del 2009 la pobreza se ha incrementado como resultado de la crisis económica que abate a El salvador.

REFERENCIAS BIBLIGRAFICAS.
  1. Jean Ziegler. Los nuevos amos del mundo. Ediciones Destino, S.A., 2009.
  2. Karl Marx. El capital Tomo I. Crítica a la economía política. Editorial Fondo de Cultura Económica. Edición 2008.
  3. Manuel Freytas.  IAR. Noticias. Último informe especial de la ONU En hambre: el dilema del sistema con la “población sobrante”.
  4.  Win Dierckxsens. La crisis Mundial del siglo XX oportunidad de transición al poscapitalismo. Editorial ULS- CEICOM. JUNIO 2008.
  5.  Revista Forbes. Com. The Worlds Billionaires.
6.      María Dolores Albiac. “los ricos más ricos de El salvador” en revista de Estudios Centroamericanos. Octubre de 1999.
7.      Editorial popular. Norte – sur. La fabrica de la pobreza. Editorial Popular.
8.       http: //www.libreopinion.net.  Alfonso Goitia. Los nuevos grupos de poder citado por Juan José Dalton julio de 2007.
9.      Informe sobre Desarrollo humano. El salvador, 2005. Editorial programa de las Naciones Unidas para el desarrollo.





[1] Jean Ziegler. Los nuevos amos del mundo. P.
[2] Karl Marx. El capital tomo I. capitulo 23.
[3] httpL( IAR Noticias) Manuel Freytas. Hambre: El dilema del sistema con la “población sobrante”p.1. 17 nde septiembre de 2009.
[4] Win Dierckxsens. La crisis Mundial del siglo XXI. P.9
[5] María Dolores Albiac. “los ricos más ricos de El salvador” en revista de Estudios Centroamericanos. Octubre de 1999. p. 842.

[6] Editorial popular. Norte – sur. La fabrica de la pobreza. P.33
[7]  Alfonso Goitia. Nuevos grupos de poder citado por Juan José Dalton.
[8] Informe del PNUD, 2005.